Marta Segarra: ¡°Quien diga que el hombre es el ¨²nico animal que viola se equivoca¡±
La fil¨®loga, catedr¨¢tica de la Universidad de Barcelona, e investigadora de estudios de g¨¦nero y sexualidad en Par¨ªs, indaga sobre lo que nos une y lo que nos separa realmente a humanos y animales
¡°Vivimos una nueva fiebre casi religiosa con la ciencia. Nos dicen que es un dato cient¨ªfico y la gente ya pierde los papeles, asume que siempre ser¨¢ verdad. Pero no debemos pasar por alto que la ciencia es un debate continuo, tambi¨¦n progresa¡±. A Marta Segarra (Barcelona, 58 a?os) la recorren escalofr¨ªos por el cuerpo cada vez que alguien intenta zanjar una conversaci¨®n diciendo: ¡°Lo dice la ciencia y si algo est¨¢ claro en esta vida es que dos m¨¢s dos son cuatro¡±. En sinton¨ªa con pensadoras como Donna Haraway, esta fil¨®loga, catedr¨¢tica e investigadora del Laboratoire d¡¯?tudes de Genre et Sexualit¨¦ en Par¨ªs desconf¨ªa de todos esos discursos que se aferran al esencialismo cient¨ªfico y las verdades absolutas. ¡°A veces se nos olvida que dos m¨¢s dos son cuatro porque las matem¨¢ticas las inventamos nosotros. Es un lenguaje fabricado¡±, aclara, una calurosa ma?ana de junio en Barcelona. Segarra publica ahora Humanimales. Abrir las fronteras de lo humano (Galaxia Gutenberg, 2022), una investigaci¨®n sobre qu¨¦ nos une y qu¨¦ nos separa realmente en la relaci¨®n humano-animal. Un ensayo en el que aplica, una vez m¨¢s, esa mirada estudiada que disecciona las interacciones en los ejes de la desigualdad.
Pregunta.??Qu¨¦ es un humanimal?
Respuesta. ?Todos somos humanimales. Es un concepto que se refiere a la parte animal de los humanos y a la parte humana de algunos animales no humanos. Como los que llamamos animales de compa?¨ªa, los dom¨¦sticos. Se podr¨ªa decir que a ellos los hemos fabricado o cambiado y, por tanto, son humanimales por esa raz¨®n.
P.??Por qu¨¦ le irrita el dicho que afirma que ¡°el perro es el mejor amigo del hombre¡±?
R.?Porque es una frase simplista y no tiene un viaje de vuelta. Nunca dir¨ªamos que ¡°el hombre es el mejor amigo del perro¡±. ?Por qu¨¦? Porque en realidad es una frase jer¨¢rquica. Aqu¨ª no estamos hablando de amistad entre iguales, en esa afirmaci¨®n subyace una idea de lealtad, obediencia y sumisi¨®n.
P.?De ese sometimiento va un poco su libro, ?por qu¨¦ los humanos pensamos que somos excepcionales y ¨²nicos?
R.?Es una creencia que est¨¢ arraigada en el pensamiento occidental, que por desgracia ahora es bastante hegem¨®nico. Se ha utilizado la baza del lenguaje y el razonamiento, o la capacidad del sentido del humor o de honrar a los muertos para considerarnos excepcionales sobre los animales.
P.??Y no es as¨ª?
R.?En mi libro intento demostrar que estos argumentos son fabricaciones para justificar esta excepcionalidad. Como dice el antrop¨®logo Philippe Descola, la naturaleza es algo que se ha inventado el hombre. Hemos construido un binarismo entre naturaleza y cultura para situarnos en un plano superior.
P.?Quiere problematizar esta noci¨®n. Pone en duda los supuestos valores de progreso de la Ilustraci¨®n.
R.?La Ilustraci¨®n tuvo cosas buen¨ªsimas, como el avance de la medicina moderna, pero otras no lo fueron tanto. Para las mujeres en Europa, por ejemplo, el Renacimiento supuso una involuci¨®n en algunos aspectos y se podr¨ªa decir que ten¨ªan m¨¢s libertades, entre comillas, en la Edad Media. Con los animales pas¨® igual.
P.??En qu¨¦ sentido?
R.?Se consagr¨® la idea de que la raz¨®n era algo exclusivamente humano y se consolid¨® el sistema socioecon¨®mico que nos ha llevado a este neoliberalismo que tanto nos est¨¢ fastidiando la vida.
