Las condenas ¡°perpetuas¡± se acumulan en el caj¨®n del Constitucional
La justicia dicta la d¨¦cima prisi¨®n permanente mientras el alto tribunal sigue sin resolver el recurso contra la ley del PP, presentado hace cuatro a?os
Cuando el Tribunal Constitucional admiti¨® a tr¨¢mite en julio de 2015 el recurso de la oposici¨®n contra la prisi¨®n permanente revisable, aprobada por la mayor¨ªa absoluta del PP durante la etapa de Mariano Rajoy, el propio ¨®rgano de garant¨ªas emiti¨® una nota para explicar que su resoluci¨®n llegar¨ªa en las ¡°pr¨®ximas fechas¡±. Pero no ha sido as¨ª. En unas semanas se cumplir¨¢n cuatro a?os desde que el pleno aceptara estudiar el espinoso tema, que se ha convertido en una de las leyes que m¨¢s tiempo llevan en el caj¨®n pendientes de una respuesta ¡ªjunto a la del aborto y la ley mordaza¡ª, mientras los jueces siguen imponiendo esta pena m¨¢xima. La ¨²ltima vez, el pasado martes, cuando la Audiencia de Valladolid conden¨® a Roberto Hern¨¢ndez por violar y asesinar de una ¡°salvaje¡± paliza a la hija de su pareja, de cuatro a?os.
¡°Con los plazos que maneja el Constitucional, este tiempo no parece excesivo en comparaci¨®n con otras resoluciones que han tardado m¨¢s. Pero, en asuntos de tanta trascendencia social, deber¨ªa tratar de pronunciarse antes¡±, afirma Juan Antonio Lascura¨ªn, el catedr¨¢tico de Derecho Penal de la Universidad Aut¨®noma de Madrid y exletrado del alto tribunal que impuls¨® el pasado a?o un manifiesto para derogar la prisi¨®n permanente, respaldado por m¨¢s de cien catedr¨¢ticos.
Lascaura¨ªn reflexiona sobre la ¡°conmoci¨®n¡± que, de seguir dilat¨¢ndose la respuesta y sum¨¢ndose condenados, se puede generar: ¡°Si se anulara finalmente, se podr¨ªa producir un efecto similar al que tuvo la supresi¨®n de la doctrina Parot¡ªtumbada por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos y que provoc¨® manifestaciones de v¨ªctimas del terrorismo tras la excarcelaci¨®n de etarras¡ª¡±. ¡°Salvando las distancias [porque, en principio, la derogaci¨®n de la prisi¨®n permanente no significar¨ªa a corto plazo la salida de nadie de la c¨¢rcel], gente que apoya estas penas y ve colmada sus expectativas, se enfrenta despu¨¦s a una enorme insatisfacci¨®n¡±.
De hecho, aparte de la decena de condenas m¨¢ximas ya dictadas, las previsiones judiciales avecinan m¨¢s: por ejemplo, la Fiscal¨ªa ha solicitado este castigo para el asesino de Diana Quer, cuyo juicio arranca en octubre; y para la asesina confesa del ni?o Gabriel Cruz, que se sentar¨¢ en el banquillo en septiembre. Ambos pueden sumarse a una lista compuesta hasta ahora exclusivamente por hombres y que incluye a criminales como el descuartizador de Pioz y el parricida de Mora?a.
Aunque uno de los nombres que estaba en esa lista, el del asesino de Icod, que mat¨® al abuelo de su entonces novia, ha saltado finalmente de ella. El Tribunal Supremo revoc¨® en enero su prisi¨®n permanente. Por primera vez, anul¨® esta pena. Y, pese a que lo hizo por un motivo t¨¦cnico ¡ªun agravante se hab¨ªa aplicado de forma incorrecta¡ª, la resoluci¨®n escond¨ªa varios detalles que cuestionan esta condena, defendida a ultranza por la derecha. La Sala de lo Penal asegur¨® que ¡°compromete a perpetuidad¡± la libertad del condenado y tambi¨¦n su propia ¡°dignidad¡±.
Adem¨¢s, los magistrados definieron este castigo como ¡°perpetuo¡± ¡ªun t¨¦rmino del que ha huido el PP para tratar de esquivar una sentencia en contra del Constitucional¡ª y a?adieron: ¡°El legislador de 2015 resucit¨® del pasado esta pena, incluida en el C¨®digo de 1848 y extinguida de nuestro ordenamiento en 1928 [...], "con el adjetivo a?adido de revisable¡±, que, como recuerdan los jueces, no evita la posibilidad de que se mantenga en prisi¨®n ¡°de por vida¡±. Fueron, incluso, m¨¢s all¨¢ al calificar de ¡°parad¨®jico¡± que se defienda su constitucionalidad con el argumento de que ¡°existe la posibilidad de que no sea perpetua o, si se prefiere, porque su permanencia no es ¡®inexorable¡±.
Es cierto que estas palabras no tienen ning¨²n efecto vinculante en el Constitucional, pero adquieren el valor de que un alto tribunal del pa¨ªs ya haya mostrado ciertas reticencias expresas sobre esta normativa de 2015. Adem¨¢s, aunque en el Constitucional no se han pronunciado nunca sobre el fondo, algunos magistrados han dejado entrever sus dudas. En un voto particular por la extradici¨®n de un ciudadano taiwan¨¦s a China, la vicepresidenta del tribunal Mar¨ªa Encarnaci¨®n Roca se opuso a la medida al considerar que pod¨ªa ser condenado all¨ª a cadena perpetua y, de seguido, hizo hincapi¨¦ en que a¨²n est¨¢ pendiente en Espa?a de resolverse si este castigo vulnera la Ley Fundamental.
