El pseudosindicato Manos Limpias, la m¨¢quina de denunciar que est¨¢ detr¨¢s de la causa contra Bego?a G¨®mez

Manos Limpias ha conseguido volver a colocarse en el centro del hurac¨¢n. El colectivo encabezado por Miguel Bernad, vinculado en el pasado a grupos de ultraderecha, se encuentra detr¨¢s de la denuncia presentada contra Bego?a G¨®mez, esposa del presidente del Gobierno, Pedro S¨¢nchez, que un juzgado ha admitido a tr¨¢mite por delitos de tr¨¢fico de influencias y corrupci¨®n en los negocios. Un proceso que, seg¨²n ha respondido el Gobierno, se sustenta en ¡°una denuncia falsa m¨¢s¡± de Manos Limpias, que se caracteriza por acudir con escaso ¨¦xito a los tribunales contra dirigentes pol¨ªticos (especialmente de izquierdas) y, en los ¨²ltimos meses, contra el Ejecutivo de coalici¨®n de S¨¢nchez.

Este autodenominado ¡°sindicato de funcionarios¡± es un viejo conocido de la justicia. Tanto como acusador como acusado, ya que se lo ha investigado en varias ocasiones por impulsar denuncias falsas. Manos Limpias lleva lustros desplegando la misma estrategia. Es una aut¨¦ntica m¨¢quina de presentar querellas, como deja claro en su propia p¨¢gina web, donde el colectivo explica que su principal funci¨®n pasa por ¡°interponer todo tipo de denuncias ante las corrupciones pol¨ªticas o econ¨®micas que lesionen el inter¨¦s p¨²blico o general¡±.

Pero, m¨¢s all¨¢ de la publicidad que se da a los escritos que env¨ªa a los juzgados y el ruido que les rodea, su actividad le ha supuesto escasas victorias y, en cambio, grandes y reiterados varapalos. El m¨¢s duro se produjo el 9 de julio de 2021, cuando la Audiencia Nacional conden¨® a Miguel Bernad a cuatro a?os de c¨¢rcel por cooperar con el presidente de Ausbanc, Luis Pineda, para extorsionar a bancos y empresas para que les pagasen a cambio de evitar acciones judiciales o campa?as de descr¨¦dito en su contra. Esa sentencia, sin embargo, fue anulada este marzo por el Tribunal Supremo al concluir, en contra del criterio de los magistrados de primera instancia, que las ¡°presiones¡± empleadas ¡ªllegaban a ofrecer la retirada de la acusaci¨®n a cambio de una contraprestaci¨®n¡ª no eran suficientes para considerarlas una ¡°intimidaci¨®n¡±, pese a que pudieran resultar ¡°censurables en el plano de la valoraci¨®n ¨¦tica¡±.

La absoluci¨®n del Supremo ha insuflado aire a Manos Limpias, aunque realmente solo escribe un cap¨ªtulo m¨¢s de su controvertida historia, llena de altibajos. El colectivo alcanz¨® una de las cimas de su influencia hace una d¨¦cada, catapultado por su papel en el sumario del caso No¨®s, abierto contra I?aki Urdangarin y Cristina de Borb¨®n. La organizaci¨®n se convirti¨® en la ¨²nica acusaci¨®n que pidi¨® sentar a la infanta en el banquillo. Y lo consigui¨® en 2014, tras solicitar ocho a?os de c¨¢rcel por delito fiscal para la hermana de Felipe VI. Era una ¨¦poca de vino y rosas para Bernad, convertido en un asiduo de los medios de comunicaci¨®n, donde se prodigaba en entrevistas.

Pero todo cambi¨® dr¨¢sticamente a ra¨ªz de la causa abierta en la Audiencia Nacional. Bernad fue detenido en abril de 2016 y permaneci¨® en prisi¨®n provisional hasta finales de ese a?o. A partir de entonces, su actividad pr¨¢cticamente se diluy¨®. Adem¨¢s, en febrero de 2017, la Audiencia Provincial de Baleares absolvi¨® a Cristina de Borb¨®n y conden¨® a Manos Limpias a pagar las costas de la infanta.

