Di¨¢logo
En las tres elecciones auton¨®micas que llevamos, no se ha castigado la gesti¨®n de la crisis sanitaria, se han impuesto los deseos de estabilidad
En las tres elecciones auton¨®micas que llevamos, no se ha castigado la gesti¨®n de la crisis sanitaria, se han impuesto los deseos de estabilidad
Con la masacre de la banda terrorista en la casa cuartel de Zaragoza el 11 de diciembre de 1987, V¨ªctor y Jos¨¦ Mari Pino no solo perdieron a sus padres y a su hermana. Tambi¨¦n el derecho a vivir su propia vida como los dem¨¢s. Su terrible experiencia se convierte ahora en un libro.
En esta situaci¨®n excepcional no se puede obviar que en el a?o 2017 se vulneraron los derechos pol¨ªticos de los catalanes no independentistas
Sorprende el silencio y la comprensi¨®n ante las dificultades de la Comisi¨®n por parte de los partidos que en Espa?a han convertido la gesti¨®n de la crisis sanitaria en un enfrentamiento sin cuartel
El tono de la campa?a dar¨¢ una pista de si los candidatos y sus partidos han entendido hasta d¨®nde llega el desasosiego de una sociedad sin planes porque el futuro es, m¨¢s que nunca, una inc¨®gnita
Las trincheras son tan n¨ªtidas que basta armarse con un par de frases de argumentario, una c¨¢mara y tres tuits para sentir el calorcito de que los tuyos te aplaudan y la certeza del triunfo en el tropel que te insulta
La gran batalla pol¨ªtica este a?o ser¨¢n los fondos europeos y en su gesti¨®n comprobaremos hasta donde llega la voluntad integradora del Ejecutivo y si la oposici¨®n del PP atempera sus modos trumpistas
Tenemos m¨²ltiples espejos, no solo de la historia sino de ahora mismo, que muestran claramente adonde conduce la pol¨ªtica entendida como la negaci¨®n del otro
?C¨®mo se hace hueco la verdad desnuda de los datos contrastados por la ciencia cuando tanta gente parece dispuesta a creerse, sin m¨¢s, lo que dice su l¨ªder o su gur¨²?
La cuesti¨®n parece ser no mover ni una coma hasta que el edificio se caiga
Cuando ma?ana se voten en el Congreso los Presupuestos Generales del Estado el filoterrorismo estar¨¢ representado por cerca de 190 diputados de amplio espectro
En las elecciones catalanas, los partidos de ¨¢mbito estatal se juegan mucho m¨¢s que el Govern, y los movimientos t¨¢cticos regresan con toda nitidez
Nos encanta analizar las elecciones estadounidenses, o el Brexit, y asombrarnos de c¨®mo las mentiras calan tanto en sociedades informadas. Como si eso no pasase aqu¨ª
Inauguramos una nueva etapa en la que los actores pol¨ªticos tendr¨¢n que aprender a jugar con lo que hay
Es preciso que funcione y que se perciba como un instrumento que mejora la gesti¨®n y la comunicaci¨®n de una crisis de esta envergadura
Aterra pensar que por debajo del radar de los medios que nos dedicamos a informar y analizar la pandemia, m¨¢s all¨¢ de las curvas y las cifras, ese magma conspiranoico, de desconfianza en la ciencia y la raz¨®n, est¨¦ encontrando terreno abonado sin que lo veamos
Lo m¨ªnimo que nos merecemos es claridad y no placebos
Quemar los puentes. Acusar al Gobierno de autoritario, como ha hecho D¨ªaz Ayuso, no hace sino empezar a dar por bueno que cualquier estrategia es leg¨ªtima para librarse de semejante yugo
Hay inercias que, todav¨ªa hoy, no le reconocen a las mujeres la autoridad de la opini¨®n cuando se trata de debatir los grandes asuntos
