Todo lo que oculta el ronquido de un ni?o
No lo compares con el de un adulto: tiene su propia idiosincrasia. Trastornos del sue?o que se ceban con los m¨¢s peque?os y c¨®mo se ha de reaccionar ante ellos
El ronquido es un sonido molesto, una vibraci¨®n infame que har¨ªa perder la paciencia al mism¨ªsimo Mahatma Gandhi. Pero todo cambia cuando procede de un ni?o; la molestia se convierte entonces en preocupaci¨®n, y con raz¨®n, ya que puede ser producto de un serio problema de salud. Aunque no es el ¨²nico trastorno que los ni?os pueden desarrollar, ni tampoco el peor. A veces, lo que quita el sue?o a las familias son los terrores nocturnos, el sonambulismo o los d¨¦ficits respiratorios. Iluminar el oscuro terreno de los trastornos del sue?o infantiles m¨¢s frecuentes, y ponerles remedio, es el trabajo de profesionales como los que nos gu¨ªan a continuaci¨®n.
Cuando el aire escasea: la peculiar apnea de los ni?os
Un 7,4% de los ni?os roncan, seg¨²n las cifras que maneja la Sociedad Espa?ola de Neumolog¨ªa y Cirug¨ªa Tor¨¢cica (SEPAR). Olaia Sard¨®n, m¨¦dico especialista en neumolog¨ªa pedi¨¢trica e integrante de la sociedad, asegura que "puede suceder a cualquier edad, desde que son beb¨¦s hasta la adolescencia, aunque es m¨¢s frecuente entre los 4 y los 6 a?os porque es cuando los ni?os tienen m¨¢s tejido adenoamigdalar" -de la faringe y el adyacente-. No es bueno guardar silencio ante los ronquidos de los peque?os. "Hay que acudir al pediatra cuando la situaci¨®n persiste durante meses a pesar de no tener ning¨²n resfriado. Las familias deben vigilar si el ronquido va acompa?ado de una respiraci¨®n nasal ruidosa, si durante el sue?o los ni?os colocan la cabeza hacia atr¨¢s para respirar y si hacen pausas al hacerlo, es decir, apneas", recomienda Sard¨®n.
La m¨¦dico subraya que son casos en los que es imprescindible hacer un estudio del sue?o, que podr¨ªa apuntar a un S¨ªndrome de la Hipoapnea Obstructiva del Sue?o, un trastorno an¨¢logo a las apneas en adultos pero que muestra importantes diferencias. "Los adultos tienen apneas, que es el cese del flujo de aire que provoca microdespertares, as¨ª como una somnolencia diurna que es consecuencia de esta fragmentaci¨®n. En los ni?os la situaci¨®n es diferente, suelen presentar hipoapneas, una disminuci¨®n del flujo a¨¦reo que hace que haya una menor fragmentaci¨®n del sue?o, sin esos microdespertares caracter¨ªsticos de los adultos", explica la especialista.
La causa principal del s¨ªndrome est¨¢ en la hipertrofia adenoamigdalar, el agrandamiento de las am¨ªgdalas y las vegetaciones entre los 4 y los 6 a?os. Y las secuelas del ronquido impactan en la conducta del ni?o: los m¨¦dicos la asocian a la enuresis -un trastorno que hace que los peque?os se orinen en la cama-, la irritabilidad, incluso agresividad, adem¨¢s de d¨¦ficits de atenci¨®n e hiperactividad, que, como apunta Sard¨®n, ¡°est¨¢n causados por el sue?o fragmentado y no reparador¡±.
Ni?as con ansiedad y beb¨¦s de 6 meses con insomnio
"El sue?o de los ni?os cambia seg¨²n sean beb¨¦s o adolescentes, y hay diferencias individuales porque no todas las personas necesitan dormir lo mismo. Pero, a partir de los 6 meses, podemos hablar de un insomnio de conciliaci¨®n si un beb¨¦ tarda m¨¢s de 30 minutos en dormirse", asegura el neuropediatra del Hospital Ni?o Jes¨²s de Madrid y coordinador del grupo de Pediatr¨ªa de la Sociedad Espa?ola del Sue?o (SES), V¨ªctor Soto. Los despertares frecuentes cada noche tambi¨¦n pueden ser sintom¨¢ticos. "Hasta el a?o y medio, despertarse una o dos veces puede ser normal, pero si son 6 o 7 ocasiones hay un problema". Y no uno raro; seg¨²n datos de la SES, eso es lo que le sucede a 3 de cada 9 ni?os.
