Maravillas geol¨®gicas de Espa?a: de la geoda de Pulp¨ª a las Gredas de Bolnuevo, 17 lugares para quedarse de piedra
Impresionantes ca?ones, acantilados junto al mar, fabulosas pe?as zoomorfas, pozas¡ Una propuesta por comunidad aut¨®noma donde no hay que ser un aficionado a la geolog¨ªa para enamorarse del paisaje

Ciudades encantadas hay m¨¢s de una en Espa?a: la famosa de Cuenca, la murciana de Bolnuevo, Las Tuerces palentinas¡. Y lugares para quedarse de piedra, muchos m¨¢s. Nosotros hemos elegido 17 maravillas geol¨®gicas espa?olas, una por comunidad autom¨®noma.
Andaluc¨ªa: geoda gigante de Pulp¨ª (Almer¨ªa)
En diciembre de 1999, un miembro del Grupo Mineralogista de Madrid recorr¨ªa una antigua mina de hierro, plomo y plata en Pulp¨ª, en el conf¨ªn oriental de Almer¨ªa, cuando asom¨® la cabeza por un peque?o boquete e ilumin¨® con su frontal una sala de ocho metros de longitud por dos de altura, erizada de enormes bloques cristalinos. ¡°Vale¡±, debi¨® de pensar, ¡°me he ca¨ªdo y estoy delirando: esta es la Fortaleza de la Soledad¡±, el refugio polar donde Superman vive rodeado de los cristales perfectos de Krypton. Pero no, estaba despierto y era una geoda gigante de cristales de yeso.

De hecho, es la segunda mayor del mundo. Y, en realidad, como si fuera la mayor, porque la de Naica (M¨¦xico), que es m¨¢s grande, no se puede visitar: dentro hace 58 grados y una humedad de m¨¢s del 90%. Abierta al p¨²blico en agosto de 2019, la geoda gigante de Pulp¨ª ha tenido tal ¨¦xito que hay que reservar para visitarla con semanas de antelaci¨®n (meses, si es en d¨ªa festivo o fin de semana) y, adem¨¢s, ha puesto el que era el rinc¨®n m¨¢s apartado e ignorado de Almer¨ªa en el centro del mapa tur¨ªstico de Andaluc¨ªa, junto con la Alhambra y la Costa del Sol.
Arag¨®n: mallos de Riglos (Huesca)
Para¨ªso de buitres y escaladores, los mallos son unos pin¨¢culos de roca conglomerada de hasta 275 metros de altura que afloran rojos y violentos, como salidos del mismo infierno, junto a Riglos, a 45 kil¨®metros al noroeste de Huesca. El mejor lugar para verlos es el mirador R¨¢bada-Navarro, en la pen¨²ltima curva que describe la carretera antes de entrar en el pueblo. Y el momento ideal, al atardecer, cuando la l¨ªnea de luz y sombra asciende por las paredes acantiladas del Huso, el Fire, el Puro, el Cuchillo..., y sus ¨¢pices se ti?en con el ¨²ltimo sol de un rojo viv¨ªsimo, como velas reci¨¦n apagadas. Un sendero circular de cinco kil¨®metros, conocido como el Camino del Cielo, permite rodearlos sin dificultad, saboreando las diversas vistas de sus agujas vertiginosas.

