A punto de cumplirse una d¨¦cada de la muerte del actor, su coprotagonista recuerda su ¡°sensibilidad¡± e ¡°intuici¨®n¡± en plena grabaci¨®n de este cl¨¢sico de los noventa. Fue gracias a ¨¦l que la actriz pudo ir al funeral de su padre
El can entr¨® en nuestros hogares hace 33.000 a?os y, desde entonces, se ha adaptado con gran habilidad. Pero su naturaleza necesita ser expresada tambi¨¦n en el ¨¢mbito dom¨¦stico, para que estos animales est¨¦n sanos y felices y no desarrollen fobias, agresividad, ansiedad por separaci¨®n o embarazos psicol¨®gicos
La graduaci¨®n de una ficci¨®n sobre un colegio es un momento clave para su supervivencia. Las opciones incluyen nuevas generaciones de alumnos y cambios de escenario
A medio camino entre el ocio y el negocio, los ¨¢gapes laborales pueden ayudar a estrechar lazos con compa?eros y jefes, pero tambi¨¦n pueden sentirse como una obligaci¨®n para empleados que piensan que ya pasan demasiado tiempo con gente con la que no les apetece ir a cenar
En los gremios actuales, la profusi¨®n de premios e incentivos individuales al rendimiento ha provocado que los trabajadores en lugar de verse como compa?eros se miren como rivales
¡®Hermes¡¯, un perro mestizo encontrado en la calle, accede a la unidad canina de la Polic¨ªa Local, un tipo de patrulla que suele aceptar solo animales con pedigr¨ª?
Las redes se llenan de excusas para saltarse las reuniones con colegas de trabajo por las fiestas. Aunque estas celebraciones tambi¨¦n tienen un lado bueno
Varias producciones de audio no profesionales repasan series completas ya concluidas para analizar c¨®mo ha cambiado la ficci¨®n televisiva y la sociedad
Esta ominosa forma de maltrato psicol¨®gico empieza por confundir a la v¨ªctima y, si no se detecta a tiempo, puede llegar hasta a hacerle dudar de su cordura
Los actores de Sensaci¨®n de vivir , El pr¨ªncipe de Bel Air , Compa?eros o Al salir de clase se reencuentran a?os despu¨¦s del estreno de los programas que les dieron la fama
Somos los del Erasmus y los de la beca de ingl¨¦s de Zapatero: primero probamos las pintas en Londres y, unos a?itos despu¨¦s, volvemos y las fregamos. Solo faltaba