Dinosaurios africanos en extinci¨®n

La extinci¨®n de los dinosaurios

El a?o pol¨ªtico africano arrancaba con el desalojo pac¨ªfico de Yahya Jammeh del Gobierno de Gambia, gracias a una delicada combinaci¨®n de intensa diplomacia y de amenaza militar que evit¨® que el pa¨ªs se hundiera en una ola de violencia. Le sustituy¨® Adama Barrow, l¨ªder de una coalici¨®n de partidos de la oposici¨®n que gan¨® las elecciones en diciembre de 2016. Jammeh parti¨® al exilio en Guinea Ecuatorial.

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Otros dos dinosaurios de la pol¨ªtica africana, Eduardo dos Santos y Robert Mugabe, han desaparecido de la escena internacional este a?o. Dos Santos lo hizo por propia voluntad, tras 38 a?os en el poder en Angola y designando un sucesor, Joao Louren?o, que gan¨® las elecciones presidenciales en agosto de este a?o. A sus 74 a?os, Dos Santos obtuvo la inmunidad y la presidencia a perpetuidad del partido en el poder, el MPLA, siempre en el gobierno angole?o desde la independencia del pa¨ªs en 1975. El retiro dorado de Dos Santos se ha complicado en los ¨²ltimos meses con decisiones de Louren?o que han sorprendido a propios y extra?os: el exministro de Defensa de Dos Santos y te¨®rico t¨ªtere de una de las familias m¨¢s poderosas del continente africano?destituy¨® a Isabel, la primog¨¦nita del antiguo presidente, de la presidencia de la empresa nacional petrol¨ªfera y rescindi¨® jugosos contratos de la comunicaci¨®n gubernamental y la televisi¨®n p¨²blica a dos de sus hermanos.

Robert Mugabe cerr¨® sus 37 a?os en el poder en Zimbabue de una manera m¨¢s traum¨¢tica. El enfrentamiento de su mujer, Grace, con su vicepresidente, Emmerson Mnangagwa, con motivo de su sucesi¨®n se sald¨® con un golpe de estado militar incruento que lo depuso en noviembre.? Mugabe, de 93 a?os, firm¨® su condena al destituir a Mnangagwa. El ZANU-PF, su partido, tambi¨¦n est¨¢ en el poder desde la independencia del pa¨ªs en 1980. Deja Zimbabue sumido en una profunda crisis econ¨®mica, con un 90% de desempleo y con la tercera parte de la poblaci¨®n viviendo fuera del pa¨ªs debido a las dificultades para sobrevivir y al acceso a los v¨ªveres y a la moneda.

Turbulencias a la vista

Uganda es otro de los pa¨ªses cuya situaci¨®n pol¨ªtica se est¨¢ deteriorando a finales de este mes, por la insistencia de su presidente, Yoweri Museveni, en presentarse a las elecciones en 2021. Museveni lograba hace unos d¨ªas la aprobaci¨®n de la enmienda constitucional que suprime el l¨ªmite de edad para optar a la presidencia del pa¨ªs y que estaba fijado en los 75 a?os. A sus 73 a?os, ha logrado tambi¨¦n ampliar de cinco a siete a?os su mandato, empezando por el actual, con lo que las elecciones se retrasan hasta 2023 y podr¨ªa superar las cuatro d¨¦cadas en el poder. Es presidente de Uganda desde 1986.

Togo es un pa¨ªs con presencia discreta en los medios y en cuyas calles bulle la disidencia pol¨ªtica. Como Carlos Bajo explicaba en un art¨ªculo reciente, hace 12 a?os que Faure Gnassingb¨¦ Eyad¨¦ma ejerce de presidente y como Museveni, aspira a un tercer mandato. Como sucediera en Gab¨®n con el clan Bongo, hered¨® el poder de su padre, Gnassingb¨¦ Eyad¨¦ma, que se hab¨ªa hecho con el control del pa¨ªs en 1967. Por lo tanto, este a?o se cumpli¨® medio siglo de la dinast¨ªa al frente de Togo. La poblaci¨®n togolesa lleva meses en la calle, pidiendo un cambio pol¨ªtico. Las manifestaciones y la represi¨®n se suceden.

