¡°No minemos la confianza en la vacunaci¨®n por precipitarnos¡±

La cient¨ªfica belga Els Torreele sabe que camina por un campo de minas. En pleno crecimiento del movimiento antivacunas, la investigadora critica la falta de transparencia sobre las inyecciones contra la covid y denuncia que la soluci¨®n a la pandemia se haya dejado en manos de empresas privadas, m¨¢s interesadas en ganar dinero que en la salud p¨²blica. Torreele sabe de lo que habla. Hasta mayo dirigi¨® la campa?a de acceso a medicamentos esenciales de M¨¦dicos Sin Fronteras, una organizaci¨®n desde la que impuls¨® el desarrollo de nuevos f¨¢rmacos contra enfermedades olvidadas. Hace poco m¨¢s de un mes, Torreele, nacida en Bruselas en 1967, se uni¨® al Instituto para la Innovaci¨®n y la Utilidad P¨²blica del University College de Londres, con una misi¨®n trascendental: investigar c¨®mo reformar el sistema mundial de desarrollo de medicamentos. ¡°La actual falta de transparencia alimenta a los antivacunas¡±, advierte.

Pregunta. Usted lamenta que la humanidad est¨¦ movilizando dinero p¨²blico para crear vacunas contra la covid, m¨¢s de 4.100 millones de euros, pero los resultados est¨¦n privatizados.

Respuesta. Esta pandemia solo est¨¢ exponiendo la manera en la que funcionan las cosas habitualmente. Ahora hay m¨¢s inversi¨®n p¨²blica que nunca, pero el control sigue en manos de las empresas privadas: tienen la propiedad intelectual, fijan los precios, deciden c¨®mo hacer los ensayos cl¨ªnicos y eligen qu¨¦ datos publicar en notas de prensa, no en revistas cient¨ªficas, lo cual es incre¨ªble. La vacuna de Pfizer se autoriz¨® en el Reino Unido sin m¨¢s datos publicados que los de una nota de prensa de la empresa. Es inconcebible. Se supone que los organismos reguladores defienden el inter¨¦s p¨²blico, pero no hay transparencia.

P. ?Qu¨¦ caracter¨ªsticas deber¨ªa tener una buena vacuna que no tengan las actuales?

R. Han decidido que es aceptable desarrollar para una pandemia una vacuna que tiene que ser almacenada y distribuida a 70 grados bajo cero. Antes de la pandemia, nadie en su sano juicio consideraba que fuera aceptable comercializar una vacuna que requiere ese desaf¨ªo log¨ªstico y esos costes adicionales. Y ahora, con la urgencia, parece que no nos importa. Es una locura. Hemos permitido que a Pfizer y BioNTech les d¨¦ igual, para ser los primeros y tener una ventaja comercial. No va a ser una vacuna ¨²til en los pa¨ªses en desarrollo. Me explota la cabeza cuando escucho que pa¨ªses como Colombia, con ingresos medios, est¨¢n considerando comprar la vacuna de Pfizer. Es una inversi¨®n realmente mala.

P. ?Cu¨¢les son sus principales dudas sobre las vacunas m¨¢s adelantadas?

R. No sabemos si evitan la transmisi¨®n del virus, algo que es esencial. Si una vacuna impide que se desarrolle la enfermedad, pero s¨ª permite que los vacunados se infecten de manera asintom¨¢tica y transmitan el virus, estaremos muy lejos de controlar la pandemia. Tampoco conocemos la duraci¨®n de la protecci¨®n. Ahora sabemos que dura unas pocas semanas tras la segunda dosis, pero no sabemos si un mes despu¨¦s ser¨¢ lo mismo. Imaginemos el peor de los casos: que despu¨¦s de dos meses la protecci¨®n disminuye. Tendr¨ªamos una vacuna cara y dos o tres meses despu¨¦s la gente no estar¨ªa protegida. No digo que vaya a ocurrir, digo que no lo sabemos. Podr¨ªamos esperar un poquito m¨¢s para saber realmente c¨®mo de buenas son las diferentes vacunas.

¡°Podr¨ªamos esperar un poquito m¨¢s para saber realmente c¨®mo de buenas son las diferentes vacunas¡±

P. Esperar tres meses supondr¨ªa miles de muertes.

R. Si utilizamos ahora una vacuna tendr¨¢ un coste de oportunidad, y no sabemos cu¨¢ntas vidas se pueden salvar ahora, pero es muy posible que dentro de muy poco llegue otra vacuna mucho mejor, que evite las muertes e impida la transmisi¨®n del virus durante seis meses o un a?o. Si revacunamos con esa nueva vacuna a gente que ya ha recibido la de Pfizer, ?c¨®mo funcionar¨¢? ?Habr¨¢ dinero y voluntad pol¨ªtica para revacunar a todo el mundo?

