La falta de financiaci¨®n desequilibra las cuentas y ahoga los planes de las universidades
La partida dedicada a sueldos crece mucho m¨¢s r¨¢pido que el conjunto de presupuestos y supone ya el 68,7% del total, limitando el resto de pol¨ªticas que tratan de poner en marcha los rectores
En una d¨¦cada, entre 2008 y 2018, las universidades p¨²blicas espa?olas perdieron el 20% de su financiaci¨®n y aunque la inversi¨®n est¨¢ creciendo, todav¨ªa no alcanza los niveles previos a los recortes, lastrando las pol¨ªticas que tratan de poner en marcha los rectores, porque el gasto en personal cada vez deja menos margen para nada m¨¢s. Este cap¨ªtulo ha pasado de suponer el 60,76% del total del presupuesto ejecutado en 2012 al 68,69% en 2020, el ¨²ltimo a?o del que hay datos. La antig¨¹edad de las plantillas, el aumento de profesorado, y los premios a la producci¨®n cient¨ªfica o de transferencia de conocimientos provocan unos incrementos que van mucho m¨¢s r¨¢pido que la recuperaci¨®n de la inversi¨®n p¨²blica en las universidades.
¡°Es un problem¨®n, porque las universidades no tienen otra fuente de ingresos posible¡±, explica Carmen P¨¦rez Esparrells, profesora del departamento de Econom¨ªa y Hacienda en la Aut¨®noma de Madrid. ¡°La financiaci¨®n privada, la de las familias, viene regulada por los precios p¨²blicos de matr¨ªcula de las comunidades. Y el exministro [Manuel Castells] top¨® los precios¡±. El Ministerio de Universidades pact¨® con los grupos parlamentarios volver a las cuant¨ªas de 2012, antes del gran encarecimiento que sigui¨® al conocido como tasazo de Jos¨¦ Ignacio Wert (elimin¨® los l¨ªmites de subidas interanuales y reclam¨® que las cuant¨ªas de las matr¨ªculas se acercaran m¨¢s al coste real de los estudios). Los gobiernos auton¨®micos han compensado a las universidades por este dinero que han dejado de percibir en las matr¨ªculas y se escudan en ese dato para decir que han subido la financiaci¨®n, cuando de facto los ingresos totales son los mismos, cambia su v¨ªa de entrada. ¡°El problema es que ahora mismo el sistema universitario no sabe de d¨®nde captar financiaci¨®n. El mecenazgo es un sector que est¨¢ muy saturado, porque en ¨¦poca de crisis social la gente prefiere dar dinero a una ONG. Y, adem¨¢s, no hay cultura. No hay oficinas potentes de fundraising [captaci¨®n de recursos]¡±, a?ade P¨¦rez Esparrells.
Las diferencias entre campus son grandes: as¨ª, mientras en la Universidad del Pa¨ªs Vasco ¨Dcon un presupuesto muy desahogado, que no se resiente¨D, el personal supone el 80,3% del gasto, en la Miguel Hern¨¢ndez y en la Pompeu Fabra, instituciones mucho m¨¢s j¨®venes, el porcentaje es mucho menor: es el 57% y el 58%, respectivamente.
Ignacio Villaverde, rector de la Universidad de Oviedo, explica que su instituci¨®n hace los presupuestos descontando el gasto en personal, pero luego se acumulan los extras no previstos: ¡°En el actual contexto de emergencia energ¨¦tica y de inflaci¨®n, el alza de los precios de la energ¨ªa y la subida de los salarios p¨²blicos nos obliga a hacer ajustes de cara a los presupuestos de 2022¡å. Seg¨²n los datos del Ministerio de Universidades, en 2020 el gasto en personal supuso el 75,5% del conjunto de su presupuesto. Para 2022 est¨¢ previsto el 69,4%. Oviedo, como otros campus, est¨¢ negociando con el Gobierno asturiano un acuerdo a 10 a?os. ¡°La negociaci¨®n est¨¢ muy avanzada. El planteamiento del acuerdo es que cubra la financiaci¨®n estructural de la universidad, propiciando la liberaci¨®n de recursos para otras finalidades como investigaci¨®n e infraestructuras¡±, detalla el rector.
