Los protagonistas de ¡®La casa de papel¡¯: ¡°Si te gusta la fama y te ocurre un fen¨®meno as¨ª, hay un 99% de posibilidades de que acabes volvi¨¦ndote gilipollas¡±
Los actores Jaime Lorente y Miguel Herr¨¢n se despiden de la serie de ficci¨®n espa?ola m¨¢s popular de la historia con la ¨²nica certeza de que ha sido una magn¨ªfica locura
El pr¨®ximo mes de diciembre La casa de papel terminar¨¢ por segunda vez. Su primer final se emiti¨® el 23 de noviembre de 2017 en Antena 3. Empez¨® a las 22.53. El atraco de El Profesor (?lvaro Morte) y sus secuaces a la F¨¢brica de Moneda y Timbre, que hab¨ªa empezado arrasando con 4,5 millones de espectadores, terminaba 15 episodios despu¨¦s habiendo perdido la mitad de esa audiencia por el camino. ¡°La serie estaba cerrada. Termin¨® cuando consideraron que ten¨ªa que terminar¡±, matiza hoy Jaime Lorente (Murcia, 29 a?os), el actor que interpreta a Denver, el ladr¨®n m¨¢s chulo de una banda ya de por s¨ª bastante macarra. ¡°Empez¨® con mucha audiencia porque se estren¨® despu¨¦s de un partido de la Champions, un Madrid-Atleti¡±, a?ade Miguel Herr¨¢n (M¨¢laga, 25 a?os, R¨ªo en la serie). ¡°Luego fue bajando, pero eso es normal en cualquier serie espa?ola¡±. Lo que no es normal es todo lo que ocurri¨® a continuaci¨®n.
La quinta y (esta vez s¨ª) ¨²ltima temporada de La casa de papel ha comenzado el 3 de septiembre con una tanda de cinco episodios. La serie, que cuenta los espectaculares atracos de una banda de ladrones a instituciones (jam¨¢s a personas) multimillonarias, se despide en un mundo completamente distinto al que la vio nacer, no solo por lo de la pandemia sino porque Netflix, la plataforma que la resucit¨®, ha cambiado las reglas de la industria audiovisual. Hoy es la cuarta ficci¨®n m¨¢s vista de su cat¨¢logo, al que tienen acceso m¨¢s de 208 millones de suscriptores en 190 pa¨ªses.
Si esta ¨²ltima temporada llega en dos tandas es porque, cuando publicaron el tr¨¢iler en primavera, la mayor¨ªa de usuarios en redes sociales asumieron que su estreno era inminente. Netflix decidi¨® adelantar el lanzamiento de la primera mitad. Al fin y al cabo, el fen¨®meno de La casa de papel empez¨® con un clamor popular. Tras su emisi¨®n en Antena 3, Netflix la incluy¨® en su cat¨¢logo por la puerta de atr¨¢s y su popularidad fue creciendo exclusivamente gracias a que los usuarios la recomendaban. El 17 de abril de 2018 la plataforma anunciaba que era la serie de habla no inglesa m¨¢s vista entre sus t¨ªtulos. Al d¨ªa siguiente, anunci¨® que La casa de papel continuar¨ªa en Netflix. El s¨ªmbolo perfecto del nuevo ecosistema audiovisual.
Lorente recuerda perfectamente la primera vez que se dio cuenta del fervor que despertaba la serie fuera de Espa?a. Ten¨ªa que acudir a un evento de Netflix en Roma, pero al estar rodando ?lite lleg¨® m¨¢s tarde que sus compa?eros y ninguno de ellos le avis¨® de que hab¨ªa miles de personas esper¨¢ndolo solo a ¨¦l. ¡°Abr¨ª la puerta del coche, los de seguridad me cogieron de los sobacos y me llevaron en volandas como a un pececillo¡±, recuerda. Miguel Herr¨¢n se acuerda de otra vez en Cerde?a: ¡°Nos sacaban de los hoteles, la gente nos persegu¨ªa por la calle, otros se paraban en las carreteras con banderas para saludarnos. Alquilamos una lancha y la gente nos persegu¨ªa con yates, cuando par¨¢bamos ven¨ªan nadando y se sub¨ªan a nuestra lancha. Nos quedamos encerrados en un restaurante, tuvo que venir la polic¨ªa a desalojar el pueblo¡±.