Somalia sufri¨® el peor atentado de su historia este a?o con un saldo de m¨¢s de 500 v¨ªctimas

Otra dinast¨ªa en horas bajas es la de los Kabila. La Rep¨²blica Democr¨¢tica del Congo los tiene al frente desde 1997. Joseph Kabila lleg¨® a la presidencia congole?a de la mano de Paul Kagame y la Segunda Guerra del Congo, tras el asesinato de su padre en 2001. Gan¨®, en teor¨ªa, la elecciones en 2006 y 2011. Deber¨ªa haber convocado elecciones en 2016, pero el Gobierno pospuso sine die los comicios aduciendo problemas t¨¦cnicos -falta de fondos e imposibilidad de actualizar el censo-. La oposici¨®n organiza protestas continuas ante el temor de que Kabila quiera perpetuarse en el poder en contra de lo que dice la Constituci¨®n del pa¨ªs, que le impide aspirar a un tercer mandato.?¡°Ahora mismo tenemos focos de tensi¨®n y muertos por todos lados, desde el Kivu hasta Kasai, pasando por aqu¨ª, la capital¡±, aseguraba el activista Yves Makwambala en una entrevista con Jos¨¦ Naranjo en Kinshasa. En teor¨ªa, la elecci¨®n presidencial est¨¢ fijada para el pr¨®ximo 23 de diciembre y Kabila debe ceder el poder el 12 de enero de 2019.

En otra liga juega Burundi, tambi¨¦n en crisis por el tercer mandato de su presidente desde hace dos a?os y? donde se han suspendido, de nuevo, las conversaciones con la oposici¨®n. El pa¨ªs decidi¨® abandonar el Tribunal Penal Internacional este a?o. Se prev¨¦ que las elecciones se celebren en 2020, pero la situaci¨®n de tensi¨®n pol¨ªtica y violencia no parece capaz de solucionarse s¨®lo con las urnas.?

Otro pa¨ªs en un equilibrio pol¨ªtico delicado es Kenia. El presidente saliente Uhuru Kenyatta fue reelegido al frente del pa¨ªs con el 98,26% de los votos en octubre. Las elecciones se celebraron por orden judicial, tras la anulaci¨®n de la votaci¨®n de agosto por parte del Tribunal Supremo, y estuvieron marcadas por el boicot de la principal coalici¨®n opositora, liderada por Raila Odinga. Odinga, l¨ªder de la S¨²per Alianza Nacional (NASA), hab¨ªa denunciado fraude electoral en los comicios de agosto y solicitado la reforma de la Comisi¨®n Electoral antes de celebrar nuevas elecciones. Anta la falta de garant¨ªas, a inicios de octubre decidi¨® retirar su candidatura y llam¨® a sus seguidores a no participar en el proceso, que calific¨® de "farsa", dejando as¨ª a Kenyatta sin rival.

Finalmente, Jacob Zuma se aferra al poder en Sud¨¢frica, tras sobrevivir a seis mociones de censura y m¨²ltiples esc¨¢ndalos de corrupci¨®n. El ¨²ltimo lo vincula con los Gupta, una poderosa familia hindosudafricana que lo habr¨ªa favorecido y habr¨ªa enriquecido a su gobierno, adem¨¢s de infiltrarse en las instituciones sudafricanas.

Volvi¨® la hambruna

El pasado septiembre la FAO daba una mala noticia al mundo: el hambre repunt¨® por primera vez en los ¨²ltimos tres lustros. Hoy el 11% de la poblaci¨®n est¨¢ hambrienta, frente a casi el 15% de 2005. Hablamos de 11 de cada 100 personas del planeta, es decir, 815 millones de seres humanos. Por primera vez desde el a?o 2003, tenemos un alza de subalimentados en el mundo.

En 2015, la subalimentaci¨®n afectaba a 200 millones de personas de ?frica Negra. En 2016, hizo mella en un 12% m¨¢s y la tendencia contin¨²a: la mayor¨ªa de los hambrientos del mundo, 24 millones, son africanos subsaharianos. La hambruna ha hecho mella en especial, en estos ¨²ltimos a?os, en Somalia, el noroeste de Nigeria o Sud¨¢n del Sury en el ¨¢rea del Sahel. Precisamente Yemen, Nigeria y Somalia rozaron este a?o la hambruna. En el ¨²ltimo caso, la que habr¨ªa sido la tercera en 25 a?os. Sud¨¢n del Sur no tuvo tanta suerte.

La ONU alert¨® en 2017 de que vivimos una de las situaciones mundiales m¨¢s dram¨¢ticas desde el punto de vista humanitario de los ¨²ltimos 70 a?os. La violencia, el hambre y el cambio clim¨¢tico forzaron a millones de personas a abandonar sus hogares y cruzar fronteras. En Uganda se asientan hoy m¨¢s de un mill¨®n de refugiados llegados de Sud¨¢n del Sur, mientras que Boko Haram fuerza el desplazamiento de comunidades cada vez m¨¢s amplias en Nigeria, la sequ¨ªa provoca el ¨¦xodo en Somalia y las malas cosechas se ceban con Etiop¨ªa. La poblaci¨®n africana es especialmente sensible a todos estos factores y los movimientos de poblaci¨®n son permanentes, tanto dentro del continente como hacia Europa.

