De la dictadura ¨²nica de la delgadez al modelo ¡®frankenstein¡¯: abdominales de acero, culo Kardashian, b¨®tox facial
En las ¨²ltimas tres d¨¦cadas los c¨¢nones de belleza se han multiplicado y, a la vez, se intentan contrarrestar a trav¨¦s de movimientos como el antigordofobia o el feminismo. La presi¨®n por cumplir con los estereotipos son un problema social con consecuencias para la salud f¨ªsica y mental de las mujeres
En algo m¨¢s de un cuarto de hora pasando im¨¢genes y v¨ªdeos en Instagram y TikTok aparece, casi irremediablemente si eres una mujer, un contenido que se repite: mensajes sobre el cuerpo y la belleza femenina, anuncios de c¨®mo ser o parecer joven, publicidad para adelgazar en 15 d¨ªas.
¡°Antes (127 kilos), ahora (76 kilos)¡±. Foto editada, foto posada, foto real. ¡°Ellos piensan que tengo 25 pero tengo 44, secreto: es yoga facial¡±. ¡°Pas¨¦ a?os con una dieta de 1.000 calor¨ªas, spoiler: no merece la pena¡±. ¡°No hace falta cirug¨ªa si aprendes a maquillarte as¨ª¡±. ¡°Sigue este detox de cortisol de 19 d¨ªas para perder 11 kilos¡±. ¡°Lo que nadie te dice: tener abdominales marcadas implica abandonar gran parte de tu vida¡±. ¡°Secreto infalible para un abdomen plano despu¨¦s de los 40¡å.
El bombardeo es infinito y va intensific¨¢ndose. En las ¨²ltimas tres d¨¦cadas las mujeres han pasado de tener la presi¨®n para cumplir con un ¨²nico canon ¡ªla delgadez¡ª a ver c¨®mo ese ideal de belleza se multiplica y, a la vez, surgen movimientos que intentan contrarrestar esas imposiciones est¨¦ticas: de parecer alfileres a la aceptaci¨®n de lo curvy; brazos, espaldas y vientres marcados a base de rutinas en gimnasio; las proporciones de los imposibles cuerpos Kardashian; o mirar y construir cara y cuerpo seg¨²n la temporada, con cirug¨ªa, maquillaje o ropa espec¨ªfica.
Una suerte de fragmentaci¨®n no solo de ideales de belleza sino del propio cuerpo de la que habla el ¨²ltimo informe del Instituto de las Mujeres ¡ªMujeres j¨®venes y trastornos de la conducta alimentaria. Impacto de los roles y estereotipos de g¨¦nero¡ª recogiendo el an¨¢lisis que la ensayista francesa Mona Chollet hizo ya en 2012 sobre los cuerpos frankenstein. Explicaba de la importancia que las clientas de cirug¨ªa est¨¦tica le dan por separado a pechos, vientre, nariz o muslos y que es extrapolable tambi¨¦n a aquellas que no pasan por quir¨®fano.
Esa separaci¨®n, dec¨ªa Chollet, ¡°sugiere que en su mente cada parte de su propio cuerpo se ha vuelto aut¨®noma. Se ven a s¨ª mismas como un simple ensamblaje de diferentes partes, inconexas entre s¨ª; y cada una de estas partes es perfecta, so pena de arruinar el valor del conjunto. Nos recuerdan al monstruo hecho de piezas de distinta procedencia que crea el doctor Frankestein, donde solo existen seres por agregaci¨®n, no hay seres siquiera reales¡± .
¡°El hambre. La insaciedad. La saciedad moment¨¢nea. El vac¨ªo. El hueco que se queda dentro. El dolor. El castigo. La culpa¡±, dice Rosi Di¨®genes hoy, con 45 a?os, sobre sus 18.
