La clave de las elecciones del 9 de junio ser¨¢ qu¨¦ derecha europea tendremos. ?Ser¨¢ merkeliana, archiconservadora pero respetuosa con los diablos del armario o responder¨¢ a los deseos de Weber, Feij¨®o y otros liberalones dispuestos a sacar tajada?
La estrategia ultra se basa en la creaci¨®n de poderosas narrativas mediante cadenas de asociaci¨®n ling¨¹¨ªstica, sembrando palabras que condensan nuestros temores para convertirlas en obsesiones
Miedo, caos, inseguridad, antisemitismo. Las palabras oscuras inundan el paisaje social para generar un estado de p¨¢nico colectivo y obligarnos a dejar de mirar lo que debemos mirar
La denuncia de una asociaci¨®n de m¨¢s de 2.500 mujeres contra el Estado suizo supone una hist¨®rica extensi¨®n de los derechos humanos a la cuesti¨®n medioambiental
Mientras todo lo que representa Europa se debilita (nuestros valores, hegemon¨ªa e influencia) avanzamos hacia una mayor integraci¨®n desde la necesidad de una pol¨ªtica exterior y de defensa comunes
Las noticias falsas suceden porque las instituciones cuyo trabajo era decir la verdad ya no lo hacen. La posverdad no se soluciona con el ¡®fact-checking¡¯
La autora trata de diferenciar a un progresismo aut¨¦ntico heredero de los valores ilustrados de una corriente a su juicio abandonada a los excesos de la pol¨ªtica de la identidad
Los pol¨ªticos han dejado de representar ideas, programas o intereses: solo cuenta su propia persona. Las narrativas populistas nos hacen cerrar filas frente a la cruzada que dicen sufrir
Tener el derecho a decidir si abortamos o no implica poder decidir plenamente sobre lo que nos ocurre, poder decir abiertamente lo que necesitamos. Elegir hablar
La pel¨ªcula de Greta Gerwig ilumina los feminismos del pasado y del presente, denunciando la brecha existente entre una idea estereotipada del empoderamiento de la mujer y la perennidad de las realidades patriarcales
Abriendo el debate de llevar o no soldados a Ucrania podremos saber hasta d¨®nde estamos dispuestos a llegar para evitar que Putin gane y d¨®nde trazamos la l¨ªnea roja
Da hasta pudor tener que explicarlo: el v¨ªnculo entre la ciudadan¨ªa y nuestros representantes p¨²blicos se basa en la rendici¨®n de cuentas, y el precio debe ser mayor seg¨²n el grado del quebranto moral producido
Necesitamos l¨ªderes que crean que podemos estar a la altura de esta idea filos¨®fica, la de una sociedad que interact¨²a de forma humana y racional y lo proyecta a sus instituciones
Por arte de birlibirloque, todo el campo pol¨ªtico europeo ha girado a la derecha con el riesgo de que, para satisfacer las demandas de los agricultores, se socave o paralice la agenda verde
?Se equivoca Borrell con la vehemencia de su narrativa? Yo dir¨ªa que no, al menos si pensamos que la fuerza de Europa est¨¢ en contar las verdades del barquero
La lucha contra el mal absoluto exige que todos tomemos partido y, en su lado del tablero, los intereses de Trump se identifican con los de Am¨¦rica cuando la ¨²nica forma de acceder al juicio pol¨ªtico de la ciudadan¨ªa es la pura identidad
Mientras el Gobierno se autoerige como l¨ªder del bloque de contenci¨®n de la ultraderecha en Europa, uno de sus principales apoyos parlamentarios le cuela un gol poniendo el acento en el eje identitario
Lo m¨¢s honorable de la despedida de la responsable de Harvard ha sido su defensa de la Universidad como un espacio independiente donde el valor y la raz¨®n se unen para hacer avanzar la verdad
Presentar la realidad pol¨ªtica como el resultado de una fosilizaci¨®n de bloques con universos electorales encerrados en burbujas es hablar de lo que sucede como el fruto de una cat¨¢strofe natural, eludiendo nuestra responsabilidad
El discurso occidental de los derechos humanos choca con su apoyo a Israel en la guerra de Gaza. Mientras, la arquitectura de paz que naci¨® tras la II Guerra Mundial hace agua
Ahora que percibimos una Uni¨®n en declive corremos el peligro de consolarnos con afirmaciones supremacistas, como ha sucedido en Francia con la nueva ley de inmigraci¨®n
La jurista Catharine MacKinnon propone un salto a lo estructural: frente al paradigma liberal del consentimiento, donde todo se subjetiviza, reclama regresar al paradigma de la igualdad, porque las desigualdades s¨ª son hechos objetivables
Espa?a vive un momento donde se est¨¢n violentando las costuras de nuestra democracia liberal, pero tambi¨¦n asiste a una oportunidad para activar de una vez la agenda de regeneraci¨®n institucional
Mientras los morados deciden si colaboran o van a la confrontaci¨®n con Sumar, parece imperar la voluntad de quedarse atados para siempre a Pablo Iglesias
Judith Butler ha experimentado el efecto del discurso que ve antisemitismo por doquier y que busca acallar la opini¨®n libre. ?En qu¨¦ momento hemos mezclado la cr¨ªtica a Israel con el odio a los jud¨ªos?
La sensaci¨®n que queda tras el debate de investidura es que tenemos a dos derechas hipernacionalistas que se retroalimentan desde sus respectivas atalayas
Ahora que sabemos que la ley de amnist¨ªa tiene una pulcra argumentaci¨®n jur¨ªdica, S¨¢nchez debe explicar su proyecto en el Parlamento con luz y taqu¨ªgrafos
Me pregunto en qu¨¦ consiste exactamente eso que llamamos plurinacionalidad, si es compatible con la idea de inter¨¦s com¨²n o, por el contrario, vamos hacia un mosaico de regiones y nacionalidades
El pacto entre el PSOE y Junts carece de una visi¨®n estrat¨¦gica de futuro para combatir un marco soberanista que pide la adhesi¨®n incondicional a una identidad fosilizada
La responsabilidad nos proyecta hacia el futuro mientras que el lamento del vicecanciller alem¨¢n -quien dec¨ªa que la fundaci¨®n de Israel ¡°fue una promesa de protecci¨®n a los jud¨ªos, y Alemania est¨¢ obligada a garantizar que se cumpla¡±- participa de ese lenguaje de la inculpaci¨®n tan proclive al ensimismamiento y la actitud defensiva