Macron en la ciudadela
Mientras el mundo libre contempla comiendo palomitas la descomposici¨®n de la derecha, el presidente franc¨¦s ha tenido la ocurrencia de disolver para aclarar el panorama
Mientras el mundo libre contempla comiendo palomitas la descomposici¨®n de la derecha, el presidente franc¨¦s ha tenido la ocurrencia de disolver para aclarar el panorama
El rechazo a la rigidez de los partidos de la pol¨ªtica posmoderna llev¨® a la ya excoordinadora de Sumar a formar una plataforma sin apenas fuerza para el activismo pol¨ªtico
Los ultras ya no quieren acabar con la Uni¨®n Europea, sino usarla para sus fines, con un discurso com¨²n contra la migraci¨®n que condiciona al resto de partidos
Existe un modelo llamado federalismo que no es la pura dispersi¨®n del poder: se basa en la conexi¨®n entre derechos y democracia.
La democracia estadounidense experimenta hoy una suerte de cataclismo en sus dos grandes partidos. La grieta beneficia a los demagogos y permite fen¨®menos como MAGA
La cantante rein¨® en Madrid con un espect¨¢culo arrollador, a ratos hortera como el algod¨®n de az¨²car, pero siempre intenso y avasallador, y nos hizo a todas cabalgar sobre el viento musical
La clave de las elecciones del 9 de junio ser¨¢ qu¨¦ derecha europea tendremos. ?Ser¨¢ merkeliana, archiconservadora pero respetuosa con los diablos del armario o responder¨¢ a los deseos de Weber, Feij¨®o y otros liberalones dispuestos a sacar tajada?
Vivimos tiempos de luchas identitarias por el simple temor a que la gente pueda elegir libremente lo que quiere ser
La estrategia ultra se basa en la creaci¨®n de poderosas narrativas mediante cadenas de asociaci¨®n ling¨¹¨ªstica, sembrando palabras que condensan nuestros temores para convertirlas en obsesiones
Miedo, caos, inseguridad, antisemitismo. Las palabras oscuras inundan el paisaje social para generar un estado de p¨¢nico colectivo y obligarnos a dejar de mirar lo que debemos mirar
Agarrarse a la emocionalidad y salir indemne es un privilegio masculino
La lucha por la democracia lo es tambi¨¦n por la autonom¨ªa de cada uno de sus espacios
Debemos estar atentos a la memoria del terrorismo de ETA para no deformar su significado
La denuncia de una asociaci¨®n de m¨¢s de 2.500 mujeres contra el Estado suizo supone una hist¨®rica extensi¨®n de los derechos humanos a la cuesti¨®n medioambiental
Mientras todo lo que representa Europa se debilita (nuestros valores, hegemon¨ªa e influencia) avanzamos hacia una mayor integraci¨®n desde la necesidad de una pol¨ªtica exterior y de defensa comunes
Las noticias falsas suceden porque las instituciones cuyo trabajo era decir la verdad ya no lo hacen. La posverdad no se soluciona con el ¡®fact-checking¡¯
La autora trata de diferenciar a un progresismo aut¨¦ntico heredero de los valores ilustrados de una corriente a su juicio abandonada a los excesos de la pol¨ªtica de la identidad
Las dos pensadoras, ambas de origen jud¨ªo, chocan por las alusiones de Judith Butler a Ham¨¢s como parte de un movimiento de resistencia armada
Si la derrota del ¡®expresident¡¯ es dura, se lo cobrar¨¢ a La Moncloa con inquina
Los pol¨ªticos han dejado de representar ideas, programas o intereses: solo cuenta su propia persona. Las narrativas populistas nos hacen cerrar filas frente a la cruzada que dicen sufrir
Tener el derecho a decidir si abortamos o no implica poder decidir plenamente sobre lo que nos ocurre, poder decir abiertamente lo que necesitamos. Elegir hablar
La pel¨ªcula de Greta Gerwig ilumina los feminismos del pasado y del presente, denunciando la brecha existente entre una idea estereotipada del empoderamiento de la mujer y la perennidad de las realidades patriarcales
Abriendo el debate de llevar o no soldados a Ucrania podremos saber hasta d¨®nde estamos dispuestos a llegar para evitar que Putin gane y d¨®nde trazamos la l¨ªnea roja
Da hasta pudor tener que explicarlo: el v¨ªnculo entre la ciudadan¨ªa y nuestros representantes p¨²blicos se basa en la rendici¨®n de cuentas, y el precio debe ser mayor seg¨²n el grado del quebranto moral producido
Necesitamos l¨ªderes que crean que podemos estar a la altura de esta idea filos¨®fica, la de una sociedad que interact¨²a de forma humana y racional y lo proyecta a sus instituciones
Hay demasiada gente deseando permanecer en el pasado, y quiz¨¢ por eso la izquierda haya renunciado a un verdadero discurso de progreso
Por arte de birlibirloque, todo el campo pol¨ªtico europeo ha girado a la derecha con el riesgo de que, para satisfacer las demandas de los agricultores, se socave o paralice la agenda verde
?Se equivoca Borrell con la vehemencia de su narrativa? Yo dir¨ªa que no, al menos si pensamos que la fuerza de Europa est¨¢ en contar las verdades del barquero
La lucha contra el mal absoluto exige que todos tomemos partido y, en su lado del tablero, los intereses de Trump se identifican con los de Am¨¦rica cuando la ¨²nica forma de acceder al juicio pol¨ªtico de la ciudadan¨ªa es la pura identidad
Mientras el Gobierno se autoerige como l¨ªder del bloque de contenci¨®n de la ultraderecha en Europa, uno de sus principales apoyos parlamentarios le cuela un gol poniendo el acento en el eje identitario
Lo m¨¢s honorable de la despedida de la responsable de Harvard ha sido su defensa de la Universidad como un espacio independiente donde el valor y la raz¨®n se unen para hacer avanzar la verdad
Presentar la realidad pol¨ªtica como el resultado de una fosilizaci¨®n de bloques con universos electorales encerrados en burbujas es hablar de lo que sucede como el fruto de una cat¨¢strofe natural, eludiendo nuestra responsabilidad
El discurso occidental de los derechos humanos choca con su apoyo a Israel en la guerra de Gaza. Mientras, la arquitectura de paz que naci¨® tras la II Guerra Mundial hace agua
Ahora que percibimos una Uni¨®n en declive corremos el peligro de consolarnos con afirmaciones supremacistas, como ha sucedido en Francia con la nueva ley de inmigraci¨®n
La jurista Catharine MacKinnon propone un salto a lo estructural: frente al paradigma liberal del consentimiento, donde todo se subjetiviza, reclama regresar al paradigma de la igualdad, porque las desigualdades s¨ª son hechos objetivables
Espa?a vive un momento donde se est¨¢n violentando las costuras de nuestra democracia liberal, pero tambi¨¦n asiste a una oportunidad para activar de una vez la agenda de regeneraci¨®n institucional
En nuestras democracias occidentales, las fuerzas ultras lucen ya la oportunista bandera del antisemitismo para encubrir el hedor de su infame agenda
Mientras los morados deciden si colaboran o van a la confrontaci¨®n con Sumar, parece imperar la voluntad de quedarse atados para siempre a Pablo Iglesias
Judith Butler ha experimentado el efecto del discurso que ve antisemitismo por doquier y que busca acallar la opini¨®n libre. ?En qu¨¦ momento hemos mezclado la cr¨ªtica a Israel con el odio a los jud¨ªos?
El miedo al futuro y el desarraigo alimentan ese descontento al que la extrema derecha pone nombre: la estafa clim¨¢tica, los menas, la traici¨®n