Enrique Larrainzar
45 a?os / Director de Auditor¨ªa Interna Corporativa de Banco Santander
Hasta hace unos meses, el director de Auditor¨ªa Interna Corporativa de Banco Santander, Enrique Larrainzar, y su equipo no eran los tipos m¨¢s populares de la oficina. Lo admite ¨¦l, medio en broma, medio en serio. ¡°A nadie le gusta mucho que le revise un auditor porque requiere tiempo y bastante discusi¨®n¡±, admite Larrainzar, empleado del banco desde hace 21 a?os, enfocado a verificar que los procesos y controles funcionen c¨®mo se espera. ¡°Tenemos que mantener siempre nuestra independencia con el resto de los departamentos de la entidad, para que las evaluaciones sean objetivas y eso, a veces, nos hace parecer err¨®neamente alejados de la realidad¡±. Esta historia tal vez modifica esa percepci¨®n.
El 24 de marzo, Larrainzar recibi¨® una llamada de su hermano mayor, Ricardo, responsable de Traumatolog¨ªa del Hospital Universitario Infanta Leonor de Madrid. Ricardo ya le hab¨ªa anticipado a toda su familia la gravedad de la situaci¨®n causada por la covid-19 y les hab¨ªa dado a todos los consejos posibles para combatir el virus, pero esa vez llam¨® por otra cosa. ¡°Necesitaban una ambulancia¡±, cuenta Enrique.
El pedido le sorprendi¨®. Una ambulancia para un hospital tan grande como aquel le parec¨ªa intrascendente. ¡°La necesitaban para los traslados de pacientes dentro del complejo hospitalario, donde hay diferentes edificios, algunos separados hasta por un kil¨®metro¡±. explica. Con el hospital lleno de pacientes, la necesidad era urgente para poder aprovechar todos los espacios. Una ambulancia, durante 30 d¨ªas, ayudar¨ªa a aliviar la carga de Urgencias ya colapsada, sacando a pacientes que ya no necesitaban estar all¨ª.
¡°Se me saltaban las l¨¢grimas seg¨²n recib¨ªa las confirmaciones de las transferencias porque eran cantidades que jam¨¢s hubiese pensado que la gente estuviese dispuesta a aportar. En una hora juntamos casi 24.000 euros¡±
Larrainzar le cont¨® la situaci¨®n a su jefe, miembro de la alta direcci¨®n del banco. Aunque se inici¨® inmediatamente el proceso interno para autorizar la ayuda, la gesti¨®n necesitaba algunos d¨ªas. No hab¨ªa tiempo. ¡°La angustia que nos transmiti¨® mi hermano nos hizo decir: ponemos nosotros el dinero hasta que el banco lo pueda gestionar¡±, cuenta. ¡°Pens¨¦ que, como mi jefe y yo, otros querr¨ªan colaborar y envi¨¦ un correo electr¨®nico a t¨ªtulo personal a los empleados con los que ten¨ªa m¨¢s confianza¡±, dice.
La reacci¨®n fue brutal, aunque por otro lado, la respuesta de sus compa?eros tampoco lo sorprendi¨®, ya que era fruto de la cultura corporativa de la entidad, cuya misi¨®n es ayudar a las personas y empresas a progresar. ¡°Se me saltaban las l¨¢grimas seg¨²n recib¨ªa las confirmaciones de las transferencias porque eran cantidades que jam¨¢s hubiese pensado que la gente estuviese dispuesta a aportar. En una hora juntamos casi 24.000 euros¡±. Era mucho m¨¢s de lo que costaba un mes de ambulancia, que era lo que necesitaba el hospital. Al final la ayuda del banco sali¨® adelante y la entidad se hizo cargo de la mitad del alquiler del veh¨ªculo.
Los m¨¦dicos nos contaron que lo de la ambulancia les hab¨ªa cambiado la moral. Estaban muy preocupados por c¨®mo gestionar las ayudas m¨¢s urgentes y, despu¨¦s de esto, creyeron, finalmente, que iban a tener el respaldo necesario para afrontar los d¨ªas tan duros que se aproximaban¡±
¡°La gente me agradec¨ªa por haberlos incluido en la iniciativa. Percib¨ª una frustraci¨®n grande por estar confinados en casa, mientras los compa?eros de las oficinas estaban en primera l¨ªnea de fuego¡±, afirma Larrainzar. ¡°El hospital tambi¨¦n estaba muy agradecido. Los m¨¦dicos nos contaron que lo de la ambulancia les hab¨ªa cambiado la moral. Estaban muy preocupados por c¨®mo gestionar las ayudas m¨¢s urgentes y, despu¨¦s de esto, creyeron, finalmente, que iban a tener el respaldo necesario para afrontar los d¨ªas tan duros que se aproximaban¡±.
El Infanta Leonor y Banco Santander trabajan juntos desde entonces en distintos proyectos para colaborar en la lucha contra la covid-19. ¡°Con el dinero remanente empezamos a ayudarlos en el desarrollo de unas m¨¢scaras, que se crearon con los modelos de las de buceo de Decathlon, y que sirven para construir soportes ventilatorios de bajo coste, que eviten trasladar a los pacientes a las UCI o permiten ganar tiempo antes de hacerlo. Primero les facilitamos la compra de unos altavoces para comunicarse con el paciente con la m¨¢scara puesta. Ahora est¨¢n tratando de homologarlas para su uso general¡±, cuenta Larrainzar. ¡°Tenemos unas ganas enormes de que todo esto pase y nos podamos encontrar de nuevo en un ambiente personal. ¡®Cuando termine queremos ir a veros. Queremos recibiros y daros un homenaje¡±, se dec¨ªan entre ambos equipos, m¨¦dicos y banqueros.
Enrique echa de menos a sus familiares y a las ¡°peque?as cosas¡± que, antes del confinamiento parec¨ªan haber perdido su valor. Como ir al Santiago Bernab¨¦u con sus hermanos a ver partidos de su equipo, el Real Madrid. Y en especial echa de menos a su equipo de trabajo: ¡°Veinte profesionales magn¨ªficos con los que mantenemos un v¨ªnculo especial m¨¢s all¨¢ del trabajo diario. Estas semanas tenemos un contacto virtual casi continuo. Los viernes hacemos un aperitivo por videoconferencia y est¨¢ prohibido hablar del trabajo. Algunos muestran sus nuevos cortes de pelo y lo celebramos¡±.
Banco Santander ha puesto a disposici¨®n de sus empleados, y de cualquiera que quiera colaborar, un fondo solidario llamado Fondo Juntos para hacer aportaciones econ¨®micas destinadas a comprar material sanitario. Gracias a ¨¦l han adquirido 3.900.000 de mascarillas de alto riesgo, 500 respiradores no invasivos, 2.000 mantas para camas hospitalarias, 2.000 camas para el hospital de IFEMA, dos millones de euros en respiradores para el hospital de IFEMA y 300 fumigadores para desinfectar residencias en Madrid.