P. ?Qu¨¦ opina de la seguridad de estas primeras vacunas?

R. No tenemos datos sobre su seguridad a largo plazo, tenemos datos a dos meses. Sabemos que la infecci¨®n natural por coronavirus tiene efectos en el sistema inmune, incluyendo la tormenta de citoquinas [una reacci¨®n inmunitaria grave] asociada a algunas muertes. Todav¨ªa no entendemos por qu¨¦ a unas personas les ocurre y a otras no. Ser¨ªa bueno saber si puede haber una interacci¨®n entre la respuesta inmune inducida por una vacuna y la infecci¨®n natural por el virus. Se necesita tiempo para entender mejor esto. Tenemos el famoso ejemplo de la vacuna de Sanofi contra el dengue. La primera vez que las personas se infectan con un virus del dengue tienen s¨ªntomas leves, pero, si se infectan una segunda vez, un porcentaje de ellas sufre una enfermedad grave. Se ha visto que la vacuna tiene el potencial de exacerbar la enfermedad, como si fuera una primera infecci¨®n natural: no en todos los vacunados, pero s¨ª en un porcentaje significativo. Esto fue una sorpresa, se dieron cuenta al iniciar las campa?as de vacunaci¨®n. Y entraron en p¨¢nico. No es algo descabellado, esto ocurri¨® hace solo unos a?os [en 2017]. Hay razones para la cautela.

P. Las agencias reguladoras eval¨²an los riesgos y los beneficios.

R. El riesgo cero no existe. Es una decisi¨®n dif¨ªcil, porque hay mucha presi¨®n desde la econom¨ªa y la pol¨ªtica para empezar ya a distribuir una vacuna. El Reino Unido quer¨ªa ir m¨¢s r¨¢pido incluso que EE UU. Hay una competici¨®n entre las agencias reguladoras, que se supone que tienen que protegernos. Esa competici¨®n y la falta de transparencia sobre los datos completos hacen desconfiar. Si tuvi¨¦ramos transparencia total, todo el mundo podr¨ªa ver los datos y entender las decisiones o estar en desacuerdo con ellas.

¡°Si tuvi¨¦ramos transparencia total, todo el mundo podr¨ªa ver los datos y entender las decisiones¡±

P. ?Cree que estamos pagando varias veces por las vacunas?

R. La Universidad de Oxford ha desarrollado su vacuna con un mont¨®n de dinero p¨²blico. Su socia, la farmac¨¦utica AstraZeneca, ha recibido otra enorme cantidad de dinero p¨²blico, para el desarrollo y la producci¨®n, y se ha comprometido a ofrecer la vacuna [sin ¨¢nimo de lucro] durante la pandemia por tres o cuatro d¨®lares por cada una de las dos dosis requeridas. ?Ese es el precio de coste? No lo sabemos, no hay transparencia. Sabemos que el coste de producci¨®n de las vacunas cl¨¢sicas que se ponen a los ni?os es mucho menor de un d¨®lar. Johnson & Johnson ha dicho que producir¨¢ la suya por 10 d¨®lares cada dosis. ?Eso es extremadamente caro comparado con el precio normal de las vacunas en muchos pa¨ªses! Lo que vemos ahora con la covid es una oportunidad para crear un modelo de negocio muy lucrativo. Si los precios supuestamente sin ¨¢nimo de lucro son de tres o incluso de 10 d¨®lares por dosis, en vacunas que se van a usar a escala mundial, esto es una mina de oro. Pfizer y Moderna ni siquiera fingen ofrecer precios sin ¨¢nimo de lucro, sino que cobran unos 20 d¨®lares o m¨¢s por dosis.

P. ?Cree que los precios que se han puesto a las vacunas son arbitrarios?

R. Los precios est¨¢n muy pensados, pero con una l¨®gica que no tiene nada que ver con el coste real. Es muy decepcionante que los Gobiernos est¨¦n poniendo tanto dinero y no exijan transparencia. Han dado dinero a la industria sin pedir nada a cambio: ni un determinado precio ni una distribuci¨®n sencilla, ni siquiera han exigido que asuman su responsabilidad. Las empresas han pedido no tener responsabilidad legal si las vacunas contra la covid tienen efectos secundarios inesperados. Tradicionalmente era su responsabilidad.

P. Puede tener sentido que una empresa diga: ¡°Si el Gobierno me presiona para acelerar, que la responsabilidad sea del Gobierno¡±.

