Miedo, hospitales abarrotados y opacidad en China por la covid
Epidemi¨®logos occidentales calculan que podr¨ªan producirse millones de muertes durante el invierno tras el fin abrupto de la pol¨ªtica de ¡®covid cero¡¯
Si un residente de Pek¨ªn se hubiese quedado dormido el ¨²ltimo fin de semana de noviembre y despertado el primero de diciembre, podr¨ªa pensar que durante su letargo lo hab¨ªan transportado a cualquier otro lugar del mundo donde ya hace tiempo que se gripaliz¨® la covid. ¡°Creo que de repente estoy viviendo en otro pa¨ªs¡±, comentaba el domingo 4 de diciembre un joven occidental, que no sale de China desde principios de 2020. Una semana antes, ¨¦l mismo hab¨ªa recibido el permiso para salir a la calle despu¨¦s de 11 d¨ªas encerrado en su edificio porque uno de sus vecinos hab¨ªa dado positivo. Ese domingo le comunicaban de su trabajo que varios compa?eros estaban contagiados, pero que pod¨ªan pasar la enfermedad en casa; el resto, deb¨ªa hacerse una prueba de ant¨ªgenos, que hasta esa misma jornada no se pod¨ªan adquirir por cuenta propia. Era el principio del fin de la r¨ªgida pol¨ªtica de covid cero, cuyo carpetazo oficial lleg¨® el 7 de diciembre despu¨¦s de una oleada de ins¨®litas protestas.
La abrupta salida de la estrategia que ha dictado la vida de 1.400 millones de personas ha provocado un tsunami de infecciones cuyas cifras son ya imposibles de rastrear: 248 millones de personas (un 18% de la poblaci¨®n) se habr¨ªan contagiado en los primeros 20 d¨ªas de diciembre, y se calcula que en un solo d¨ªa de esta semana podr¨ªa haber habido unos 37 millones de casos, seg¨²n trascendi¨® de una reuni¨®n a puerta cerrada de la Comisi¨®n Nacional de Salud, citada por Bloomberg. Sin embargo, China oficialmente solo ha comunicado una decena de muertes por covid en lo que va de mes; los epidemi¨®logos en el extranjero auguran un invierno negro, con millones de fallecidos, debido a la baja tasa de vacunaci¨®n de los grupos vulnerables y a la poca preparaci¨®n del sistema sanitario.
En cuesti¨®n de d¨ªas, se ha pasado de no conocer a nadie que hubiese contra¨ªdo la covid en China a que sea dif¨ªcil que alguien diga que a¨²n no se ha contagiado. Las publicaciones en el tabl¨®n de WeChat (similar al muro de Facebook) est¨¢n repletas de fotos de pruebas de ant¨ªgenos y de emoticonos de ovejas, porque positivo, en mandar¨ªn, suena igual que este animal (y¨¢ng).
Seg¨²n datos del Gobierno, la tasa de vacunaci¨®n del pa¨ªs supera el 90%, pero la de los adultos que han recibido la dosis de refuerzo desciende al 57,9% y cae al 42,3% en el caso de los mayores de 80 a?os. Los expertos afirman que se deben inyectar tres dosis de las vacunas chinas para que tengan una efectividad similar a las de ARN, las cuales no est¨¢n disponibles dentro del pa¨ªs. Aunque China cuenta con nueve vacunas aprobadas para su uso, ninguna ha sido actualizada para combatir la ¨®micron.
Las im¨¢genes que circulan de los hospitales son preocupantes: salas de espera abarrotadas, camas en los pasillos y ancianos recibiendo ox¨ªgeno a trav¨¦s de ventiladores, escenas que recuerdan a los peores momentos de la pandemia. Doctores y personal de funerarias con los que ha contactado EL PA?S afirman que la situaci¨®n es ¡°dif¨ªcil¡± y que los recursos de la capital est¨¢n contra las cuerdas.
El tanatorio del distrito pekin¨¦s de Tongzhou confirm¨® el jueves que est¨¢ cremando alrededor de 140 cad¨¢veres diarios, en comparaci¨®n con la media habitual de 40. En reportajes de la cadena nacional CCTV se alerta de que el n¨²mero de ingresos en Pek¨ªn est¨¢ siendo hasta cuatro veces mayor de lo habitual y que las cl¨ªnicas de fiebre est¨¢n trabajando a su m¨¢xima capacidad.
Despu¨¦s de tres a?os en los que la vida cotidiana ha estado dictada por los controles impuestos por el Estado, y durante los cuales la propaganda se ha dedicado a infundir miedo a contraer la enfermedad, la brusquedad con la que se han eliminado las medidas de protecci¨®n ha provocado confusi¨®n entre muchos ciudadanos. De estar obligados a escanear el c¨®digo de salud para acceder a cualquier lugar, a mostrar una PCR negativa para tomar el transporte p¨²blico o comprar en el supermercado e, incluso, a reportar la temperatura corporal y si se ten¨ªan s¨ªntomas, se ha pasado a que se promueva que ¡°cada uno sea responsable de su propia salud¡±. Algunas grandes ciudades, como Chongqing, permiten hasta que se acuda a trabajar contagiado.
Un miembro de un comit¨¦ vecinal de Pek¨ªn, que prefiere hablar desde el anonimato, considera que la pol¨ªtica ¡°cambi¨® inesperadamente r¨¢pido¡± y que les ¡°pill¨® con la guardia baja¡±. Desde el estallido de la pandemia, estos jefes del barrio han sido los encargados de ¡°velar por la salud¡± de los residentes, llegando a aplicar los protocolos con m¨¢s diligencia que las autoridades. ¡°Tuvimos que cambiar todos los planes apresuradamente, no est¨¢bamos preparados para una reapertura y lanzar a la gente a enfrentarse a la ¨®micron¡±, confiesa. Ahora cuestiona los efectos adversos que el cambio puede acarrear: ¡°En grupos de WeChat en los que la gente est¨¢ celebrando el fin de las restricciones hay quienes aseguran que han perdido familiares en los ¨²ltimos d¨ªas, lo que est¨¢ generando p¨¢nico¡±.
