Bienvenidos a la avenida Paulista de S?o Paulo
El centro de la vida en la urbe brasile?a es esta calle de m¨¢s de tres kil¨®metros en la que conviven edificios cl¨¢sicos de principios del siglo XX con rascacielos brutalistas. Detr¨¢s de sus muros se esconden museos con joyas art¨ªsticas, caf¨¦s con jardines interiores y restaurantes
Para entender del todo la ciudad de S?o Paulo es preciso recorrer la c¨¦ntrica avenida Paulista y sus calles aleda?as. En su cotidianidad fren¨¦tica de trabajadores, paseantes y vendedores de puestos callejeros, uno se siente de verdad en una megal¨®polis. Sus edificios brutalistas, algunos de ellos joyas de la tradici¨®n arquitect¨®nica modernista brasile?a, nos pondr¨¢n en sinton¨ªa con la est¨¦tica de la ciudad, y la diversidad de la gente con la que nos cruzaremos nos har¨¢ percibir con claridad la idiosincrasia de este gran pa¨ªs.
Un buen d¨ªa para caminar por esta avenida de casi tres kil¨®metros de longitud es el domingo, cuando se convierte en una senda consagrada a peatones y ciclistas. Es recomendable comenzar el paseo en la Casa das Rosas (avenida Paulista, 37), pues nada m¨¢s ver su edificio, terminado en 1935 en estilo cl¨¢sico franc¨¦s por el estudio de Francisco de Paula Ramos de Azevedo, se entiende lo que fue la Paulista durante las primeras d¨¦cadas del siglo XX: una zona llena de palacetes y casonas que en su d¨ªa poblaban quienes hab¨ªan hecho su fortuna en plantaciones de caf¨¦. Hoy se puede visitar el interior y pasear por su jard¨ªn de rosas.
La Casa das Rosas sirve como contraste a los rascacielos de hormig¨®n cercanos, sedes de centros culturales como el SESC (en el n¨²mero 119) o, en esa misma acera y a pocos metros, el ITAU Cultural S?o Paulo (n¨²mero 149). El primero, adem¨¢s de albergar exposiciones de arte y arquitectura contempor¨¢neos y una biblioteca, tiene una cafeter¨ªa en el piso 16 donde contemplar la ciudad desde lo alto. El ITAU Cultural alberga su exposici¨®n estrella sobre la historia de Brasil en el espacio Olavo Set¨²bal. La muestra permanente sumerge al visitante en la historia y cultura brasile?as a trav¨¦s de una magn¨ªfica colecci¨®n de ilustraciones bot¨¢nicas, que junto con mapas, documentos hist¨®ricos y otros muchos elementos suman hasta un total de 1.364 piezas.
Al salir no nos olvidemos de mirar hacia arriba para contemplar, en un rascacielos cercano, el impresionante mural del artista callejero Eduardo Kobra, en el que homenajea al fallecido arquitecto brasile?o Oscar Niemeyer con un retrato suyo multicolor. Aunque, sin duda, la estrella de la avenida Paulista es el MASP, pronunciado ¡°Maspi¡± por los lugare?os. Lina Bo Bardi, la arquitecta que lo dise?¨® en 1958, pretend¨ªa ante todo lograr la comuni¨®n entre est¨¦tica y funcionalidad, tanto en el edificio como en el modo de exponer su colecci¨®n, que incluye obras de maestros internacionales como Tintoretto, Van Gogh o Turner, y de artistas brasile?os, entre los que destacan Anita Malfatti, Di Cavalcanti y Candido Portinari. Al entrar en la descomunal sala de 1.800 metros cuadrados en planta libre, sin muros ni subdivisiones, donde se muestran las obras, nos quedaremos impresionados al comprobar que los lienzos est¨¢n suspendidos en medio de ese gran espacio por un sistema de vidrios y bases de hormig¨®n, algo totalmente revolucionario seg¨²n los esquemas de la museograf¨ªa tradicional.