En cuesti¨®n de semanas, un reparto que, en su inicio, si por algo llamaba la atenci¨®n era precisamente por la ausencia de estrellas (salvo quiz¨¢ ?rsula Corber¨® y Alba Flores), se hab¨ªa hecho c¨¦lebre en 190 pa¨ªses. Jaime Lorente solo era alguien entre la audiencia de la sobremesa espa?ola (su ¨²nica experiencia hab¨ªan sido varios episodios de El secreto de Puente Viejo en 2016) cuando, de la noche a la ma?ana, la gente empez¨® a imitarle por la calle. Imitaban a Denver, claro, porque lo ¨²nico que tiene Jaime de bruto es la mand¨ªbula: ha publicado un libro de poes¨ªa (A prop¨®sito de tu boca, editado por Espasa es Poes¨ªa), se pas¨® el confinamiento leyendo a Lorca para sus 14 millones de seguidores en Instagram y ha hablado abiertamente sobre la depresi¨®n y la ansiedad que padece. Tras debutar en el cine a las ¨®rdenes de uno de los cineastas m¨¢s respetados del mundo, Asghar Farhadi, en Todos lo saben (2018), Lorente ha encabezado la serie espa?ola m¨¢s cara de la historia, Cid (Amazon Prime Video). Y aunque pueda parecer contradictorio rechazar la fama y seguir meti¨¦ndose en proyectos ambiciosos, conf¨ªa en que cuantos m¨¢s papeles interprete menos caso le har¨¢ la gente a ¨¦l.
Haga lo que haga, ser¨¢ en Espa?a. ¡°Yo no me quiero ir, ?por qu¨¦ me voy a querer ir? Hacemos cosas que son la hostia, vivimos en un pa¨ªs que es la hostia y ahora mismo tenemos una especie de responsabilidad. Mi pa¨ªs me ha dado mucho¡±, afirma. Herr¨¢n est¨¢ de acuerdo: ¡°Como actor espa?ol quiero apostar por la industria de mi pa¨ªs. O sea, ?me das el ¨¦xito y cojo y me piro con ¨¦l? A m¨ª me han ofrecido irme a rodar a Miami y en cuanto me surgi¨® una peli aqu¨ª me qued¨¦. Si puedo elegir, me quedo aqu¨ª¡±.
A Miguel Herr¨¢n se lo encontr¨® Daniel Guzm¨¢n en la calle (literalmente) y le ofreci¨® un papel en su debut como director. A cambio de nada (2015) les dio un Goya a cada uno y a los 20 a?os, por primera vez en su vida, Herr¨¢n encontr¨® un rumbo: dej¨® atr¨¢s la vida callejera y se centr¨® en currarse una carrera como actor. La casa de papel precipit¨® los acontecimientos y ¨¦l se descoloc¨®. ¡°Cuando te llegaba un proyecto ten¨ªas claro que te hab¨ªan cogido por tu talento, confiabas m¨¢s en ti mismo y en tus herramientas. Ahora siempre dudo si me cogen por m¨ª o por la imagen que se vende de La casa de papel¡±, confiesa. Lo primero que hizo al conocer al director de su pr¨®xima pel¨ªcula fue preguntarle por qu¨¦ le hab¨ªa fichado. ¡°Porque hiciste el mejor casting¡±, le respondi¨®. Fue uno de los mejores momentos de su vida.
Al igual que su compa?ero Lorente y otros artistas de su generaci¨®n, Herr¨¢n ha abordado con naturalidad sus problemas de salud mental. Si con el confinamiento Lorente descubri¨® que no sab¨ªa cu¨¢les eran sus propias aficiones, Herr¨¢n vio que no era capaz de disfrutar el momento porque siempre estaba pensando en lo siguiente. La ansiedad, enredada con una vigorexia que sufri¨® en la adolescencia y cuyo fantasma nunca desaparece del todo, le ha provocado un sufrimiento que ¨¦l prefiere explicar: ¡°De toda la gente que se te acerca muy poca te pregunta qu¨¦ tal est¨¢s, asumen que est¨¢s de puta madre porque eres famoso¡±.
