¡®Sketching Fashion¡¯: un viaje por los m¨¢s de 500 a?os de la historia de la ilustraci¨®n de moda
De los grabados en las pir¨¢mides de Egipto a los C¨®dices del Traje de la Edad Media sin olvidar las revistas y los artistas contempor¨¢neos. Laia Beltran y Lucy Victoria Davis reivindican el valor de la moda como un arte con un libro repleto de informaci¨®n documental y an¨¦cdotas
¡°El trazo de un l¨¢piz o el trozo de hilo pueden cambiar el mundo¡±, afirma la periodista especializada en moda Laia Beltran (Ulldecona, Tarragona, 50 a?os), sentada bajo los limoneros del patio interior de una conocida librer¨ªa del barrio barcelon¨¦s del Raval. ¡°La frase es de Mir¨®, pero nos hemos apoderado de ella¡±, matiza su compa?era, la dise?adora gr¨¢fica e ilustradora de estilo Lucy Victoria Davis (Londres, 46 a?os). Las dos coinciden en que la moda, como disciplina art¨ªstica, est¨¢ infravalorada y se percibe como algo fr¨ªvolo: ¡°?Por qu¨¦ el plano de un edificio es m¨¢s talentoso que el patr¨®n de una chaqueta?¡±, cuestiona Beltran. Reivindicar la moda como un arte mayor es el objetivo de su libro Sketching Fashion (Editorial GG, 2023): un recorrido por la historia de la ilustraci¨®n de estilo, acompa?ado de una recopilaci¨®n de biograf¨ªas de ilustradores contempor¨¢neos. Cuando Beltran preparaba una clase de Historia de la Ilustraci¨®n para la Escuela Superior de Imagen y Dise?o de Barcelona (IDEP), pens¨® que sus alumnos deb¨ªan encontrarse con una ilustradora para aprender a plasmar sus ideas. Fue entonces cuando entr¨® en escena Davis.
Dos a?os y una pandemia despu¨¦s, Sketching Fashion ha salido a la luz, con una clara vocaci¨®n did¨¢ctica. ¡°Muchas personas piensan que los hombres siempre han vestido camisa y pantal¨®n, es una pena que el curr¨ªculum educativo no incluya estos contenidos¡±, reconoce Beltran. La primera parte del libro es una panor¨¢mica hist¨®rica de la ilustraci¨®n de moda, que huye de la sobriedad del ensayo y apuesta por ¡°p¨ªldoras de conocimiento¡±: un formato que combina la informaci¨®n documental y anecd¨®tica con ilustraciones de cada ¨¦poca hist¨®rica. Un ¡°sencillo¡± manual de consulta que no puede faltar en la bibliograf¨ªa de cualquier estudiante de moda.
¡°Se puede conocer a una sociedad a trav¨¦s de su forma de vestir¡±, explica Beltran mientras se?ala una modelo egipcia, ¡°esto es un kalasiris, la prenda estrella en el antiguo Egipto, una t¨²nica colorida de lino ¨Duno de los principales cultivos de la ribera del Nilo¨D apta para las altas temperaturas¡±. La historia de la moda es tan antigua como la de la civilizaci¨®n. Las primeras ilustraciones descansan en las paredes de pir¨¢mides y templos egipcios y su valor descriptivo las ha convertido en un elemento clave para las investigaciones arqueol¨®gicas.
El rol documental de la vestimenta se ha mantenido a lo largo de los siglos. Durante la Edad Media, los dibujantes viajaban por toda Europa para reflejar las costumbres y el aspecto de los distintos reinos. Sus dibujos se recogieron en los conocidos como C¨®dices del Traje, como el Trachtenbuch (N¨²remberg, 1529), una recopilaci¨®n de 154 dibujos coloreados a mano en acuarela, temple y tintas met¨¢licas de oro y plata. Tras la popularizaci¨®n de la imprenta, los c¨®dices fueron sustituidos por los libros del traje: colecciones de grabados, con vocaci¨®n informativa, que, a diferencia de los retratos, muestran tambi¨¦n la vestimenta y el aspecto de las clases m¨¢s bajas.
¡°Paulatinamente, la ropa va cobrando protagonismo en la ilustraci¨®n¡±, afirma Davis, y el ¡°ejemplo perfecto es la aparici¨®n del primer influencer de la historia en el siglo XVI¡±, a?ade. Durante 40 a?os, Matth?us Schwarz, un caballero alem¨¢n de clase alta, se hizo pintar en 137 ocasiones por diferentes artistas que dibujaban sus conjuntos. ¡°Quer¨ªa dejar constancia de lo que llevaba puesto, junto a los dibujos ¨¦l a?ad¨ªa una descripci¨®n de las prendas, de su pu?o y letra¡±, puntualiza.
