Complicaciones literarias del aborto
La escritora Marta Sanz reflexiona sobre la percepci¨®n social de la pr¨¢ctica de la interrupci¨®n del embarazo en la historia y c¨®mo esta ha sido contada en los libros desde diferentes puntos de vista
Es escritora. Desde 1995, fecha de publicaci¨®n de 'El fr¨ªo', ha escrito narrativa, poes¨ªa y ensayo, y obtenido numerosos premios. Actualmente publica con la editorial Anagrama. Sus dos ¨²ltimos t¨ªtulos son 'peque?as mujeres rojas' y 'Parte de m¨ª'. Colabora con EL PA?S, Hoy por hoy y da clase en la Escuela de escritores de Madrid.
La escritora Marta Sanz reflexiona sobre la percepci¨®n social de la pr¨¢ctica de la interrupci¨®n del embarazo en la historia y c¨®mo esta ha sido contada en los libros desde diferentes puntos de vista
El negacionismo es un ¡®afirmacionismo¡¯ de confesionalidad, individualismo, insolidaridad, desencanto, descr¨¦dito del di¨¢logo y la pol¨ªtica
Teresa Ribera tiene un papel¨®n. Es l¨®gico que se ponga triste cuando las empresas cumplen sus objetivos ¨Dganar pasta¨D sin nada de esa empat¨ªa social de la que hablan los anuncios
El tuit de Macarena Olona es irrespetuoso, odioso, inculto, falso. Pero da cuenta de una atm¨®sfera en que libertad de expresi¨®n se confunde con libertad de mentir
Las mujeres que a¨²n no han cumplido 55 a?os, pero son mayores de 50, acumulan todos los n¨²meros para salir disparadas en un ERE como la incre¨ªble mujer bala
Lo obsceno es apalear a un perro, desahuciar, permitir no vacunarse al lib¨¦rrimo personal de una residencia geri¨¢trica, prostituir a una ni?a, mantener en el c¨®digo penal el delito de escarnio de confesi¨®n religiosa, aguar la leche
El ¡®h¨¢galo usted mismo¡¯ y el s¨ªndrome de Ikea, aplicados a enfermedades desatendidas por una precarizada sanidad p¨²blica, arrasan en las playas espa?olas
Nos golpean los rigores de estar en el lado chungo de las brechas de desigualdad y echamos el bofe para suturarlas. Menos mal que no somos negras
Con su rom¨¢ntica romer¨ªa espacial, Bezos evita enfangarse los pies en una superficie terrestre quemada, inundada, horadada por los clavos de los campamentos donde se aloja parte del personal log¨ªstico y repartidor de empresas como la suya
Queremos encontrar un punto intermedio entre la casita del ¨¢rbol y el hotel nicho, entre abandonada intemperie y geolocalizaci¨®n
Iceta, en cuanto le den su cartera, deber¨ªa comprometerse con una dieta cultural mediterr¨¢nea, ni excesivamente castiza ni ¡®chorramente¡¯ snob
Nos hemos quedado con lo peor de cada casa: la devaluaci¨®n del significado del verbo ¡°divertirse¡±, el todo vale econ¨®mico y la cicater¨ªa moral
Katja Oskamp se sit¨²a en un barrio del Berl¨ªn Este como una escritora reconvertida a un trabajo que le permite escuchar y relatar con humor las vidas de sus clientes
De ni?a, ve¨ªa en las manos de las cajeras, respetuosa y admirativamente, alimento y dinero, matem¨¢ticas, la posibilidad de ser amable y dar cupones, la destreza de manipular la m¨¢quina registradora, animal mitol¨®gico de tintineante coraza
Ser¨ªa m¨¢s c¨®modo que las mujeres perdi¨¦semos la voz y dej¨¢semos de cantar
Las actitudes intolerantes de la espa?ol¨ªsima gente de bien son consustanciales a su ideolog¨ªa. Conmigo o contra m¨ª.
