Mar¨ªa Jes¨²s Montero: ¡°La amnist¨ªa nos va a permitir mejorar el escudo social con leyes progresistas¡±

Lugares comunes del pesimismo cl¨¢sico: vivimos en una policrisis, con dos guerras en el vecindario y una marea ultra en Occidente. Vamos camino de una desaceleraci¨®n ¡ªya veremos cu¨¢n profunda¡ª despu¨¦s de dos recesiones de a¨²pa en los ¨²ltimos 15 a?os. Espa?a crece y crea empleo, pero tiene un tal¨®n de Aquiles en la competitividad, y en el otro pie una tendinitis aguda con una posici¨®n fiscal muy mejorable que tarde o temprano dar¨¢ problemas, porque el viento ha cambiado. Mar¨ªa Jes¨²s Montero, vicepresidenta cuarta, ministra de Hacienda y alto cargo del PSOE (Sevilla, 57 a?os), maneja ese g¨¦nero arr¨ªtmico que es la econom¨ªa con un mensaje moderadamente optimista: no ve dificultades insalvables en el horizonte. Ni tampoco por el flanco de la acusada inestabilidad pol¨ªtica, con una pol¨¦mica ley de amnist¨ªa en el horno y una legislatura endiabladamente compleja por delante. Sostiene Montero que la amnist¨ªa ha permitido barrarle el paso a los ultras. Sostiene Montero que va a permitir aprobar unos Presupuestos que mejorar¨¢n el escudo social. Sostiene, en fin, la vicepresidenta que a pesar de la querencia de la pol¨ªtica a odiar con el h¨ªgado, Espa?a esquiv¨® una bala el 23-J, y ahora le toca desmentir uno por uno los lugares comunes del pesimismo cl¨¢sico con los que arranca el primer p¨¢rrafo de esta entrevista.

Pregunta. Bruselas, el FMI, el BCE: todos los organismos internacionales reclaman disciplina fiscal. Con un acuerdo de coalici¨®n que incluye numerosos compromisos de gasto y una mayor¨ªa parlamentaria que va a requerir contentar a varios socios, ?qu¨¦ Presupuestos veremos en 2024?

Respuesta. Europa reconoce los esfuerzos que ha hecho Espa?a. Bruselas acaba de avalar el plan presupuestario espa?ol, y a la vez ha rechazado el de Alemania y ve problemas en Holanda, pa¨ªses habitualmente ortodoxos. Las nuevas reglas fiscales deber¨ªan incentivar fiscalmente inversiones tecnol¨®gicas o verdes para apuntalar la autonom¨ªa estrat¨¦gica de la UE. Con esos mimbres, estamos en condiciones de formular un Presupuesto que nos permita seguir avanzando en las pol¨ªticas de progreso. Es verdad que el margen fiscal es bastante menor de lo que ven¨ªamos teniendo en condiciones extraordinarias, por la pandemia o la guerra en Ucrania, pero podemos cumplir con el list¨®n del d¨¦ficit del 3%, bajando desde el 3,9% del PIB: hemos hecho mayores esfuerzos en a?os anteriores.

P. S¨ª: con un crecimiento robusto de los ingresos y de la econom¨ªa. Pero ahora se avecina una desaceleraci¨®n. Espa?a presenta buenos datos de crecimiento, pero est¨¢ peor equipada desde el punto de vista fiscal. Y viene un arre¨®n fiscal.

R. Es verdad que la econom¨ªa va a ir frenando progresivamente, pero el Presupuesto puede compatibilizar el esfuerzo de saneamiento de las cuentas p¨²blicas con los planes del Ejecutivo.

P. ?Cu¨¢l va a ser la orientaci¨®n de la pol¨ªtica fiscal en la pr¨®xima legislatura?

R. Si queremos Estados del bienestar que protejan y que las democracias proporcionen seguridad, debemos tener capacidad para impulsar pol¨ªticas p¨²blicas a trav¨¦s de la inversi¨®n. Hay margen fiscal para ello. En Europa y en Espa?a: la evoluci¨®n del mercado de trabajo espa?ol es un indicio de estabilidad en los ingresos para activar esas pol¨ªticas.