Asturias: playa de Gulpiyuri (Llanes)
No hay otra playa igual en Espa?a. Est¨¢ tierra adentro, en una hondonada circular donde el mar no se deja ver, pero cuyas aguas se filtran a trav¨¦s de las rocas formando una poza cristalina. Fuera, el Cant¨¢brico ruge. Dentro, una calma total. Olas y lluvias mil han erosionado y agujereado la roca caliza de la plataforma costera de la localidad asturiana de Llanes. Hay agujeros peque?os, semejantes a chimeneas, que al llenarse con un golpe de mar resoplan como ballenas, poniendo al que se arrima hecho una sopa. Y hay un agujero del tama?o de una plaza de toros, rodeado de verdes prados y alfombrado de fina arena de playa, que es el monumento natural de Gulpiyuri. M¨¢s que a un coso taurino, recuerda a un anfiteatro preparado para batallas navales, pues se inunda parcialmente cuando sube la marea. Pegando la oreja a la arena, se siente la voz ronca de una fiera, que no es otra que la propia mar, la cual se arrastra casi cien metros bajo la tierra para asomar aqu¨ª una pata. La playa de Gulpiyuri se encuentra en la parroquia de Naves, a 13 kil¨®metros al oeste de Llanes, en la salida 306 de la autov¨ªa A-8. Para admirarla, hay que andar un cuarto de hora desde un aparcamiento gratuito.

Baleares: Sa Foradada, Dei¨¤ (Mallorca)
Sa Foradada, como indica su nombre, es una roca agujereada, un pe?¨®n con aire de cachalote que se adentra en el Mediterr¨¢neo a la vista de Son Marroig, cerca de la localidad mallorquina de Dei¨¤, en la sierra de Tramuntana. Al atardecer, cuando el pen¨²ltimo sol hace brillar su ojo, esta ballena de piedra no puede ser m¨¢s fotog¨¦nica ni caber m¨¢s gente en los miradores de Son Marroig. Otra buena hora para verla es a mediod¨ªa, mientras uno se come una paella hecha al fuego de le?a en el restaurante Sa Foradada, a donde hay que llegar a pie o, mejor a¨²n, en barco (Barcos Calobra ofrece el servicio). Cuentan que cuando el archiduque Luis Salvador adquiri¨® la finca de Son Marroig, en 1877, fue alertado por algunos de que hab¨ªa pagado un precio excesivo. ?l respondi¨® que con todo ese dinero no hab¨ªa ni para comprar el agujero de San Foradada.

Canarias: caldera de Tejeda (Gran Canaria)
No hay un panorama m¨¢s asombroso en la isla de Gran Canaria, ni quiz¨¢ en todo el archipi¨¦lago canario, que el que se observa desde el mirador Degollada de las Palomas, a cuatro kil¨®metros justos de Cruz de Tejeda, avanzando por la carretera GC-150 hacia G¨¢ldar. All¨ª, en el filo del acantilado de la caldera de Tejeda, rompen como olas las nubes y resuenan las palabras de Unamuno, que al asomarse a este paisaje (¡°tempestad petrificada¡±, lo llam¨® ¨¦l) se qued¨® de piedra. Se domina entera la mayor caldera volc¨¢nica de Canarias, de 16 kil¨®metros de di¨¢metro, presidida por el Roque Nublo (1.813 metros). Y all¨¢ abajo, al pie del Roque Bentayga (1.414 metros), la monta?a sagrada de los guanches, se avizora el blanco caser¨ªo de Tejeda, que es uno de los pueblos m¨¢s bonitos de Espa?a. Otro buen lugar para quedarse de piedra contemplando este paisaje es la piscina humeante del Parador de Cruz de Tejeda.

Cantabria: parque geol¨®gico Costa Quebrada (Santander-Cuch¨ªa)
Para unos, la costa perfecta es una playa tropical con una hamaca colgada entre dos cocoteros, junto a un mar liso como una tabla y verde como un elixir de menta. Para otros, es una sucesi¨®n de acantilados y farallones escalofriantes, que rompe y contra los que rompe un oc¨¦ano agitado por galernas y mareas mareantes. Para estos ¨²ltimos, el dios del mar ha esculpido los 20 kil¨®metros del rocoso parque geol¨®gico Costa Quebrada, entre Santander y Cuch¨ªa, a donde muchos vienen a ba?arse en verano (porque tambi¨¦n hay buenas playas), pero m¨¢s a caminar por su escarpada ribera, semejante a la cresta dorsal de un dinosaurio. Una sencilla senda de dos horas (vuelta incluida) permite recorrer su tramo m¨¢s espectacular, desde la playa de La Arn¨ªa hasta la de Somocuevas.

