Necedad
Hemos de recordar y reconocer dolorosamente que M¨¦xico sigue siendo el pa¨ªs m¨¢s peligroso para el ejercicio de la prensa de este lado del mundo
Hemos de recordar y reconocer dolorosamente que M¨¦xico sigue siendo el pa¨ªs m¨¢s peligroso para el ejercicio de la prensa de este lado del mundo
Precisamos extender el contagio de los peque?os asombros que merecen engrandecerse como cuando una adolescente se?ala la inmensa luna sin detenerse a especificar que es la misma de siempre
De noche los estantes se sacuden para liberar personajes. Sucede en las casa donde insisten en alinear libreros y en la librer¨ªas al cierre, cuando se apagan las luces y los empleados se van
El esp¨ªritu del estante estriba en la tertulia improvisada con la lectora que pasea las yemas de sus dedos por los lomos de libros que ya ley¨®
Me urge volver a M¨¦xico en pleno invierno porque lo visto confirma lo que deber¨ªan clamar en los noticieros y peri¨®dicos: han rebrotado jacarandas en Coyoac¨¢n y por todo el Paseo de la Reforma
Abrazo a los j¨®venes que no han le¨ªdo a¨²n a Jos¨¦ Agust¨ªn y que tienen por delante el viaje m¨¢s accesible a la maravillosa literatura que emana de su palabra
Beckenbauer salta a la cancha impalpable donde vuelve a reunirse con Pel¨¦, Cruyff, Maradona y DiStefano, porque el once ideal de varias generaciones ya solo juega en la memoria o en las nubes
Cuando era ni?o, al pie de mi ventana, ya temblando de congelaci¨®n o de miedo, juro que vi las huellas: cuatro delicadas impresiones de herradura, cuatro pezu?as y cuatro redondas y hondas con mil grietas
Despido este a?o, no sin profunda nostalgia, con la inmensa gratitud de que no ha de volver jam¨¢s
Deseo una noche buena para todos los que sufren en cl¨ªnicas y hospitales, tanto para los arc¨¢ngeles que los intentan aliviar o atender con algo m¨¢s que villancicos y buenos deseos
Luis Gonz¨¢lez y Gonz¨¢lez inici¨® su eternidad al morir hace exactamente veinte a?os. Veinte a?os de que no caducan sus libros, as¨ª como los que recomendaba leer y releer
Llama la atenci¨®n el escaso n¨²mero de pasajeros que han cruzado el charco para ver las luces navide?as de Madrid. Entonces la imaginaci¨®n puebla las filas vac¨ªas con los fantasmas m¨¢s queridos
A?o con a?o vienen a la FIL un mill¨®n de personas, no por c¨®nclave y br¨²jula pol¨ªtica, sino por el poder de la imaginaci¨®n y el peso de la memoria
Hoy hace cuatro d¨¦cadas, Jorge Ibarg¨¹engoitia se despidi¨® de Joy en la puerta del n¨²mero 606bis de la Rue Saint Didier, en Par¨ªs
Duele que unos r¨ªgidos brazos tiesos rompieron la nariz y tres costillas de dos amigos entra?ables de luenga vocaci¨®n socialista
La nueva-¨²ltima canci¨®n de The Beatles es el entra?able saludo que encierra una despedida, donde dos de los magos y los sobrevivientes sobrellevan el latido de su ausencia con m¨²sica intacta
He sido honrado con el reconocimiento Coraz¨®n de Ni?o. Inesperado, mas no inmerecido, porque en el fondo yo nunca he dejado de ser ni?o y me dedico a leer, escribir y dibujar desde mi infancia
Manuel Guerrero, la voz de la radio mexicana a cargo del programa de ¡®El Club de los Beatles¡¯, falleci¨® esta semana
Celebro a una reina de la poes¨ªa y emperatriz del ensayo que pas¨® por este mundo con el nombre de Josefina Garc¨ªa Marruz, que a un a?o de su muerte cumple el primer siglo de su merecida eternidad
Mutis es de los raros y exquisitos escritores que pasan con elegancia y ¨¦xito verbal de la poes¨ªa a la prosa
