?Problemas con tu jefe? Quiz¨¢ tu madre te dej¨® llorar demasiado (o a ¨¦l la suya)

Todo empieza con un lloro insistente, ese que los padres de un beb¨¦ encuentran alarmante, irritante y odioso antes de resignarse a la llamada del instinto de supervivencia del reto?o, y del suyo de protecci¨®n. Durante ese proceso, habr¨¢n tenido que aclarar una duda importante: ?dejo llorar al ni?o hasta que caiga rendido y se duerma, o corro raudo a acunarle hasta que coja el tren del sue?o? Seg¨²n algunos psic¨®logos, la manera en la que resuelven la situaci¨®n (tanto los padres como los reto?os) marca a los peque?os hasta el punto de que la experiencia puede influir en que sean futuros l¨ªderes en el trabajo o los gru?ones de la oficina.

Estos psic¨®logos encuentran la explicaci¨®n en la teor¨ªa del apego, que estudia el v¨ªnculo que las personas establecen con sus madres y sus padres en los primeros compases de la vida. Algunos progenitores apuestan por dejar llorar a los ni?os hasta que aprenden que ni pap¨¢ ni mam¨¢ van a acudir, y otros aparecen por la puerta de la habitaci¨®n del beb¨¦ ante el menor quejido. Con esta decisi¨®n, cada progenitor crea en el ni?o una serie de patrones emocionales y conductuales que influir¨¢n en su car¨¢cter, as¨ª como en su manera de relacionarse con las personas de su entorno a lo largo de la vida, incluidos su jefe y sus compa?eros. Puede explicar los problemas en el trabajo.

Seg¨²n la psic¨®loga, coach ejecutivo y directora del m¨¢ster en Neuromanagement y Gesti¨®n del Talento del Instituto Superior de Estudios Psicol¨®gicos, Genoveva Vera, el proceso por el que los v¨ªnculos familiares se reproducen en el trabajo es el siguiente: "Puede darse que, si nos encontramos en nuestro ambiente laboral con alg¨²n jefe o compa?ero que nos recuerde en el trato a nuestras figuras parentales, es muy probable que se produzca lo que en psicolog¨ªa llamamos una transferencia". Eso significa que tendremos "una gran probabilidad de establecer con ellos una relaci¨®n afectiva, o desafectiva, similar a la que tuvimos con nuestras figuras de apego infantiles".

El desenlace depende de la clase de apego que tengamos, que puede ser de tres tipos: seguro, ansioso y de evitaci¨®n. Todos tienen una influencia tan fuerte que pueden llegar a perfilar c¨®mo nos comportamos en el trabajo, pero su fuerza no dura para siempre. "Gracias a la plasticidad cerebral y a la creaci¨®n de nuevas conexiones neuronales que se establecen con los aprendizajes, las personas pueden hacer cambios que les facilitan una mejora en su relaci¨®n interpersonal con los dem¨¢s, aprender y modificar conductas hasta el ¨²ltimo d¨ªa de su vida", dice Vera. Tanto si quieres cambiar tus relaciones en el trabajo, saber c¨®mo influir en otros o felicitarte por tu ¨¦xito en la oficina, el primer paso es conocer la casilla de salida. Estas son las tres posibles, los tres tipos de persona que puedes ser seg¨²n la clase de apego que tienes, y as¨ª te influye en el trabajo.

Los que creen estar por encima... como los truenos

Si te han criado en un apego de evitaci¨®n, necesitas aprender qu¨¦ es la inteligencia colectiva. Los ni?os que han desarrollado este tipo de v¨ªnculo son aquellos en los que la figura de los padres o cuidadores no ha estado presente (eso no significa que pensaran que cuidar de sus hijos era tedioso). Eran los beb¨¦s que, despu¨¦s de llorar durante horas, terminaron calm¨¢ndose por agotamiento al entender que nadie iba a atenderles. Al final, optaron por dejar de requerir la presencia de sus padres.

Es f¨¢cil que estas personas se crean que est¨¢n por encima de sus compa?eros, que ignoren o desprecien las ideas de los dem¨¢s. En general, son empleados a los que no les gusta trabajar en equipo por la desconfianza que tienen en los dem¨¢s, y porque su escasa capacidad emocional suele originar conflictos. Genoveva Vera explica que se caracterizan por "ser personas con problemas para gestionar las emociones de forma eficaz, y con tendencia a sentir y expresar m¨¢s emociones negativas o destructivas".

Cuando los padres han estado ausentes, las personas tienden a expresar m¨¢s emociones negativas

"Necesitan conocer e interiorizar el concepto de inteligencia colectiva, la que surge de la colaboraci¨®n de diversos individuos", se?ala el director de Recursos Humanos de Adecco Staffing, Alberto Gavil¨¢n. El objetivo, seg¨²n el creador del concepto, Pierre Levy, es el reconocimiento y el enriquecimiento mutuo de las personas, aprender el valor de trabajar abiertos a las ideas y propuestas de las personas con quienes compartes trabajo.

