Obras maestras que podemos contemplar sin ir al museo
El erotismo de 'El beso', la enigm¨¢tica sonrisa de 'La Gioconda' o el gusto hedonista de 'El almuerzo de los remeros'. Encuentros virtuales, cinematogr¨¢ficos y literarios con grandes hitos de la pintura
Hay obras de arte por las que merece la pena hacer un viaje. O varios, si es preciso. Pero mientras que no podamos acercarnos f¨ªsicamente a los templos del arte que las albergan, muchos de estos museos nos las ponen al alcance en detalladas visitas virtuales. Por supuesto esta lista podr¨ªa ser mucho m¨¢s larga, pero estas piezas son rotundas e incuestionables y merecen ser visitadas una y otra vez. Aunque, como ahora, solo podamos hacerlo desde la distancia.
Con Botticelli en Florencia
El nacimiento de Venus. Galer¨ªa Uffizi (Florencia, Italia)
La Galer¨ªa de los Uffizi, en Florencia, es uno de los m¨¢s incre¨ªbles museos del mundo. Un espacio que nos embarca en un viaje ¨²nico a trav¨¦s de la historia de la pintura. Aqu¨ª residen las mejores obras de artistas como Giotto, Masaccio, Leonardo, Miguel ?ngel, Rafael, Tiziano, Caravaggio.... Pero el lugar de honor corresponde a los maestros florentinos, entre los que sobresale Sandro Botticelli (1445-1510). En la Sala di Botticelli la mayor¨ªa de los rostros se dirigen at¨®nitos hacia su enso?ador cuadro El nacimiento de Venus. El artista se inspir¨® en la mitolog¨ªa cl¨¢sica, que sosten¨ªa que Venus, diosa del amor y la belleza, emergi¨® del mar ya crecida. Y ah¨ª est¨¢, en toda su exuberante y seductora gloria (se perdona el cuello demasiado largo), llegando a la costa sobre una concha portada por los vientos c¨¦firos (s¨ªmbolo de las pasiones espirituales).
Para inspirarnos, podemos leer alguna novela ambientada en la Florencia de la ¨¦poca de los grandes pintores renacentistas, como Quattrocento (Planeta), de Susana Fortes, o sobre el propio Botticelli, como La muerte de Venus (RBA), de Luis Racionero, inspirada en la vida del pintor y en sus dos mayores obras: El nacimiento de Venus y La primavera. Y, c¨®mo no, se puede hacer la visita virtual a los Uffizi y ver la explicaci¨®n detallada de este cuadro desde la web de la galer¨ªa florentina.
Con Klimt en Viena
El beso.?Schloss Belvedere (Viena, Austria)
Seguro que todos hemos visto innumerables reproducciones de este cuadro, pero el ¨®leo original pintado por Gustav Klimt en 1908 con laminillas de oro y esta?o, paraliza los sentidos: brillantes volutas doradas, formas geom¨¦tricas de los protagonistas (rect¨¢ngulos ¡°masculinos¡± y espirales ¡°femeninas¡±), manos suavemente pinceladas y, por supuesto, el ¨®sculo y la feliz fusi¨®n de los amantes en uno. Esta bell¨ªsima pintura concentra las principales caracter¨ªsticas del estilo que defini¨® toda la obra de Klimt: carga er¨®tica, ricos adornos y abundancia de tonos met¨¢licos. Adem¨¢s, no hay que olvidarse del propio museo en el que se aloja, pues el Schloss Belvedere est¨¢ considerado uno de los palacios barrocos m¨¢s hermosos del mundo. En otras palabras, un lugar perfecto para los m¨¢s rom¨¢nticos. En la visita a Alto Belvedere, el edificio que alberga el museo y el principal de los tres que componen el complejo palaciego, es dif¨ªcil pasar por alto el elaborado estuco y los frescos que adornan su vest¨ªbulo de m¨¢rmol, con excelentes vistas de los jardines del palacio y de la propia Viena.
