La ONU alerta contra la ¡°d¨¦bil¡± cooperaci¨®n multilateral y llama a no repetir el error de la austeridad

La recuperaci¨®n global est¨¢ en marcha, y a un ritmo mayor de lo que se preve¨ªa a finales del a?o pasado, pero la econom¨ªa sigue pisando un terreno m¨¢s que pantanoso. El mundo crecer¨¢ este a?o un 4,7%, seis d¨¦cimas m¨¢s de lo que la Conferencia de las Naciones Unidas para el Desarrollo (Unctad) pronosticaba hace solo seis meses, en gran medida gracias al flamante plan de est¨ªmulo estadounidense y a unas vacunas desarrolladas en tiempo r¨¦cord. Pero el camino sigue repleto de obst¨¢culos: cuando termine 2021, el primer a?o de un rebote que ¡ªcomo la crisis¡ª est¨¢ siendo desigual desde el minuto cero, la econom¨ªa mundial seguir¨¢ estando m¨¢s de cinco puntos porcentuales por debajo de donde estar¨ªa sin pandemia; la cooperaci¨®n multilateral sigue siendo ¡°d¨¦bil¡±; y el riesgo de repetir los ¡°errores¡± cometidos en 2009, cuando la cura de austeridad impuso su ley, sigue demasiado presente.

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2020 ha sido un ¡°annus horribilis¡±, en palabras de los t¨¦cnicos de la Unctad. Y, sin embargo, las cosas podr¨ªan haber ido mucho peor: ¡°La combinaci¨®n de medidas preventivas por parte de los bancos centrales para evitar un colapso financiero, paquetes de ayuda r¨¢pidos y significativos en los pa¨ªses avanzados, y la recuperaci¨®n de flujos de capital y de los precios de las materias primas¡± han evitado el peor escenario, reconoce el organismo con sede en Ginebra. Pero la recuperaci¨®n sigue lejos de la V que algunos quisieron ver y dibuja m¨¢s bien una K ¡ªdos velocidades que abren una sima entre pa¨ªses y grupos sociales, con los m¨¢s vulnerables siempre como grandes damnificados¡ª y la cooperaci¨®n internacional, una herramienta vital en una crisis que por definici¨®n afecta a todo el mundo, ¡°ha quedado muy por debajo de lo que se necesitaba¡±.

Son varias las se?ales de alarma. Es cierto que las mayores potencias del planeta, reunidas en torno al G20, han acordado suspender temporalmente la devoluci¨®n de la deuda que tienen que afrontar los pa¨ªses m¨¢s pobres entre junio de 2020 y junio de 2021, unos 12.000 millones de d¨®lares (10.000 millones de euros). Una buena noticia que, sin embargo, lo es menos si se pone en contexto: en 2019, el ¨²ltimo ejercicio antes de la pandemia, ese ramillete de naciones afront¨® vencimientos superiores a 80.000 millones de d¨®lares entre capital e intereses.

En paralelo, el despliegue de las vacunas en el bloque en v¨ªas de desarrollo est¨¢ siendo ¡°lento, tanto que en muchos pa¨ªses ni siquiera saben lo que es un vial contra la covid-19¡å, apunta por tel¨¦fono Richard Kozul-Wright, director de la divisi¨®n de Globalizaci¨®n y Estrategias de Desarrollo de la Unctad, que critica con vehemencia el hecho de que las naciones ricas ni siquiera se hayan planteado una exenci¨®n temporal de los derechos de propiedad intelectual del f¨¢rmaco para tratar de que llegue al mayor n¨²mero de personas posible a la mayor velocidad posible. No entiende, dice, c¨®mo habiendo conseguido desarrollar una inmunizaci¨®n a toda velocidad, esta no se haya puesto a disposici¨®n de la humanidad en su conjunto. ¡°Es el frente en el que m¨¢s se est¨¢ apreciando la falta de apoyo internacional¡±.

¡°No se puede regresar a la austeridad¡±

Los t¨¦cnicos de la Conferencia de Naciones Unidas para el Desarrollo tambi¨¦n dejan un mensaje teledirigido a Europa, con una llamada expl¨ªcita a ¡°no regresar a la austeridad tras una recesi¨®n tan profunda y destructiva¡±. Tal es su preocupaci¨®n por que se repita el patr¨®n seguido en el Viejo Continente tras la Gran Crisis, cuando Alemania y los pa¨ªses del norte apretaron el bot¨®n de los recortes cuando lo peor estaba lejos de quedar atr¨¢s, que la Unctad considera ¨¦se el ¡°principal riesgo¡± para la recuperaci¨®n, ¡°especialmente en el contexto de unos mercados laborales fracturados y mercados desregulados¡±.

En el lado contrario, el organismo aplaude sin ambages la potencia de tiro ¡ª1,9 billones de d¨®lares, una vez y media el PIB espa?ol¡ª del paquete de est¨ªmulo fiscal reci¨¦n aprobado por el Congreso estadounidense: aunque preferir¨ªa que una cuota mayor de los fondos se destinase a inversi¨®n en vez de a gasto corriente, el plan es, dice Kozul-Wright, ¡°motivo de aliento¡±. Y de ¡°decepci¨®n¡± cuando se vuelve la vista sobre el caso europeo, donde tras una fuerte respuesta fiscal inicial, las medidas de apoyo a la econom¨ªa han ido perdiendo fuelle con el paso de los meses. La situaci¨®n, zanjan los economistas de la Unctad, ¡°requiere una revisi¨®n m¨¢s cabal de las reglas del juego econ¨®mico para evitar repetir los errores de 2009¡å.