Paul Polman: ¡°Los consejeros delegados no pueden quedarse callados ante la erosi¨®n de la democracia¡±
El exconsejero delegado de Unilever advierte frente al giro prof¨®sil de Trump: ¡°Si quiere hacer a Am¨¦rica grande otra vez, debe invertir en tecnolog¨ªas verdes¡±
Jefe del gigante del consumo Unilever durante casi una d¨¦cada, Paul Polman (Enschede, Pa¨ªses Bajos, 68 a?os) se ha erigido en los ¨²ltimos a?os en una n¨ªtida voz de progreso en la esfera empresarial. Pide a sus excolegas exactamente eso: que no se queden callados frente al creciente riesgo de erosi¨®n de la democracia. ¡°Si no actuamos juntos¡±, sostiene, ¡°el precio que pagaremos en cinco o 10 a?os ser¨¢ muy alto¡±. Preocupado por las consecuencias que puede tener la victoria de Donald Trump en Estados Unidos ¡ªa quien llama a no retroceder en la transici¨®n energ¨¦tica¡ª, responde las preguntas de EL PA?S por tel¨¦fono desde Londres, donde vive.
Pregunta. ?C¨®mo eval¨²a el resultado de la ¨²ltima cumbre por el clima, la COP29?
Respuesta. Sab¨ªamos que iba a ser dif¨ªcil, especialmente en un contexto pol¨ªticamente incierto con conflictos geopol¨ªticos. Ha sido, adem¨¢s, particularmente ca¨®tico por celebrarse en un pa¨ªs que no estaba preparado para albergar la cumbre. El resultado es decepcionante, pero es mejor tener un acuerdo que no tener ninguno. No es bueno, pero s¨ª un peque?o paso en la direcci¨®n correcta.
P. La elecci¨®n de Azerbaiy¨¢n ha sido muy pol¨¦mica.
R. Nunca deber¨ªa haber sido anfitri¨®n: los combustibles f¨®siles son el 90% de sus exportaciones, dicen que son un ¡°regalo de Dios¡± y, lejos de reducir su producci¨®n, todav¨ªa planean aumentarla. La organizaci¨®n ha sido nefasta, con negociadores tratando de hacer contratos paralelos sobre combustibles f¨®siles... Estamos hablando de un pa¨ªs que ha silenciado a la oposici¨®n y que est¨¢ entre los peor clasificados en los ¨ªndices de democracia. Ha sido una mala elecci¨®n.
P. ?Un lavado de imagen internacional?
R. Absolutamente. Que dijeran que era ¡°la COP de la paz¡± es una broma, con miles de armenios expulsados de la regi¨®n de Nagorno Karabaj y unos 50 detenidos en los ¨²ltimos seis meses solo por escribir sobre temas clim¨¢ticos o por simplemente expresar su opini¨®n... Es dif¨ªcil que un pa¨ªs tan corrupto y ausente de sistemas legales pueda tener alguna credibilidad hablando de ¡°COP de la paz¡±.
P. Donald Trump est¨¢ de vuelta en la Casa Blanca. ?Qu¨¦ consecuencias tendr¨¢ en el plano clim¨¢tico?
R. Es un golpe. Es un presidente que llama ¡°farsa¡± al cambio clim¨¢tico y que quiere revertir la Ley de Reducci¨®n de la Inflaci¨®n [IRA, por sus siglas en ingl¨¦s, que ha repartido poderosos incentivos para la transici¨®n energ¨¦tica], que ha tenido como lema de campa?a el ¡°drill, baby, drill¡± [perfora, nene, perfora] y que quiere volver a salirse del Acuerdo de Par¨ªs. No es positivo, porque el margen de maniobra ya es muy estrecho. Pero, siendo honestos, EE UU ahora solo representa el 12% de las emisiones globales¡ As¨ª que hay otro 88%. Adem¨¢s, son muchos los que abogan por permanecer en el acuerdo: incluso el consejero delegado de [la petrolera] Exxon Mobil lo hace. Cambiar de rumbo ser¨ªa un acto de autosabotaje.
P. ?Por qu¨¦?
R. Los costes de la energ¨ªa solar y e¨®lica han ca¨ªdo dr¨¢sticamente en los ¨²ltimos a?os: lo m¨¢s caro hoy es quedarse en los combustibles f¨®siles. El 80% del gasto de la IRA ha ido a parar a Estados gobernados por los republicanos y, c¨ªnicamente, Trump se beneficiar¨¢ de ella, porque pasar¨¢ tiempo hasta que veamos los resultados. Estas elecciones no significan que a EE UU no le preocupe el cambio clim¨¢tico: en el sector privado, el 91% de los consejeros delegados creen que la transici¨®n verde es estrat¨¦gica. Y 650 inversores, con 35 billones de d¨®lares bajo gesti¨®n, est¨¢n diciendo al mercado que quieren descarbonizar sus carteras. Si Trump quiere hacer a Am¨¦rica grande otra vez, debe invertir en tecnolog¨ªas verdes.
P. ?C¨®mo?
R. De las 44 tecnolog¨ªas necesarias para esta transici¨®n, 37 est¨¢n lideradas por China. As¨ª que, si EE UU no quiere perder su ventaja competitiva, este es el sector en el que debe invertir. En 2030 ya producir¨¢ tanta energ¨ªa verde como para cubrir todas las necesidades energ¨¦ticas totales de EE UU. Ha creado ventajas competitivas incre¨ªbles en fotovoltaica, bater¨ªas y veh¨ªculos el¨¦ctricos, de ah¨ª que est¨¦ teniendo tanto ¨¦xito. La estrategia de Trump llevar¨ªa a EE UU a caer m¨¢s y a aislarse. No creo que ¨¦l quiera que suceda eso. Es un hombre que decide seg¨²n la ¨²ltima persona con la que habla y, ahora, que alguien como Elon Musk est¨¦ cerca podr¨ªa ser positivo.