Ir¨®nicamente, la fama es el tal¨®n de Aquiles de estos dos hombres estratosf¨¦ricamente conocidos. Mientras a¨²n estaban aprendiendo a gestionarla, Herr¨¢n y Lorente aparecieron en ?lite en 2018, otro ¨¦xito mundial de Netflix que provoc¨® una curiosa estad¨ªstica: Herr¨¢n se convirti¨® en la cuarta estrella de la plataforma que m¨¢s seguidores hab¨ªa ganado en Instagram en 2018, Lorente era la quinta y Mar¨ªa Pedraza, tambi¨¦n int¨¦rprete en ambas series, la sexta. ¡°A veces he tenido la sensaci¨®n de ser un actor Netflix¡±, confiesa Herr¨¢n. La influencia de la plataforma es tal que ha cambiado hasta el significado de los colores: el otro d¨ªa Lorente fue al teatro, el escenario se ilumin¨® de rojo al inicio de la obra y pens¨®: ¡°Netflix¡±. ¡°T¨² acabas de ganar un Goya [como actor revelaci¨®n en 2016, por A cambio de nada] pero te sacan del cine espa?ol y de repente eres un actor Netflix que va a hacer esto y lo otro. Hasta la pel¨ªcula que protagonic¨¦, Hasta el cielo (2020), ha estado en Netflix tambi¨¦n¡±. La plataforma ha anunciado que adaptar¨¢ Hasta el cielo al formato serie. Miguel Herr¨¢n no participar¨¢ en ella.
La casa de papel era desde el principio un producto tan exportable ?¡ªlas m¨¢scaras de Dal¨ª que llevan los atracadores, sus alias de ciudades internacionales, el ritmo hollywoodiense de la narraci¨®n¡ª que casi parece que lo tuviesen todo planeado. Excepto porque si lo hubieran planeado no habr¨ªa salido tan bien: hay golpes que se tienen que improvisar sobre la marcha. El aspecto justiciero del argumento, a lo Robin Hood, Ocean¡¯s Eleven o Snatch, cerdos y diamantes, provoc¨® que las primeras lecturas del fen¨®meno fuesen pol¨ªticas. ¡°La serie hace un gui?o al momento hist¨®rico que vivimos, en el que todos nos sentimos v¨ªctimas de un sistema que solo querr¨ªa nuestra pobreza¡±, analizaba Il Corriere della Sera. ¡°?Una incitaci¨®n a la rebeli¨®n?¡±, preguntaba Le Monde. El exalcalde de Ankara pidi¨® a los servicios secretos que interviniesen en ese ¡°s¨ªmbolo de rebeld¨ªa muy peligroso¡±. Las m¨¢scaras de Dal¨ª proliferaban en los manifestantes contra el gobierno de Macri en Argentina, en los billetes que lanzaban los artistas antisistema uruguayos y en el carnaval de R¨ªo de Janeiro. ¡°El nombre original iba a ser Los desahuciados, porque hablaba de gente que estaba desahuciada y a trav¨¦s de [este atraco] se buscaba una nueva vida¡±, indica Lorente.
Pero la dimensi¨®n del fen¨®meno acab¨® por disipar cualquier lectura sociopol¨ªtica. Aquel contundente debut gracias al Madrid-Atleti de la Champions no fue casual: el p¨²blico potencial de esta serie es el mismo que el del f¨²tbol, o sea, pr¨¢cticamente cualquiera. Entre sus fans se encuentran Neymar, Romeo Santos, Chiara Ferragni, muy probablemente nosotros mismos y buena parte de los miembros de nuestras familias. La popularidad de La casa de papel se ha beneficiado de su contundente simpleza: La casa de papel es exactamente la serie que parece, una en la que el l¨ªder de la banda usa expresiones como ¡°vamos a liarla parda¡± y en la que el ata¨²d de Nairobi (Alba Flores), asesinada la temporada pasada, ten¨ªa escrito ¡°la puta ama¡±. Una serie que ha inspirado la escape room m¨¢s grande de Europa.
Su haza?a se ha tratado en los mismos t¨¦rminos que la de un equipo de f¨²tbol humilde al que nadie ve venir (el D¨¦por del centenariazo, el Leicester de Ranieri en 2016), cuyos forofos adem¨¢s apoyan mediante insignias, c¨¢nticos, tatuajes y hasta cierta conexi¨®n identitaria. Existe un orgullo nacional hacia el triunfo de La casa de papel solo comparable al que despierta Nadal, Gasol o Belmonte. ¡°Es que tiene los mismos elementos que un club de f¨²tbol¡±, se?ala Jaime Lorente. ¡°Hay un entrenador, unos jugadores, una equipaci¨®n, un himno, un color y unas t¨¢cticas¡±.
