La vuelta al mundo de Navidad en Navidad
A Crist¨®bal Col¨®n, Vasco de Gama y otros navegantes la festividad del 25 de diciembre les pill¨® lejos de casa. Del noroeste de isla caribe?a La Espa?ola, actual Hait¨ª, a la remota Christmas Island, en Australia, la celebraci¨®n del nacimiento de Cristo llen¨® de navidades los mapas
Desde el siglo XV, cuando se inici¨® la gran expansi¨®n europea por el mundo, los navegantes y conquistadores se enfrentaron a un mundo nuevo y desconocido. Cada lugar al que llegaban, cada asentamiento que fundaban, deb¨ªa ser nombrado para que realmente existiera. Uno de los recursos m¨¢s f¨¢ciles fue convertir en top¨®nimo la festividad que celebrara la Iglesia ese d¨ªa. Y como las exploraciones no se deten¨ªan ni siquiera el 25 de diciembre, el mundo se llen¨® de parajes y poblaciones llamados Navidad, Natividad, Natal o Christmas.
Ahora podemos dar la vuelta al mundo siguiendo su rastro.
Fuerte de La Navidad (Hait¨ª)
El 25 de diciembre de 1492 no fue el mejor para Crist¨®bal Col¨®n. Antes de que amaneciera, la nao Santa Mar¨ªa encall¨® frente a la costa septentrional del actual Hait¨ª, quedando completamente inservible. La tripulaci¨®n se salv¨® y con los materiales rescatados construyeron el primer asentamiento espa?ol en el Nuevo Mundo: el fuerte de La Navidad. Eran unas pocas caba?as y una torre en la que permanecieron 39 hombres. Sin embargo, cuando Col¨®n regres¨® al lugar durante su segundo viaje, en noviembre de 1493, no encontr¨® a nadie con vida.
No queda rastro material de La Navidad, que se levantaba sobre uno de los brazos de tierra que cierran la bah¨ªa de Cap-Ha?tien, justo al lado de Bord de Mer de Limonade, una aldea con nombre de esos que solo hay en el Caribe. A unos 20 kil¨®metros se encuentra el Parque Nacional Hist¨®rico, que incluye los restos de Sans Souci, el palacio del rey de Hait¨ª Henri Christophe; la ciudadela Laferri¨¨re (una de las fortalezas m¨¢s grandes de Am¨¦rica) y Ramiers, los ¨²nicos sitios haitianos en la lista del patrimonio mundial de la Unesco.
KwaZulu-Natal (Sud¨¢frica)
El d¨ªa de Navidad de 1497, Vasco de Gama navegaba en su viaje a la India por lo que ahora es la costa nororiental de Sud¨¢frica, y a la bah¨ªa donde atrac¨® la llam¨® R¨ªo de Natal. La ciudad que surgi¨® en ese lugar, Port Natal, es la actual Durban. El nombre portugu¨¦s permanece en el de la provincia de KwaZulu-Natal, que es la patria de los zul¨²es. El litoral de esta zona tiene dos caras diferentes. Al sur del r¨ªo Tugela encontramos el destino playero del turismo local sudafricano. En cambio, al norte aparece el m¨¢s aislado del pa¨ªs. La joya de esta zona es el parque del Humedal de iSimangaliso, un conjunto de playas, marismas, dunas costeras, arrecifes, lagunas saladas y dulces, selvas pantanosas y humedales que se extienden a lo largo de 280 kil¨®metros. La variedad de fauna es incomparable. El parque est¨¢ en la lista del patrimonio mundial de la Unesco.
