Joaqu¨ªn P¨¦rez Rey: ¡°Quien se salga del acuerdo para subir el salario m¨ªnimo pagar¨¢ el precio¡±

El n¨²mero dos del Ministerio de Trabajo, Joaqu¨ªn P¨¦rez Rey (Madrid, 51 a?os), recibi¨® a EL PA?S en su despacho este mi¨¦rcoles, solo dos d¨ªas despu¨¦s de que Glovo anunciase que contratar¨¢ a sus repartidores. ¡°Tenemos una oportunidad para que las calles no se llenen de emprendedores sin derechos¡±, dice el secretario de Estado de Trabajo, antes de abordar otros asuntos que le ocupar¨¢n el resto de la legislatura, como el ¡°inminente¡± acuerdo con los sindicatos para reducir la jornada a 37,5 horas semanales ¡ª¡°esperamos que est¨¦ en vigor antes del verano de 2025¡å¡ª; la reforma de la indemnizaci¨®n por despido; la salud del mercado laboral o el reto que suponen los algoritmos.

Pregunta. ?C¨®mo se sinti¨® al leer el comunicado de Glovo?

Respuesta. Satisfecho. Demuestra que los pulsos a la democracia y la Constituci¨®n se pierden, por muy grande que sea tu empresa. Obviamente para m¨ª fue muy satisfactorio, despu¨¦s de una batalla que ha sido larga y complicada, que tiene como hitos fundamentales la ley rider o la reforma del C¨®digo Penal. Ahora sabemos que empresas que estaban acostumbradas a pasearse por los despachos de los ministerios sin que nadie nunca les dijera que no, pues esta vez se les haya dicho que no y hayan cumplido con el mandato que les han dado.

P. Delivery Hero, propietaria de Glovo, ha provisionado hasta 770 millones de euros para hacer frente a cotizaciones impagadas, multas, etc¨¦tera. ?Es esa la cifra que adeuda?

R. Hay que distinguir dos cifras: la que deriva de las cotizaciones impagadas, que vamos a regularizar y que gira en torno a los 267 millones de euros, y luego est¨¢n las sanciones. Es pronto para dar una cifra global.

P. Hay tres grandes actores en el delivery: Just Eat, que no opera con aut¨®nomos; Glovo, que acaba de anunciar el cambio en su modelo; y Uber Eats, que a¨²n recurre a aut¨®nomos. ?Es la siguiente tarea de Inspecci¨®n?

R. Si hay alguna otra empresa, con independencia de su tama?o o de su fuerza, que est¨¢ incumpliendo la ley rider en este momento, sobre ella caer¨¢ tambi¨¦n el peso de la ley con toda su intensidad. No va a haber excepciones. Una multinacional del peso y el tama?o de Delivery Hero dice claramente que puede seguir haciendo su negocio respetando los derechos laborales. Es la primera vez que reconocen que no hay ninguna incompatibilidad entre la garant¨ªa de los derechos laborales y las nuevas formas de empleo. Es un mensaje para Espa?a y para el conjunto de Europa.

P. Vienen apuntando a otros sectores que mezclan plataformas y precariedad, m¨¢s all¨¢ del reparto. Los especialistas apuntan que cada vez son m¨¢s, como la fisioterapia, la psicolog¨ªa o el periodismo. ?Les preocupa que el fen¨®meno no pare de crecer?

R. Esta especie de plataformizaci¨®n del trabajo va a ser una tendencia inevitable y frente a la cual el Ministerio de Trabajo no pretende hacer ninguna suerte de ludismo tecnol¨®gico. No solo no rechazamos el avance tecnol¨®gico, sino que estamos convencidos de que es positivo para la productividad. Ahora bien, cuando alguien con la intermediaci¨®n de una plataforma o sin ella recibe ¨®rdenes, est¨¢ en el marco de una relaci¨®n laboral. Tiene que tener los derechos de una relaci¨®n laboral. Est¨¦s en el sector de la limpieza, de la ingenier¨ªa, del asesoramiento jur¨ªdico o de la hosteler¨ªa.