Mientras nos sea imposible concertar una cita con esta obra maestra, habr¨¢ que conformarse con una aproximaci¨®n a la Europa de comienzos del siglo XX en la que vivi¨® el artista austriaco a trav¨¦s de dos pel¨ªculas: La dama de oro (2015), con Hellen Mirren como protagonista, sobre otro de los cuadros maestros de Klimt: Retrato de Adele Bloch-Baauer I; y la biogr¨¢fica Klimt (2006), con John Makovich. Ambas se pueden ver en Filmin. Y, por supuesto, la visita virtual al museo Belvedere.
Con Leonardo en Par¨ªs
Mona Lisa. Museo Louvre (Par¨ªs, Francia)
La indiscutible estrella del Louvre La Mona Lisa de Leonardo Da Vinci (1452-1519), conserva intacto un imbatible poder de atracci¨®n 500 a?os despu¨¦s de ser retratada. Quiz¨¢ por ello esta obra maestra de todos los tiempos descansa protegida bajo una gruesa estructura de madera y cristal a prueba de balas. Sobre ella se han escrito r¨ªos de tinta, pero muy poco se sabe de esta dama de sonrisa enigm¨¢tica. Durante siglos se especul¨® que podr¨ªa haber estado enamorada (o haber sido amante) del retratista, pero hoy se tiene la firme creencia de que es Lisa Gherardini, esposa del mercader florentino Francesco del Giacondo, retratada por el maestro italiano entre 1503 y 1506. Del apellido de su esposo viene el nombre de La Gioconda por el que tambi¨¦n se la conoce universalmente. En cuanto a su misteriosa sonrisa, la Universidad de ?msterdam realiz¨® en 2019 un estudio de esta para determinar, a trav¨¦s de un programa inform¨¢tico que eval¨²a las emociones de un rostro, que refleja un 83% felicidad, 9% disgusto, 6% miedo y 2% de enfado.
Sobre La Mona Lisa se han realizado much¨ªsimas copias e interpretaciones. La mejor de todas, seg¨²n los expertos, la podemos ver en el Museo del Prado, que algunos investigadores atribuyen incluso al propio Leonardo, aunque lo m¨¢s probable es que su autor fuera Hans Holbein El Joven o el espa?ol Fernando Y¨¢?ez de la Almedina. Otro misterio m¨¢s.
Si queremos contemplarla al detalle y entenderla en su contexto hist¨®rico, podemos sumergirnos en la visita online del Louvre y, concretamente, en el apartado dedicado al "cuadro mas famoso del mundo". Pero si preferimos una aproximaci¨®n literaria, los libros sobre este ic¨®nico retrato son todo un g¨¦nero en s¨ª mismo. Desde biograf¨ªas de Leonardo, escritas por cl¨¢sicos como Giorgio Vasari, Martin Kemp, Sigmund Freud o Paul Valery, hasta novelas y ensayos mucho m¨¢s actuales como El secreto de Mona Lisa, de Dolores Garc¨ªa (Edhasa), Adios, Mona Lisa, de Roberto Zapperi (Katz) o La sonrisa de la Gioconda, de Luis Racionero (Planeta), entre otros. Especialmente recomendable, la obra Mona Lisa (Cr¨ªtica) del historiador brit¨¢nico Donald Sassoon.
¡ o cenando en Mil¨¢n
La ¨²ltima cena. Cenacolo Vinciano (Mil¨¢n, Italia)
La obra de arte m¨¢s famosa de las expuestas en la ciudad de Mil¨¢n es La ¨²ltima cena, de Leonardo da Vinci, que representa el momento en el que Jes¨²s pronuncia ante sus disc¨ªpulos una frase lapidaria y premonitoria: ¡°Uno de vosotros me traicionar¨¢¡±. El fresco decora una pared del Cenacolo Vinciano, el refectorio anexo a la iglesia de Santa Maria delle Grazie. Da Vinci lo pint¨® a finales del siglo XV, y en las ¨²ltimas d¨¦cadas ha sufrido sucesivas restauraciones para frenar su deterioro. Una vez nos hallamos ante el cuadro, las deficientes reproducciones de la pintura o las novelas superventas de dudosa calidad sobre el artista y su obra quedan reducidas a cenizas. Es un encuentro turbador.