Castilla-La Mancha: Ciudad Encantada (Valdecabras, Cuenca)
Es ¡°la ciudad que gota a gota / labr¨® el agua en el centro de los pinos¡±, como la defini¨® Federico Garc¨ªa Lorca. Una ciudad prodigiosa de roca caliza en la que la lluvia, el hielo y el viento han esculpido calles, monumentos y arquitecturas familiares: El Puente Romano, El Convento, El Tobog¨¢n, Los Barcos, El Mar de Piedra¡ Una ciudad con algo de zoo para ni?os gigantes, donde se pasea entre animales colosales de piedra: La Foca, El Perro, Los Osos, la Tortuga, La Lucha entre el Elefante y el Cocodrilo¡ Una ciudad de pago, porque es propiedad privada: para visitarla, hay que abonar seis euros y caminar tres kil¨®metros siguiendo un itinerario circular bien se?alizado. La Ciudad Encantada est¨¢ en la localidad de Valdecabras, a 26 kil¨®metros de la capital conquense.

Castilla y Le¨®n: Las Tuerces (Villaescusa de las Torres, Palencia)
Nada m¨¢s dejar atr¨¢s Aguilar de Campoo y las monta?as que lo han visto nacer, el Pisuerga, que ya es un r¨ªo grandecito, bordea el p¨¢ramo de Las Loras por el ca?¨®n de la Horadada, entre cortados de m¨¢s de cien metros de altura. Junto al despe?adero, formando un segundo escal¨®n, se levanta la meseta de Las Tuerces, en cuya masa caliza el agua laboriosa ha esculpido una ciudad de cuento de Borges, llena de t¨²neles, puentes, pasadizos, laberintos y mesas gigantes. Una ciudad que recuerda mucho a la Encantada de Cuenca, con la diferencia de que aqu¨ª no hay taquillas, restaurantes ni tenderetes de recuerdos, porque las Tuerces son, adem¨¢s de monumento natural, monte p¨²blico. Se accede sin dificultad desde Villaescusa de las Torres, subiendo por una senda se?alizada que lleva en media hora a Pe?a Mesa, una roca en forma de champi?¨®n, grande como una casa, que es la m¨¢xima altura del enclave (1.081 metros) y su mejor mirador.

Catalu?a: Congost de Mont-rebei (Lleida)
El macizo del Montsec es un monstruoso pared¨®n vertical de anaranjada roca caliza que se eleva m¨¢s de mil metros sobre el terreno circundante y al que los dos Nogueras, el Pallaresa y el Ribagorzana, han dado sendos tajos limpios y profundos, hasta la misma base, como si en lugar de dulces aguas pirenaicas llevaran ¨¢cido sulf¨²rico. El tajo m¨¢s famoso e hipnotizador es el congost o desfiladero de Mont-rebei, en el curso del Noguera Ribagorzana, cuyas paredes de medio kil¨®metro de altura distan solo 20 metros en algunos puntos y cuyo ¨²nico camino es una vieja y estrecha senda de herradura excavada en la roca que produce un pel¨ªn de v¨¦rtigo, lo justo para darle emoci¨®n. El camino, bien se?alizado y muy sencillo, arranca en el ¨¢rea de La Masieta, aguas abajo del pueblo de Pont de Montanyana, y recorre en poco m¨¢s de una hora (solo ida) la zona m¨¢s escarpada del ca?¨®n, pasando por puentes colgantes y miradores estratosf¨¦ricos que permiten verles la espalda a las ¨¢guilas reales y los quebrantahuesos.

