El m¨¢s all¨¢ est¨¢ aqu¨ª, en las ciudades
Las urbes son testigo de una proliferaci¨®n de cultos religiosos o pararreligiosos a trav¨¦s de expresiones novedosas de lo sagrado como iglesias sin templo; peregrinaciones y procesiones in¨¦ditas
Este no era el plan. La Ilustraci¨®n y el pensamiento racionalista prometieron la expulsi¨®n de Dios del espacio p¨²blico de las ciudades y su acuartelamiento en la vivencia privada de las personas. Pero las cosas no han sido as¨ª. La religi¨®n ya no est¨¢ donde estaba o deb¨ªa estar: exclusivamente en el coraz¨®n de los individuos. En este momento, resulta imposible entender y gestionar casi todos los fen¨®menos sociales sin considerar el papel que en ellos juegan las convicciones y conductas asociadas a lo trascendente. Nuevas y renovadas creencias religiosas siguen teniendo impacto social y son fundamentales para entender la sociedad contempor¨¢nea. Series espa?olas recientes como 30 monedas, La Mes¨ªas o El otro lado son reflejo de esa atracci¨®n masiva por lo sobrenatural en un mundo que se crey¨® ajeno a lo asombroso.
Durante d¨¦cadas se ha debatido sobre el papel de la religi¨®n en las sociedades modernizadas. Hasta una ¨¦poca reciente, la tem¨¢tica se abordaba predominantemente en t¨¦rminos de una crisis de la religi¨®n que auguraba su decadencia, o incluso su desaparici¨®n, como consecuencia de la secularizaci¨®n que acompa?aba a la era moderna. Sin embargo, el regreso del hecho religioso a la esfera p¨²blica y la emergencia de nuevas formas de religiosidad y de espiritualidad han provocado una revisi¨®n te¨®rica de este planteamiento.
Esa tarea fue la de un simposio internacional en Barcelona en febrero, organizado por el Grupo de Recerca en M¨ªstiques i Heterod¨°xies Religioses (GREMHER), de la Universitat de Barcelona y patrocinado por la Fundaci¨®n Pluralismo y Convivencia, dependiente del Ministerio de Presidencia espa?ol. El t¨ªtulo del encuentro fue Una diversidad desbordada. Nuevos retos para la convivencia religiosa, y era continuaci¨®n del 35th International Society for the Sociology of Religion, la conferencia bianual de la International Society for Sociology of Religion (ISSR), que se celebr¨® en el mismo escenario en julio de 2023. En aquella ocasi¨®n se plante¨® la misma intenci¨®n: entender y dar a entender c¨®mo las ciudades globales son testimonio del fracaso de las grandes instituciones religiosas y de la proliferaci¨®n de corrientes religiosas que desmienten la prevista separaci¨®n entre la esfera religiosa y la esfera secular, puesto que, bajo viejas y nuevas modalidades, se infiltran y determinan la vida de millones de seres humanos en el mundo urbanizado.
Parec¨ªa que el imperio de la Raz¨®n ilustrada deb¨ªa implicar el ocaso de los ¨ªdolos, la muerte de Dios, el desencanto del mundo..., y con lo que nos encontramos en las ciudades, adem¨¢s de confesiones ya conocidas, es una pluralidad de expresiones novedosas de lo sagrado
En el momento actual, agrupables bajo la nebulosa de la llamada Nueva Era, descendiente de la contracultura de los sesenta del siglo pasado, todas las ciudades conocen la proliferaci¨®n de cultos religiosos o pararreligiosos que renuncian a toda centralidad y que se expanden de manera acelerada. Nos encontramos con una amplia oferta religiosa, espiritual y de creencias que permite a la persona escoger de forma aut¨®noma las pr¨¢cticas y fes que adoptar¨¢ para su recomposici¨®n vivencial y subjetiva, y al mismo tiempo tambi¨¦n colectiva, del v¨ªnculo con lo sobrenatural.
Parec¨ªa que el imperio de la Raz¨®n ilustrada deb¨ªa implicar el ocaso de los ¨ªdolos, la muerte de Dios, el desencanto del mundo..., y con lo que nos encontramos a nuestro alrededor, en las ciudades, adem¨¢s de confesiones ya conocidas, es una pluralidad de expresiones novedosas de lo sagrado: iglesias sin templo; peregrinaciones y procesiones in¨¦ditas; santidades ciberespaciales; una enorme variedad y cantidad de esoterismos solemnes o caseros; cultos ancestrales recientes; dioses lejanos y saberes arc¨¢nicos desenterrados; devociones tecnol¨®gicas. Y un aut¨¦ntico mercado de experiencias de ¨¦xtasis, viajes m¨ªsticos, turismo espiritual, posesiones, augurios, milagros, apariciones, fen¨®menos paranormales o contactos con entidades espirituales que corren a cargo de videntes, m¨¦diums, or¨¢culos, chamanes, int¨¦rpretes de los astros, quiromantes, brujas, nuevos sacerdotes e iniciados varios.
Ese estallido de la relaci¨®n con lo eterno y absoluto puede manifestarse en forma de pr¨¢cticas tradicionales no olvidadas; camuflarse tras la pol¨ªtica, los grandes medios de comunicaci¨®n o el mundo del espect¨¢culo o el deporte; mezclarse con lenguajes cient¨ªficos; encajarse en el seno de religiones institucionalizadas (cristianismo e islam) que se regeneran y se segmentan en un repertorio en aumento de denominaciones y tendencias; adoptar formas rituales ex¨®ticas que irrumpen ¡ªa veces de manera problem¨¢tica¡ª de la mano de los nuevos flujos migratorios o de las modas. No arrecian, al contrario, se intensifican, contenciosos religiosos pasados: anticlericalismo, antisemitismo, islamofobia. Los viejos fanatismos religiosos contraatacan, pero, desbaratando el t¨®pico que asociaba derecha y religi¨®n. Ni siquiera una izquierda que se pretendi¨® laica puede mantenerse al margen de todo tipo de soteriolog¨ªas y terapias m¨ªsticas.
El precipitado final de esa yuxtaposici¨®n de fen¨®menos sociales, cambios culturales y nuevas ideolog¨ªas est¨¢ siendo la creciente informalidad en materia de piedad religiosa. A las religiones organizadas se le suma una multiplicaci¨®n de congregaciones, algunas sin culto ni dogma, as¨ª como de creyentes sin iglesia, l¨ªderes espirituales sin comunidad y espiritualidades sin sede. Ese es, en buena medida, el nuevo paisaje religioso de las metr¨®polis.
Y he ah¨ª que, lejos de haber aceptado su relegaci¨®n a la experiencia ¨ªntima, lo sobrenatural parece expandir su presencia y determina, directamente o de forma sutil, m¨²ltiples aspectos de la realidad social, pol¨ªtica y personal. Lejos de haber aceptado su exclusi¨®n o exilio de la vida en las calles, lo extraordinario encuentra en estos momentos la manera de hacerse ubicuo a trav¨¦s de liturgias, s¨ªmbolos y representaciones, o de irrumpir o dejarse visitar a trav¨¦s de distintos portales aleatorios y permeables que se abren en el d¨ªa a d¨ªa aqu¨ª y all¨¢. Cada vez m¨¢s proliferan las evidencias de que, en las ciudades, el m¨¢s all¨¢ est¨¢ aqu¨ª.
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