Si no tenemos la suerte de haberla contemplado nunca en directo, habr¨¢ que conformarse con visitarla a trav¨¦s de Internet. Y completar la experiencia descubriendo todo lo que se ha escrito sobre este enigm¨¢tico cuadro, muchas de cuyas lecturas son completamente fantasiosas o esot¨¦ricas, por lo que hay que cribar mucho. De La cena secreta de Javier Sierra (Planeta) a la archifamosa y de dudoso rigor hist¨®rico El C¨®digo Da Vinci (Planeta), que puso de moda la obra y dispar¨® las visitas al Cenacolo de Mil¨¢n. Para poner un punto de rigor y sensatez nada mejor que sumergirnos en una buena y contrastada biograf¨ªa de Da Vinci: Leonardo da Vinci, de Walter Isaacson (Debate).
Con Miguel ?ngel en Roma
Capilla Sixtina (Ciudad del Vaticano)
Aunque las paredes de esta capilla, la mayor joya art¨ªstica de la Ciudad del Vaticano, est¨¢n engalanadas con obras de genios como Botticelli, Ghirlandaio, Pinturicchio y Signorelli, ninguna de ellas resiste la comparaci¨®n con los asombrosos frescos del techo y la parte frontal realizados por Miguel ?ngel (1475-1564): pecadores aterrados y magn¨ªficos profetas que estallan en su brillantez tridimensional.
Los frescos, espectacularmente detallados, de la Creaci¨®n en el techo abovedado (pintado entre 1508 y 1512) est¨¢n considerados como el punto ¨¢lgido del arte occidental. Le sigui¨® (24 a?os despu¨¦s) el impresionante Juicio Final del muro frontal (1536-1541). Durante cuatro dif¨ªciles y solitarios a?os este artista reservado pint¨® los 800 metros cuadrados de techo; 500 a?os despu¨¦s, los resultados siguen poniendo la carne de gallina. La Capilla Sixtina forma parte de los Museos Vaticanos: que tambi¨¦n cuentan con una visita virtual.
Miguel ?ngel, y particularmente su obra cumbre en la Capilla Sixtina, tambi¨¦n ha servido de inspiraci¨®n para muchas novelas, casi siempre con un misterio o una conspiraci¨®n como tel¨®n de fondo. Podemos meternos en situaci¨®n en La conjura Sixtina, de Philipp Vandenberg (Planeta), o en Los secretos de la Capilla Sixtina, de Benjamin Blech y Roy Doliner (Aguilar), que analizan a fondo esta obra. Para los que prefieran los cl¨¢sicos: la colosal biograf¨ªa de Miguel ?ngel de Giorgio Vasari (Acantilado) y, sobre todo, el imprescindible La agon¨ªa y el ¨¦xtasis, de Irving Stone (Booket), que tuvo su correspondiente adaptaci¨®n al cine en El tormento y el ¨¦xtasis (1965), con un Charlton Heston en el papel del artista y con Rex Harrison como el papa Julio II, centrada en el proceso creativo de la pintura en la Capilla Sixtina.
Con Munch en Oslo
El grito. Nasjonalgalleriet (Oslo, Noruega)
El estereotipo de artista torturado acompa?a de siempre a la figura de Edvard Munch (1863-1944) y responde bastante a la realidad de su convulsa existencia. Y El grito, su obra m¨¢s c¨¦lebre, es una tremenda representaci¨®n del tormento interior y desequilibrio emocional del artista noruego. Al indigar en su entorno familiar se entiende algo mejor su angustia vital: su madre y su hermana mayor murieron de tuberculosis, y su hermana menor tuvo problemas mentales desde peque?a. La historia del cuadro ha sido casi igual de tumultuosa que la del artista, pues ha sido robado con el mayor descaro (y recuperado) dos veces desde 1994.
Normalmente, se puede admirar El Grito en la Nasjonalgalleriet de Oslo ¡ªaunque hay otras dos versiones del cuadro en el Museo Munch de la ciudad¡ª. Cerrado por la pandemia, ahora se puede disfrutar de forma virtual.? Si queremos conocer mejor al controvertido pintor podemos aprovechar el confinamiento para ver una pel¨ªcula sobre su vida: Edvard Munch (1974).