Estaba en ¡°tratamiento pl¨¢stico para reducir la grasa y la celulitis¡± de muslos, nalgas y est¨®mago: ¡°Una t¨¦cnica no invasiva porque no conllevaba quir¨®fano, pero s¨ª inyecciones dos veces a la semana. Y una dieta est¨²pida que era abstenerme de comer durante todo el d¨ªa y solo cenar. Ni la dieta la cumpl¨ª, ni el tratamiento funcion¨®¡±. Fue la ¨²ltima dieta que hizo y, tras esa, engord¨® 25 kilos en tres meses. Una amiga con la que atraves¨® aquello ¡°padeci¨® bulimia, eventualmente anorexia y, luego de perder muchos muchos kilos, se qued¨® con un muy buen cacao en la tiroides de por vida¡±.
Mar¨ªa Calado, psic¨®loga, otra de las expertas cuyo an¨¢lisis recoge esa investigaci¨®n del Instituto, explica en el estudio c¨®mo se ha instaurado el mensaje de que el cuerpo se puede esculpir o modelar, lo que es una ¡°idea falsa de control del cuerpo¡± porque no siempre es ¡°accesible alcanzar el ideal corporal, incluido el peso¡±, lo que produce no solo ¡°culpabilizaci¨®n por parte de la sociedad¡±, sino tambi¨¦n ¡°autoculpabilizaci¨®n¡± en las que no lo alcanzan por peso, raza o edad.
El paso de lo anal¨®gico a lo digital, la expansi¨®n de la conectividad y las redes sociales han abierto a¨²n m¨¢s la puerta a un tsunami de ideales est¨¦ticos que van cambiando cada poco, se solapan, pueden ser contradictorios y a veces, muchas, son no solo irreales sino inalcanzables. ¡°?Te acuerdas de este contouring? No lo hagas m¨¢s, es del oto?o pasado. Antes afin¨¢bamos aqu¨ª, ahora lo hacemos aqu¨ª, es m¨¢s natural¡±, explica una mujer en su cuenta de consejos en Instagram sobre cu¨¢nto y c¨®mo hay que afinar la nariz.
Seg¨²n el estudio del Instituto, ¡°los medios de comunicaci¨®n, las redes sociales y la industria audiovisual desempe?an un papel crucial como medios de difusi¨®n de los estereotipos de g¨¦nero y, en particular, de los ideales corporales de las mujeres¡± que afectan sobre todo a las m¨¢s j¨®venes. Recuerda tambi¨¦n ese informe que hay movimientos y organizaciones contra esa marea de nuevos y cambiantes mandatos sociales en torno a la belleza: ¡°El revulsivo que ha permitido comenzar a reclamar cambios sociales viene de la mano del potente movimiento antigordofobia y del feminismo, que han descrito las situaciones de opresi¨®n y discriminaci¨®n cotidianas con las que han tenido que convivir¡±.
En 1992, Naomi Wolf describi¨® en El mito de la belleza como esta es un ¡°arma pol¨ªtica contra el avance de las mujeres¡±, ya que ¡°al mismo tiempo que las mujeres se libraban de la m¨ªstica femenina de la domesticidad, el mito de la belleza ocupaba el terreno perdido y ocupaba el relevo en esa funci¨®n de control social¡±. Fue en ese texto donde escribi¨® que ¡°la dieta el sedante pol¨ªtico m¨¢s potente de la historia de las mujeres¡±.
En 2024, Elena, de 31 a?os, coge el tel¨¦fono desde una playa del levante espa?ol: ¡°?Eso de elige tu propia aventura? Es elige tu propia dictadura. Adelgaza, ahora ponte dura, ten abdominales de acero, ahora un poco de barriguita est¨¢ bien, abraza tu cuerpo tal y como es, pero aprende a posar para parecer que est¨¢s m¨¢s buena, y aprende a maquillarte para parecer otra, pero s¨¦ t¨². Esta nariz hoy, estos p¨®mulos ma?ana, estos labios por la ma?ana y estos por la noche. Haz, deja de hacer, ac¨¦ptate pero yo te acepto solo como yo quiero que seas. Eso s¨ª, todav¨ªa manda sobre todo lo de no seas gorda¡±.