P. No parece f¨¢cil persuadir a Trump.
R. Yo mismo intent¨¦ convencerlo durante su primer mandato para que no saliera del Acuerdo de Par¨ªs¡ Y fracas¨¦ rotundamente. Ahora los consejeros delegados est¨¢n m¨¢s callados; ya no quieren hablar p¨²blicamente.
P. ?A qu¨¦ lo achaca?
R. Est¨¢n confundidos con los resultados electorales y por un ambiente cada vez m¨¢s polarizado. Algunas grandes empresas est¨¢n siendo atacadas: [el presidente de la gestora de fondos BlackRock] Larry Fink, por ejemplo, ha recibido amenazas. Y muchos CEO dicen: ¡°Debemos tomar en cuenta el cambio clim¨¢tico, pero no hablamos de ello¡±. Es una pena, porque hace falta m¨¢s ambici¨®n. El a?o pasado se invirtieron 1,8 billones de d¨®lares en energ¨ªa verde, el doble que en combustibles f¨®siles. Este a?o ser¨¢n entre 2,3 y 2,5 billones, pero necesitamos triplicar esta cifra para mantener el calentamiento por debajo de los 1,5 grados [respecto a los niveles preindustriales]. El coste de no actuar ya es mayor que el de actuar. Si alguien quiere que EE UU sea grande otra vez, necesita liderar la transici¨®n verde.
P. Algunos Estados republicanos han demandado a BlackRock, Vanguard y State Street por sus inversiones sostenibles. ?Qu¨¦ le sugiere esto?
R. En las juntas de accionistas de este a?o ha habido 164 propuestas anti-ESG [los criterios internacionales sobre medioambiente, sociedad y gobernanza], en gran medida financiadas por republicanos y por la industria de los combustibles f¨®siles. Solo seis de ellas fueron aprobadas. Esta tentativa c¨ªnica de demandar a BlackRock y a otros es contradictoria: sus negocios han seguido creciendo mientras invert¨ªan en las enormes oportunidades de la econom¨ªa verde. Las pruebas son abrumadoras, tambi¨¦n en los Estados: los que han invertido fuertemente en energ¨ªa verde son m¨¢s competitivos y resilientes frente a desastres.
P. ?Ve a Trump cumpliendo sus promesas? Al margen de la energ¨ªa y clima, los aranceles que quiere imponer amenazan con poner patas arriba el comercio internacional.
R. No, creo que es parte de su estrategia de negociaci¨®n. Ser¨¢ muy sensible a las fuerzas econ¨®micas y al mercado de valores, y los aranceles sobre las importaciones afectar¨¢n directamente a los estadounidenses: todos los estudios dicen que aumentar¨¢n la inflaci¨®n. Adem¨¢s, expulsar a millones de extranjeros del pa¨ªs provocar¨ªa un gran aumento en los costes laborales. Y eso no es bueno ni para los negocios ni para el mercado de valores. Creo que quienes est¨¢n a su alrededor moderar¨¢n un poco esta postura, una vez que ¨¦l entienda las consecuencias que tendr¨ªan estas decisiones.
P. Hay quien ve la democracia en riesgo.
R. No debemos subestimar el riesgo clim¨¢tico, pero el mayor peligro es el de que [durante su mandato] se socaven los sistemas multilaterales. Necesitamos cooperaci¨®n global: en ciberseguridad, en mercados financieros, en salud¡ Y, si Trump desmantela este mecanismo normativo global, la democracia se erosionar¨ªa.
P. En los ¨²ltimos a?os, la democracia ha retrocedido en todo el mundo. Es una tendencia que va m¨¢s all¨¢ de EE UU.
R. Trump es un s¨ªntoma de un problema m¨¢s profundo. Lo que hemos visto en los ¨²ltimos a?os ha sido voto de castigo con los gobiernos, especialmente desde la pandemia y la subida de los precios.
P. Hay una desconexi¨®n creciente entre el crecimiento econ¨®mico y la percepci¨®n de bienestar de mucha gente.
R. M¨¢s que una percepci¨®n es una realidad. Muchos votaron por Trump no porque creyeran en ¨¦l, sino porque sienten que su situaci¨®n econ¨®mica no ha mejorado y que sus hijos estar¨¢n peor. Las cifras macroecon¨®micas no reflejan el coste real de la vida.
P. Influyen, tambi¨¦n, las narrativas.
R. Los populistas lo est¨¢n aprovechando¡ Dicen: ¡°Los extranjeros te han quitado el trabajo¡±, ¡°el cambio clim¨¢tico cuesta dinero y por eso tenemos inflaci¨®n¡±... Es falso, pero cala.
P. Las redes sociales han acelerado este proceso.
R. Han empeorado la situaci¨®n. Personas como Elon Musk, que usa su plataforma [X, antes Twitter], que pone m¨¢s de 200 millones para ayudar a Trump a ser elegido y que ve c¨®mo su riqueza personal crece en 60.000 millones despu¨¦s de las elecciones. Esto ya no es democracia: ya no es un voto por persona, sino un voto por d¨®lar. Ante el riesgo de erosi¨®n de la democracia, los consejeros delegados deben hablar: no pueden quedarse callados. La sociedad conf¨ªa m¨¢s en ellos que en los pol¨ªticos. Si no actuamos juntos, el precio ser¨¢ muy alto y lo pagaremos dentro de 5 o 10 a?os.
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