La violencia, el hambre y el cambio clim¨¢tico forzaron a millones de personas a abandonar sus hogares y cruzar fronteras

La violencia pol¨ªtica e institucional tambi¨¦n ha vivido? un repunte en ?frica, donde destaca la respuesta institucional desproporcionada al secesionismo en Biafra (Nigeria), Kasai (Rep¨²blica Democr¨¢tica del Congo), el Camer¨²n angl¨®fono (detenci¨®n del escritor Patricde Nganang inclu¨ªda) y Amhara y Oromia (Etiop¨ªa).

En otro orden de cosas, Somalia sufri¨® el peor atentado de su historia este a?o, con un saldo de m¨¢s de 500 v¨ªctimas. El pasado 14 de octubre, dos veh¨ªculos bomba hicieron explosi¨®n con poco tiempo de diferencia en el centro de la capital somal¨ª, Mogadiscio. Se responsabiliza del atentado a Al Shabab.

Cita en Abiy¨¢n

Las migraciones provocadas por esta inestabilidad y la necesidad de buscar oportunidades fueron uno de los puntos fuertes de la?5? Cumbre Uni¨®n Europea-Uni¨®n Africana, que se celebr¨® en Abiy¨¢n, la capital econ¨®mica de Costa de Marfil, a finales de este a?o.

En la cumbre se formaliz¨® el retorno de Marruecos a la Uni¨®n Africana, tras pasar 30 a?os fuera de ella. Tambi¨¦n se ratific¨® la vocaci¨®n africana del pa¨ªs magreb¨ª, que se postula para entrar en la CEDEAO. Fue, adem¨¢s, una oportunidad excepcional para que Emmanuel Macron desplegara su diplomacia africana, con una gira triunfal con escalas en Accra y Uagadug¨² y la inauguraci¨®n del proyecto de metro abiyan¨¦s, financiado con un pr¨¦stamo franc¨¦s. Uno de los golpes de efecto m¨¢s celebrados de Macron en este viaje fue el anuncio de que se desclasificar¨¢ el dosier franc¨¦s del asesinato del l¨ªder burkin¨¦s Thomas Sankara.

El fruto m¨¢s publicitado de la cumbre fue la decisi¨®n de Naciones Unidas, la Uni¨®n Africana y la Uni¨®n Europea de montar un grupo conjunto de trabajo para ¡°salvar y proteger vidas de migrantes y refugiados¡±, sobre todo en Libia, ¡°acelerando el retorno voluntario asistido y el reasentamiento de los necesitados de protecci¨®n¡±. Alemania, Francia y Marruecos fueron los primeros pa¨ªses en ofrecerse para repatriar a los migrantes varados en centros de detenci¨®n libios, m¨¢s de 40, en los que podr¨ªa recluirse a entre 400.000 y 700.000 africanos.

Se anunciaron planes, inversiones y fondos millonarios (sobre todo 4.100 millones de euros de pr¨¦stamos europeos) para frenar la hu¨ªda de la juventud africana hacia Europa, pero las subastas de esclavos en Libia coparon todas las conversaciones y titulares, adem¨¢s de precipitar la toma de medidas de urgencia.

El franco CFA, la moneda heredada por el ?frica franc¨®fona de los tiempos de la colonia, tambi¨¦n fue objeto de debates. Macron garantiz¨® que se podr¨ªa negociar la salida de la divisa a los pa¨ªses que desearan abandonarla, aunque se mostr¨® favorable a que se extendiera a m¨¢s territorios y cambiara de nombre, sin cambiar de naturaleza. A finales de agosto, el activista francobenin¨¦s K¨¦mi S¨¦ba quem¨® en p¨²blico, en Dakar, un billete de 5.000 francos CFA. Arrestado y expulsado a Francia, se convirti¨® en una de las caras visibles de la protesta africana contra esta reminiscencia de los tiempos de la colonia. Las manifestaciones se han sucedido durante este a?o, que tambi¨¦n ha sido testigo de la suspensi¨®n del exministro de Econom¨ªa togol¨¦s Kako Nubukpo, de su cargo en la Organizaci¨®n Mundial de la Francofon¨ªa, a causa de su feroz cr¨ªtica a esta moneda.?

La CEDEAO anunci¨® recientemente la adopci¨®n de una moneda com¨²n para la zona en el a?o 2020. Marruecos se sumar¨ªa a la iniciativa.?

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