Un cuarto de siglo esperando la nueva Castellana
El acuerdo reci¨¦n firmado vuelve a impulsar la Operaci¨®n Chamart¨ªn, lastrada durante 25 a?os por el coste de las infraestructuras y los enfrentamientos pol¨ªticos
El Gobierno central, el Ayuntamiento de Madrid y la promotora Distrito Castellana Norte sellaron esta semana un acuerdo para levantar un gran desarrollo urban¨ªstico. Era el final del ¨²ltimo cap¨ªtulo de desencuentros en torno a la Operaci¨®n Chamart¨ªn, de una largu¨ªsima lista que comenz¨® hace un cuarto de siglo. Fue a principios de los a?os noventa, cuando una novedosa y pol¨¦mica direcci¨®n general del Ministerio de Obras P¨²blicas (de Actividades concertadas en las ciudades) puso en marcha proyectos como la remodelaci¨®n de la r¨ªa de Bilbao o, casi a la vez, en 1993, la prolongaci¨®n del paseo de la Castellana de Madrid; la idea era renovar la estaci¨®n de tren de Chamart¨ªn, cubri¨¦ndola, y construir encima viviendas y oficinas, cuya venta pagar¨ªa toda la operaci¨®n.
El plan de Bilbao sali¨® adelante ¡ª?qui¨¦n no tiene en la retina el Museo Guggenheim en mitad del paseo de la r¨ªa?¡ª, recuerda por tel¨¦fono Josep Borrell, el ministro del PSOE que impuls¨® todo aquello. Pero el de Chamart¨ªn nunca prosper¨®. ?Por qu¨¦? Quiz¨¢s por unos mayores intereses urban¨ªsticos; tal vez por el clima de enfrentamiento total por aquellos a?os entre PSOE y PP, que gobernada el Ayuntamiento, plantea Borrell. ¡°Supongo que Madrid no ten¨ªa una necesidad tan indiscutible. La prueba es que hemos aguantado tanto tiempo sin ello¡±, remata.
Efectivamente, han pasado 25 a?os, dos crisis econ¨®micas, siete ministros de Fomento, cuatro alcaldes y otros tantos presidentes de la Comunidad y la Operaci¨®n Chamart¨ªn sigue sin arrancar, pese a los incontables intentos que han ido hinchando el desarrollo ¡ªde unas 5.000 viviendas iniciales se pas¨® a 20.000¡ª y despu¨¦s rebaj¨¢ndolo hasta las 10.510 que se prev¨¦n en la ¨²ltima redacci¨®n, bajo el nombre de Madrid Nuevo Norte.
Esta es la que se present¨® el martes pasado. Seg¨²n el Ministerio de Fomento (PP), el Ayuntamiento (Ahora Madrid) y Distrito Castellana Norte (sociedad formada por el banco BBVA y la constructora San Jos¨¦), este es el acuerdo definitivo. La promotora asegura que el consenso es mayor que nunca ¡ª ¡°cuenta con el respaldo mayoritario de todos los partidos representados en el Consistorio¡±¡ª y que por primera vez se ha tenido en cuenta a los vecinos: seg¨²n sus encuestas, ¡°el apoyo de los madrile?os es masivo¡±. Para Fomento, es el definitivo ¡°por la calidad del proyecto urban¨ªstico y porque es una propuesta equilibrada¡±. Una portavoz del ?rea de Desarrollo Urbano Sostenible del Consistorio asegura que el problema era que ¡°estaba mal dise?ado en origen". ¡°Anteriores proyectos eran desproporcionados, no contemplaban necesidades reales de Madrid; por ejemplo, dejaban el desarrollo de la estaci¨®n para la ¨²ltima fase cuando la estaci¨®n es una prioridad¡±, a?ade.
Lo cierto es que la desproporci¨®n depende de qu¨¦ proyecto se mire. Aquel primero iniciado en 1993 era sin duda el m¨¢s modesto: 5.000 viviendas en 620.000 metros cuadrados. Pronto, sin embargo, el consorcio que crearon Renfe y Argentaria (el banco p¨²blico que se integr¨® en 1999 en el BBVA) fue acordando con las Administraciones m¨¢s terrenos (hasta 3,1 millones de metros cuadrados) y m¨¢s edificabilidad, pese a las reticencias de Jos¨¦ Mar¨ªa ?lvarez del Manzano, alcalde del PP entre 1991 y 2003.
En 1998, la Comunidad, presidida por Alberto Ruiz-Gallard¨®n (PP), tom¨® las riendas de la operaci¨®n y la impuls¨® a partir de los dise?os del arquitecto Ricardo Bofill. Estos hablaban ya de 13.000 viviendas e inclu¨ªan 12 rascacielos. En aquellos a?os, las discusiones que recog¨ªan los peri¨®dicos giraban en torno a esas grandes torres y a los llamados reversionistas, propietarios de suelos expropiados por Renfe en los a?os sesenta que pretend¨ªan reclamar m¨¢s dinero si esos terrenos pasaban a usarse para levantar viviendas ¡ªpese a varias derrotas judiciales, volver¨¢n a reaparecer si la operaci¨®n finalmente echa a andar¡ª. Sin contar con las sombras de pelotazo urban¨ªstico que nunca han dejado de acompa?ar a la iniciativa. Adem¨¢s, pese a ser del mismo partido que la Comunidad, las resistencias de ?lvarez del Manzano continuaban.