El peso est¨¢ desde hace d¨¦cadas en el centro de la diana. ¡°Pesocentrismo¡± denomina el estudio a la fijaci¨®n social con los kilos. La Federaci¨®n Mundial de la Obesidad (FMO) ha creado recientemente un grupo de trabajo internacional ¡°para acabar con el estigma del peso, incluyendo tambi¨¦n la necesidad de esfuerzos legislativos y enfoques pol¨ªticos¡±, adem¨¢s de la invisibilizaci¨®n de los condicionantes externos; algo que estudia un equipo dentro de esa organizaci¨®n, c¨®mo se ¡°pasan por alto las barreras interseccionales adicionales que las mujeres de poblaciones vulnerables y marginadas pueden experimentar en todo el mundo: limitaciones socioecon¨®micas, timidez relacionada con la actividad f¨ªsica y falta de espacios seguros para la actividad f¨ªsica o entornos alimentarios hostiles a la promoci¨®n de la salud, como los ultraprocesados¡±.
En ese sentido, el informe del Instituto concluye en l¨ªneas con los an¨¢lisis de los ¨²ltimos a?os, que ¡°lo que impacta de forma m¨¢s importante en la salud de las personas es la pobreza, la discriminaci¨®n, la desigualdad, el poco acceso a servicios de salud de calidad o la falta de oportunidades¡±.
Candela, que estuvo ¡°a punto de desaparecer¡±, ahora pesa 65 y tiene 34 a?os: ¡°Hace 15 pesaba 20 kilos menos. Le ped¨ªa a mi madre que me comprara comida sana, yo quer¨ªa verduras y pescado hervido, pero con los que ¨¦ramos en casa lo que compraba eran legumbres, patatas, arroz. No estaba la cosa para comprar dorada y br¨®coli todos los d¨ªas¡±. Tuvo anorexia y, despu¨¦s, bulimia.
Tras la pandemia, las cifras de estos dos trastornos de la alimentaci¨®n han crecido y han pasado de suponer un 5% entre la poblaci¨®n femenina a estar entre un 8% y un 10%. Los datos no son sin embargo fiables, en Espa?a solo hay cifras de unidades espec¨ªficas en hospitales, pero de ninguna otra atenci¨®n m¨¦dica p¨²blica o privada. ¡°No se cuenta con informaci¨®n suficiente para conocer el verdadero alcance del problema¡±, afirma el estudio del Instituto que reclama, tambi¨¦n, ¡°un marco para estas violencias sutiles, dif¨ªciles de detectar, con las que conviven d¨ªa a d¨ªa las mujeres¡±. Los mandatos sociales, el empuje hacia un ideal de belleza, sea cual sea, para distintos organismos y el movimiento feminista son parte de la violencia que sufren las mujeres en todo el mundo.
Clara Asensio env¨ªa parte de su diario de los 15 a?os. Era 2009. Al leer hay un ¡°voy a dejar de comer tanto¡±, un ¡°estoy muy mal¡±.
¡°Era el resultado de a?os y a?os de comparaciones, l¨¢grimas frente a la imagen que me devolv¨ªa el espejo, comentarios aparentemente ¡°bienintencionados¡± pero no pedidos de personas de mi entorno, horas y horas prob¨¢ndome ropa que disimulara X o Y (que siempre acababan en llanto, claro), el estr¨¦s que sufr¨ªa en verano ante la idea de ponerme un bikini, las mil y una virguer¨ªas para taparme cuando estaba en la piscina. Todas esas obsesiones que para las mujeres son universales¡±, dice ahora.
La nutricionista Raquel Lobat¨®n habla en el informe de ¡°jerarqu¨ªas corporales¡± en funci¨®n de cu¨¢nto se acercan ¡°al cuerpo normativo, considerando que existen cuerpos mejores que otros en funci¨®n de su peso¡±. ¡°Diariamente las mujeres conviven con representaciones sexistas que muestran la asimetr¨ªa en funci¨®n del g¨¦nero. Sin embargo, estas im¨¢genes sutiles no suelen ser objeto de reflexi¨®n ni de comportamientos cr¨ªticos ni individuales ni sociales. Se viven con normalidad (se naturalizan socialmente) y se asumen (se interiorizan individualmente)¡±.
Pero, ?qu¨¦ se interioriza? Depende.