P. ?Eso se traducir¨¢ en un Presupuesto moderadamente expansivo o el viraje de Bruselas y el BCE impiden esa pol¨ªtica econ¨®mica?

R. Todav¨ªa tenemos cierto margen de actuaci¨®n. El Presupuesto tiene vocaci¨®n de mantener el volumen de ingresos, aunque hay que absorber parte de las reducciones fiscales que nos vimos obligados a introducir ante las circunstancias extraordinarias de la pandemia y la guerra en Ucrania. Es urgente evaluar el impacto pol¨ªtico, social y econ¨®mico de las medidas que aprobamos en su d¨ªa. Y elaborar las cuentas desde una perspectiva plurianual, especialmente en el cap¨ªtulo inversor, para dar garant¨ªas de estabilidad a empresas y trabajadores.

P. Pero el viento ha cambiado en Bruselas: la Comisi¨®n va a ser menos laxa con la pol¨ªtica fiscal. Los analistas apuntan a ajustes de al menos unos 10.000 millones en 2024.

R. Nuestro objetivo declarado es llevar el d¨¦ficit al 3% del PIB para el a?o que viene. Hay que cumplir con ese compromiso y eso exige ajustes en el Estado y en las comunidades aut¨®nomas. Pero seguimos creciendo, el nivel de ingresos ha mejorado y tambi¨¦n disponemos del Plan de Recuperaci¨®n europeo. Puede que no tengamos el margen de a?os anteriores para ser m¨¢s expansivos, pero seguimos teniendo cierta capacidad para impulsar el crecimiento y a la vez acometer la consolidaci¨®n fiscal.

P. ?Van a eliminar las ayudas a final de a?o? Teniendo en cuenta las facilidades a las empresas en toda Europa, ?un Gobierno progresista no est¨¢ obligado a hacer un esfuerzo por ese flanco?

R. Depender¨¢ de c¨®mo se comporte la inflaci¨®n en el primer semestre de 2024. Lo que ha trasladado Bruselas es que hay que ir desactivando las medidas extraordinarias que se pusieron en marcha por la guerra de Ucrania. Hay un compromiso para mantener el transporte p¨²blico gratuito, que al final contribuye a conseguir los objetivos clim¨¢ticos. Y estamos evaluando otras medidas, tanto las relacionadas con el transporte por ferrocarril como las rebajas fiscales. Se prorroga el IVA de los alimentos hasta junio. Y me temo que el resto depender¨¢ de factores como qu¨¦ sucede con la excepci¨®n ib¨¦rica o c¨®mo se van a comportar los precios de la energ¨ªa. Si se mantienen medidas, eso ir¨ªa en detrimento de otras partidas de gasto.

P. Las noticias econ¨®micas van a ser m¨¢s negativas desde ahora. Los tipos de inter¨¦s empiezan a hacer da?o. ?C¨®mo se gestiona ese escenario nuboso con un equipo econ¨®mico con una estabilidad precaria y pendiente de la salida de Calvi?o?

R. Con el liderazgo de Calvi?o, venimos de cinco a?os de gran cohesi¨®n en el ¨¢rea econ¨®mica. La presidencia del Banco Europeo de Inversiones ser¨ªa una excelente noticia; nos jugamos 20.000 millones en fondos europeos a trav¨¦s del BEI. Si al final Calvi?o se va, el presidente S¨¢nchez tendr¨¢ que cubrir un hueco muy importante.

P. ?Aspira usted a sustituir a Calvi?o?

R. Mi aportaci¨®n ha venido por el lado de Hacienda: Nadia Calvi?o tiene otras caracter¨ªsticas. Creo que habr¨ªa que incorporar a alguien al equipo.