P. ?Cu¨¢ndo se concretar¨¢ la trasposici¨®n de la directiva europea de plataformas?

R. Se acaba de publicar en el en el Bolet¨ªn Oficial de la Uni¨®n Europea, pero los trabajos destinados a trasponer esta directiva van a comenzar inmediatamente. De hecho, vamos a reactivar nuestra comisi¨®n de expertos sobre el uso de algoritmos en las relaciones laborales, encarg¨¢ndole que tambi¨¦n incorporen a su estudio la inteligencia artificial. Vamos a trabajar en una propuesta de transposici¨®n que, junto con el refuerzo de la laboralidad en plataformas distintas del delivery, establezca un mecanismo de transparencia algor¨ªtmica. Espa?a ha sido pionera tambi¨¦n en esto. Tenemos que tender a garantizar auditor¨ªas algor¨ªtmicas, supervisi¨®n humana de todos los mecanismos que inciden en las relaciones laborales y que ese derecho de los representantes de los trabajadores pueda ser utilizado con eficacia.

P. ?C¨®mo se va a implementar esto?

R. Cuando una empresa toma una decisi¨®n que afecta a las condiciones de trabajo de uno de sus empleados, tiene derecho a conocer la causa. Me da igual que las tome una persona o un algoritmo. Tanto a los representantes de los trabajadores como a la inspecci¨®n, las empresas tendr¨¢n que desvelar las razones de sus mecanismos automatizados. Un trabajador tiene derecho a saber por qu¨¦ se ve perjudicado en una prima anti absentismo; por qu¨¦ se est¨¢ tomando una decisi¨®n que puede acabar con su despido; o por qu¨¦ se me dice que tengo un descenso en mi rendimiento. A nosotros no nos interesa desvelar los secretos industriales de las empresas, pero s¨ª saber cu¨¢ndo esos elementos tienen incidencia laboral.

P. Anunci¨® que el acuerdo con los sindicatos para reducir la jornada era ¡°inminente¡±. ?Tienen una fecha prevista para el anuncio del acuerdo?

R. Creo que es cuesti¨®n de d¨ªas que podamos alcanzar un acuerdo que fije lo que queremos hacer desde el inicio: que en 2025 la jornada legal en Espa?a sea de 37,5 horas, que esa jornada se cumpla, que hagamos tambi¨¦n una ambiciosa reforma del registro horario y que garanticemos la desconexi¨®n digital.

P. ?Antes de final de a?o?

R. S¨ª, antes de fin de a?o habr¨¢ acuerdo con las organizaciones sindicales.

P. ?Ir¨¢ al Consejo de Ministros antes de final de a?o?

R. Vamos a intentarlo por todos los medios. Si no es a final de a?o, ser¨¢ nada m¨¢s empezar 2025.

P. ?Se arrepiente de haber alargado tanto la negociaci¨®n, de haber dado tanta cancha a los empresarios? Se ha llevado por delante el compromiso inicial de las 38,5 horas este a?o.

R. No. El Ministerio de Trabajo ha hecho un esfuerzo ¨ªmprobo por incorporar a la patronal a un acuerdo. Eso nos ha obligado a saltarnos la la fase intermedia, pero creo que por encima de eso estaba dar todas las oportunidades posibles al di¨¢logo social. Lo hemos intentado hasta la extenuaci¨®n y solo un veto de car¨¢cter ideol¨®gico de la patronal espa?ola justifica que hoy no puedan participar de una reducci¨®n de jornada que reclama un¨¢nimemente el conjunto de la ciudadan¨ªa espa?ola.

P. Han empezado a hablar con los grupos pol¨ªticos del Congreso. ?Qu¨¦ reciben de Junts y el PP?

R. Tenemos contactos frecuentes con las fuerzas pol¨ªticas. El test parlamentario fue la proposici¨®n no de ley de Sumar que dio el resultado que dio [todos los socios del Gobierno votaron a favor en febrero, salvo Junts, que se abstuvo, como el PP; Vox vot¨® en contra] y por tanto eso me da esperanzas en que obtendremos el resultado parlamentario. Creo que hasta el PP es consciente de que esto es algo que no le puede negar a los espa?oles.