Y tras la intensa experiencia, nada mejor que darse un paseo relajante por el contiguo parque Trianon, con sus alt¨ªsimos ¨¢rboles centenarios, y comer algo junto a los paulistas de pura cepa en la terraza de Charme da Paulista, un sencillo lanchonete (cafeter¨ªa) donde sirven platos del d¨ªa sabrosos y caseros, como la feijoada o los bolinhos de carne.
Centros culturales gratuitos
A estas alturas ya habremos ca¨ªdo rendidos de amor por el brutalismo, as¨ª que sabremos apreciar la belleza serena del edificio de nueve pisos en el que se encuentra el Instituto Moreira Salles (IMS), dise?ado por el arquitecto brasile?o Marcelo Henneberg Morettin. Este museo vertical, centrado en la fotograf¨ªa, alberga un auditorio en el que se proyectan pel¨ªculas y se celebran conciertos, y un caf¨¦ con buenas vistas de la ciudad. ?Cre¨ªamos que con el IMS se acaban los centros culturales gratuitos de la Paulista? Por supuesto que no: a pocas manzanas est¨¢ el Centro Cultural FIESP, otro nombre que da fe del gusto brasile?o por las siglas. El edificio, enorme y de estilo brutalista, como era de esperar, esconde salas de exposiciones, un teatro, una librer¨ªa y un caf¨¦ con vistas a un jard¨ªn interior dise?ado por el paisajista Burle Marx.
Otra parte importante de todo viaje es hacerse con alg¨²n recuerdo. Lo m¨¢s made in Brazil que muchos tendr¨¢n en mente son las idolatradas chanclas Havaianas. En el centro comercial Cidade S?o Paulo hay una tienda bien surtida. Adem¨¢s, podemos acercarnos a una de las sucursales de otra marca experta en calzado refrescante: Melissa, que crea dise?os de lo m¨¢s extravagantes y coloristas, y cuyo local est¨¢ en el n¨²mero 2.339. Si no quiere sandalias, un regalo excelente ser¨ªa la colecci¨®n de jaboncitos y otros productos como velas o crema corporal de la Perfumaria Phebo, fundada en 1930. A unas cuantas manzanas de distancia, en pleno barrio de Jardins, espera este negocio tradicional que presume de fragancias como el lim¨®n siciliano, las hojas de higo o el romero.
Para hacer los primeros pinitos en portugu¨¦s y animarse con alg¨²n libro, c¨®mic o gu¨ªa de conversaci¨®n, la librer¨ªa mejor surtida de la Paulista es la Martins Fontes (en el n¨²mero 509). Su escalera de caracol permite una vista panor¨¢mica de su planta baja y nos lleva directos a su caf¨¦, en el que descansar leyendo un rato. Los que necesiten cambiar de aires, pero sin abandonar la avenida, han de visitar entonces la Japan House S?o Paulo, un centro cultural cuyo restaurante Aizom¨¦, a cargo de la chef Telma Shiraishi, ofrece un men¨² tan sutil y refinado como esperar¨ªamos de una propuesta gastron¨®mica nipona.
Al caer la noche, se puede recorrer la Rua Augusta, donde abundan los cines que proyectan tanto estrenos como pel¨ªculas de archivo. A la salida de la sesi¨®n, una muy buena opci¨®n es acudir al restaurante Spot (Alameda Ministro Rocha Azevedo, 72), a dos pasos de la avenida Paulista, en un edificio dise?ado por Andr¨¦ Vainer junto a una fuente iluminada. Su clientela relajada nos pondr¨¢ de buen humor, pero tambi¨¦n lo har¨¢ su extensa carta de recetas tanto brasile?as como internacionales. En ella no falta uno de sus platos m¨¢s sorprendentes: la pasta al mel¨®n con jam¨®n, ni tampoco postres como el pastel de chocolate y brigadeiro, un dulce tan empalagoso como suculento que apasiona a los lugare?os, y, por supuesto, una p¨¢gina entera de c¨®cteles con los que brindar por esta ciudad que tan bien recibe a sus visitantes.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.