?Por qu¨¦ nos gusta regalar y recibir flores en San Valent¨ªn?
Sorprender a alguien querido, o que te sorprendan, con un ramo desata sensaciones de j¨²bilo, plenitud y bienestar similares a las que produce estar enamorado. Sin mediar palabra, las flores proclaman afecto, seducci¨®n, compromiso, deseo, ternura, fidelidad¡ Infinitas formas de decir ¡°te quiero¡±
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El lenguaje vegetal es el m¨¢s elevado y antiguo de la historia. Est¨¢ cargado de simbolismo y de belleza, es universal y profundo. Tambi¨¦n es el m¨¢s elocuente en su sencillez. En tiempos de inteligencia artificial, de realidades aumentadas, de threads, reels, microblogging y chat GPT, ?no resulta fascinante poder transmitir las m¨¢s francas emociones con una flor que ha brotado en la naturaleza?
¡°Las flores, que en las sociedades prehist¨®ricas constitu¨ªan un alimento para el hombre, comienzan a ser usadas como s¨ªmbolos y amuletos en ofrendas y ritos 7.000 a?os antes de Cristo. Este ser¨ªa el origen de la cultura floral¡±, explica la arquitecta y paisajista Marta Gallego, tambi¨¦n profesora de Historia del Jard¨ªn en la Escuela de Paisajismo Castillo de Batres. El Antiguo Egipto es el primer momento de la historia en que est¨¢ documentado el uso de arreglos florales entre las ¨¦lites y en el entorno de los faraones. Con el loto azul (Nymphaea caerulea) como protagonista se compon¨ªan ramos para cultos funerarios, guirnaldas para fiestas y coronas para celebraciones.
En la antigua Grecia las flores y vegetales se popularizaron entre todas las clases sociales como ofrenda para los dioses y para festejar victorias en las batallas. Surgen las cornucopias que combinan flores y frutas como s¨ªmbolo de abundancia y riqueza, y los h¨¦roes son engalanados con coronas de laurel. Las especies de formas sim¨¦tricas ¡ªlirios, orqu¨ªdeas, narcisos¡¡ª eran las m¨¢s apreciadas debido a su perfecci¨®n geom¨¦trica. La mitolog¨ªa otorg¨® un valor simb¨®lico a las flores, relacionando cada especie con un dios. Las rosas fueron para Afrodita. Este es el primer v¨ªnculo hist¨®rico que conecta a la reina de las flores con el amor y el primer esbozo de un lenguaje de las flores, a¨²n muy primitivo. ¡°Tambi¨¦n hay referencias en Eros y Psique, un mito de la Antig¨¹edad cargado de tramas de amor, desamor, flechazos y celos que culmina con un casamiento para la eternidad en el que brotan rosas rojas en el Olimpo¡±, a?ade Marta Gallego.
Rosas para Afrodita¡ y para todos los enamorados
Hoy, siete de cada 10 flores que se venden en las florister¨ªas espa?olas el d¨ªa de San Valent¨ªn son rosas, seg¨²n la Asociaci¨®n Espa?ola de Floristas (AEFI). ¡°Solo para el D¨ªa de los Enamorados cada florister¨ªa vende de media 800 tallos de rosa. Eso sin contar ramos de silvestres, claveles, arreglos de flores preservadas, composiciones de flor cortada en cestas o bomboneras para quienes buscan algo alternativo¡ O plantas ornamentales en maceta, como la orqu¨ªdea, cargada de connotaciones er¨®ticas gracias a los relatos mitol¨®gicos, para quienes prefieren la flor viva¡±, dicen en AEFI. Marta Gallego explica un dato curioso: ¡°La tradici¨®n anglosajona del D¨ªa de los Enamorados no lleg¨® a Espa?a hasta mediados del siglo XX. Fue introducida por el fundador de Galer¨ªas Preciados, que detect¨® un fil¨®n comercial en la costumbre de regalar flores y generar consumo con la excusa de un d¨ªa consagrado al amor¡±. As¨ª, desde sus almacenes de la Gran V¨ªa madrile?a, el gesto de regalar flores y bombones el d¨ªa 14 de febrero en seguida se contagi¨® al resto del pa¨ªs.