P. ?Se podr¨¢n recuperar las ayudas a pymes en la negociaci¨®n parlamentaria?

R. Como todas las negociaciones, habr¨¢ que ver cu¨¢les son sus derroteros. No es descartable. Pueden ser las ayudas o pueden ser otros elementos que a¨²n no hemos planteado.

P. ?Estar¨¢ vigente antes del verano?

R. La reducci¨®n de jornada va a estar vigente en 2025. Si logramos avanzar en t¨¦rminos parlamentarios lo m¨¢s r¨¢pido posible, estar¨¢ cuanto antes. Realizamos el proceso legislativo de manera urgente. Nos vamos a volcar para obtener el respaldo mayoritario de las fuerzas pol¨ªticas a la mayor brevedad y esperamos, desde luego, que sea antes del verano.

P. ?En qu¨¦ est¨¢n pensando para que el registro sea interoperable para la Inspecci¨®n? ?Una red similar a la de la Seguridad Social?

R. Con Glovo el Ministerio de Trabajo demuestra que no le gustan las normas destinadas a adornar. Entre otras cosas, para evitar la competencia desleal y garantizar unas relaciones laborales adecuadas. El registro es clave para que esto suceda en tiempo de trabajo. ?C¨®mo haremos esa interoperabilidad? Lo hemos puesto esto en manos de expertos, que nos har¨¢n una propuesta de c¨®mo ajustar el registro horario. Pero la interoperabilidad es muy clara. Los protocolos de los registros digitales de las empresas tienen que tener un c¨®digo que permita a la Inspecci¨®n acceder a los mismos en remoto. Esto, en plena revoluci¨®n de las comunicaciones, no parece ser un gran inconveniente. Modelos como el de la Seguridad Social ya demuestran esa capacidad de interconexi¨®n entre empresas e instituciones p¨²blicas.

P. El Consejo de Europa pide a Espa?a que cambie su normativa de indemnizaci¨®n por despido. Es, adem¨¢s, un compromiso del acuerdo de Gobierno. ?A qu¨¦ est¨¢n esperando?

R. Nuestro compromiso con la Carta Social Europea es un compromiso muy firme. Creo que por un motivo de prudencia ten¨ªamos que esperar a que se despejara definitivamente la posici¨®n del Comit¨¦ Europeo de Derechos Sociales, con la decisi¨®n del Consejo de Ministros [del Consejo de Europa] pidiendo a Espa?a un cambio en el despido. Vamos a terminar con la reducci¨®n de jornada y abriremos la mesa de di¨¢logo social para que el despido en Espa?a cumpla con los est¨¢ndares europeos, que sea disuasorio y repare eficazmente el da?o.

P. Econom¨ªa no comparte esta posici¨®n. ?Han hablado de ello desde la petici¨®n del Consejo de Europa? ?Est¨¢n m¨¢s cerca las posturas dentro del Gobierno?

R. Que el despido en Espa?a no cumple con la Carta Social Europea no es una opini¨®n. Ni del Ministerio de Trabajo, ni del Ministerio de Econom¨ªa. Es una afirmaci¨®n incontrovertible del Comit¨¦ Europeo de Derechos Sociales y del Consejo de Ministros del Consejo de Europa. No es un problema de si estamos de acuerdo, es un problema de cumplir con nuestras obligaciones internacionales. Cuando en el programa de Gobierno se dijo que Espa?a cumplir¨ªa en materia de despido con la Carta Social Europea, obviamente todo el mundo sabe que nos refer¨ªamos precisamente al escenario que se acaba de producir.

P. ?Va subir el salario m¨ªnimo en torno a un 4%, en l¨ªnea con el resto de salarios, o van a llegar al 5% o 6% que piden los sindicatos?