Los sucesivos golpes relegaron a la organizaci¨®n al ostracismo, pero Bernard comenz¨® a moverse. Sobre todo, tras presentar el recurso contra la condena dictada contra ¨¦l por la Audiencia Nacional. Quer¨ªa resucitar. Y fij¨® la diana en el Ejecutivo de S¨¢nchez, que se ha convertido en uno de sus objetivos predilectos. Hace solo tres semanas, por ejemplo, el Supremo rechaz¨® una querella que present¨® contra el propio presidente por el acuerdo de investidura firmado el 9 de noviembre entre el PSOE y Junts, y la posterior tramitaci¨®n de la ley de amnist¨ªa. No solo no hab¨ªa ning¨²n indicio de delito, le reproch¨® el alto tribunal, sino que adem¨¢s apoyaba sus acusaciones en expresiones ¡°gen¨¦ricas¡±.

No es el ¨²nico caso. En enero del pasado a?o, el Supremo dio carpetazo a otra denuncia de Manos Limpias contra la entonces ministra de Igualdad, Irene Montero (Podemos), por sus cr¨ªticas a los jueces por la aplicaci¨®n de la ley del solo s¨ª es s¨ª. En diciembre de 2023, la Fiscal¨ªa archiv¨® otra contra el secretario de Organizaci¨®n del PSOE, Santos Cerd¨¢n, el secretario general de Junts, Jordi Turull, y el portavoz de ERC en el Congreso de los Diputados, Gabriel Rufi¨¢n, a quienes acusaba de amenazar a los jueces por el mero hecho de mencionar la palabra lawfare [guerra jur¨ªdica] y abrir la puerta a constituir una comisi¨®n de investigaci¨®n parlamentarias para detectarla.

El historial es largu¨ªsimo. Entre otros procesos, el colectivo de Bernad se person¨® como acusaci¨®n en el caso 8-M, impulsado en 2020 contra el delegado del Gobierno de Madrid por haber permitido la marcha feminista del 8 de marzo en la ¨¦poca de expansi¨®n del coronavirus ¡ªuna causa que acab¨® archivada igualmente tras un enorme esc¨¢ndalo medi¨¢tico¡ª. En 2016 se querell¨® contra Pablo Iglesias e ??igo Errej¨®n, entonces diputados de Podemos, por una ristra de delitos: desobediencia, organizaci¨®n criminal, apropiaci¨®n indebida, cohecho... Pero el Supremo archiv¨® de plano el caso y, adem¨¢s de destacar que ya hab¨ªa presentado una denuncia similar por lo mismo, recalc¨® que aportaba como supuesta prueba el llamado Informe PISA (acr¨®nimo de Pablo Iglesias Sociedad An¨®nima), un documento donde se afirmaba que Ir¨¢n hab¨ªa financiado al partido y que ten¨ªa como base solo recortes de supuestas noticias ¡ªse supo despu¨¦s que hab¨ªa sido fabricado por la polic¨ªa patri¨®tica¡ª.

En esa ¨²ltima resoluci¨®n, el alto tribunal insist¨ªa en que ¡°la mera publicaci¨®n de informaciones en los medios de comunicaci¨®n no puede justificar sin m¨¢s, la apertura de un procedimiento penal para la investigaci¨®n de los hechos descritos si la denuncia o querella que los incorpora no aporta alg¨²n indicio accesible y racional de su comisi¨®n¡±. Precisamente, la denuncia contra Bego?a G¨®mez se sustenta solo en informaciones publicadas por ¡°varios diarios digitales y de papel, y posteriormente en tertulias televisivas¡±, seg¨²n reconoce el propio Bernad en el escrito enviado al juzgado, donde enumera exclusivamente una serie de titulares de medios conservadores.

Manos Limpias no solo ha arremetido contra pol¨ªticos. En 2007, el Supremo orden¨® investigar al colectivo por un delito de denuncia falsa, despu¨¦s de que intentase impulsar un procedimiento contra el juez Juan del Olmo, instructor del caso 11-M, y la fiscal Olga S¨¢nchez, a los que acus¨® de hacer desaparecer pruebas del ataque terrorista perpetrado el 11 de marzo de 2004 en Madrid. El tribunal subray¨® que la actuaci¨®n de la organizaci¨®n, que daba p¨¢bulo a las teor¨ªas de la conspiraci¨®n sobre el atentado yihadista, sobrepasaba ¡°los l¨ªmites del prudente ejercicio de las acciones penales¡± y entra?aba ¡°un manifiesto abuso de derecho y fraude procesal¡±. Bernad tambi¨¦n situ¨® el punto de mira en el juez Baltasar Garz¨®n por investigar los cr¨ªmenes del franquismo.