Barra de Navidad (M¨¦xico)
El 25 de diciembre de 1540, el virrey Antonio de Mendoza recorr¨ªa la costa del actual Estado de Jalisco y ya podemos imaginarnos lo que tenemos ahora: la poblaci¨®n de Barra de Navidad se encuentra en la barra de arena que separa la bah¨ªa de Navidad de la laguna de Navidad. En esa ¨¦poca se valoraron sus excelentes condiciones como puerto y de aqu¨ª salieron los exploradores que llegaron por primera vez a las costas de California. Legazpi y Urdaneta partieron de Barra en 1564 en una de las expediciones fundamentales de la historia, la que llev¨® a colonizar las islas Filipinas y a descubrir la ruta del viaje de vuelta a Am¨¦rica, que hasta entonces no se hab¨ªa logrado. Este hallazgo permiti¨® instaurar la l¨ªnea del Gale¨®n de Manila, que muchas veces llegaba o part¨ªa desde Barra de Navidad y no de Acapulco. En la actualidad el recuerdo hist¨®rico es parte del paisaje de fondo que se disfruta al hacer surf, kayak o excursiones por la bah¨ªa y los bosques cercanos.
Natal (Brasil)
El d¨ªa de Navidad de 1599 se fund¨®, en la costa nordeste de Brasil, la ciudad de Natal, actual capital del Estado de Rio Grande do Norte. Hasta aqu¨ª no se viene para visitar museos sino por otros motivos. A primeros de diciembre se celebra el Carnatal, un carnaval fuera de temporada. El principal atractivo de Natal son sus playas, que ya se pueden disfrutar en la misma ciudad, sobre todo en el barrio de Ponta Negra. Pero es mejor desplazarse unos pocos kil¨®metros. Por el norte basta cruzar el r¨ªo Potengi y seguir hasta Genipabu, donde las dunas tienen 50 metros de altura y son las m¨¢s altas de toda la costa.
Sin embargo, las mejores playas se encuentran al sur de Natal. Las de Pirangi do Norte, Pirangi do Sul y B¨²zios son la imagen del para¨ªso con una mezcla de dunas, palmeras y oc¨¦ano. Y si se contin¨²a unos pocos kil¨®metros m¨¢s hasta Tiba¨² do Sul, all¨ª uno puede nadar entre delfines al pie de los acantilados.
Puerto Natales (Chile)
Hasta hace pocos a?os, Puerto Natales solo era una etapa en el trayecto entre Punta Arenas y el parque nacional Torres del Paine. Pero ahora los viajeros ya se detienen a conocer la vida de esta poblaci¨®n con ambiente de frontera que surgi¨® junto al estero Natalis, bautizado as¨ª por unos pioneros alemanes en la Navidad de 1894. En el Museo Hist¨®rico uno se enfrenta mentalmente a los pumas y se sube a las canoas de los yaganes que surcaban estas aguas heladas. En los alrededores se come un asado en alguna estancia con los descendientes de los pioneros o se cabalga con gauchos como gu¨ªas que luego te cuentan historias mientras preparan un mate en una fogata. Los viajeros literarios siguen las p¨¢ginas de En la Patagonia, de Bruce Chatwin, hasta la cueva del Milod¨®n. Del puerto salen los cruceros que recorren algunos de los lugares m¨¢s solitarios del continente y los viajeros desembarcan junto a glaciares, bosques intactos y playas a las que van a dar t¨¦mpanos de hielo azul arrastrados por las corrientes.
Christmas Island (Australia)
Aunque se encuentra a solo 360 kil¨®metros al sur de Java, Christmas Island es un territorio australiano cuya costa m¨¢s cercana est¨¢ a 1.500 kil¨®metros. Este rinc¨®n remoto, perdido en el oc¨¦ano ?ndico, fue avistado por el capit¨¢n William Minors el d¨ªa de Navidad de 1643, pero no hubo intentos de poblarlo hasta el siglo XIX. Dos terceras partes de su territorio est¨¢n protegidas como parque nacional y el atractivo de una visita es disfrutar de una naturaleza intacta.
Adem¨¢s, esta isla es el escenario de uno de los espect¨¢culos m¨¢s sorprendentes del mundo animal: la migraci¨®n de decenas de millones de cangrejos rojos desde los bosques del interior hasta la costa para aparearse y aovar. Es un proceso sincronizado de los animales con las fases de la luna y las mareas. Para evitar interferencias humanas se cortan algunas carreteras al tr¨¢fico. Adem¨¢s, han construido t¨²neles y el ¨²nico puente para cangrejos del mundo.
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