Los ni?os y su derecho a la ciudad

Existe una tensi¨®n entre la capacidad de las ciudades para responder a las demandas y necesidades de sus habitantes. Los ciudadanos de las urbes conviven con tasas de contaminaci¨®n atmosf¨¦rica que muchas veces superan los l¨ªmites sanitarios marcados por la Uni¨®n Europea, en las ciudades tambi¨¦n vemos desigualdad, carencia de espacios verdes, de posibilidades de realizar una movilidad activa, etc. Esta tensi¨®n es m¨¢s evidente en el caso de los ni?os y ni?as, que pr¨¢cticamente no existen en el centro de nuestras ciudades; en numerosas ocasiones, cuando las familias deciden tener hijos se mudan a la periferia o a poblaciones m¨¢s peque?as. Las ciudades no les ofrecen el entorno, equipamientos, viviendas y servicios que necesitan los ni?os y ni?as para crecer seguros y sanos.

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Estas tensiones han sido mucho m¨¢s evidentes con la crisis sanitaria derivada de la covid-19. En el pico de la epidemia la mayor parte de los casos se concentraban en los principales n¨²cleos urbanos debido a la densidad de poblaci¨®n, interconexi¨®n con el exterior, n¨²cleos de empleo, etc. Adem¨¢s, hay correlaci¨®n entre casos m¨¢s graves de la enfermedad con la contaminaci¨®n atmosf¨¦rica existente en las ciudades. Durante las fases m¨¢s restrictivas del confinamiento la vivienda se volvi¨® el lugar en el cual las familias concentraron todas sus actividades. Lo que antes hac¨ªan en diferentes lugares ¡ªel cole, la biblioteca o el centro deportivo¡ª se concentraban ahora en la casa, y muchas veces en pocos metros cuadrados, sin salida al exterior en un balc¨®n o similar. En definitiva, en viviendas que no reun¨ªan las caracter¨ªsticas m¨ªnimas para ofrecer est¨¢ndares de calidad de vida adecuados a ni?os y ni?as.

Es por ello por lo que en este momento debemos pensar una planificaci¨®n urbana sostenible centrada en las diferentes fases del desarrollo de los ni?os y ni?as, desde la primera infancia a la vejez, pasando por la adolescencia. En este sentido, Unicef Espa?a ha publicado el cuaderno para la acci¨®n local? Propuestas para una planificaci¨®n urbana sostenible y responsable con la infancia.

Las ciudades pensadas con los ni?os incorporan una perspectiva ¨²nica al an¨¢lisis del c¨®mo, d¨®nde, qu¨¦ y porqu¨¦.

Planificar y dise?ar teniendo en la cabeza a las poblaciones m¨¢s vulnerables, en este caso de la infancia, es hacerlo para todos los grupos de poblaci¨®n. Si los menores de edad se sienten seguros, disfrutan de las ciudades y no encuentran obst¨¢culos a su paso, ser¨¢ una ciudad m¨¢s humana, m¨¢s habitable para todos. Hacerlo, adem¨¢s, implica pensar y dise?ar las ciudades con ellos y ellas. La participaci¨®n no solo es un derecho, sino que enriquece el resultado. Las ciudades pensadas con los ni?os incorporan una perspectiva ¨²nica al an¨¢lisis del c¨®mo, d¨®nde, qu¨¦ y porqu¨¦.

En este proceso de planificaci¨®n hay que tener en cuenta cuatro enfoques. El primero es el de infancia, que, al igual que nosotros los adultos, cuenta con derechos, recogidos en la Convenci¨®n sobre los Derechos del Ni?o, ratificada por Espa?a en 1990.

El siguiente es el de sostenibilidad. Las ciudades, debido a su concentraci¨®n de poblaci¨®n, consumo de recursos, etc¨¦tera, son cruciales para hacer frente a los retos a los que nos enfrentamos como sociedad. Los pa¨ªses se dotaron hace cinco a?os de una hoja de ruta, la Agenda 2030, cuyos 17 Objetivos de Desarrollo sostenible marcan el camino para alcanzar un equilibro entre las personas, el planeta, la paz y la prosperidad.

