La batalla contra las olas de calor y los incendios puede ser la llamada de atenci¨®n que est¨¢bamos esperando
Las temperaturas extremas que sufre Europa son una muestra de la situaci¨®n que el sur global lleva a?os enfrentando
En mi pa¨ªs, Gran Breta?a, al igual que en otros pa¨ªses de Europa, la gente est¨¢ enfrent¨¢ndose a la ola de calor m¨¢s intensa de su historia con la tradicional mezcla de alegr¨ªa y desesperaci¨®n brit¨¢nica. Por un lado, las temperaturas que rozan los 40 grados son una oportunidad para que los ni?os y ni?as chapoteen en las piscinas, y los adultos disfruten de un clima mediterr¨¢neo sin tener que pagar unas vacaciones en el extranjero. Por otro lado, el Gobierno ha puesto al pa¨ªs en alerta roja, advirtiendo a la gente que no viaje, que trabaje desde casa si es posible y que cuide de los m¨¢s vulnerables. Todo el mundo comparte consejos sobre c¨®mo mantener las casas frescas, c¨®mo evitar que los beb¨¦s y las mascotas se sobrecalienten y c¨®mo conseguir dormir en las noches sofocantes.
En otros lugares de Europa, la situaci¨®n es mucho peor: evacuaciones masivas, centenares de muertes e incendios forestales fuera de control.
El aumento de las temperaturas augura un desastre y es una muestra de lo que millones de personas en otras partes del mundo han tenido que afrontar desde hace muchos a?os.
La covid-19 y el conflicto de Ucrania han demostrado que nuestro mundo est¨¢ interconectado, que lo que nos ocurre a algunos puede afectarnos a todos
La covid-19 y el conflicto de Ucrania han demostrado que nuestro mundo est¨¢ interconectado, que lo que nos ocurre a algunos puede afectarnos a todos. En la misma l¨ªnea, esta ola de calor deber¨ªa hacer que nos planteemos las siguientes preguntas:
1) ?Qu¨¦ significa esto para mi pa¨ªs?
Gran parte de las infraestructuras de Europa est¨¢n mal equipadas para los extremos que traer¨¢ el cambio clim¨¢tico. Los hospitales est¨¢n mal aislados y refrigerados, lo que pone en peligro al personal y a los pacientes. Las l¨ªneas de ferrocarril corren el riesgo de doblarse, obligando a los trenes a circular lentamente o a cancelarse. Las carreteras y las pistas de aterrizaje se est¨¢n derritiendo. La mayor¨ªa de las escuelas no est¨¢n climatizadas. Las casas est¨¢n mal aisladas y carecen de aire acondicionado. Y las ciudades funcionan como hornos.
Y no es solo el calor. El cambio clim¨¢tico tambi¨¦n traer¨¢ consigo fuertes lluvias, peligrosas inundaciones, incendios, erosi¨®n costera y patrones meteorol¨®gicos en los que los agricultores ya no pueden confiar. Este anticipo de lo que est¨¢ por venir, ?nos har¨¢ tomar conciencia de algunas de las duras realidades del cambio clim¨¢tico? ?Conseguir¨¢ que nos centremos en las soluciones, en invertir en resiliencia y actuar con rapidez?
2) ?Qu¨¦ significa para los que est¨¢n en primera l¨ªnea de la emergencia clim¨¢tica?
La pandemia de la covid-19 nos hizo sentir vulnerables a todos. Todos nos vimos afectados y nos identificamos con los que perdieron seres queridos, salarios y libertades. Obtuvimos una visi¨®n global del impacto del virus y el mundo se levant¨® en gran medida para responder. Me pregunto si nuestras experiencias con las cat¨¢strofes clim¨¢ticas nos dar¨¢n la misma compasi¨®n por los dem¨¢s, especialmente por las poblaciones vulnerables que a menudo no se ven y no tienen voz.
