El guardameta fue cr¨ªtico con los premios The Best. No tardaron en recordarle que en 2012, un extraordinario a?o para Messi, sus tres votos fueron para sus compa?eros Ramos y Cristiano, y para su amigo Xavi Hern¨¢ndez
Bien har¨ªan los clubes en recomendar a sus aficionados que no viajen hasta Arabia Saud¨ª para tan feo tr¨¢mite. Tiempo habr¨¢ de animar cada uno a los suyos sin sentirse colaborador necesario en una demostraci¨®n de poder blando
Lo que mejor explica la dimensi¨®n de esa victoria fue un v¨ªdeo grabado desde una bicicleta por las calles de Buenos Aires, que mostr¨® el estallido nuclear de un pa¨ªs que por una vez guard¨® silencio, para no despistar a Montiel
En lo deportivo, Jon Rahm renuncia al PGA Tour para jugar en un circuito donde solo los muy cafeteros saben qui¨¦n gan¨® cada uno de los ocho torneos disputados el a?o pasado
El vac¨ªo emocional en las Navidades lo han llenado, en parte, la NBA y una Premier League que han entendido a la perfecci¨®n la importancia de tejer todo tipo de lazos con sus consumidores potenciales
El t¨¦cnico asegur¨® que las decisiones tomadas por los colegiados afectan a sus puestos de trabajo, pero... ?acaso respetan los entrenadores a los ¨¢rbitros?
La ¨²ltima Champions conquistada por el Madrid no la recordar¨¢ nadie, asegura el exjugador del Barcelona, tibio con el ¡®caso Rubiales¡¯ y el ¡®caso Negreira¡¯
Dicen que la MLS no es f¨²tbol de alta competici¨®n y que nadie se hace acreedor al m¨¢ximo galard¨®n individual del f¨²tbol en apenas un mes. ?Qui¨¦n si no Leo?
Un gran n¨²mero de cul¨¦s siguen albergando la esperanza de que el ¡®Caso Negreira¡¯ sea responsabilidad del Real Madrid, de Florenino P¨¦rez, de las cloacas del Estado o de alguna especie de orbe sat¨¢nico
Cualquiera entender¨ªa que no hay mayor problema en invitar al muchacho para que conozca a las estrellas de la Selecci¨®n. Pero no se trata de eso, sino de buscar cualquier tipo de retorno en su utilizaci¨®n.
No es que el ingl¨¦s sea Messi, ni lo pretenda. Y parece obvio que no lo necesite: en el f¨²tbol, incluso en la vida, se pueden ser tantas cosas sin necesidad de ser Maradona
Las campa?as revolucionarias de conciencizaci¨®n comparten espacio publicitario con Visit Saudi, patrocinador de nuestro campeonato y otras cosas peores
Las sospechas sobre la edad real de los deportistas est¨¢n presentes desde que el negocio devor¨® una gran parte de la virginidad metaf¨®rica del propio deporte
La denuncia de la futbolista contra el dirigente federativo es un acto valiente de alguien que tiene mucho que perder y muy poco a ganar, al menos para s¨ª misma
Que el suspendido presidente de la RFEF har¨ªa servir a su familia como primer escudo de contenci¨®n se intu¨ªa casi desde el mismo momento en que se dirigi¨® a sus dos hijas para nombrarlas representantes del feminismo verdadero
El silencio del f¨²tbol espa?ol sobre el comportamiento del presidente de la federaci¨®n resulta, a estas horas, atronador. Incluso m¨¢s que los excesos de tertulia o el blanqueamiento intencionado de una figura altamente t¨®xica y se?alada por los hechos una vez m¨¢s
Permanezcamos muy atentos a tales o similares palabras porque funcionar¨¢n como un detector casi infalible de caraduras, mercenarios, simples aprovechados y alg¨²n que otro filisteo
Solo la econom¨ªa de guerra catapulta al talento desde las categor¨ªas inferiores a un primer equipo absolutamente desconectado de la base, puede que hasta de los principios
Ni sus m¨¢s firmes defensores, si es que los tiene, ser¨ªan capaces de se?alar un solo aspecto del juego en el que Demb¨¦l¨¦ sea mejor ahora que cuando aterriz¨® procedente de Alemania seis a?os atr¨¢s
La ¨²ltima vez que Cruyff visti¨® de blanco con el escudo del Bar?a en el pecho, su equipo se enfrentaba al Aston Villa en Birmingham, la ciudad de los ¡®Peaky Blinders¡¯, ahora dominada por Monchi, Unai Emery y hasta Pau Torre
El f¨²tbol tiene una cierta capacidad para cambiar las cosas, pero el f¨²tbol femenino es el ¨²nico que, ahora mismo, tiene la virtud demostrable de cambiarlas de verdad
No gustaba a todos aquel estilo suyo tan particular que consist¨ªa en tratar el f¨²tbol como si los Monty Python fuesen a disfrutar de un d¨ªa en las carreras, pero invitados por M¨¢gico Gonz¨¢lez y Eric Cantona
El f¨²tbol es un deporte extremadamente cruel porque nunca deja de jugar con las ilusiones de un padre en contadas excepciones, como el progenitor de Rodrygo Goes, que apenas tuvo tiempo para asimilar su nueva condici¨®n de pater familias
No debe quedar un solo ser vivo en el planeta que no sienta cierto hast¨ªo por el culebr¨®n de Mbapp¨¦ y el Real Madrid, una trama que no aporta novedad alguna sobre la del a?o anterior
Nadie pregunt¨® a Jasikevicius por el tema, pero el entrenador del Bar?a denunci¨® los gritos racistas contra su jugador, un desconocido para el gran p¨²blico
Guardiola se ha sentado m¨¢s veces en el banquillo del Etihad Stadium que en el del Camp Nou, una anomal¨ªa hist¨®rica que explicar¨ªa la naturaleza de un club acostumbrado a engendrar mitos para alg¨²n d¨ªa darse el capricho de destruirlos
Aquellas reticencias, fr¨ªvolas e innecesarias, acerca de si el catal¨¢n sabr¨ªa o no sabr¨ªa sacar el m¨¢ximo rendimiento a un nueve tan espec¨ªfico como Haaland han quedado reducidas a la nada
La denuncia vehemente del brasile?o el pasado domingo cambia las cosas. No solo por evidenciar la magnitud del problema, sino por se?alar indirectamente a quienes llevan demasiado tiempo consinti¨¦ndolo sin hacer gran cosa
¡°?A por ellos!¡±, gritaban los aficionados sin tatuajes ni botas reforzadas a los otros, a los que bajaron a perseguir futbolistas por confundir su guarida con un campo de f¨²tbol
Se cierra una ¨¦poca elevada a la categor¨ªa de ficci¨®n por todos los que todav¨ªa no hemos terminado de frotarnos los ojos, a?os en los que todo el mundo miraba hacia Barcelona sin entender lo que all¨ª ocurr¨ªa
La marcha de Alemany nos devuelve a la zona cero de la cat¨¢strofe: un club sin masa ejecutiva y donde las decisiones se tomar¨ªan en base a antiguos rituales que conectan a sus dirigentes con lo divino
Pudiendo dejar que las cosas cayesen por su propio peso, como en la Champions, el club blanco opt¨® con el v¨ªdeo de respuesta a Laporta por una v¨ªa que apenas lo distingue de los dem¨¢s: la de hacer algo o, peor todav¨ªa, la de hacer mucho
La gente corriente no tiene por norma el renunciar voluntariamente a la felicidad y locos, lo que se dice locos de manual, o de diccionario, suele haber muchos menos de los que a primera vista nos pueda parecer