El comando terrorista logr¨® colar una bomba en el autom¨®vil de Letelier y detonarla en pleno coraz¨®n de la capital del Imperio
Lo de Rubiales basta para la suspensi¨®n inmediata por parte de FIFA y para la planetaria condena por parte del entero siglo XXI a la estulticia enajenada, al machismo trasnochado, al empoderamiento abusivo, a la carcajada siniestra
Me quedo con el milagro impagable de haberlo conocido y convivido con azoro y admiraci¨®n
Hace unas semanas se cumplieron cuarenta a?os de la muerte del gigante aragon¨¦s. La vida me concedi¨® seguir siendo fiel y agradecido a cada una de sus pel¨ªculas
Un fantasma recorre Espa?a y M¨¦xico: la aversi¨®n a todo lo que sea sumar y multiplicar¡ voces, voluntades o beneficios y pugnar por la divisi¨®n como constante
Baste revisar en ambos lados del Atl¨¢ntico la demencia electoral y verborrea electorera en M¨¦xico y Espa?a, donde candidatos y adl¨¢teres diversos muestran innegables huellas de su condici¨®n extraterrestre
Espa?a vive las horas previas a una hist¨®rica jornada electoral con esa g¨¦lida hoguera de las dualidades que tanto marcan a sus paisajes desde hace siglos
Es de no creerse la imperdonable sorpresa con la que se va de este mundo un periodista de la vieja guardia creador del Festival E?e y de PhotoEspa?a y director de la revista ¡®Matador¡¯
Por un lado, est¨¢ el Hemingway gigante, casi intocable, que revolucion¨® la prosa en ingl¨¦s y las cuadr¨ªculas de la literatura, y por el otro, el mosaico de haza?as, an¨¦cdotas, o bien, mentiras que moldean su leyenda
Celebro la noche m¨¢s larga de cada a?o, la hoguera de San Juan y sus llamas que han de quemar todo lo que descartamos, pero sobre todo celebro la larga noche con la que mi madre llega a los 94 a?os de todas sus hermosas vidas
All¨ª donde antes fue hogar para dos caballos, dos vacas con sus becerros, media docena de cerdos y una docena de gallinas, est¨¢ la entra?able biblioteca de la torre morada en espera de que se establezca una Fundaci¨®n Luis Gonz¨¢lez y Gonz¨¢lez
Entre los estantes de la librer¨ªa y los corrales ef¨ªmeros de la gran Feria del Libro de Madrid, en el parque se cruzan posibles personajes para el cuento de ma?ana, la columna de hoy o la pr¨®xima novela
Sucede que en Chatbot-AI se inventaron una rese?a de mi novela que nada tiene que ver con la verdad
Seis horas despu¨¦s de aterrizar en medio de millones de luces y almas, el capit¨¢n hab¨ªa ingerido once tacos al pastor, tres de suadero, siete cebollitas en salsa Maggi escanciadas con lim¨®n verde
A?o con a?o se confirma que el 5 de mayo se celebra con m¨¢s bombos y platillos en los jardines de la Casa Blanca de Washington que en las chirim¨ªas desafinadas y tambores parchados que intentan resonarlo en callejones de Cholula
Conocer a Luis Villoro apuntalaba todos los gajes de ¡®El oficio de historiar¡¯ al tiempo que afincaba un eslab¨®n a la admiraci¨®n y afecto que le profeso a su hijo Juan. Cuando yo despert¨¦, Villoro ya estaba all¨ª
La Avenida de Los Insurgentes era la nervadura de una modernidad fingida, con camiones que se llamaban Ballenas y Delfines y una caravana de inmensos lanchones de motores rugientes y cofres de l¨¢mina alargada como trompas de cocodrilo
La muerte de Ra¨²l Padilla deja un legado como llano sin llamas, en cuanto se apagan las diatribas y los dimes
Ahora que las enciclopedias registran que Javier L¨®pez ha muerto, asumamos con gratitud que Chabelo en realidad es intemporal
Edwards era de estilogr¨¢fica antigua y altos vuelos, heredero del encanto que explica que no pocos chilenos son como ingleses del Cono Sur