¡®Nuestras madres¡¯, la b¨²squeda de la resiliencia a las heridas del conflicto armado en Guatemala
La pel¨ªcula de C¨¦sar D¨ªaz contin¨²a su recorrido internacional tras haber sido premiada en Cannes
Guatemala, 2013. El pa¨ªs est¨¢ fascinado por el juicio de los oficiales militares que comenzaron la guerra civil. Los testimonios de las v¨ªctimas siguen llegando. Ernesto, un joven antrop¨®logo de la Fundaci¨®n Forense, identifica a las personas que han desaparecido. Un d¨ªa, a trav¨¦s de la historia de una anciana, Ernesto cree que ha encontrado una pista que le permitir¨¢ encontrar a su padre, un guerrillero que desapareci¨® durante la contienda b¨¦lica. Inspirado en las atrocidades del conflicto armado que se extendi¨® por 36 a?os en su pa¨ªs, en los relatos de los familiares que buscan a los desaparecidos y la historia de su padre, as¨ª concibi¨® C¨¦sar D¨ªaz Nuestras madres, pel¨ªcula que prolonga su recorrido por otras citas internacionales tras haber ganado la C¨¢mara de Oro a la mejor ¨®pera prima en Cannes y el galard¨®n de la Sociedad de Autores y Compositores Dram¨¢ticos de la Semana Cr¨ªtica, una secci¨®n paralela del prestigioso festival franc¨¦s.
La idea para la pel¨ªcula estuvo en gestaci¨®n desde 2012. D¨ªaz realizaba una especializaci¨®n en La F¨¦mis, la escuela Nacional Superior de los Oficios de la imagen y el sonido, en Par¨ªs, Francia. El guion de Nuestras madres fue su tesis para obtener la maestr¨ªa. El realizador dice que estaba obsesionado con el tema de las relaciones filiales, por la desaparici¨®n de su padre en 1982 durante el conflicto armado. Adem¨¢s se encontraba realizando una investigaci¨®n sobre masacres que se realizaron durante ese per¨ªodo. Fue as¨ª que los personajes y sus relaciones empezaron a generar una necesidad profunda de decir las cosas. ¡°Fue el detonante, porque creo que ese momento pude hacer el v¨ªnculo entre la historia individual y la historia colectiva. Y de pronto me di cuenta que la palabra era importante en un pa¨ªs donde no se habla de esto, eso me parec¨ªa tambi¨¦n importante trabajarlo¡±, explica el director a EL PA?S v¨ªa telef¨®nica.
D¨ªaz construye los conflictos de sus personajes alrededor de la guerra civil en Guatemala, una contienda b¨¦lica que se libr¨® desde 1960 hasta 1996, con un saldo de 250.000 v¨ªctimas, entre muertos y desaparecidos, de los que se atribuyen m¨¢s del 90% al Ej¨¦rcito. Inspirado por Incendies, de Denis Villeneuve, La historia oficial, de Luis Puenzo, y el neorrealismo italiano, sobre todo la obra de Umberto D, el realizador pudo armar los problemas y el enfrentamiento interno de su personaje principal, de las personas que le rodean y del pa¨ªs. ¡°Creo que el g¨¦nero melodram¨¢tico social es muy despreciado, pero es un g¨¦nero que te permite abrir la pel¨ªcula al p¨²blico y te permite que la gente lo viva de una manera muy emocional y muy fuerte¡±, afirma D¨ªaz.
El actor mexicano Armando Espitia, que interpreta a Ernesto en la pel¨ªcula, tuvo que pasar por una preparaci¨®n t¨¦cnica en la Fundaci¨®n de Antropolog¨ªa Forense de Guatemala, donde tuvo que aprender procesos t¨¦cnicos muy espec¨ªficos, esto para que la pel¨ªcula se viera realista y el personaje se manejara con fluidez. ¡°Es un personaje, entre muchas otras cosas, triste. Trabaj¨¦ con la sensaci¨®n de vac¨ªo, porque no pod¨ªa imaginarme o no sab¨ªa de qu¨¦ otra manera traer hacia la construcci¨®n del personaje toda esa violencia por la que estuvo marcada su vida. De ah¨ª surgieron emociones m¨¢s profundas como la tristeza, un sentimiento de no pertenencia, es lo que primaba en este personaje y se volv¨ªa una tarea muy consciente y muy dura para sostener esa energ¨ªa durante todo el rodaje¡±, explica el int¨¦rprete a este diario.
Di¨¢logo con la pel¨ªcula
Todos esos sentimientos de su personaje le otorgaron, dice, una posibilidad de representar el sentir de toda una segunda generaci¨®n que le toc¨® vivir las consecuencias del conflicto armado, lo cual represent¨® una responsabilidad frente a algo delicado e importante. Afirma que trataron de hacer un trabajo ¡°con honor y justicia¡±. ¡°Fue como una relaci¨®n muy natural y org¨¢nica la que se gener¨® entre el personaje y yo. Trabaj¨¦ mucho en la corporalidad y en el abandono del cuerpo, entonces lo abandonamos y la imagen fue una de las cosas externas que trabajamos para reforzar el personaje¡±, agrega Espitia¡±
Parte de la filmaci¨®n de la pel¨ªcula se realiz¨® en Pambach, una de las comunidades del pueblo maya poqomchi¡¯, ubicado en la zona norte del pa¨ªs. La pel¨ªcula se alimenta en muchas de sus secuencias por el silencio, convirti¨¦ndose en una especie de c¨®mplice para la construcci¨®n de la narrativa. En una escena en particular, D¨ªaz retrata a varias mujeres de ese pueblo, v¨ªctimas reales de la violencia, y en vez de contar las atrocidades que vivieron a trav¨¦s de recuerdos o sonidos, prefiri¨® dejar que el espectador dialogue con la pel¨ªcula vi¨¦ndolas a ellas. ¡°El terror que uno se puede imaginar es mucho m¨¢s grande que el que te pueden contar¡±, dice D¨ªaz.
La pel¨ªcula tiene por delante al menos una decena de festivales en los cuales se proyectar¨¢ y D¨ªaz adelante que se tiene pensado realizar el estreno comercial en Guatemala en Pambach, una vez que se haga el doblaje de la pel¨ªcula al poqomchi¡¯. El director dice que es importante devolverle a su pa¨ªs esta historia, porque, a pesar de los ¡°peque?os avances¡± que se hicieron con juicios a algunos de los culpables del denominado genocidio maya ¨Cperpetrado durante la dictadura de Effra¨ªn R¨ªos Montt¨C, Guatemala necesita un proceso colectivo. ¡°Yo creo que hasta que no haya verdad y no haya justicia, este pa¨ªs no va a lograr hacer las paces y tener resiliencia consigo mismo. Hasta que no sepamos donde est¨¢n los cuerpos de los masacrados, de los desaparecidos, hasta que no podamos juzgar a los responsables, hasta que no podamos tener ese proceso de memoria y justicia, este pa¨ªs va a seguir dando vueltas y reciclando esta historia y mastic¨¢ndola¡±, finaliza.
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