Sergio del Molino

Dar minutos en la tele a personajes as¨ª ha dejado de ser una travesurilla para devenir un acto de complicidad con las fuerzas tenebrosas

Se entiende la tentaci¨®n del olvido, pero ser¨ªa un error enorme caer en ella y dejar de mirar

Hay muchas cosas de la serie que abochornan un poquito hoy, pero tambi¨¦n hay audacias, iron¨ªas, dobles sentidos y raptos de talento e inteligencia

?Qu¨¦ clase de nacionalista compadrea con quien se propone hundir la industria de tu pa¨ªs?

Yo tambi¨¦n creo, como Woody Allen, que el sexo y la televisi¨®n solo son sucios cuando se hacen bien, pero siempre que los que juegan sepan a lo que juegan

A los dos les remueve la nostalgia de cuando ser de derechas era m¨¢s importante que ser catal¨¢n o espa?ol

El dictador ha ido resucitando con el paso de los a?os en forma de monstruo no-muerto. Como en las sesiones de espiritismo, han sido los que no vivieron bajo su bota quienes lo han devuelto a una vida espectral

Los cuentos asustaviejas que diseminan los jefecillos ultras y sus voceros son calcados a los de las leyendas medievales

Me ofende la existencia del art¨ªculo 521 del C¨®digo Penal, en sus dos apartados: el que castiga las ofensas a los creyentes y el que castiga las ofensas a los no creyentes

Adem¨¢s del oficio, Rodrigo Sorogoyen y Steven Spielberg tienen en com¨²n que no han superado la separaci¨®n de sus padres

Como cada 22 de diciembre, el Estado y casi toda la sociedad espa?ola se desdice de sus buenos prop¨®sitos y se apelotona en torno a los bombos y las administraciones de apuestas

Resulta que toda esa banda con pinta de apandadores, p¨ªcaros, vendeh¨²mos y vividores eran unos apandadores, p¨ªcaros, vendeh¨²mos y vividores

Los fil¨®sofos ya no susurran en los o¨ªdos del emperador, tienen que buscarse el sustento ante p¨²blicos que prefieren la prosa de los charlatanes de autoayuda

No es buena idea en Marruecos o en Rusia, pero ning¨²n ciudadano espa?ol deber¨ªa tener miedo por salir en la tele y hacer un par de chistes como en ¡®La revuelta¡¯

No hay un alma ni una voz detr¨¢s, y eso hace que desbarranque desde la primera secuencia y no haya forma de que vuelva a enderezarse. Despu¨¦s de verla, lo mejor es volver al libro de Garc¨ªa M¨¢rquez

Tambi¨¦n en los a?os del plomo fueron aplaudidos muchachos de la ¨¦lite universitaria que se liaron a tiros

Era cuesti¨®n de tiempo que a un protagonista le saliera un antagonista en una Espa?a que todo lo hace a pares. Quiz¨¢ lo an¨®malo sea la estrechez pol¨ªtica casi guerracivilista con que se analiza la pelea

Paola Ramos analiza por qu¨¦ tantos latinos se sienten atra¨ªdos por el trumpismo, un movimiento que los desprecia

La pol¨ªtica es m¨¢s rid¨ªcula que su s¨¢tira y m¨¢s cutre que su puesta en escena solemne. No hay ficci¨®n capaz de seguirle el ritmo a la realidad

Si la ¨²ltima obra de Applebaum no viniera cargada de datos, l¨®gica y sentido com¨²n, su premisa ser¨ªa digna de terraplanistas y conspiranoicos tuiteros

La educaci¨®n anticonsumista que recib¨ª me forj¨®, como es l¨®gico, un car¨¢cter manirroto. No me gusta que se burlen de las masas que compran en exceso

¡®True Love¡¯ va de morir entre amigos. De no dejarse vencer por la agon¨ªa, el ensa?amiento de los m¨¦dicos y la mojigater¨ªa de los religiosos que prefieren prolongar el dolor

Me pregunto por qu¨¦ la gente que tiene muchos hijos quiere que los dem¨¢s tambi¨¦n los tengan

La nueva serie de Diego San Jos¨¦ es un prodigio de contenci¨®n, elipsis y crudeza

El Estado espa?ol no es fallido, pero ha fallado, y la ¨²nica manera de recuperar la sensaci¨®n de que los gobernantes nos representan es que asuman el fallo

¡®Horizonte¡¯ da voz ante una audiencia millonaria a gente de catacumba, personajes con un enorme historial de manipulaci¨®n, delirios, mentiras y disparates

No se trata de acallar las cr¨ªticas a una gesti¨®n incre¨ªblemente catastr¨®fica, tan solo de mantener la calma que requiere una sociedad para no degenerar en pintura negra de Goya

No s¨¦ si esta inclinaci¨®n m¨ªa se parecer¨¢ a la de los abuelos que miran las obras, pero siento un gran placer al asomarme al trabajo concentrado de alguien

Al margen del recorrido penal que pueda tener el caso, el derrumbamiento es moral, porque moral fue siempre su bandera

La tele espa?ola es demasiado cobarde para tratar con distancia y temple las cat¨¢strofes que alimentan los programas de chismorreo. Yo me esperar¨ªa a la serie para entender lo de ??igo Errej¨®n

Los que han conocido la abundancia, como Francisco de As¨ªs, y pueden permitirse el lujo de ser pobres una tarde a la semana

Deber¨ªamos celebrar con entusiasmo la serie de Alauda Ruiz de Az¨²a y preservarla de desprecios facilones

A un inmigrante no se le puede exigir nada que no se le exija a cualquier otro ciudadano: someterse al imperio de la ley

Podr¨ªamos ponernos sociol¨®gicamente estupendos y decir que la serie es la cr¨®nica de la ca¨ªda del imperio romano del oficinismo

¡®Tardes de soledad¡¯, la pel¨ªcula de Albert Serra ganadora en San Sebasti¨¢n, ofrece la oportunidad de abrir un debate largamente postergado

No ha pasado tanto tiempo desde que ambas despertaban la animadversi¨®n altanera de la intelectualidad oficial, pero vivimos una ¨¦poca vertiginosa en que las beatificaciones se hacen por v¨ªa expr¨¦s

Tan rid¨ªculo es pretender que Felipe de Borb¨®n tuvo algo que ver con la matanza de T¨®xcatl de 1520 y debe pedir disculpas por ello, como presumir de que el imperio espa?ol fue una comuna multicultural y humanista

Nunca cre¨ª que leer los datos fuera una diversi¨®n tan popular y apasionada. Cre¨ªa, por los amigos que trabajan en la tele, que eran tediosos y que daban angustia

Gane o pierda la actual vicepresidenta de EE UU, los dem¨®cratas de todo el mundo hemos visto que la democracia a¨²n puede movilizar entusiasmos transversales