La palabra de los pol¨ªticos ha perdido su valor. En la acci¨®n, van por detr¨¢s de los acontecimientos, tratando de tapar huecos y jugando una partida de ping-pong con sus propios intereses
El hemiciclo se ha convertido en un terreno pantanoso donde no se habla de lo que nos importa, sino de lo que les importa. No hay nada m¨¢s triste, ni m¨¢s peligroso
Los retos de Pablo Casado son m¨²ltiples, pero su liderazgo se lo juega en encontrar la distancia cr¨ªtica con esos dos perfumes y en resolver su fallida apuesta en Madrid
La inercia suicida de nuestros pol¨ªticos la estamos pagando, de momento, nosotros. Pero puede no estar lejos el d¨ªa en que lo paguen ellos
La cuesti¨®n ahora es si nos quedamos cada uno en nuestro rinc¨®n atrincherados, mientras la econom¨ªa se derrumba y el estado de ¨¢nimo de la sociedad cae en picado
Los pa¨ªses que hemos tenido un aprendizaje explosivo, temprano y atroz de la pandemia somos los que mejor podemos analizar qu¨¦ ha ocurrido y d¨®nde han estado los fallos
Este sentimiento puede activar la irracionalidad que reclama salvapatrias con promesas m¨¢gicas o la racionalidad que reivindica laboriosos acuerdos por el bien com¨²n
La realidad de la generaci¨®n que se hizo adulta con la crisis del 2008 deber¨ªa ser objeto de algo m¨¢s que un salvamento de coyuntura
A la conspiraci¨®n del 11-M le sucede la del 8-M con una precisi¨®n milim¨¦trica, como una trampa que lo embarra todo e impide el an¨¢lisis concreto de c¨®mo evitar que fallen las alertas
Si este Gobierno diera la impresi¨®n de tener tiempo para dise?ar una estrategia de comunicaci¨®n, podr¨ªamos pensar que en las ¨²ltimas semanas hay un reparto de papeles entre el presidente y el vicepresidente segundo
En la Transici¨®n y ahora, la sociedad va muchos kil¨®metros por delante de la dirigencia y de los estigmas y estereotipos que los intelectualmente perezosos utilizan para tratar de dar color a sus relatos
En el cuarto lugar del bar¨®metro del CIS se cuela como preocupaci¨®n el mal comportamiento de los pol¨ªticos
Los h¨¦roes colectivos ya sabemos quienes son, aparecen como esenciales hasta en el BOE. De los otros esperamos solo, y nada menos, liderazgo y buenas pol¨ªticas
Solo podemos alegrarnos de que, aunque sea por motivos interesados, no se est¨¦n arrojando los muertos en residencias a la cara
La democracia no est¨¢ suspendida, pero cualquier parecido con el funcionamiento normal de las instituciones es una fantas¨ªa que nos ayuda a pensar que las cosas siguen en pie
Jos¨¦ Mari Calleja era bueno y valiente y sensato. Y hubiera disfrutado al leer la mucha sensatez que se desprende de todas las encuestas publicadas estos d¨ªas en los medios
La pandemia dejar¨¢ grabado a fuego en nuestras sociedades la necesidad de una sanidad universal y suficientemente dotada de recursos. Si no por justicia social, por ego¨ªsmo
Toca a los Gobiernos evitar que las consecuencias econ¨®micas de la pandemia profundicen en una desigualdad que ya era un riesgo para la democracia antes de esta crisis
Los Gobiernos est¨¢n desbordados y diezmados ellos mismos por el virus. El espa?ol tambi¨¦n. Tensando los l¨ªmites de la democracia. Con aciertos y errores evidentes
Estamos como siempre, y como nunca, en manos de los profesionales de la salud. No quiero que se me olvide cuando todo esto pase
Todo lo que cre¨ªamos s¨®lido se ha esfumado y estamos recluidos sin saber muy bien qu¨¦ hacer con el sue?o cumplido de poder estar en casa