P. ?El pr¨®ximo ministro de Econom¨ªa debe ser vicepresidente? ?Qu¨¦ perfil debe tener?

R. Creo que lo relevante es encontrar un perfil que tenga credenciales e interlocuci¨®n con Bruselas, con garant¨ªas para sustituir a Nadia Calvi?o sin que se resienta nuestra credibilidad en las instituciones.

P. Da la impresi¨®n de que usted va a ser la vicepresidenta del ¨¢rea y Escriv¨¢ va a tener la interlocuci¨®n con Bruselas.

R. Esa es su impresi¨®n. Escriv¨¢ ha sido un ministro estupendo. Ha hecho un trabajo enorme en Seguridad Social. Ha sacado adelante una reforma de pensiones complicad¨ªsima. Combina un profundo conocimiento de Europa con el de la Administraci¨®n p¨²blica espa?ola. Creo que aporta much¨ªsimo al equipo econ¨®mico, tambi¨¦n ahora desde Transformaci¨®n Digital: es un peso pesado del equipo econ¨®mico. Ya se ver¨¢.

P. La incertidumbre respecto al equipo econ¨®mico convive con otras inc¨®gnitas relacionadas con el nuevo Gobierno y la legislatura que se avecina. En particular con los efectos de la amnist¨ªa: si realmente esa medida va a pacificar definitivamente Catalu?a o si puede inflamar otros espacios. ?No ve un claro d¨¦ficit de explicaci¨®n por parte del Gobierno?

R. A veces los tiempos de la comunicaci¨®n pol¨ªtica no se compadecen con los de la negociaci¨®n pol¨ªtica. Mucho m¨¢s en un asunto como este, donde algunos grupos pol¨ªticos ten¨ªan que virar su posici¨®n previa 180 grados, algo que obliga a una formidable digesti¨®n interna antes de ponerse a comunicar. Hemos llegado a un acuerdo con Junts, que en la legislatura pasada no apoy¨®, creo recordar, ni una sola ley. Y ahora tiene que transitar por el camino que antes recorri¨® Esquerra: el de la negociaci¨®n pol¨ªtica, el del di¨¢logo, el de la gesti¨®n, y adem¨¢s el de un reencuentro, una reconciliaci¨®n para que la ruptura sea agua pasada. Ese es un movimiento dif¨ªcil y complejo. Que requiere tiempo, que requiere de una cierta contenci¨®n.

P. Y que en un momento dado requiere tambi¨¦n una cierta explicaci¨®n que no ha llegado, o solo parcialmente. Adem¨¢s de vicepresidenta y ministra de Hacienda usted es un alto cargo socialista. ?Detecta malestar en una parte del PSOE por la amnist¨ªa?

R. Yo creo que hay una gran confianza en que el presidente sabe c¨®mo se tiene que conducir. El resultado de la consulta del PSOE pone de manifiesto hasta qu¨¦ punto la militancia socialista es capaz de superar ese debate.

P. ?No pide la militancia m¨¢s explicaci¨®n?

R. Sin duda. Durante la negociaci¨®n era imprescindible cierta discreci¨®n. Ahora llega el turno de explicar, de contar. Consideramos que la amnist¨ªa es un instrumento para reconstruir los puentes que se derribaron en la legislatura de Rajoy. Los indultos fueron un intento de restablecer esos puentes. La amnist¨ªa va en esa direcci¨®n. Es una oportunidad: nadie puede asegurar que vaya a ser un ¨¦xito definitivo, eso ya se ver¨¢, pero es un intento de resta?ar heridas, de cerrar cicatrices. Entendemos que haya gente que no la vea. Entendemos que haya gente a la que le parezca que quienes hicieron un quebranto tan importante del orden constitucional no deben beneficiarse de la amnist¨ªa. ?Pero cu¨¢l es entonces la alternativa?