El comisario Benavente barrunt¨® una tremebunda ola de asesinatos en los barrios obreros; las horas valle ser¨ªan las m¨¢s peligrosas
Qu¨¦ gracioso ha estado el se?or De Quinto con la ministra de Trabajo insinuando que Yolanda D¨ªaz es floja porque se ha puesto mala
Nos reflejamos en la imagen interpretada, sentida. Hay que fijarse. Activemos el filtro de una humanidad que proteja siempre a los parias, a las parias, de la tierra
En Gaza no hay normalidad. Civiles desahuciados necesitan protecci¨®n. Necesitan que, ahondando en los ¨²ltimos vetos del Gobierno de S¨¢nchez, nuestro pa¨ªs cese de vender armas a Israel
¡®Geograf¨ªa de la oscuridad¡¯, de la escritora peruana Katya Adaui, es un brillante muestrario de relatos en los que la crudeza de los temas se corresponde con un uso del lenguaje llevado al l¨ªmite
La derecha ha conseguido confundir autoridad con autoritarismo transformando a la izquierda en se?orita Rottenmeier
Cuando como votantes despreciamos la pol¨ªtica y nos dejamos enga?ar por quienes dicen ser tan solo libres madrile?as populares, nos comportamos como s¨²bditos y vasallas
La hosteler¨ªa madrile?a ignora lo que est¨¢ haciendo al perder clientela tan fiel
Asisto a la despersonalizaci¨®n, solo aliviada por la humanidad del gremio sanitario, de los hospitales fara¨®nicos frente a la imprescindible peque?a escala, la proximidad f¨ªsica y afectiva, de los centros de salud de barrio
Quienes difunden esl¨®ganes equidistantes y descontextualizados son los que de verdad polarizan la sociedad espa?ola describi¨¦ndola desde postulados falsarios que diluyen los m¨¦ritos de militantes antifranquistas
Prohibido en la Alemania nazi por su tono cr¨ªtico, ¡®Diario de una perdida¡¯ es un alegato contra la explotaci¨®n sexual, laboral y matrimonial que mantiene toda su vigencia
Hoy tenemos una jornada completita, inasumible en su alcance y complejidad: es el D¨ªa Internacional de la Conciencia Global en el Mundo
Adverbios y metaf¨ªsica est¨¢n haciendo mucho da?o a la pol¨ªtica espa?ola
El perfeccionado eslogan ¡°Comunismo o libertad¡± ha tenido un impacto imprevisible. ¡°No damos abasto¡±, confiesa a todo correr una militante que exuda felicidad
En este pa¨ªs, en el que hijas e hijos de la clase obrera ya han ido en muchos casos a la universidad, volvemos a arengar la muerte de la inteligencia
Quedan motivos para que el 8 de marzo no sea solo celebraci¨®n
Maggie O¡¯Farrell trasciende en ¡®Hamnet¡¯ el componente legendario de la biograf¨ªa de los grandes escritores poniendo en primer plano a la esposa de Shakespeare
Vaticino conflictos familiares entre un alumnado que conf¨ªa m¨¢s en lo que dice el m¨®vil que en el arcaico y falible conocimiento de pap¨¢ o mam¨¢
Veo, aun sin bola, un futuro dif¨ªcil que pasa por un presente mejor que un pasado dictatorial y tremebundo, pero que dista mucho de ser redondo
Spotify me conoce mejor que yo misma
En el nuevo libro de Selva Almada resuenan voces de esa magn¨ªfica tradici¨®n literaria que funde el Romanticismo tard¨ªo con un realismo de hablas y costumbres
A veces los emporios del az¨²car adictivo y otros edulcorantes se ven obligados a pinchar sus refrescantes burbujas y despedir a gente
En ¡®Como la perra¡¯ se catalogan exhaustivamente sombras y dolores de una feminidad reducida a estigma. Pero sin espacio para el claroscuro
Consumiremos f¨¢rmacos que nos costar¨¢n un ri?¨®n porque queremos vivir, y nuestra ans¨ªa de vida enriquecer¨¢ a quienes nuestra vida les importa m¨¢s bien poco