No dejar patear un bal¨®n en el espacio p¨²blico es como dejar de darle cuerda al reloj de la infancia, algo casi antinatural y deprimente, quiz¨¢ la mayor de las profanaciones modernas. Los carteles que lo proh¨ªben son un ataque apenas velado a las clases trabajadoras
Hace dos a?os las jugadoras tuvieron que ponerse ellas las medallas de la Supercopa, el a?o pasado jugaron con balones desinflados, y hace unos d¨ªas la semifinal entre Atl¨¦tico y Barca se jug¨® 70 minutos sin VAR
Pap¨¢ Noel trajo a mi sobrino una camiseta del Celta. La de Alfon, con el n¨²mero 12. Tenemos mucho que aprender de los ni?os de seis a?os amantes del f¨²tbol
En apariencia, el f¨²tbol es una iglesia abierta a todos aquellos que est¨¦n dispuestos a creer, pero los fieles aficionados somos cuestionados y degradados constantemente
Los que compart¨ªan categor¨ªas inferiores con ¨¦l en el Celta de Vigo cuentan que ning¨²n otro ni?o viv¨ªa el f¨²tbol as¨ª, que solo Iago pod¨ªa enumerar de memoria hasta a los porteros titulares de la Liga de Uzbekist¨¢n
Todos los que apoyamos a equipos humildes desde la infancia hemos pensado c¨®mo ser¨ªa levantarse un d¨ªa convertidos en uno de esos aficionados que celebran t¨ªtulos como quien celebra que detr¨¢s de un lunes llega un martes
A pesar de todo lo que convierte el f¨²tbol en una actividad renunciable e incluso despreciable, siempre prevalece la unidad b¨¢sica m¨¢s intangible: la emoci¨®n
No es que algunas personas sean normales y se vuelvan temporalmente racistas, machistas o violentas durante un partido, es que esas personas son racistas, machistas y violentas. Es que la sociedad es racista, machista y violenta
El tenista utiliz¨® un argumento tramposo: la ra¨ªz del problema no es lo que les pagan a las mujeres, sino la base sobre la que capitalizar su talento
Desconf¨ªa de un hincha que no cante un poco en la grada, aunque sea hacia adentro. El ¡®Brasil decime qu¨¦ se siente¡¯ lo canta una voz supraindividual que es la de todo un pa¨ªs
Para algunos, el estadio es el lugar en el que socializar los fines de semana y sentir al menos un contacto moment¨¢neo; sentirse parte de algo, de un grupo, de una comunidad, de una tribu
Pepe Domingo Casta?o luch¨® durante toda su carrera para que la publicidad fuese una parte importante de la radio, mucho m¨¢s que una pausa o un lugar por el que hab¨ªa que transitar
En ¡®Oliveira dos cen anos¡¯, el himno del centenario del Celta producido por C. Tangana, todo comienza y termina en la R¨ªa, de la que emergen figuras neblosas y petrificadas asomadas al mar desde bateas, muros y playas.
La astrolog¨ªa y el f¨²tbol se parecen en bastantes cosas. Ambos encajan en tu rutina si te gustan los rompecabezas, las f¨¢bulas y descifrar lo incognoscible
Cuando un equipo desciende y pierde la categor¨ªa, el aficionado no deja de preguntarse en qu¨¦ punto se rompi¨® todo y por qu¨¦: la fatalidad, una mala planificaci¨®n deportiva, la directiva, los arbitrajes, las lesiones
Somos muchos los que pertenecemos al grupo de seguidores cuyo estado de ¨¢nimo se rige por la victoria y la derrota de su equipo, de la misma manera en que las mareas son dictadas por la luna
Como aficionados necesitamos que el f¨²tbol mantenga algo de aquel tiempo en el que los seguidores cargaban piedras para construir su propia grada e identidad
Es uno de los alimentos de moda y su sabor suscita divisi¨®n de opiniones. Este l¨¢cteo fermentado no va a mejorar tu milagrosamente tu flora intestinal, pero es perfectamente saludable (y se puede cocinar con ¨¦l).
La chef gallega del momento ha pasado de servir men¨²s del d¨ªa a salir en la gu¨ªa m¨¢s importante del mundo. No ha sido f¨¢cil: dificultades de conciliaci¨®n, problemas econ¨®micos y una enfermedad marcaron su camino.
Testigo vivo de muchas meriendas y cenas de los ni?os criados en los ochenta y noventa, el tranchete comienza a deshacerse como un azucarillo en las mesas actuales.
Hay vida m¨¢s all¨¢ del chocolate y la vainilla: algunas helader¨ªas de Espa?a apuestan por sabores nada convencionales como el parmesano, el Albari?o, la hoja de higuera o el calimocho.
Dos kilos y medio al mes: ¨¦sta es la media de p¨¦rdida de peso medio de los 4.000 participantes en un plan colectivo contra la obesidad en Nar¨®n (A Coru?a). ?C¨®mo lo han logrado?
No est¨¢ siendo un buen a?o para la captura de pulpo en Galicia, y los precios est¨¢n alcanzando m¨¢ximas nunca vistas en el mercado. Pero las fluctuaciones son habituales en la pesca, y los expertos, optimistas.
En los tres ¨²ltimos a?os, nuestra reportera Luc¨ªa Taboada ha ido a m¨¢s bodas que la prima de Liz Taylor. Por eso sabe c¨®mo aprovechar al m¨¢ximo los banquetes, y qu¨¦ se lleva y qu¨¦ no en la gastronom¨ªa nupcial.
Tras su paso por seis restaurantes con estrellas Michelin, Juan Manuel de la Cruz volvi¨® a la casa de comidas de su madre, Obdulia. Ahora sirve comida de alto nivel a bajo precio en este peculiar local gallego.
Compartir fogones, mesa y sobremesa puede ser una buena manera de sentirnos m¨¢s cerca de nuestra pareja, reforzar v¨ªnculos y, de paso, comer mejor. Todo son ventajas.