R. Lo s¨¦, pero yo, como ciudadana, no estoy contenta. Hay algunos pol¨ªticos que est¨¢n muy interesados en ser reelegidos y necesitan que se vea que hacen algo. Es un tema complicado, en el que hay que evaluar los riesgos y los beneficios. Y todav¨ªa no tenemos suficientes datos para calcular ni los riesgos ni los beneficios. Yo no digo que la decisi¨®n sea f¨¢cil, pero la ¨²nica manera de tomarla es con una transparencia total, no a puerta cerrada.

¡°Todav¨ªa no tenemos suficientes datos de las vacunas para calcular ni los riesgos ni los beneficios¡±

P. Parece que el movimiento antivacunas est¨¢ creciendo durante la pandemia. ?Tiene alg¨²n mensaje para las personas que est¨¦n dudando si vacunarse y ahora est¨¦n leyendo sus cr¨ªticas?

R. Es un tema muy delicado. Lo que critico es que los intereses econ¨®micos marquen las prioridades. Soy muy consciente de que no hay que alimentar el movimiento antivacunas. Yo, por supuesto, defiendo las vacunas. Son la mejor intervenci¨®n de salud p¨²blica que tenemos, si son seguras y eficaces. Tenemos muchas vacunas experimentales contra la covid y algunas probablemente ser¨¢n seguras y eficaces, pero todav¨ªa no lo sabemos. Y si nos equivocamos el riesgo es grande. Creo que tenemos que ser cautelosos, porque si no lo somos y nos equivocamos por querer ir demasiado r¨¢pido minaremos la confianza en la vacunaci¨®n en general. No minemos la confianza en la vacunaci¨®n por precipitarnos.

P. ?Sugiere esperar un poco m¨¢s?

R. Es posible controlar la pandemia con otras medidas de salud p¨²blica, como se ha visto en pa¨ªses como Corea del Sur: mascarillas, lavado de manos, distancia f¨ªsica. Sabemos que eso funciona. Podemos esperar un poco m¨¢s hasta que tengamos m¨¢s transparencia. Que los productores de vacunas nos muestren todos los datos y podamos ver qu¨¦ vacunas son mejores para cada grupo de poblaci¨®n. Quiz¨¢ una determinada vacuna sea mucho mejor para proteger a los trabajadores sanitarios. Si reciben la vacuna de Pfizer y resulta que no protege contra la infecci¨®n asintom¨¢tica, no tendr¨¢n la covid, pero seguir¨¢n diseminando el coronavirus y ser¨¢ un desastre. Asegur¨¦monos de que las vacunas son seguras y tienen la eficacia que necesitamos. Y seamos transparentes. Tengamos una discusi¨®n p¨²blica, aunque s¨¦ que ser¨¢ dif¨ªcil con los antivacunas. Algunos de ellos se basan en ideas irracionales y teor¨ªas conspirativas, as¨ª que no ser¨¢ f¨¢cil. Pero la actual falta de transparencia los alimenta. Hay gente que siempre ha cre¨ªdo que las vacunas funcionan, pero ahora duda, ante las presiones econ¨®micas y pol¨ªticas que se est¨¢n viendo. La irracionalidad de algunos l¨ªderes pol¨ªticos, como Donald Trump, tampoco ayuda.

P. Es dif¨ªcil comparar unas vacunas con otras. La OMS propuso hacer un ensayo cl¨ªnico con las m¨¢s adelantadas para poder compararlas.

R. Y nadie quiso. Los Gobiernos han puesto dinero p¨²blico y podr¨ªan haber exigido que las empresas participaran en un ensayo comparativo organizado por la OMS, pero no lo han hecho. A las empresas no les conviene comparar sus vacunas con las de otras compa?¨ªas, prefieren compararlas con un placebo, dise?ando un ensayo cl¨ªnico para tener resultados en el menor tiempo posible. Es una gran oportunidad perdida. Con todo el dinero p¨²blico invertido, ?c¨®mo hemos permitido que el control est¨¦ en manos de empresas privadas? No culpo a las compa?¨ªas: su inter¨¦s principal no es nuestra salud, son sus accionistas. El problema es que sus intereses no coinciden con las prioridades de la salud p¨²blica. Los Gobiernos han permitido que exista este sistema, en el que dependemos de empresas privadas cuyo inter¨¦s principal es incrementar el valor de sus acciones.

¡°Los Gobiernos han permitido que dependamos de empresas privadas cuyo inter¨¦s principal es incrementar el valor de sus acciones¡±

P. ?No cree que la carrera para obtener una vacuna ha favorecido la ciencia puntera?

R. Cada empresa tiene su propia plataforma tecnol¨®gica protegida por patentes. La utilizan para m¨²ltiples vacunas. Cada empresa tiene una receta propia, como si fuera la salsa especial de la abuela. Si combinaran lo mejor de cada una, posiblemente podr¨ªamos haber tenido una o varias vacunas ¨®ptimas, con diferentes mecanismos de acci¨®n, en vez de tener muchas vacunas similares limitadas por sus propias patentes.