El neuropediatra apunta como posibles causas el reflujo gastroesof¨¢gico, la dermatitis o la falta de hierro, pero a?ade que, "en un 90% de los casos, se trata de malos h¨¢bitos que impiden a los ni?os ser aut¨®nomos a la hora de dormir". Entre los peores, el m¨¦dico destaca el del colecho. "Desde el punto de vista de la medicina del sue?o, hay unanimidad en los estudios sobre la conveniencia de que los ni?os duerman solos. Est¨¢ demostrado que duermen mejor, y que tienen mayores niveles de autoestima y autonom¨ªa. Las ideas del colecho suenan muy bien y se est¨¢n expandiendo mucho, pero son pseudociencia, da igual que se defienda en libros escritos por m¨¦dicos o psic¨®logos", subraya Soto. Lo peor es que unos malos h¨¢bitos en la infancia pueden hacer un adulto insomne, con importantes consecuencias en la calidad de vida. Por este motivo, la SES insiste en la importancia de desarrollar rutinas desde peque?os, con horarios fijos de sue?o.
Por otra parte, el miedo, esa emoci¨®n b¨¢sica que tenemos todos los seres humanos, puede desbordarse por las noches y generar un episodio de ansiedad en los peque?os. "Se est¨¢ diagnosticando en edades entre los 9 y los 12 a?os, y se detecta m¨¢s en ni?as. Suele desencadenarse por la tendencia a los pensamientos rumiativos, dar muchas vueltas a hechos ya pasados. Son cuadros que acompa?an diferentes trastornos de sue?o, como varios despertares durante la noche o sue?o no reparador", dice Soto.
Pantallas, piernas inquietas y sonambulismo
La luz azul de las pantallas de los m¨®viles, las tablets, los ordenadores y los relojes inteligentes inhibe la secreci¨®n melatonina, la hormona encargada de prepararnos para el sue?o y que, adem¨¢s podr¨ªa ayudar a tratar el p¨¢rkinson. Seg¨²n Soto, "existe la percepci¨®n err¨®nea de que la tecnolog¨ªa afecta al sue?o en funci¨®n del contenido, que si le pones a los ni?os v¨ªdeos relajantes o de m¨²sica cl¨¢sica se van a dormir, pero es falso. Estamos viendo muchos trastornos del sue?o entre los 7 y los 12 a?os debidos al mal h¨¢bito de la exposici¨®n a pantallas justo antes de dormir, y la afectaci¨®n es m¨¢s agresiva en ellos que en los adultos".
Otro trastorno habitual es la necesidad irrefrenable de tener que mover las piernas. Es una sensaci¨®n que suele aparecer en la tarde-noche, y que est¨¢ bien identificada en adultos pero infradiagnosticada en los ni?os. "Afecta al insomnio porque, al suceder en esos momentos del d¨ªa, o no les permiten dormir o les despierta. Ahora se piensa que muchos de los 'dolores de crecimiento' se deben en realidad al S¨ªndrome de Piernas Inquietas (SPI). Los ni?os suelen referir picor o sensaciones de 'ara?as en las piernas', que cesan al moverse o con un masaje. Si las familias perciben molestias de este tipo es muy importante que consulten con el pediatra, porque suele solucionarse con un aumento del hierro -un mineral que los cient¨ªficos han relacionado con algunas enfermedades pese a que no tienen pruebas contra ¨¦l- aunque en la anal¨ªtica no haya niveles de anemia", apunta el neuropediatra del Ni?o Jes¨²s.
Por ¨²ltimo, uno de los trastornos del sue?o m¨¢s frecuentes en la infancia, que suele desaparecer en la edad adulta, es el sonambulismo, una fuente de experiencias extra?as. Soto explica que "es benigno y que no requiere m¨¢s tratamiento que tomar ciertas medidas de seguridad, como cerrar bien la puerta de la calle y las ventanas". Aparte de eso, los son¨¢mbulos necesitan llevar a rajatabla las rutinas de sue?o, puesto que el estr¨¦s o el sue?o fragmentado acrecienta su aparici¨®n.
Soto tambi¨¦n destaca que la idea generalizada de que despertar a los son¨¢mbulos puede ser hasta mortal es falsa... pero al mismo tiempo desaconseja hacerlo. "Si se les despierta se van a sentir muy aturdidos, lo mejor ante un episodio de sonambulismo es, sin despertarles, ayudarles a volver a meterse en la cama", explica. El neuropediatra se?ala que existe una semejanza con los episodios de terrores nocturnos: "Aunque se les vea gritar o agitarse, no est¨¢n so?ando nada, eso es lo que les diferencia de las pesadillas. Son reacciones fisiol¨®gicas de las que luego no se acuerdan. Despertarles suele ser imposible. Si hay varios episodios de este tipo u otros movimientos durante el sue?o que a las familias les inquieten, lo mejor es que los graben con el m¨®vil y ense?en el v¨ªdeo al pediatra", concluye.
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