La coach Genoveva Vera apunta que "es muy normal ver c¨®mo este tipo de personas se pueden ir viendo aisladas a lo largo de sus vidas en los distintos ambientes en los que se mueven, algo que deber¨ªa ser suficiente para plantearse qu¨¦ grado de responsabilidad tienen en que esta situaci¨®n se repita en cada trabajo por el que pasan. Es necesario que desarrollen la escucha activa -no solo o¨ªr lo que se dice, sino averiguar lo que uno piensa cuando lo hace-, y la empat¨ªa que les faciliten las relaciones con otras personas".

El que ve lobos donde no los hay, ni los ha habido

Las personas que han desarrollado un apego ansioso son hijos de padres que estaban m¨¢s preocupados de sus necesidades que de las de sus hijos, por lo que tienden a estar siempre alerta, vigilantes; no est¨¢n completamente seguros de que sus protectores vayan a estar ah¨ª cuando los necesite. No se f¨ªan de ellos pero, a diferencia de quienes tienen apego de evitaci¨®n, seguir¨¢n llorando con la esperanza de que, alg¨²n d¨ªa, acudan en su ayuda.

Para ellos, todo es una amenaza. Interpretan cualquier llamada de atenci¨®n de sus superiores c¨®mo que est¨¢n busc¨¢ndoles un reemplazo. Muchas veces creen que los dem¨¢s compa?eros conspiran contra ellos y se llevan todas esas preocupaciones a casa, porque son incapaces de separar el trabajo de la vida privada, de establecer prioridades y relajarse. "Suelen tener miedo a explorar y abrirse al mundo, lo que les crea inseguridades y una gran falta de autonom¨ªa que se traduce en que se conviertan en personas muy suspicaces", se?ala Vera.

No haber atendido las necesidades de los hijos puede provocar una ansiedad que no se queda en el trabajo, sino que se lleva a casa cuando se llega a adulto

Alberto Gavil¨¢n explica "que, en la mayor¨ªa de los casos, las amenazas que ven est¨¢n basadas en interpretaciones subjetivas de la realidad y no tanto en hechos". Por eso, compartir las preocupaciones con colegas y colaboradores puede ayudarles a poner en contexto los datos, as¨ª como a aprender a relativizar las situaciones. "Habr¨ªa que trabajar con los pensamientos negativos y autom¨¢ticos que se presentan con este tipo de apego, en el que ves lobos donde no los hay, o donde nunca, o casi nunca, los ha habido. Hay que hacerle ver a la persona cu¨¢ntas veces sus pensamientos se han visto confirmados por la realidad", explica Genoveva Vera.

Estas personas se ven amenazas porque no est¨¢n seguras de s¨ª mismas, e interpretan los hechos de forma err¨®nea, hasta que son capaces de ser conscientes de sus competencias personales y profesionales. "Es fundamental trabajar la autoestima y ayudar a identificar sus fortalezas, para apoyarse en ellas y evitar cualquier tipo de relaci¨®n t¨®xica que puede llegar a mantener con las personas de su entorno", dice la coach.

El que conf¨ªa en los dem¨¢s y en s¨ª mismo

Tener un apego seguro es t¨ªpico de ni?os llenos de historias de cari?o, con relaciones repletas de afecto. Siempre han sentido que sus padres o cuidadores estaban cerca, y que pod¨ªan contar con ellos en cualquier momento que los necesitaran.

Se distinguen porque conf¨ªan en la gente, en sus compa?eros y en su jefe. Tambi¨¦n son responsables de otros trabajadores que creen en sus equipos. Normalmente, cuidan mucho las relaciones que mantienen con su entorno, por lo que suelen ser correspondidos con mucho apoyo afectivo y social. "La confianza est¨¢ presente en este tipo de apego, lo que permite que la persona se sienta segura en un ambiente laboral, con grandes capacidades para afrontar las adversidades. Suelen ser personas con gran autoestima y asertivas en su relaci¨®n con los dem¨¢s", explica Vera.

Cuando el afecto ha inundado los brazos del ni?o, es m¨¢s probable que tenga confianza en su entorno laboral cuando se hace mayor

Por su parte, Alberto Gavil¨¢n cuenta que "se trata del estilo de apego m¨¢s sano, el de personas que perciben la realidad tal y como es, afrontando los problemas con naturalidad, sabiendo lo que pueden hacer en cada caso, con mucha asertividad y que te podr¨¢n decir abiertamente de una manera correcta cu¨¢ndo algo no les gusta o cu¨¢ndo, por ejemplo, no pueden llevar a cabo las tareas. En definitiva, son capaces de establecer prioridades en su trabajo, de hacer un seguimiento de las tareas importantes y de dise?ar planes de manera correcta", dice el experto.

Son trabajadores que concilian mejor porque son capaces de dejar en la oficina lo que viven en sus trabajos. No suelen traspasar la barrera entre lo laboral y lo personal, por lo que no afecta a los otros aspectos de su vida. A¨²n as¨ª, Vera advierte que "este tipo de persona, al que le resulta tan f¨¢cil la interacci¨®n social, debe tener cuidado de no caer en cierta prepotencia, ya que le podr¨ªa generar enemistades".