En la Universidad de La Laguna, en Tenerife, saben desde hace mucho lo que es estar asfixiados por los sueldos. Supon¨ªan el 73,5% de los gastos en 2012 y el 75,2% en 2020. ¡°L¨®gicamente, los complementos retributivos del profesorado crecen a medida que van investigando y acredit¨¢ndose a profesor titular, a catedr¨¢tico... Y eso incrementa el coste¡±, explica Juan Manuel Plasencia, su gerente. ¡°Pero creo que es m¨¢s importante lo que contempla la Ley de Presupuestos Generales del Estado: una subida de la masa salarial de un 6% entre 2022 y 2023. Eso a nosotros nos supone un sobrecoste de entre seis millones y medio, siete¡±. Por eso, ahora renegocian con el Gobierno canario una nueva partida.
La soluci¨®n no es otra que m¨¢s dinero. ¡°Necesitamos volver a la financiaci¨®n prevista para 2013. Este a?o el presupuesto para las dos universidades [canarias] es de 244 millones. El de 2013 era de 301 millones, hay ahora 60 millones menos. Y eso sin contar la inflaci¨®n que ha habido estos a?os, el incremento retributivo...¡±, explica el gerente canario. ¡°Yo hablo con otros gerentes y estamos todos igual¡±. En La Laguna, el gasto energ¨¦tico va a subir dos millones, pero no tienen que encender la calefacci¨®n. El Gobierno canario no les indica en qu¨¦ tienen que gastar la partida y ante los sobrecostes tienen que ¡°detraer de todo lo que no sea estructural, que son las n¨®minas, los contratos de seguridad, limpieza, agua, luz. Y lo que resta es pol¨ªtica universitaria: becas, parte de la investigaci¨®n, asistencia al alumnado y al personal¡±.
En 2011, durante el Gobierno de Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, se decret¨® que solo se relevar¨ªa a un 30% de los profesores jubilados; con el PP entre 2012 y 2014 se baj¨® al 10% y se elev¨® al 50% en 2015 y 2016. Desde 2017 se releva a todos. Ese vac¨ªo de contrataciones durante seis a?os se cubri¨® con docentes precarios que poco a poco est¨¢n ingresando en las facultades con mejores sueldos y estables, engordando as¨ª el gasto en plantilla. Este enorme bache generacional ha provocado un aumento de la plantilla de los 40 a?os en 2021 a 45,4 en 2020. Este a?o por cada 10 profesores que se jubilan entran 12, pero los rectores quieren terminar con la tasa forzosa de jubilaci¨®n. ¡°La ¨²nica restricci¨®n que deber¨ªa haber es la presupuestaria de cada universidad¡±, sostuvo el presidente de la conferencia de rectores (CRUE), Juan Romo, en el Congreso el pasado septiembre.
Adem¨¢s, los investigadores suman cada tres a?os un complemento de antig¨¹edad (trienios) que agranda su sueldo. Parte de los cient¨ªficos mayores ¨Dque lograron ser profesores titulares o catedr¨¢ticos cuando no hab¨ªa la competencia actual¨Dapenas investigan porque ya subieron y renuncian a ganar un extra. Pero las nuevas hornadas de investigadores est¨¢n obligadas a lograr unos complementos salariales (unos 100 euros) que reconozcan su actividad cient¨ªfica para progresar en el escalaf¨®n. Eso explica que el 23% de los docentes mayores de 60 a?os no han logrado un sexenio que reconozca su ciencia, frente al 7,3% de los comprendidos entre los 40 y 49 a?os.
Desde 2018 hay un sexenio de transferencia de conocimiento e innovaci¨®n que reconoce en el salario a quienes difundan lo que investigan, no solo con valor cient¨ªfico y econ¨®mico (patentes o licencias), sino mediante servicios a la comunidad con valor social (art¨ªculos de divulgaci¨®n o convenios con ONG). Adem¨¢s, la agencia nacional de evaluaci¨®n Aneca trabaja en un sexenio docente que remunera la calidad del investigador en clase. Todo es un suma y sigue presupuestario, aunque pocos discuten la necesidad de incentivos.
Para que la Ley Org¨¢nica del Sistema Universitario (LOSU) se ponga en marcha es fundamental que se impliquen las comunidades aut¨®nomas, que aportan el 88% del los fondos. La norma prev¨¦ la contrataci¨®n masiva de falsos profesores asociados sin otra ocupaci¨®n ¨Dsi son doctores¨D, 25.000 verdaderos asociados tendr¨¢n contrato indefinido a tiempo parcial o se estabilizar¨¢ a los j¨®venes investigadores a los 10 a?os de empezar la tesis. Y para todos esos contratos se necesitan fondos. El Ministerio de Universidades se ha comprometido a negociar con las autonom¨ªas la f¨®rmula para llegar a invertir un 1% del Producto Interior Bruto en universidad en 2030.
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