¡°Yo soy un buen ejemplo de la locura esta¡±, dice Gloria. ¡°La locura¡± es ese depende que son los m¨²ltiples inputs sobre belleza a lo largo de los ¨²ltimos a?os. Gloria tiene ahora 39, fue bul¨ªmica a los 16, ¡°nunca escu¨¢lida¡±, despu¨¦s engord¨® ¡°unos cuantos kilos¡±. ¡°Me empez¨® a gustar mi cuerpo, no gordo, pero s¨ª con su michel¨ªn al sentarme y esas cosas. Cuando estaba llegando a los 30 empec¨¦ a correr y adelgac¨¦, me apunt¨¦ con un amigo al gimnasio, empec¨¦ a definir los m¨²sculos y acab¨¦ otra vez obsesionada, no con la gordura sino con estar fibrada. He llegado a estar meses sin permitirme nada, ni un trozo de chocolate ni una copa de vino¡±, explica. Y a?ade tambi¨¦n que lleva meses ¡°siendo m¨¢s flexible, porque eso al final, tampoco es vivir¡±.
Seg¨²n el an¨¢lisis del Instituto ¡°los mensajes van cambiando al mismo tiempo que los modelos sociales ideales, proporcionando indicaciones de c¨®mo obtener el cuerpo anhelado. Se producen mensajes falsos y se desinforma¡± cuando, por ejemplo, se prometen resultados que f¨ªsicamente son imposibles.
El documento pone ejemplos: entre las influencers ¡°se observa falta de diversidad corporal con mujeres que presentan cuerpos excesivamente delgados¡±, y los glow ups [las im¨¢genes de antes y despu¨¦s de adelgazar] ¡°asocian p¨¦rdida de peso con ¨¦xito, salud, disciplina o ¡°ser tu mejor versi¨®n¡±, pero no muestran lo que implic¨® llegar a eso, las conductas alimentarias de riesgo presentes, el fracaso de las dietas a corto o largo plazo y la mentalidad de dieta que afecta a la salud mental¡±.
El universo en redes del entrenamiento puede dividirse f¨¢cilmente en dos. Las coach que prometen s¨ª o s¨ª un cuerpo que pareciera haberse cincelado y las que optan por el discurso ¡°real¡±. Molly Ava tiene m¨¢s de medio mill¨®n de seguidores en Instagram y parte de sus fotos son ella sin filtros, sin posar y sin respirar hondo para no aparezca su barriga. ¡°Mi cuerpo en bikini se ve hermoso bajo el sol. Recuerda, ?no necesitas tener un determinado tama?o o forma ni nada para sentirte segura en tu cuerpo este verano!¡±, escribi¨® en el texto que acompa?a a la foto. Como ella, hay cada vez m¨¢s entrenadoras que han desterrado de sus discursos esos ¡°si quieres, puedes¡± que son muchas veces imposibles y que se dificultan a¨²n m¨¢s seg¨²n se cumplen a?os.
La escritora y profesora de universidad ya retirada Anna Freixas, autora del libro Yo, vieja, siempre repite el ¡°horrible sufrimiento psicol¨®gico¡± que supone intentar tener la apariencia de alguien m¨¢s joven: ¡°Nuestro cuerpo es un campo de batalla. Lo maltratamos, lo disciplinamos, lo torturamos y todo esto, lo malo de todo esto, es que como es algo inalcanzable, siempre estamos a disgusto, siempre estamos enfadadas, tristes y sentimos ira y verg¨¹enza con nuestro cuerpo¡±.
Adriana Sebasti¨¢n a veces mira hacia atr¨¢s y se ve a los 17: ¡°Pensando que mi cuerpo era un enorme barril y en realidad era un saquito de huesos, vomitando cada d¨ªa despu¨¦s de comer como una burra, y sintiendo la culpa por todo. Me ha costado mucho, tengo 43 a?os y tambi¨¦n pas¨¦ por terapia, pero hoy soy amiga m¨ªa. La psic¨®loga me ayud¨® con la ansiedad pero el feminismo me ense?¨® a quererme, con mis curvas, mis kilos y ahora con mis arrugas y manchas. Me ha ense?ado a sacar la fuerza que tengo dentro y a no mirarme en los ojos de los dem¨¢s, ni hombres ni mujeres¡±.
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