Cuando se emiti¨® la tercera temporada de La casa de papel, la primera en Netflix, se hablaba m¨¢s de su repercusi¨®n internacional que de los personajes. A nadie le importaba lo que La casa de papel significase. Los colores est¨¢n por encima de sus jugadores: la estrella de La casa de papel es La casa de papel. ¡°Eres una especie de souvenir. Y muy barato¡±, indica Lorente respecto a su rol como pieza del enorme engranaje. ¡°T¨² compras algo en el supermercado y quieres lo que hay dentro de la caja. El ¨¦xito es m¨¢s dif¨ªcil de gestionar que el fracaso, porque el fracaso se te olvida pero el ¨¦xito no te lo puedes quitar ni con aguarr¨¢s¡±.
Seg¨²n Miguel Herr¨¢n, a alg¨²n que otro compa?ero ¡°se le pir¨® un poco la cabeza¡± con el pelotazo mundial. ¡°Es que t¨² puedes ser un actor al que no le gusta la fama o puedes ser un actor al que s¨ª le gusta¡±, se?ala Lorente. ¡°Y si te gusta y te ocurre un fen¨®meno as¨ª hay un 99% de posibilidades de que acabes volvi¨¦ndote un gilipollas¡±. Ambos coinciden en que a quienes no les gusta la fama, como es su caso, tienen muchas probabilidades de ¡°terminar tristes¡± y de plantearse abandonar la interpretaci¨®n. ¡°Yo adoro mi trabajo pero no me gusta tanta exposici¨®n. De repente voy por la calle y me gritan ¡®?R¨ªo!¡¯ y me chistan. Eso es lo que m¨¢s odio, que me traten como a un perro: ¡®?Eh, t¨², R¨ªo!¡¯. No valoran tu trabajo o tu interpretaci¨®n¡±.
De acuerdo con los c¨¢nones de Hollywood, por los que se rige La casa de papel, cada nueva entrega no puede limitarse a continuar la historia. Tiene que hacerse m¨¢s grande que la anterior. De rodar en Colmenar Viejo (Madrid) pasaron a hacerlo en Tailandia o en Italia. El creador de la serie, ?lex Pina, admiti¨® en una entrevista con EL PA?S en 2020 que a la hora de afrontar su debut en Netflix les invadi¨® un p¨¢nico a los espacios vac¨ªos. ¡°Est¨¢bamos acojonados. Nos dec¨ªamos: ¡®No s¨¦ si esto es bueno o no, pero que no aburra¡±. Tras su mudanza a Netflix, los atracadores dejaron de mantener conversaciones al lado de mesas llenas de botes de champ¨² Natural Honey, pero por otra parte se vieron atrapados en un constante ¡°no hay cojones¡±. Claro que es precisamente esa vocaci¨®n de epatar, de llegar al siguiente cl¨ªmax como sea y cuanto antes y de ser una flipada, lo que despierta la euforia de su afici¨®n.
¡°Es que la premisa de La casa de papel ya era muy extrema, si aceptas eso ya te entra cualquier cosa¡±, explica Lorente. ¡°La intenci¨®n siempre fue hacer un gran entretenimiento para ver con palomitas y coca-cola, no despertar una revoluci¨®n en Brasil¡±. Herr¨¢n opina que, conforme las pantallas se han ido volviendo peque?as, es la industria lo que se ha vuelto demasiado grande: ¡°Se consume demasiado, hay demasiada oferta y te tienes que distinguir en algo. ?Y qu¨¦ haces? Llevarlo todo al extremo. El ejemplo perfecto es ?lite, no la he visto pero todo el mundo me est¨¢ diciendo que esta temporada es una barbaridad, que se han pasado... Pero claro, si no, tienes 10.000 productos iguales¡±.
Lorente reconoce que hay momentos en los que ha sentido que tanto ruido asfixiaba lo que realmente enganch¨® al p¨²blico: sus personajes. ¡°Para m¨ª hay temporadas en las que cosas que deber¨ªan resolverse mediante una conversaci¨®n se resolv¨ªan en medio segundo o con una mirada¡±, lamenta. ¡°S¨ª, pero a m¨ª tampoco me gusta cuando en una pel¨ªcula est¨¢n en un puto atraco con siete bombas y se para todo para abrazar a la ni?a mientras el secuestrador est¨¢ inconsciente y le da tiempo a levantarse¡±, rebate Herr¨¢n. ¡°Aqu¨ª eso no pasa: el frenetismo no te da tiempo a hacer absolutamente nada, pero el espectador tampoco se va a dar cuenta. Se va a fijar en la bomba, en la mirada y cuando se quiera dar cuenta se ha acabado la serie. De hecho yo creo que mucha gente mientras ve series est¨¢ buscando cosas en el m¨®vil sobre la serie, sus actores...¡±.