En el siglo XIX, el gusto por el placer est¨¦tico dio pie a las precursoras de Vogue, las revistas de moda como la francesa Mercure Galant. ¡°Para ellos, medias a juego con el traje y zapatitos negros con tiras doradas. Para ellas, cofias de gasa bordadas y mangas de camisa con pu?os de punto¡±, lee Beltran, ¡°tienen la voluntad de crear tendencias, describen lo que llevan las clases adineradas para que sea objeto de admiraci¨®n en todas las capas sociales¡±, afirma.
Moda y arte en el siglo XX: un punto de inflexi¨®n
Como cualquier disciplina art¨ªstica, a comienzos del siglo XX la moda abandona el realismo y empieza a beber de las vanguardias. ¡°Paul Poiret fue el culpable, con sus ilustraciones el artista liber¨® a las mujeres del cors¨¦ y de la moda del encorsetamiento¡±, cuentan. El cubismo, el futurismo y el art d¨¦co llegan a la moda y con ellos la interpretaci¨®n. La moda abandona el rol descriptivo y se convierte en un arte con gran influencia en los c¨¢nones de belleza: ¡°Las ilustraciones no solo representaban a las mujeres m¨¢s bellas y de clase alta, sino que est¨¢n hechas desde la perspectiva masculina¡±, denuncia Beltran.
La configuraci¨®n del ideal de belleza casaba a la perfecci¨®n con la emergente sociedad de consumo: la ilustraci¨®n de estilo se une al mundo de la publicidad, una historia de amor que ha durado hasta nuestros d¨ªas. ¡°Con la aparici¨®n de la fotograf¨ªa la ilustraci¨®n qued¨® en segundo plano, pero en la ¨²ltima d¨¦cada las grandes casas y revistas de moda vuelven a apostar por el dibujo, como una foto personalizada, m¨¢s laboriosa y exclusiva¡±, afirma Davis, ¡°la ilustraci¨®n de estilo ha vuelto para quedarse y actualmente es un sector con muchas oportunidades profesionales¡±.
La segunda parte del libro es una ¡°foto fija¡± del panorama actual del ¨¢mbito de la ilustraci¨®n. Seleccionar 21 ilustradores no ha sido nada f¨¢cil: ¡°Quer¨ªamos paridad de g¨¦neros, diferencia generacional, artistas emergentes y consolidados, como David Downton o Jordi Labanda. Tambi¨¦n buscamos estilos distintos ¨DRichard Haines es absolutamente manual y Malika Favre es cien por cien digital¨D y diversidad de t¨¦cnicas, como los collages de Prince Lauder y el elemento arquitect¨®nico de ?ngel Hern¨¢ndez¡±, detallan. Recoger las biograf¨ªas y consejos de estos artistas tiene como objetivo servir como fuente de inspiraci¨®n y de instrucci¨®n para quienes se est¨¦n introduciendo en el mundo de la ilustraci¨®n de moda. ¡°Es una forma de conocerlos m¨¢s de cerca, de ver sus procesos creativos para despu¨¦s desarrollar el estilo propio¡±, afirma Davis. Las autoras invitan a los lectores a ir m¨¢s all¨¢ de la lectura y formar una comunidad para el intercambio de ideas y proyectos en la cuenta de Instagram que han creado con el nombre del libro: Sketching Fashion.
¡°En esta profesi¨®n no hay secretos. Simplemente sigue. Y sigue. Y sigue¡±, dice a los nuevos talentos la c¨¦lebre ilustradora de moda Gladys Perint Palmer (Hungr¨ªa, 1947) en un consejo que recoge las p¨¢ginas de Sketching Fashion. ¡°Aprend¨ª a dibujar antes de andar bien¡±, asegura la ilustradora que ha trabajado para Harper¡¯s Bazar y The New Yorker y es una de las primeras figuras femeninas reconocidas en el sector. ¡°Las mujeres siempre han estado presentes en el mundo de la ilustraci¨®n, pero, igual que en otros campos, la historia no ha sido justa con ellas y sus nombres no han quedado para la posteridad¡±, denuncia Beltran. ¡°Es como si no hubieran existido y su contribuci¨®n a la ilustraci¨®n de moda merece ser reconocida, dar¨ªa para otro libro¡±.
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