La llegada en 2000 de Francisco ?lvarez Cascos (PP) al Ministerio de Fomento suaviz¨® el pulso y las retomadas conversaciones cristalizaron en la aprobaci¨®n de una necesaria modificaci¨®n del Plan General de Ordenaci¨®n Urbana (normativa municipal b¨¢sica) a lo largo de 2002. Entonces se llegaron a calcular hasta 20.000 viviendas. A partir de ah¨ª, hab¨ªa que redactar y aprobar el plan parcial (el documento de desarrollo), pero las elecciones de 2003 trastocaron de nuevo los equilibrios. Gallard¨®n pas¨® a la alcald¨ªa y Esperanza Aguirre (PP), a la presidencia de la Comunidad, y resurgieron unas desavenencias ¡ªel Gobierno regional exig¨ªa que los promotores pagaran todas las nuevas infraestructuras¡ª en las que el Ministerio de Fomento pronto ya no tuvo ning¨²n inter¨¦s en poner paz: la ministra desde 2004, Magdalena ?lvarez (PSOE), exig¨ªa m¨¢s viviendas de protecci¨®n p¨²blica.
¡°El gran coste de las infraestructuras ¡ªla Castellana, el metro, los intercambiadores de transporte...¡ª fue siempre el gran problema¡±, dice Jos¨¦ Mar¨ªa Ezquiaga, decano del Colegio de Arquitectos de Madrid y uno de los redactores de aquel plan parcial que se acab¨® aprobando entre 2009 y 2011 y que fij¨® una cifra de 17.000 pisos. Pero esta vez el renacido impulso no se top¨® ¨²nicamente con las elecciones de 2011, sino con la justicia. Una sentencia de 2013 del Tribunal Superior de Madrid anul¨® el plan por contravenir el l¨ªmite de altura de los edificios y eximi¨® a los promotores de pagar 245 millones por el metro y las carreteras.
Ambas cosas, dice Ezquiaga, ten¨ªan arreglo, pero atrapados en mitad de una de las peores crisis econ¨®micas que ha sufrido Espa?a el plan parec¨ªa tocado de muerte. Hasta que Ana Botella (PP), justo antes de abandonar la alcald¨ªa ¡ªy tras un a?o de conversaciones secretas con los promotores¡ª, dej¨® aprobado inicialmente otro nuevo plan parcial, con cifras similares: 17.699 viviendas (18.500 si se incluye el peque?o desarrollo anexo de la Colonia Campamento), pero con una inversi¨®n p¨²blica de 2.066 millones. Adem¨¢s, se reubicaban infraestructuras y se inclu¨ªa un ¨¢rea financiera con rascacielos tan altos como el Chrysler de Nueva York.
Era febrero de 2015 y para el verano ya hab¨ªa vuelto a cambiar todo. Al nuevo gobierno municipal de Ahora Madrid no le gustaba nada el proyecto tal y como estaba. As¨ª, en un documento plante¨® en 2016 una reducci¨®n a la mitad de pisos y oficinas. La contraoferta de los promotores fue de 13.600 viviendas y finalmente, tras un principio de acuerdo el verano pasado, la cifra ha quedado en 10.510, a mitad de camino entre el punto de partida y momento ¨¢lgido de la operaci¨®n.
Pese al entusiasmo, lo cierto es que el actual acuerdo devuelve el proyecto a principios de los a?os 2000, pues el siguiente paso es una nueva modificaci¨®n puntual del Plan General, cuya aprobaci¨®n inicial est¨¢ prevista para el pr¨®ximo mes de julio. Despu¨¦s, la Comunidad tendr¨¢ que dar el visto bueno antes de su aprobaci¨®n definitiva en unos plazos que se acercan peligrosamente a las elecciones de 2019.
El ¨²ltimo proyecto
Residencial. Se prev¨¦n 10.500 viviendas. La mayor¨ªa de ellas (casi 8.000) estar¨¢n al norte de la M-30. Habr¨¢ 2.100 viviendas protegidas, pero los promotores ceder¨¢n al Ayuntamiento otra cifra a¨²n por determinar de pisos libres que engrosar¨¢n el parque municipal.
Terciario. Habr¨¢ un gran centro de negocios en torno a la estaci¨®n de Chamart¨ªn y junto al nuevo intercambiador modal de transporte.
Espacios p¨²blicos. Se plantea una gran plaza de acceso a la estaci¨®n la Chamart¨ªn en su lado oeste, la peatonalizaci¨®n de la Castellana entre la intersecci¨®n con Sinesio Delgado y el nudo norte de la M-30, y la creaci¨®n de corredores verdes.
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