En el mundo hay millones de personas al borde de la hambruna. Gran parte de ello se debe a los efectos del calentamiento global. En ?frica Oriental -el epicentro de esta crisis provocada por el clima- la infancia est¨¢ pagando el precio m¨¢s alto. A diferencia de los ni?os y ni?as de Europa, que pueden cambiar a la ense?anza a distancia o faltar a la escuela durante unos d¨ªas, los estudiantes de ?frica Oriental a menudo se ven obligados a abandonar el colegio por completo, a mendigar o a trabajar. Demasiadas ni?as salen a¨²n peor paradas, ya que son vendidas para casarse de peque?as con hombres mayores para recaudar el pago de la dote; se enfrentan potencialmente a a?os de abusos sexuales y a la p¨¦rdida de oportunidades en la vida.
En Somalia, las operaciones de suministro de agua de World Vision est¨¢n ayudando a mantener con vida a miles de personas. Dependen de las entregas diarias de camiones cisterna con agua; la gente hace cola durante horas, soportando altas temperaturas, para obtener solo unos pocos litros.
La situaci¨®n es ahora tan grave que cientos de miles de personas han abandonado sus hogares en busca de comida y agua, sus hijos mueren en el camino y el ganado muerto forma parte del paisaje. En medio de nuestras luchas contra el calor, debemos ayudar a esas personas que viven con un fr¨¢gil acceso al agua y a los alimentos.
3) ?Qu¨¦ debemos hacer m¨¢s r¨¢pidamente para responder al cambio clim¨¢tico?
El tiempo se agota. Y, sin embargo, parece que estamos viviendo una escena de la pel¨ªcula No mires arriba, en la que un asteroide asesino se precipita hacia la Tierra mientras un mundo distra¨ªdo se encoge de hombros y exclama ¡°bah¡±. La pel¨ªcula es un cuento aleg¨®rico para nuestra ¨¦poca.
El tiempo se agota. Y, sin embargo, parece que estamos viviendo una escena de la pel¨ªcula ¡®No mires arriba¡¯, en la que un asteroide asesino se precipita hacia la Tierra mientras un mundo distra¨ªdo se encoge de hombros
?Tratamos la ola de calor simplemente como nuestras vacaciones en el Mediterr¨¢neo o como una advertencia de lo que est¨¢ por venir?
La publicaci¨®n de las primeras fotos de galaxias y estrellas lejanas del telescopio James Webb me hizo pensar de nuevo en nuestro planeta y en nuestro lugar en ¨¦l. Es imposible mirar esas impresionantes im¨¢genes y no apreciar la fragilidad de nuestra Tierra y su ecosistema. En un universo con unos 200.000 millones de estrellas, solo somos un planeta que gira alrededor de una ¨²nica estrella. A pesar de la inmensidad del espacio, actualmente no conocemos ning¨²n otro ser vivo. Nuestro planeta azul, bajo su fr¨¢gil atm¨®sfera, alberga todos los seres vivos conocidos.
?Se va a poner todo esto en riesgo porque no somos lo suficientemente sabios como para actuar o trabajar juntos contra esta enorme crisis? Nos unimos para hacer frente a la covid-19. Aquello fue un mero precursor de lo que debemos hacer ahora. Tenemos que ecologizar urgentemente nuestras econom¨ªas. Debemos invertir en energ¨ªas limpias. Tenemos que volver a hacer que nuestros espacios sean m¨¢s verdes. Debemos responsabilizarnos a nosotros mismos, a nuestras empresas y a nuestros gobiernos de hacer todo lo que hay que hacer. Debemos trabajar para no superar los 1,5 grados cent¨ªgrados de aumento de la temperatura global. Debemos hacer todo esto por los ni?os y las ni?as del mundo.
En la actualidad estamos muy lejos del camino. Quiz¨¢ las luchas contra las temperaturas de 40 grados, los incendios forestales y la insolaci¨®n sean la llamada de atenci¨®n que el mundo ha estado esperando.
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