Un guante con sensores puede reducir las muertes de beb¨¦s en partos complicados

Cada a?o nacen muertos alrededor de dos millones de ni?os, seg¨²n la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS), el 84% en pa¨ªses de ingresos bajos y el 40% de los casos se produce por complicaciones en el parto. Para evitar algunos de estos problemas, un equipo de ingenieros y m¨¦dicos del University College de Londres (UCL) ha desarrollado un guante quir¨²rgico con sensores impresos para ayudar a los m¨¦dicos y a las matronas en partos dif¨ªciles y reducir as¨ª la mortalidad de los neonatos. El dispositivo permite detectar la posici¨®n del feto y la fuerza que se ejerce durante la palpaci¨®n. Su producci¨®n cuesta alrededor de un euro.

Carmen Salvadores (Le¨®n, 25 a?os), ingeniera mec¨¢nica y col¨ªder del proyecto, destaca que la parte m¨¢s cara son los propios guantes, ¡°algo que los hospitales ya adquieren de todas formas¡±. Uno de los puntos fuertes es ¡°la simplicidad de la manufacturaci¨®n¡±, que hace que los sensores funcionen con cualquiera de los materiales que se utilizan para fabricar los guantes quir¨²rgicos, por lo que no tienen que ser necesariamente de l¨¢tex, a?ade la investigadora.

Durante las pruebas colocaron un guante est¨¦ril encima del que ten¨ªa los sensores, para asegurarse de que se pod¨ªa usar con las condiciones de higiene y esterilizaci¨®n necesarias en los hospitales, y vieron que funcionaba exactamente igual. ¡°Siempre hemos querido que se adaptara perfectamente a lo que los m¨¦dicos hacen normalmente¡±, explica Salvadores, que realiza un doctorado en la UCL con una beca de la Fundaci¨®n La Caixa. Adem¨¢s, han hecho los sensores lo m¨¢s finos posible para aumentar la comodidad de su uso: ¡°El m¨¦dico siempre es capaz de sentir y hacer todo de la misma forma porque no lo nota, es como si no hubiera nada¡±.

El equipo, compuesto por m¨¦dicos e ingenieros, desarroll¨® prototipos de cabezas de fetos para poder comprobar la eficacia del dispositivo. Durante la palpaci¨®n, los sensores ayudan a identificar las fontanelas (las partes m¨¢s blandas de la cabeza del beb¨¦ que est¨¢n donde los huesos del cr¨¢neo todav¨ªa no se han unido). ¡°Cuando encuentre una, el m¨¦dico har¨ªa una examinaci¨®n vaginal alrededor y confirmar¨ªa con el guante si se trata de la parte anterior o posterior [de la cabeza] para poder orientarse¡±.

El guante con los sensores puede conectarse a un ordenador o a un tel¨¦fono m¨®vil con bluetooth. Este ¨²ltimo caso se ha pensado para los pa¨ªses con bajos ingresos, ¡°que quiz¨¢ no dispongan de los ordenadores o los sistemas de adquisici¨®n de datos necesarios¡±, cuenta la leonesa. Los ingenieros del equipo est¨¢n trabajando tambi¨¦n en un dispositivo peque?o que se coloca en la mu?eca como una pulsera para enviar los datos al tel¨¦fono m¨®vil.

Mientras se utiliza el guante, en la pantalla aparecen dos im¨¢genes: una muestra un diamante rojo (parte anterior de la cabeza) o un tri¨¢ngulo verde (parte posterior): ¡°En ese momento [los m¨¦dicos] tienen que estar pendientes de muchas cosas y nos dijeron que quer¨ªan algo muy simple para saber en qu¨¦ parte est¨¢n¡±. La otra imagen es un sem¨¢foro que indica la fuerza que est¨¢ ejerciendo el m¨¦dico en la exploraci¨®n y le alerta en caso de que se exceda. De la misma manera que distinguen las diferentes zonas en la cabeza del beb¨¦, estos sensores tambi¨¦n pueden detectar otras anomal¨ªas en la anatom¨ªa de la madre.

Actualmente, los hospitales disponen de m¨¢quinas de ultrasonido que se utilizan para orientar a los m¨¦dicos sobre la posici¨®n del beb¨¦ en el vientre de la madre, pero pueden darse ocasiones en las que no d¨¦ tiempo a buscar una o que no haya disponibles, desarrolla la investigadora. ¡°Era todo en torno a eso: c¨®mo poder dar una indicaci¨®n sobre la orientaci¨®n del beb¨¦ de manera r¨¢pida¡±.

Quer¨ªamos que fuera lo m¨¢s c¨®modo posible y les gustara a las pacientes

Carmen Salvadores, ingeniera mec¨¢nica en el WEISS Centre University College London

Durante todo el proceso de investigaci¨®n, han consultado y valorado las ideas de un grupo de madres que tuvieron partos complicados para saber si aceptar¨ªan el guante y c¨®mo preferir¨ªan el dise?o: ¡°Quer¨ªamos que fuera lo m¨¢s c¨®modo posible y les gustara a las pacientes¡±. Con el dispositivo pretenden mejorar la seguridad en los partos, pero tambi¨¦n la comodidad.

Estas mujeres se quejaron de que durante el parto les tuvieron que hacer numerosos ex¨¢menes vaginales para averiguar la posici¨®n del beb¨¦, con las molestias que eso conlleva. ¡°Siempre nos dec¨ªan que les gustar¨ªa que esto redujera el n¨²mero de examinaciones a la que tienen que someterse¡±, explica la ingeniera.

Los primeros resultados se pueden ver en un art¨ªculo publicado el pasado enero en la revista Frontiers. El guante se ha probado en 100 ocasiones y en todas fue completamente eficaz en la detecci¨®n de las fontanelas. Durante la palpaci¨®n, los sensores las detectan porque pasan de un tacto m¨¢s duro a otro m¨¢s suave, comenta la ingeniera.

[Los estudiantes de medicina] podr¨¢n practicar con personas porque, aunque se equivoquen, va a evitar que haya un error grave

Carmen Salvadores, ingeniera mec¨¢nica en el WEISS Centre University College London

Esta primera prueba la ha realizado la otra l¨ªder del proyecto, Shireen Jaufuraully, que es doctora en obstetricia. El siguiente paso, seg¨²n Salvadores, es que otros m¨¦dicos, con varios niveles de formaci¨®n, prueben el dispositivo en prototipos. ¡°Trabajaremos con estudiantes de medicina que nunca han hecho una examinaci¨®n vaginal, con matronas, con m¨¦dicos que acaban de terminar la carrera y con especialistas con mucha experiencia¡±, dice Salvadores.

El objetivo de esta variedad en los niveles de formaci¨®n es comprobar la utilidad del guante sensorizado en el ¡°entrenamiento¡± de los sanitarios. ¡°Cada uno tiene su percepci¨®n t¨¢ctil y es muy dif¨ªcil ense?ar a alguien c¨®mo evaluar una examinaci¨®n vaginal o cu¨¢nta fuerza ejercer¡±. Los investigadores creen que es uno de los usos del guante que m¨¢s impacto puede tener. Si funciona de manera eficaz en todos los ensayos, ¡°podr¨¢n practicar directamente con personas porque, aunque se equivoquen, va a evitar que haya un error grave¡±, concluye.

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