P. ?Cu¨¢l es?

R. Se produjo una fractura que ojal¨¢ que nunca se hubiera producido. Que fue grav¨ªsima por la inacci¨®n de unos y por la acci¨®n de otros. En ese momento el PSOE estuvo del lado del Gobierno para activar el art¨ªculo 155 de la Constituci¨®n por primera vez en la historia de Espa?a, para restablecer el orden constitucional. Podemos quedarnos ah¨ª, en una situaci¨®n de polarizaci¨®n extrema, con el centroderecha pactando en algunos territorios con la ultraderecha. O podemos concluir que el 23-J Espa?a vot¨® otra cosa y optar la convivencia y el di¨¢logo.

P. ?Sugiere que la amnist¨ªa es en definitiva lo que ha permitido que los ultras no alcancen el Gobierno, como est¨¢ sucediendo en otros pa¨ªses?

R. Indirectamente, s¨ª. El desapego hacia las instituciones es un caldo de cultivo espl¨¦ndido para los autoritarismos. Estamos preocupados con lo que est¨¢ ocurriendo a nivel internacional, con lo que acaba de ocurrir en Argentina, en los Pa¨ªses Bajos. La ultraderecha est¨¢ llegando a pa¨ªses que no pod¨ªamos ni imaginar. Y estamos preocupados porque el Partido Popular, no la ultraderecha de Abascal sino el centroderecha de Feij¨®o, alimenta un monstruo que luego va a ser muy dif¨ªcil de controlar: llevamos tres semanas de asedio a la sede del PSOE; es normal que el presidente S¨¢nchez subraye en sus discursos el contraste entre las visiones liberales y reaccionarias.

P. ?No cree que deber¨ªan haber llevado la amnist¨ªa en el programa electoral? Les cuestionan porque dicen que es un simple intercambio de votos para lograr la investidura. Y hay cr¨ªticas que subrayan que para pacificar Catalu?a est¨¢n soliviantando a otras partes de Espa?a.

R. No llev¨¢bamos la ley de amnist¨ªa en el programa electoral, igual que la legislatura pasada no llev¨¢bamos los indultos y tambi¨¦n los aprobamos, y aun as¨ª ahora podemos gobernar. La pol¨ªtica consiste en leer en cada momento el pa¨ªs, el estado de ¨¢nimo de los ciudadanos. Y el 23-J deja dos mensajes. Uno: que los ciudadanos, a pesar de lo que dec¨ªan las encuestas, no quer¨ªan un Gobierno de derechas. Eso nos lleva a articular un Gobierno que deje fuera de las instituciones a la derecha y la ultraderecha. Y dos: si los ciudadanos hubieran querido que el Partido Socialista gobernara en solitario nos habr¨ªan dado m¨¢s apoyo. No fue as¨ª. Las urnas nos dejan una Espa?a diversa, plural, que nos obliga a tener una visi¨®n del Estado de las autonom¨ªas como obliga a los nacionalistas a tener una idea de Espa?a si queremos entendernos. Y eso es lo que estamos haciendo. No veo c¨®mo puede llamarse a esto fraude electoral.

P. La amnist¨ªa dej¨® los votos necesarios para la investidura. ?Qu¨¦ legislatura espera? ?Qu¨¦ va a hacer con la amnist¨ªa el Gobierno?

R. Es radicalmente falso que la amnist¨ªa se hiciera para posibilitar la investidura. Va mucho m¨¢s all¨¢ que una investidura. Vamos a una legislatura dif¨ªcil, compleja: en lo relativo a la convivencia democr¨¢tica, en los asuntos econ¨®micos, en muchos otros aspectos. Creo que la amnist¨ªa puede tener consecuencias positivas en el terreno del entendimiento y la convivencia, pero tambi¨¦n en t¨¦rminos de crecimiento econ¨®mico, con un mejor encaje de Catalu?a en la econom¨ªa espa?ola, con efectos sobre el clima inversor, sobre la estabilidad. La amnist¨ªa nos va a permitir tener unos Presupuestos, mejorar el escudo social con leyes progresistas. Acometer las grandes transformaciones a trav¨¦s del Plan de Recuperaci¨®n. Y permitir que Catalu?a vuelva a ser un pulm¨®n para la econom¨ªa espa?ola, un polo de tecnolog¨ªa e inversi¨®n. No comparto la idea de algunos de mis compa?eros de que eso se hace a costa del cr¨¦dito del Partido Socialista.