Con Renoir en Washington
El almuerzo de los remeros. Phillips Collection (Washington, EE UU)
Nada de artistas torturados: esta escena, pintada por el impresionista franc¨¦s Pierre-Auguste Renoir en 1881, rezuma vida y representa el puro joie de vivre. La obra captura el ambiente id¨ªlico de una sobremesa, con amigos comiendo, bebiendo, fumando y flirteando en una terraza frente al Sena, en el restaurante de la Maison Fournaise (en la localidad de Chatou, a las afueras de Par¨ªs), uno de los locales favoritos de Renoir para pasar los fines de semana.
Normalmente se puede contemplar en la Phillips Collection de Washington, pero ahora nos tendremos que conformar con verla online. De Renoir podemos encontrar otras obras maestras en el Mus¨¦e d¡¯Orsay de Par¨ªs, junto con el resto de los impresionistas, que puede recorrerse virtualmente gracias al proyecto Arts & Culture de Google. Los cin¨¦filos pueden completar la mirada al artista viendo el biopic de Renoir llevado al cine por el franc¨¦s Gilles Bourdos en 2012.?
Con Van Gogh en Los ?ngeles
Los Lirios. Getty Center (Los ?ngeles, EE UU)
Mientras Vincent van Gogh (1853- 1890) vivi¨® en Holanda y B¨¦lgica pint¨® obras oscuras y pesadas, pero cuando se traslad¨® a Francia se deshizo del descarnado realismo social y se entreg¨® al color en forma de flores, retratos y amplios espacios abiertos. En 1889, tras varios episodios de automutilaci¨®n y hospitalizaci¨®n, ingres¨® en un asilo en Saint-R¨¦my. All¨ª, en su ¨²ltimo a?o de vida, pint¨® casi 130 obras, incluida Los lirios. Su hermano Teo (marchante de arte) lo describi¨® como ¡°un bello estudio lleno de aire y vida¡±. Y tendr¨ªa raz¨®n, pues este lienzo se encuentra entre los cuadros m¨¢s caros de la historia. El Getty Center donde se encuentra la pintura expuesta? est¨¢ en Sepulveda Boulevard, en Los ?ngeles, y mientras que no podamos viajar podemos visitarlo virtualmente.
Lo bueno de Van Gogh es que podemos asomarnos a su atormentada vida de su propia mano, a trav¨¦s de sus escritos: Cartas a Theo (Alianza) da las claves de su vida y de su obra a trav¨¦s de una selecci¨®n de misivas que escribi¨® a su hermano; y en Cartas desde Provenza (Paid¨®s) se cuentan sus ¨²ltimos a?os de vida en la selecci¨®n realizada por Mart¨ªn Bailey. Adem¨¢s, Anhelo de vivir, de Irving Stone, es una buena biograf¨ªa novelada.
Con una vida tan dif¨ªcil y extraordinaria, es l¨®gico que haya inspirado tambi¨¦n varias pel¨ªculas: Vincent y Theo (1990), de Robert Altman, Van Gogh (1991), de Maurice Pialat, o la m¨¢s famosa, El loco del pelo rojo (1956), un cl¨¢sico de Vicente Minelli. Otra opci¨®n es ver la pel¨ªcula Loving Vincent (2017), disponible en las plataformas de Filmin y Netflix, que es una producci¨®n polaca que fue la primera en generar animaciones hechas en su totalidad con pinturas, y que aborda los ¨²ltimos momentos de la vida del pintor. La ¨²ltima de todas las versiones cinematogr¨¢ficas sobre su vida es At Eternity¡¯s Gate (2018), de Julian Schnabel, con Willem Dafoe dando vida al artista.