La pelea pol¨ªtica
A la espera de que el mundo jur¨ªdico ofrezca una respuesta, el pol¨ªtico sigue enfrentado sobre la prisi¨®n permanente. Sobre todo, cada vez que un crimen espeluznante conmociona a la sociedad. Pablo Casado (PP) no solo defiende su legalidad, sino que ha propuesto ampliar de 6 a 11 los supuestos en los que aplicarse ¡ªpor ejemplo, para violadores en serie y para quienes maten a alguien en un incendio forestal provocado¡ª. Adem¨¢s, incluy¨® en sus listas a un ferviente y p¨²blico defensor de este tipo de condena: Juan Jos¨¦ Cort¨¦s, el padre de la ni?a Mari Luz, asesinada en Huelva en 2008.
Por su parte, el l¨ªder de la extrema derecha, Santiago Abascal (Vox), tambi¨¦n respalda aumentar los delitos penados con ella y, sin complejos, la denomina ¡°cadena perpetua¡±. Y Ciudadanos ha dado un giro de 180 grados y ha pasado de calificarla de inconstitucional en el Congreso a comprometerse, en la ¨²ltima campa?a electoral, a mantenerla y ampliar tambi¨¦n sus supuestos.
La izquierda quiere, en cambio, acabar con ella y ya vot¨® en 2018 a favor de seguir adelante con su derogaci¨®n a trav¨¦s de una iniciativa parlamentaria del PNV. Fuentes del actual Ejecutivo socialista explicaron que, durante la pasada legislatura, el Gobierno de Pedro S¨¢nchez no se ve¨ªa con fuerzas para impulsar ¡ªcon solo 84 diputados¡ª una nueva reforma legal para finiquitarla, sabedor de que la derecha agitar¨ªa la calle (seg¨²n un sondeo de Metroscopia para EL PA?S en 2015, el 67% de los espa?oles apoyaba la prisi¨®n permanente revisable).
Ahora, el PSOE acaba de ganar las elecciones con 123 esca?os. Y junto a los grupos que presentaron el recurso de inconstitucionalidad ¡ªo las marcas herederas de estos¡ª suma mayor¨ªa absoluta en las Cortes. Aunque la vicepresidenta Carmen Calvo asever¨® que esperar¨¢n a la sentencia del alto tribunal. Eso s¨ª, aunque que el Constitucional declare que no vulnera la Ley Fundamental, eso no significa que no se pueda suprimir.
Las 10 condenas "permanentes"
- El parricida de Mora?a.?La Audiencia de Pontevedra dict¨® el 6 de julio de 2017 la primera prisi¨®n permanente contra David Oubel, que degoll¨® con una sierra el¨¦ctrica y un cuchillo de cocina a sus hijas de cuatro y nueve a?os.
- El asesino de Icod.?Sergio D¨ªaz, de 24 a?os, mat¨® al abuelo de su novia en Icod (Santa Cruz de Tenerife). Esta condena de prisi¨®n permanente lleg¨® al Supremo, que la revoc¨® por aplicarse mal un agravante. La pena final fue de 24 a?os de c¨¢rcel.
- El saxofonista de Vitoria.?Daniel Monta?o, m¨²sico, arroj¨® por la ventana a una ni?a de 17 meses e intent¨® asesinar a su madre.
- El crimen de Oza. Marcos Miras mat¨® el d¨ªa de la madre de 2017 a su hijo de 11 a?os, golpe¨¢ndolo con una pala met¨¢lica en Oza-Cesuras (A Coru?a).
- El descuartizador de Pioz. Patrick Nogueira asesin¨® y descuartiz¨® a dos de sus t¨ªos y a dos de sus primos, de cuatro y un a?o en un chal¨¦ de Pioz (Guadalajara)?en el verano de 2016.
- El estrangulador de Castellar. Pablo Catal¨¢n aprovech¨® que su v¨ªctima se qued¨® inconsciente por el alcohol, tras celebrar su fiesta de cumplea?os, para violarla y estrangularla con sus propias manos en Castellar del Vall¨¨s (Barcelona).
- El agresor de Hu¨¦rcal.?En el primer caso castigado con esta pena por violencia de g¨¦nero, Francisco Salvador Garc¨ªa asesin¨® y agredi¨® sexualmente a su expareja en Hu¨¦rcal (Almer¨ªa). Entr¨® en el domicilio de la v¨ªctima mientras dorm¨ªa, le propin¨® m¨¢s de cien golpes, le cort¨® parte de la lengua y abus¨® de ella.
- El violador de Pilas.? Enrique Romaye asesin¨® a una mujer tras intentar violarla sin ¨¦xito en Pilas (Sevilla). Abord¨® a la v¨ªctima cuando se dirig¨ªa a pie hacia una parcela de su propiedad.
- La v¨ªctima dependiente.?Tras una discusi¨®n, Rafael Garc¨ªa asesin¨® a cuchilladas a su mujer, aquejada de una enfermedad rara y dependiente, en la localidad toledana de Mora.
- La paliza a la ni?a Sara.?Roberto Hern¨¢ndez viol¨® y dio una brutal paliza, que le caus¨® la muerte, a la hija de su pareja, de solo cuatro a?os.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.