La serie se ha aplicado aquello de que hay que irse de la fiesta mientras todav¨ªa es divertida. Pero lo va a hacer vol¨¢ndolo todo por los aires: su ¨²ltima temporada es un blockbuster b¨¦lico que hacia el final recoger¨¢ los b¨¢rtulos y se centrar¨¢ de nuevo en sus personajes. Tanta guerra ha dejado a los actores con un cierto s¨ªndrome postraum¨¢tico y al describir el rodaje de estos ¨²ltimos 10 episodios Herr¨¢n evoca involuntariamente al coronel Kurtz de Apocalypse Now: ¡°Infinitos... infinitos...¡±.
¡°Yo he estado pegando tiros los 10 cap¨ªtulos, t¨ªo¡±, dice Lorente. ¡°Tres semanas con una secuencia en una cocina que luego durar¨¢ tres o cinco minutos. Todos los d¨ªas lo mismo. A mi personaje le pasa, yo creo, lo m¨¢s fuerte que le ha pasado a nadie en la serie, una escena emocional y f¨ªsicamente complicad¨ªsima, la puta guerra. Llegaba un punto en el que me levantaba y o¨ªa: ¡®Otra vez... ?Otra vez!¡±.
Miguel Herr¨¢n. Yo he estado tres semanas lanzando una granada. Es agotador porque a m¨ª me gusta interpretar.
Jaime Lorente. Eso es. Y hay d¨ªas que no te sientes actor.
M. H. Claro, piensas, joder, soy un figurante bien pagado. Estoy aqu¨ª sin decir nada, sin hacer nada, sin sentir nada, con la c¨¢mara tan a tomar por culo que no s¨¦ si realmente se me est¨¢ viendo. Gastando toda mi puta energ¨ªa para hacerlo lo mejor que puedo. Y llega un momento de desesperaci¨®n a la segunda semana que dices, ¡®mira t¨ªo, no puedo m¨¢s¡¯. Y luego te dicen que aguantes un poco, que luego llega tu [plano] corto. Y contestas: ¡®?Claro, pero por qu¨¦ no lo hiciste hace una semana!¡¯.
J. L. Ahora est¨¢s vac¨ªo.
M. H. Est¨¢s completamente vac¨ªo.
?Y no se siente uno como un ni?o jugando a pegar tiros?
M. H. De hecho, no se disfruta. Piensa que es un arma que pesa tres kilos y medio, que t¨² est¨¢s todo el rato fingiendo porque no dispara de verdad. Y no ves nada.
J. L. El polvo se te mete en los ojos, toses, al de efectos se le va la pinza y te explota algo en la cara.
M. H. Tienes un petardo aqu¨ª, te salta una astilla...
J. L. Es que vas con miedo a veces. ?Te acuerdas de aquella bombona que estaba detr¨¢s de ti? Es peligroso t¨ªo, es peligroso.
M. H. ?Y el petardo ese que te metieron por aqu¨ª? [se se?ala al brazo]
J. L. S¨ª, s¨ª, que me estall¨® en un tiro.
?Podr¨ªa decirse entonces que ten¨ªan ganas de terminar?
J. L. S¨ª, porque la intensidad que uno vive en el rodaje de La casa de papel es fort¨ªsima. Es un cl¨ªmax de 10 horas.
M. H. Claro, son todos los conflictos tan grandes, tan gordos, tan intensos, que uno termina desesperado. Agotado an¨ªmicamente.
?Y c¨®mo se puede cerrar en condiciones algo que ha acabado siendo tan grande?
J. L. Volviendo a la esencia de los personajes, que fue de lo que la gente se enamor¨® al principio, los personajes. La guerra ha venido despu¨¦s.
Realizaci¨®n: Nono V¨¢zquez. Maquillaje: Lucas Margarit. Peluquer¨ªa: Sergio Serpiente. Asistente de fotograf¨ªa: Quique Escandel. Operador digital: Javier Torrente. Asistente de estilismo: Mart¨ª Serra.
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