P. Usted afirma que hay que dise?ar vacunas para las personas, no por los beneficios. ?Cu¨¢l es su propuesta?

R. Hay que cambiar las reglas del juego. Se necesita un mecanismo para asegurar que la ¨²nica manera de autorizar una vacuna sea mediante ensayos cl¨ªnicos orientados por la salud p¨²blica. ?C¨®mo es posible que las empresas, con enormes intereses econ¨®micos, sean las que dise?en los ensayos cl¨ªnicos, los lleven a cabo, analicen los resultados y sean las due?as de los datos? Podemos pensar en otros modelos. Por ejemplo, las empresas podr¨ªan desarrollar candidatos a vacunas o f¨¢rmacos, quiz¨¢s hasta las primeras etapas de pruebas en humanos, y despu¨¦s estos candidatos se entregar¨ªan a un consorcio de salud p¨²blica, coordinado por la OMS u otra instituci¨®n, para un ensayo cl¨ªnico independiente. As¨ª tendr¨ªamos incentivos desde las etapas iniciales para que el objetivo de las empresas sea tener ¨¦xito en un ensayo cl¨ªnico orientado por la salud p¨²blica, no llegar lo antes posible al mercado y ganar la mayor cantidad de dinero. En la actualidad, m¨¢s de la mitad de los f¨¢rmacos que llegan al mercado tienen cero valor terap¨¦utico a?adido.

P. ?Qu¨¦ opina del papel de la Fundaci¨®n Gates en la respuesta a la pandemia?

R. Es dif¨ªcil criticar a un actor que ha puesto tanto esfuerzo, tantos recursos humanos y tanto dinero para obtener vacunas y tratamientos. Esto hay que reconocerlo. Mi cr¨ªtica general es que no es normal que tengamos un sistema en el que un actor privado como este ¡ªponiendo el dinero que no est¨¢ disponible por otras fuentes¡ª tenga una influencia tan desproporcionada. La investigaci¨®n en salud p¨²blica no deber¨ªa depender de actores filantr¨®picos. La Fundaci¨®n Gates y el propio Bill Gates tienen una determinada visi¨®n del mundo, que es muy tecnocr¨¢tica, muy enfocada al sector privado, a la propiedad intelectual como un incentivo principal. Cre¨® Microsoft, ese es su modelo de negocio. Esa es la visi¨®n del mundo en la que cree. Esto hace que la salud p¨²blica est¨¦ siendo empujada hacia este modelo, muy enfocado al mercado capitalista neoliberal. Yo creo que esto es problem¨¢tico. Y no creo que haya que echarle la culpa a la Fundaci¨®n Gates, deber¨ªamos culpar a nuestros Gobiernos y nuestras instituciones de salud p¨²blica, que son tan d¨¦biles que permiten que esto ocurra.

¡°La Fundaci¨®n Gates financia muchas de las actividades de la OMS y tiene un poder desproporcionado¡±

P. ?La Fundaci¨®n Gates tiene m¨¢s influencia en la salud p¨²blica que la propia OMS?

R. La OMS es lo que sus miembros ¡ªque son todos los Gobiernos¡ª permiten que sea. Los Gobiernos occidentales, al mismo tiempo que la OMS preparaba el Acelerador ACT [una iniciativa para impulsar vacunas y tratamientos contra el coronavirus], estaban llegando a acuerdos bilaterales para comprar vacunas. Ha quedado bastante claro que no quieren una OMS fuerte. Y EE UU se sali¨® directamente de la OMS. La Fundaci¨®n Gates financia muchas de las actividades de la OMS y tiene un poder desproporcionado, pero son los Gobiernos los que han creado esta situaci¨®n. Solo el 20% del presupuesto de la OMS procede de compromisos anuales de los Gobiernos. El resto son contribuciones voluntarias de los Gobiernos y de organizaciones como la Fundaci¨®n Gates. Esa es la realidad.

P. El presupuesto de la OMS es similar al de un gran hospital de EE UU.

R. Es una locura, s¨ª. Este tipo de organizaciones de Naciones Unidas son tan fuertes como sus Estados miembros quieren que sean. Es muy f¨¢cil criticar, y yo misma soy muy cr¨ªtica con la OMS, pero soy consciente de que tienen recursos muy limitados. No tienen apoyo econ¨®mico ni pol¨ªtico para hacer lo que se espera de ellas, as¨ª que siempre reciben ataques por todas partes.

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