Planificar el espacio urbano centrado en los ni?os y ni?as hace necesario priorizar las familias m¨¢s vulnerables, centrar y focalizar recursos en los barrios con menores oportunidades, ofreciendo as¨ª a la infancia los medios para que alcancen todo su potencial sin discriminaci¨®n

El tercero es el de equidad urbana. Hemos visto c¨®mo esta crisis sanitaria, econ¨®mica y social est¨¢ golpeando de manera distinta de diferentes grupos de la poblaci¨®n. Una diferencia de rentas que tiene una ubicaci¨®n espacial en las ciudades. Planificar el espacio urbano centrado en los ni?os y ni?as hace necesario priorizar las familias m¨¢s vulnerables, centrar y focalizar recursos en los barrios con menores oportunidades, ofreciendo as¨ª a la infancia los medios para que alcancen todo su potencial sin discriminaci¨®n alguna.

Finalmente, y como no podr¨ªa ser de otra forma, el ¨²ltimo enfoque es el del derecho a la salud. Las ciudades han jugado siempre, y m¨¢s ahora que nunca, un papel fundamental en una visi¨®n de la salud desde la perspectiva de la prevenci¨®n. Para los ni?os y ni?as, que se encuentran en un momento crucial en sus vidas en pleno desarrollo f¨ªsico, mental, emocional y cognitivo, es fundamental poder disfrutar de un h¨¢bitat urbano saludable.

Aplicando estos enfoques, las ciudades son entonces responsables con la infancia cuando:

• Son limpias y fomentan comportamientos que ayudan a los ni?os a crecer fuertes y sanos.
• Son seguras y han tenido en cuenta en su dise?o los posibles riesgos a los que se enfrenta la infancia.
• Son socialmente inclusivas, fomentan su autonom¨ªa y tienen en cuenta sus voces.
• Son sostenibles desde el punto de vista medioambiental.
• Garantizan un est¨¢ndar de vida digno, con acceso a educaci¨®n salud, recreaci¨®n, cultura, etc. A servicios pr¨®ximos y asequibles, accesibles para todo tipo de discapacidad. En definitiva, fomentan sus habilidades para su vida hoy y en el futuro.

Hacerlo implica pensar en las diferentes fases del desarrollo evolutivo de ni?os y ni?as desde un punto de vista de planificaci¨®n urbana: desde la escala de la casa, la calle, el barrio¡­ hasta la ciudad, para garantizar que todos los servicios y recursos est¨¢n accesibles y pr¨®ximos a una distancia caminando o en bici de los ni?os y ni?as. As¨ª se configurar¨ªa una ciudad como un mosaico de barrios, peque?os micro cosmos donde encuentran todas las oportunidades para crecer y desarrollarse

Para ello el espacio urbano de las Ciudades Amigas de la Infancia debe ofrecer algunos elementos clave que lo configuren como un entorno seguro, protector, que responde a sus necesidades y preserva sus derechos. Estos elementos requieren inversi¨®n en una planificaci¨®n y gesti¨®n urbana sostenible centrada en la infancia, promoci¨®n de la movilidad sostenible y dotaci¨®n a las ciudades y comunidades de espacios verdes, espacios de juego y equipamientos colectivos.

Esta crisis puede ser un punto de inflexi¨®n, de la que podemos aprender y salir de ella ofreciendo a los ni?os y ni?as las ciudades no solamente que se merecen, tambi¨¦n las que nos demandan, y a las que tienen derecho.

Paola Bernal Fuentes es especialista en Ciudades Amigas de la Infancia de Unicef Espa?a. Economista especializada en cooperaci¨®n al desarrollo, gesti¨®n de proyectos e innovaci¨®n, entre otros. Lleva m¨¢s de 20 a?os trabajando en derechos humanos tanto en Espa?a como en terreno.