P. ?Se refiere usted a Garc¨ªa-Page, por ejemplo?

R. Estoy hablando de aprovechar las oportunidades para que a la econom¨ªa espa?ola le vaya bien.

P. M¨¢s all¨¢ de la explicaci¨®n de la amnist¨ªa, hay un eje con Andaluc¨ªa, Madrid y la Comunidad Valenciana gobernado por el PP y con una holgada mayor¨ªa en t¨¦rminos de votos ?C¨®mo plantean afrontarlo?

R. Tiempo al tiempo. Para nosotros el 28 de mayo supuso una p¨¦rdida real de capacidad de gobierno. La lectura que hizo el presidente S¨¢nchez de someter tambi¨¦n al Gobierno de Espa?a al criterio de los electores se valorar¨¢ con el tiempo: la osad¨ªa, la valent¨ªa y la inteligencia pol¨ªtica detr¨¢s de esa decisi¨®n. A¨²n no tenemos distancia para calibrarlo. Esa es la pol¨ªtica con may¨²sculas. La que uno ante una situaci¨®n adversa, pone las fichas en movimiento para convertirla en una oportunidad. Fue una decisi¨®n magistral.

P. Usted sab¨ªa que iba a tomar esa decisi¨®n de adelantar elecciones.

R. No, no. Pero despu¨¦s de esa situaci¨®n, yo creo que los resultados del 23-J logran reconfortar al partido.

P. Ser¨¢n los libros de historia los que valorar¨¢n en funci¨®n de c¨®mo el pa¨ªs digiera la amnist¨ªa.

R. Seguro. Pero por lo pronto lo que lo posibilit¨® fue un escenario de entendimiento que no pasara por meter a la ultraderecha dentro de las instituciones. Para los dem¨®cratas, para las personas que somos progresistas, que no est¨¦ la ultraderecha en las instituciones es clave.

P. Hace exactamente cuatro meses que se celebraron las elecciones del 23-J. Y ya miramos al futuro. ?Ser¨¢n las elecciones europeas, las del Pa¨ªs Vasco, y las gallegas un plebiscito sobre la amnist¨ªa y un examen para el Gobierno?

R. Creo que no. Aunque el PP pretender¨¢ no hablar de los problemas de los ciudadanos en los territorios. Van a hurtar a los ciudadanos que se pueda hablar de algo tan fundamental como que te atiendan cuando tienes un problema de salud, de la escuela p¨²blica de la dependencia o la vivienda. Ahora el PP no quiere hablar de la gesti¨®n y prefiere que se hable de amenazas, de que se rompe Espa?a, de que Pedro S¨¢nchez es mal¨ªsimo, de que el Partido Socialista no es dem¨®crata, de que no somos constitucionalistas. A qui¨¦n van a convencer con unos argumentos que venimos escuchando desde hace m¨¢s de 40 a?os. Y no solamente Espa?a no se rompe, Espa?a ha estado m¨¢s unida y fuerte cuando ha gobernado el Partido Socialista.

P. Firmaron un acuerdo con el PNV sobre el traspaso de competencias de la Seguridad Social. Usted dijo que eso ya se ver¨¢. ?Puede ser que el PSOE est¨¦ firmando cosas que dif¨ªcilmente puede cumplir?

R. Hemos firmado lo mismo que han firmado partidos anteriores con el PNV.

P. Pero nunca se ha cumplido.

R. ?C¨®mo va a decir un Gobierno que no va a cumplir con el Estatuto de Gernika? En el acuerdo no se menciona a la Seguridad Social, aunque est¨¢ ah¨ª dentro de ese paquete.