Comunidad de Madrid: La Pedriza (Manzanares El Real)
El Caracol, la Foca, el P¨¢jaro, el Camello¡ Fabulosas pe?as zoomorfas pueblan La Pedriza, laberinto de granito donde nace el r¨ªo Manzanares, en la sierra de Guadarrama. Ninguna de ellas supera en realismo al Elefantito. La naturaleza, actuando sobre la roca con la cu?a del hielo y el pulimento del agua, ha esculpido con todo detalle su trompa, sus orejotas y su abultada frente. Solo le falta barritar. Desde el aparcamiento del Tranco, en Manzanares El Real, hay que subir una hora por la senda de las Carboneras, marcada con los caracter¨ªsticos trazos blancos y amarillos, hasta salir a la amplia pradera de la Gran Ca?ada, y luego ascender media hora m¨¢s sin se?ales por la vaguada de las Cerradillas.

Comunidad Valenciana: Els Arcs de Castell de Castells (Alicante)
Es como si Dios, despu¨¦s de crear el mundo, se hubiera sentado a descansar en las monta?as alicantinas, mientras el sol emerg¨ªa por s¨¦ptima vez de las aguas del Mediterr¨¢neo, y, cabeceando de sue?o, hubiese dejado caer sus anteojos en la cabecera del barranco de Les Foies, en la vertiente norte de la Serra de la Xort¨¤, muy cerca de la poblaci¨®n alicantina de Castell de Castells. Unas gafas colosales que enmarcan un paisaje divino, de relieve casi alpino, afilado y deslumbrante, como reci¨¦n hecho: eso parecen los dos gigantescos arcos naturales de roca caliza que dan nombre al paraje natural municipal Els Arcs.

Extremadura: Los Pilones (Cabezuela del Valle, C¨¢ceres)
Infinidad de gente se acerca al cacere?o valle del Jerte a contemplar la floraci¨®n primaveral de los cerezos. Poco despu¨¦s, en cuanto aprieta el calor, va otra multitud a zambullirse en Los Pilones, zona de ba?o y, a la vez, lugar de inter¨¦s geol¨®gico. Se trata de 13 pozas enormes o marmitas de gigante que el agua ha esculpido con fant¨¢sticas formas y pulimentos en el granito de la Garganta de los Infiernos, que, de infernal, la verdad, tiene poco. A medio camino entre Jerte y Cabezuela del Valle, hay un aparcamiento de pago y nace el sendero se?alizado que lleva en una hora de caminata a este paraje id¨ªlico. Pozas y cascadas se suceden formando un tobog¨¢n acu¨¢tico de 200 metros por el que los ba?istas se deslizan porque es muy divertido, s¨ª, pero tambi¨¦n porque no hay otra salida: tan empinadas y resbaladizas son las paredes de la garganta.

Galicia: playa de Las Catedrales (Ribadeo, Lugo)
Cada 12 horas y 24 minutos, el mar se separa de los acantilados de la Marina lucense y se abre un ef¨ªmero pasillo de arena por el que uno camina sinti¨¦ndose diminuto y acongojado. A un lado, el fiero Cant¨¢brico; al otro, h¨²medas criptas, b¨®vedas y arcos ojivales que las olas han tallado en los cantiles de pizarra y esquisto, y que le han valido a esta guadianesca playa el nombre que tiene: As Catedrais (Las Catedrales). Ba?istas no hay, sino paseantes con los vaqueros remangados, el calzado en una mano y, en la otra, el diario local donde han consultado la tabla de mareas. Tampoco hay un socorrista al uso, sino un individuo que avisa que el mar est¨¢ subiendo y es la hora de abandonar el lugar. En Semana Santa y en verano, viene tanta gente a ver esta playa que hay que reservar plaza en la web.