¡°Mi hijo me ha dicho que no salga hasta que pase este per¨ªodo de infecci¨®n, que no se me ocurra ir al hospital, que ¨¦l me traer¨¢ medicinas¡±, cuenta a este peri¨®dico la se?ora Liu, de 70 a?os, que est¨¢ vacunada con las tres dosis. Al igual que el hijo de Liu, Lin y su marido, ambos doctores, han pedido a sus padres que guarden cuarentena hasta que disminuyan los contagios. ¡°En cuanto empezaron a llegar m¨¢s pacientes decidimos que lo mejor era que mis suegros [viven en la misma casa] se fueran con mi madre, para que estuviesen a salvo¡±, cuenta esta cirujana. ¡°Mi esposo fue el primero en tener s¨ªntomas, y a los pocos d¨ªas nos contagiamos la ni?a y yo. Ella lo ha pasado bien, pero nosotros hemos tenido fiebre alta y la garganta como una cuchilla de afeitar. Nos hemos reincorporado en cuanto hemos podido; hacemos falta¡±, comparte Lin.
El epidemi¨®logo Wu Zunyou ha pronosticado tres olas de covid para este invierno. La actual se limitar¨¢ principalmente a las grandes ciudades, mientras que las otras dos llegar¨¢n a las zonas rurales a causa de los desplazamientos por el A?o Nuevo chino. L¨¹ Dewen, soci¨®loga de la Universidad de Wuhan, advierte que el sistema de salud de localidades remotas estar¨¢ en riesgo de colapsar debido a la limitaci¨®n de sus recursos.
Cerrojazo informativo
La reci¨¦n extinguida pol¨ªtica de covid cero permiti¨® al gigante asi¨¢tico registrar cifras m¨ªnimas de infecciones y decesos mientras otros pa¨ªses recib¨ªan la tremenda embestida del virus en 2020 y 2021. Oficialmente, China, un pa¨ªs de 1.400 millones de habitantes, ha contabilizado 5.241 muertes desde el estallido de la pandemia en 2020 y solamente siete desde que flexibiliz¨® las medidas el 7 de diciembre. En Espa?a, con una poblaci¨®n de 47 millones, hubo 40.000 muertos por covid solo en 2021. No obstante, Airfinity, una organizaci¨®n que analiza datos sanitarios, calcula que unas 5.000 personas est¨¢n muriendo a diario en China y que el n¨²mero de contagios podr¨ªa estar superando el mill¨®n. Esta empresa brit¨¢nica calcula que el total de fallecidos durante esta ola podr¨ªa ascender a entre 1,3 y 2,1 millones.
En un intento de acallar los crecientes rumores de que el pa¨ªs no est¨¢ siendo transparente, las autoridades sanitarias comunicaron el martes que la metodolog¨ªa que se sigue es contar tan solo aquellas muertes que se deban a neumon¨ªas y fallos respiratorios como causa primaria, pero no a otras enfermedades del paciente agravadas por el coronavirus. El cambio de criterio se ha realizado en base a que ¡°¨®micron tiene menos probabilidades de causar otros s¨ªntomas mortales¡±, seg¨²n Wang Guiqiang, jefe del departamento de enfermedades infecciosas del Primer Hospital de la Universidad de Pek¨ªn.
Este nuevo enfoque est¨¢ siendo profundamente cuestionado, puesto que pasa por alto otro tipo de complicaciones potencialmente letales de la covid-19, desde co¨¢gulos hasta infartos de miocardio, as¨ª como sepsis e insuficiencia renal. ¡°No tiene sentido aplicar esta mentalidad de marzo de 2020, cuando se cre¨ªa que solo la neumon¨ªa por covid pod¨ªa matarte¡±, apunta Benjamin Mazer, profesor adjunto de Patolog¨ªa de la Universidad Johns Hopkins, citado por Reuters.
La Organizaci¨®n Mundial de la Salud tambi¨¦n ha transmitido sus inquietudes sobre la situaci¨®n real. El jueves, la agencia de la ONU afirm¨® que no ha recibido datos sobre nuevas hospitalizaciones por covid-19 desde que Pek¨ªn recul¨® en su estrategia, y pidi¨® m¨¢s informaci¨®n sobre la severidad de la enfermedad, el n¨²mero de ingresos y las condiciones de las UCI para poder realizar una evaluaci¨®n exhaustiva.
Desde principios de diciembre, los funcionarios chinos y los medios estatales se han esforzado por minimizar los riesgos del virus y tranquilizar a la poblaci¨®n de que el giro de guion se ha hecho ¡°en base a la ciencia¡±. El principal argumento que esgrimen es que las medidas draconianas con las que China se ha aislado del resto del mundo le han permitido ganar un tiempo muy valioso para salvar vidas. Sin embargo, la flexibilizaci¨®n se ha producido en pleno invierno, cuando las infecciones v¨ªricas y respiratorias suelen alcanzar su punto ¨¢lgido, y en medio de la que ya era la peor ola registrada hasta la fecha.
Analistas internacionales critican que Pek¨ªn, obcecado en la erradicaci¨®n del virus, ha malgastado millones de d¨®lares en realizar campa?as de pruebas masivas y construir centros de cuarentena, en lugar de mejorar su sistema sanitario y vacunar a los grupos vulnerables.
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