P. Sin embargo se incumple.

R. Es dif¨ªcil y complejo arbitrar un traspaso que respete los principios que el propio Estatuto traslada de unidad y solidaridad de la caja ¨²nica de la Seguridad Social. Todav¨ªa no ha habido ninguna propuesta encima de la mesa que permita formular la cesi¨®n sin que lo otro se vea afectado.

P. Eso suena a que habr¨ªa menos solidaridad con el cupo vasco.

R. Es que tiene que respetarse el principio de solidaridad. Lo dice el propio Estatuto de Gernika. Y cualquier sistema tiene que ser redistributivo, como el sistema de pensiones. Es un asunto dif¨ªcil. Los diferentes gobiernos han hecho aproximaciones, pero a¨²n no hemos dado con la tecla. Ojal¨¢ demos con ella, pero es dif¨ªcil hacer algo en esta materia sin que rompa los principios que el propio Estatuto establece como intocable.

P. ?Se garantiza entonces el principio de caja ¨²nica de la Seguridad Social? En ese art¨ªculo del Estatuto de Gernika se regula la cesi¨®n de la gesti¨®n meramente econ¨®mica, que es la ventanilla, pero tambi¨¦n tiene parte de gesti¨®n normativa. ?Eso es lo queda fuera?

R. Exacto. Yo dir¨ªa que es dif¨ªcil y tiene que ser operativo poner en marcha un mecanismo que permita mantener las dos cuestiones. Hay una voluntad por parte del Gobierno de Espa?a y del Pa¨ªs Vasco de profundizar en esa competencia.

P. ?Hasta d¨®nde va a llegar el traspaso de competencias? Me refiero a que la Declaraci¨®n de Granada sigue vigente ah¨ª.

R. La Declaraci¨®n de Granada sigue plenamente vigente. Nosotros tuvimos la capacidad de articular un proyecto pol¨ªtico cuasi federal, que tiene los elementos nucleares de los derechos de los de los ciudadanos como la igualdad. Los pa¨ªses est¨¢n compuestos por personas, no por una suma de fronteras. Son personas con nombres y apellidos y que en algunas partes del territorio tienen singularidades, sentimientos, historia que tiene que ser compatible con su idea de Espa?a. Espa?a ser¨¢ m¨¢s fuerte si somos capaces de compatibilizar una Espa?a diversa y plural. No una Espa?a uniforme, una grande, ¨²nica y libre como como vemos ahora en las proclamas de las protestas en la sede de Ferraz. En nuestra Espa?a tiene que caber todo el mundo respetando el orden constitucional.

P. Por qu¨¦ no se puede permitir este pa¨ªs un acuerdo entre los dos grandes partidos, por ejemplo, en financiaci¨®n auton¨®mica. ?Se puede permitir este pa¨ªs que los dos grandes partidos vayan permanentemente al choque?

R. No, no. Se lo digo claramente. Y la reforma de la financiaci¨®n auton¨®mica o est¨¢ pactada entre los dos grandes partidos o no ser¨¢. Pero es que el PP aqu¨ª no tiene una propuesta.

P. Pero la propuesta deber¨ªa de salir del Gobierno.

R. Nosotros hemos puesto una propuesta encima de la mesa.

P. Pero incluso comunidades gobernadas por el PSOE tampoco la quer¨ªan.

R. El debate de la financiaci¨®n auton¨®mica se sit¨²a en un marco en el que cada uno tiene que defender su posici¨®n de m¨¢ximos. Y as¨ª no avanza. Lo digo con independencia de quien est¨¦ en la oposici¨®n de cada territorio y quien est¨¦ en el Gobierno, pero tenemos que trascender. La financiaci¨®n auton¨®mica no la votan los territorios, la votan los partidos en el Congreso. Los dos partidos pol¨ªticos se tienen que sentar a hablar sin miedo.