R. Vamos a escuchar a la comisi¨®n de expertos. Lo que quiero es que los expertos me digan c¨®mo el salario m¨ªnimo no pierde poder adquisitivo y c¨®mo garantizamos seguir cumpliendo con la Carta Social Europea [que represente el 60% del salario medio]. Una vez que tengamos la opini¨®n de los expertos, iremos a la mesa de di¨¢logo social y haremos todo lo posible para alcanzar un acuerdo.

P. La propia ministra desvel¨® el a?o pasado que hubiera estado dispuesta a firmar a un incremento menor del salario m¨ªnimo si la patronal hubiera entrado en el acuerdo. ?Mantienen esta estrategia?

R. Nadie que se siente en la mesa de di¨¢logo social tiene derecho de veto y, obviamente, quien se queda fuera de la negociaci¨®n tiene que asumir el coste que eso supone. ?Qu¨¦ factura le pas¨® a la patronal hace un a?o por estas fechas? Fue muy n¨ªtido y muy visible en la ¨²ltima negociaci¨®n del SMI, donde efectivamente una propuesta del 4% que podr¨ªa haber sido transitable acab¨® con una subida del 5%. Eso pasar¨¢ tambi¨¦n en la reducci¨®n de jornada. Y pasa como siempre que uno se sale de un acuerdo: paga el precio de no acordar, de su autoexclusi¨®n. Esto no es una revancha del ministerio, es el propio equilibrio de la negociaci¨®n. Si la patronal no entra, es evidente que nos obliga a alcanzar un acuerdo con las organizaciones sindicales. Y ese acuerdo ya no tiene en cuenta de la manera que lo deber¨ªa haber tenido los intereses de quien se queda fuera de ese equilibrio.

P. ?C¨®mo prev¨¦n que evolucione el mercado laboral el a?o que viene? ?Se mantendr¨¢ el ritmo de creaci¨®n de medio mill¨®n de empleos al a?o? ?Ven s¨ªntomas de agotamiento?

R. Hay un elemento que debemos tener en cuenta: tenemos pr¨¢cticamente 22 millones de ocupados seg¨²n la EPA. Rajoy so?aba con una Espa?a de 20 millones de ocupados. Con un r¨¦cord de poblaci¨®n activa, con m¨¢s mujeres trabajando que nunca, con una reducci¨®n significativa del desempleo juvenil y con una diferencia fundamental, que ese trabajo reposa sobre empleo estable y de calidad. No soy adivino, pero nada nos hace pensar que el empleo vaya a frenarse en los pr¨®ximos tiempos. A la vista de lo que nos dicen los organismos internacionales parece justo lo contrario.

P. Hace ya un a?o y medio que presentaron el acuerdo con los sindicatos para sacar adelante el estatuto del becario. A¨²n no est¨¢ en aplicaci¨®n, algo que no ha pasado con ning¨²n otro pacto del di¨¢logo social. ?C¨®mo es posible?

R. El ministerio suscribi¨® un acuerdo con las organizaciones sindicales al final de la legislatura pasada y entre medias se nos introdujo un proceso electoral y la formaci¨®n de un nuevo gobierno. Efectivamente, nunca nos hemos retrasado tanto en dar cumplimiento a un acuerdo de di¨¢logo social, pero nunca ninguno ha tenido una coyuntura tan accidentada. Hay un compromiso no solo de la vicepresidenta, tambi¨¦n del presidente, que puso el estatuto del becario como una prioridad. Ya tenemos hecho el tr¨¢mite de consulta p¨²blica. Haremos los ¨²ltimos ajustes t¨¦cnicos sobre el texto que pactamos con los sindicatos, le daremos su tramitaci¨®n y cumpliremos con el compromiso del Gobierno de coalici¨®n y con el acuerdo que tenemos con las organizaciones sindicales.

P. Con lo que est¨¢ explicando, entiendo que van a aprobar el texto que pactaron con los sindicatos. ?Le consta que lo acepte la parte socialista del Gobierno?

R. A m¨ª me consta lo que ha dicho el presidente del Gobierno p¨²blicamente, que es su compromiso con el estatuto del becario, y me consta lo que est¨¢ en el programa de coalici¨®n. Yo hablo con papeles y declaraciones p¨²blicas.