Con Vel¨¢zquez en Madrid
Las meninas. Museo del Prado (Madrid, Espa?a)
Para visitar el Museo del Prado hace falta dedicar mucho tiempo. Su cat¨¢logo de obras de arte de primer nivel es ampl¨ªsimo y la simple experiencia de pasear entre sus salas merece la pena. Pero si hay que elegir una obra representativa de esta instituci¨®n tal vez ninguna mejor que Las meninas, el cuadro en el que Diego Vel¨¢zquez pint¨® de forma original¨ªsima a la familia del rey Felipe IV y a ¨¦l mismo. Es una composici¨®n compleja que logra transmitir la sensaci¨®n de realidad, y que al mismo tiempo encierra infinidad de significados. Se ha hablado mucho de la perspectiva, de la atm¨®sfera, pero es tambi¨¦n uno de los mejores retratos que nos ha dejado la pintura occidental. Mientras no podamos volver a contemplarlo en directo, podemos acercarnos a ¨¦l virtualmente. Y es una estupenda excusa para visitar la magn¨ªfica web del Prado, cuyas visitas se han catapultado durante la pandemia.
Biograf¨ªas del pintor y ensayos sobre su ¨¦poca se han escrito infinitas, desde las de Francisco Calvo Serraller, Bartolom¨¦ Bennasar, Fernando Mar¨ªas o Jos¨¦ Ortega y Gasset, entre otras muchas. Una buena recomendaci¨®n: Vel¨¢zquez, su tiempo y el nuestro, un recorrido por los secretos del genio sevillano de la mano de Javier Port¨²s, jefe de pintura espa?ola del Pardo y m¨¢ximo especialista del museo sobre el tema.
Un ¨²ltimo plan: el documental en forma de thriller El cuadro (2019), interpretado por Eusebio Poncela y que ahonda en los misterios de la obra de Vel¨¢zquez de la mano de diferentes especialistas de todo el mundo, estuvo nominada para los Goya 2020.
Con Rembrandt en ?msterdam
La ronda de noche. Rijksmuseum (?msterdam, Pa¨ªses Bajos)
Una de las pinturas m¨¢s importantes de la historia del arte, y tambi¨¦n una de las m¨¢s complejas, es esta ronda nocturna pintada por el maestro neerland¨¦s Rembrandt (1606-1669) en 1642, sin duda su cuadro m¨¢s famoso. Durante siglos, los intelectuales de la pintura han dedicado muchas horas a identificar a sus 28 personajes (30 antes de un desafortunado recorte, adem¨¢s de tres ni?os y un perro). En realidad, se ha demostrado que es una escena que tuvo lugar a la luz del d¨ªa: el paso de una compa?¨ªa de arcabuceros de un sombr¨ªo patio a la cegadora luz del sol. El genio holand¨¦s incorpor¨® en este retrato colectivo barroco un mont¨®n de novedades que ser¨ªan fundamentales para el futuro de la pintura.
Se encuentra en el Rijksmuseum de ?msterdam, un museo especializado en arte neerland¨¦s y que tiene muy bien implementadas las visitas virtuales. Si lo ¨²nico que queremos es indagar en todos los detalles de este cuadro concreto, podemos hacerlo directamente, pero merece la pena darse una visita por todo el museo desde casa. Y un libro magn¨ªfico para sumergirnos en el estudio de Rembrandt y en su ¨¦poca es Herejes, de Leopoldo Padura (Tusquets).
Y si se ha quedado con ganas de seguir explorando artistas y museos, la mejor manera de hacerlo es a trav¨¦s del tit¨¢nico proyecto Arts and Culture de Google. Engloba m¨¢s de 2.500 museos virtuales en un recorrido por 80 pa¨ªses que representa una vuelta al mundo algo agotadora pero excepcional.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
M¨¢s informaci¨®n
Archivado En
- Obras arte
- Pintura mural
- Arte renacentista
- Miguel ?ngel Buonarroti
- Pintura
- Renacimiento
- Edificios religiosos
- Edificios historicos
- Edificios singulares
- Historia arte
- Diego Vel¨¢zquez
- Viajes
- Arquitectura
- Artes pl¨¢sticas
- Ofertas tur¨ªsticas
- Turismo
- La Gioconda
- Rembrandt
- Capilla Sixtina
- Lonely Planet
- Edvard Munch
- Gustav Klimt
- Turismo cultural
- Leonardo da Vinci
- Arte