La Rioja: ca?¨®n del Leza (Soto en Cameros)
Arriba, un cielo lleno de buitres leonados (50 parejas, m¨¢s los solteros). Abajo, un ca?¨®n de seis kil¨®metros donde el r¨ªo Leza se retuerce, nada m¨¢s pasar por Soto en Cameros, entre paredones de 700 metros. El propio r¨ªo ha creado esta tremenda garganta erosionando sin cesar materiales depositados en el Jur¨¢sico, cuando esto era un delta donde el Leza prehist¨®rico desembocaba, no en el Ebro, sino en el mar de Tetis, y donde, en lugar de vacas, pac¨ªan los dinosaurios. Si se pasea por el ca?¨®n, veremos huellas de saur¨®podos que proteg¨ªan a sus cr¨ªas rode¨¢ndolas, como hacen los b¨²falos o los elefantes. El mejor mirador est¨¢ a dos kil¨®metros de Soto en Cameros, avanzando por la carretera LR-150 hacia el norte, direcci¨®n Logro?o.

Navarra: Bardenas Reales
Navarra es verde y monta?osa. Esa es la regla. La excepci¨®n que la confirma son las Bardenas Reales. Esto es un mundo aparte, casi otro planeta, arrasado por un viento recio y seco, el cierzo, que ara?a sin cesar su superficie esculpiendo barrancos y cabezos fantasmag¨®ricos. La m¨¢s famosa de estas formaciones y la imagen ic¨®nica del parque natural es el cabezo de Castildetierra, una delgada columna de arenisca que hace equilibrios en lo alto de una pir¨¢mide de arcillas y limos, erosionada a m¨¢s no poder. Un sendero circular de menos de un kil¨®metro, apto para todos los p¨²blicos, permite admirarla. No hay prisa. O no demasiada. Los ge¨®logos calculan que, con las condiciones meteorol¨®gicas habituales, Castildetierra no se desmoronar¨¢ antes de 40 a?os.

Pa¨ªs Vasco: Ruta del Flysch (Zumaia-Mutriku, Gipuzkoa)
En Zumaia, donde la mayor¨ªa de los letreros est¨¢n en vasco, llama enseguida la atenci¨®n uno que no lo est¨¢ y que dice: ¡°Flysch¡±. Con este palabro de origen alem¨¢n, los ge¨®logos designan un terreno sedimentario en el que las capas duras (calizas, areniscas o pizarras) se alternan con otras blandas (margas y arcillas) formando una gigantesca lasa?a p¨¦trea. En el litoral, como la erosi¨®n marina deja los estratos al aire, es donde este milhojas se aprecia mejor. Aunque toda la costa desde Zumaia hasta Mutriku es un escaparate de esto, el ejemplo m¨¢s n¨ªtido y accesible se encuentra junto a la primera poblaci¨®n, en la ermita de San Telmo, la cual se alza sobre la afilada cresta de un flysch plegado verticalmente, como una casita de mu?ecas sobre una lasa?a puesta de canto. En la web del geoparque de la Costa Vasca se informa sobre rutas autoguiadas y actividades relacionadas con el flysch: recorridos con ge¨®logos, paseos en barco, salidas para ni?os y visitas a centros de interpretaci¨®n, como el Algorri de Zumaia o el Nautilus de Mutriku.

Regi¨®n de Murcia: Gredas de Bolnuevo (Mazarr¨®n)
Tambi¨¦n conocida como la Ciudad Encantada de Bolnuevo, esta es quiz¨¢ la ¨²nica urbe m¨¢gica de Espa?a que no exige dar un solo paso para admirarla, pues est¨¢ justo detr¨¢s de la playa del mismo nombre, junto a un aparcamiento gratuito con capacidad para cientos de veh¨ªculos. Est¨¢ formada por margas arenosas o gredas de color amarillento, areniscas y, en menor medida, por finos lentejones de microconglomerados. Estas rocas han sufrido un proceso de erosi¨®n diferencial, en el que el agua y el viento han modelado formas caprichosas, como de setas gigantescas. David, el Gnomo, aqu¨ª, se sentir¨ªa como en casa.

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