P. Pero no parece realista hablar de un acuerdo entre los dos grandes partidos cuando ni siquiera logran pactar la renovaci¨®n del ¨®rgano de gobierno de los jueces.

R. Me parece complejo, pero hay que intentarlo.

P. ?Por qu¨¦ en Europa es perfectamente posible un acuerdo entre la familia socialdem¨®crata y los populares y en Espa?a es imposible acordar incluso las grandes reformas por consenso? Van a poder aprobar seg¨²n qu¨¦ cosas por mayor¨ªa, pero parece muy dif¨ªcil de conseguir. ?No cree que hay que tender la mano al PP para algunas cuestiones? ?Por qu¨¦ el presidente en el discurso de investidura no tiende la mano al PP?

R. Es curioso lo que se produce en Espa?a. Cuando el Partido Socialista est¨¢ en la oposici¨®n, llegamos a acuerdos con el Partido Popular en materia de lucha contra el terrorismo, apoyamos la aplicaci¨®n del art¨ªculo 155 de la Constituci¨®n, acordamos algunas leyes. El Partido Socialista sabe que su oposici¨®n tiene que ser constructiva, a¨²n no compartiendo muchas de las cuestiones. Tengo un claro convencimiento despu¨¦s de toda mi experiencia pol¨ªtica, de que el PP, cuando gobierna el PSOE, piensa que eso es un fracaso, un fraude electoral, que es ileg¨ªtimo. Son las lecturas que ha hecho el PP. Cuando Felipe Gonz¨¢lez, Zapatero o S¨¢nchez llegan al poder dicen que es por fraude, por ilegitimidad o por enga?o a los ciudadanos. Esto no ha ocurrido nunca en una oposici¨®n de parte del Partido Socialista. Cabr¨ªa preguntarse si es que tenemos una derecha en este pa¨ªs que todav¨ªa no ha asumido que el poder no le pertenece, probablemente porque es heredera de una dictadura. Todo se pone en cuesti¨®n para que no gobierne el PSOE. Ese es el problema. Hasta que el PP no asuma que esto es una democracia y que los ciudadanos deciden libremente, no va a haber posibilidades de tener grandes acuerdos que son muy importantes para este pa¨ªs. Tengo esperanza, nunca la pierdo.

P. La condonaci¨®n de la deuda auton¨®mica es un asunto que lleva sobre la mesa cinco o seis a?os. El exministro Montoro ya lo explor¨®, ustedes tambi¨¦n a principio de la legislatura pasada. No cree que es clave delimitar qu¨¦ es lo condonable: ha habido comunidades m¨¢s rigurosas presupuestariamente que otras.

R. La asunci¨®n de la deuda por parte del Estado no puede de ninguna manera privilegiar a las que tuvieron mayor endeudamiento. Ese es un efecto perverso. ?Qu¨¦ es lo que nosotros proponemos? Durante una etapa el modelo se enfrent¨® a una situaci¨®n econ¨®mica que produjo una disminuci¨®n de ingresos, que oblig¨® a que las comunidades recurrieran al endeudamiento. Y eso es lo que vamos a atajar. Ver en ese periodo de crisis econ¨®mica, en el que todas se vieron obligadas a acudir al endeudamiento para poder mantener los servicios p¨²blicos, qu¨¦ parte nosotros podemos asumir. Con un objetivo que es muy importante, que es que salgan a los mercados. Es muy importante que las comunidades aut¨®nomas sean mayores de edad en los mercados, porque eso les va a permitir enfrentar la disciplina fiscal. El Fondo de Liquidez Auton¨®mica (FLA) era un elemento de emergencia. De lo que se trata es de que salgan a los mercados y por tanto tengan autonom¨ªa.

P. Y recuperen la disciplina fiscal.

R. Y disciplina, s¨ª. Si pap¨¢ Estado te financia a trav¨¦s del FLA tu exceso de d¨¦ficit es muy dif¨ªcil que las comunidades aut¨®nomas vuelvan a las reglas fiscales.

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