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Dalias, lirios, orqu¨ªdeas y margaritas para todos los tipos de amor
¡°Se cree que la costumbre de regalar flores como demostraci¨®n de amor se remonta a las bodas de la Edad Media, cuando se puso de moda decorar con ramilletes para perfumar el ambiente y enmascarar los malos olores en los festejos matrimoniales¡±, cuenta el paisajista Fernando Pozuelo. M¨¢s all¨¢ de esta ins¨®lita funci¨®n cosm¨¦tica, el verdadero punto de inflexi¨®n en el uso de la flor como significante del amor en las culturas occidentales tiene lugar en el siglo XIX, cuando el arte floral se convierte en un s¨ªmbolo de estatus y buen gusto en la sociedad victoriana. ¡°Las damas adineradas asist¨ªan a clases para dominar el dise?o de ramos y arreglos y se establecen reglas can¨®nicas en cuanto al uso de las diversas especies y a la combinaci¨®n de formas y colores¡±, explica Marta Gallego. Nace as¨ª la Floriograf¨ªa o lenguaje de las flores, un argot mudo cifrado con c¨®digos que solo la ¨¦lite que maneja el arte vegetal es capaz de interpretar. Ramos y bouquets permiten una forma silenciosa de expresi¨®n social equivalente al lenguaje del abanico. Dependiendo de la flor elegida, el color, la posici¨®n del tallo al entregarla, la mano (derecha o izquierda) con que la recoge quien la recibe o el contexto que rodea al momento de la entrega, la elocuencia de lo que se expresaba sin mediar palabra era casi infinita. ¡°La rosa, con todas sus variedades y cultivares, era la gran protagonista¡±, dice Gallego.
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Por su conexi¨®n hist¨®rica y art¨ªstica a lo largo de los siglos con la bella y carnal Afrodita, la rosa roja encarna en Floriograf¨ªa el deseo y la pasi¨®n. La dalia, fidelidad eterna y compromiso. El lirio de los incas o alstroemeria, devoci¨®n y amistad incondicional. ¡°La orqu¨ªdea, s¨ªmbolo de lujuria y sensualidad, y la margarita, s¨ªmbolo de pureza y ternura, son otras especies que remiten a diversas formas de profesar el amor¡±, a?ade Fernando Pozuelo. Tambi¨¦n la flor del almendro, que conecta con la historia del propio San Valent¨ªn: desafiando a las leyes del Imperio, este monje romano casaba a escondidas a los soldados, que ten¨ªan prohibido el matrimonio para no distraerse de sus obligaciones en las batallas. Fue descubierto y torturado, y muri¨® el 14 de febrero. Junto a su tumba se plant¨® un almendro cuya flor rosada, que brota justo en esta ¨¦poca, simboliza la fuerza eterna del amor.
La elocuencia de las flores
Curiosamente, en un entorno cada vez m¨¢s tecnificado y virtual, el lenguaje de las flores no ha dejado de enriquecer e inspirar nuestra capacidad para expresar sentimientos. Aunque los c¨®digos exactos de la Floriograf¨ªa ya apenas se manejan, todo el mundo interpreta como signo inequ¨ªvoco de amor ¡ªm¨¢s o menos plat¨®nico, m¨¢s o menos carnal¡ª el gesto de regalar un bouquet o ramillete. La democratizaci¨®n de las flores como ornamento y como obsequio ha permitido derribar aquel car¨¢cter elitista y exclusivo reservado a las damas en el siglo XIX, y hoy son muchas las personas de cualquier nivel socioecon¨®mico que las regalan y reciben como muestra de amor. Y es que las flores encarnan muchos de los atributos y cualidades asociados al deseo y al afecto: placer, seducci¨®n, confianza, atracci¨®n, fidelidad, lujuria, compromiso¡
¡°Adem¨¢s, est¨¢ comprobado cient¨ªficamente que rodearse de plantas provoca en el ser humano un impacto emocional positivo que conecta con las sensaciones de j¨²bilo, plenitud, dicha y bienestar que se desencadenan al estar enamorado¡±, a?ade Fernando Pozuelo. Este sentido innato de conexi¨®n con la naturaleza ¡°mejora el estado de ¨¢nimo, reduce el estr¨¦s, conecta tanto a la persona que regala como a la que recibe con el presente y con la idea del carpe diem y permite expresar sentimientos positivos sin necesidad de palabras¡±, a?ade el paisajista.
Lo anal¨®gico es ¡®sexy¡¯
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M¨¢s de mil a?os despu¨¦s de que la decoraci¨®n de las ceremonias de casamiento comenzara a hacer viral la tendencia de rodearse de flores para celebrar el amor, regalar y que nos regalen flores nos sigue gustando ¡°por lo mismo que nos gusta un abrazo de nuestra madre o un aroma que nos traslade a la infancia¡±, dice Jes¨²s Vi?ambres, de la florister¨ªa madrile?a Lufesa. ¡°Las flores evocan sensaciones que nos transportan a momentos felices. Que te regalen lo ¨²ltimo en tecnolog¨ªa est¨¢ genial, pero el contacto con ese objeto nunca ser¨¢ capaz de conmover tus emociones. Tampoco permite tejer lazos con la naturaleza ni con las personas a las que amas. Las plantas s¨ª¡±, asegura.
El mundo vegetal alimenta el cuerpo, y tambi¨¦n el esp¨ªritu. Por eso el est¨¦tico y estimulante lenguaje de las flores es y siempre ser¨¢ perfecto para comunicar los sentimientos m¨¢s profundos. Lo anal¨®gico es sexy. Y una flor nunca dejar¨¢ de ser la forma m¨¢s elocuente de decir ¡°te quiero¡±.
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