P.?Hablando de mujeres y animales, el 80% de los activistas animalistas son mujeres. ?A qu¨¦ cree que se debe?
R.?Hist¨®ricamente, las primeras asociaciones de animales que se crearon en Inglaterra estaban formadas por mujeres y ahora hay muchas m¨¢s que hombres en ellas. Creo que porque las mujeres, por socializaci¨®n y no por esencia, estamos m¨¢s entrenadas para ver la interacci¨®n de las dominaciones, lo que se llama interseccionalidad. Las percibimos m¨¢s porque tambi¨¦n las sufrimos m¨¢s. No es que las mujeres sean las que m¨¢s las sufren, pero por esa socializaci¨®n tendemos a dar m¨¢s importancia a los afectos y a implicarnos.
P. La fil¨®sofa Vinciane Despret, que defiende el giro animal, se quej¨® en este diario de que si la ciencia aplica cierta mirada femenina, ¡°se considerar¨¢ como ciencia m¨¢s barata y supondr¨¢ ser desacreditada en la academia¡±. ?Sigue pasando?
R.?Lo cuenta siempre Jane Goodall, que ella empez¨® a ver actitudes en los chimpanc¨¦s totalmente contrarias a las que hab¨ªa le¨ªdo en los libros y lo que le hab¨ªan ense?ado los especialistas en la facultad, pero que en su d¨ªa no pudo publicarlo. Much¨ªsimas estudiosas vieron en los a?os cincuenta, o incluso en el siglo XIX, que el g¨¦nero es fluido, por ejemplo. Pero esos eran discursos que no se pod¨ªan publicar porque afirmar tales teor¨ªas para esas personas supon¨ªa ser apartadas de la academia.
P.?Recoge el famoso art¨ªculo de The New York Times de 2010 que se preguntaba ¡°si los animales pod¨ªan ser gais¡±. Doce a?os despu¨¦s, ?toca cuestionar las barreras del g¨¦nero?
R.?La etolog¨ªa ha avanzado much¨ªsimo desde los a?os cincuenta. Todav¨ªa mucha gente cita estudios de forma interesada de esa ¨¦poca, en la que los humanos ten¨ªamos el g¨¦nero muy separado: a las mujeres les pertenec¨ªa el espacio dom¨¦stico; a los hombres, el p¨²blico. Todo aquel que intentaba cruzar o quedarse en el medio era duramente castigado. Aqu¨ª tambi¨¦n entra la homosexualidad, porque esto est¨¢ ligado a una heterosexualidad obligatoria que se percib¨ªa como lo natural. Socialmente, hemos ido cambiando estas ideas y la percepci¨®n que tenemos de la llamada naturaleza, como que su ley era la reproducci¨®n.
P.?Si lo del placer lo hemos asumido con los humanos, ?deber¨ªamos hacerlo con los animales?
R.?Los animales se acoplan para reproducirse, pero luego hemos entendido que el sexo y la sexualidad est¨¢ abierta a otros factores. Y no solo por el placer, sino por la idea de sumisi¨®n y obligaci¨®n. Por la fuerza. Quien diga que el hombre es el ¨²nico animal que viola se equivoca. Es falso. Se han dado casos de violaciones entre elefantes.
P.?Desconf¨ªa de esa idea darwinista de la supervivencia del m¨¢s fuerte.
R.?Es que la lectura simplista que ha quedado es una contradicci¨®n con lo que dijo el propio Darwin. El m¨¢s fuerte no quiere decir que sea el m¨¢s adaptable, y eso puede pasar por simbiosis o colaboraci¨®n.
P.?Dice que los mataderos son el s¨ªmbolo de la ¡°desanimalizaci¨®n¡± de nuestra sociedad.
R. Nunca se ha comido tanta carne como ahora, y la que se come es una porquer¨ªa. Solo la ¨¦lite econ¨®mica y cultural puede permitirse un filete de una vaca feliz. La industrializaci¨®n de la crianza animal, m¨¢s all¨¢ de los mataderos, es extractivista.
P.??A qu¨¦ se refiere?
R.?Lo define muy bien la te¨®rica y activista Ver¨®nica Gago, una de las fundadoras de Ni Una Menos: vivimos en una sociedad que nos chupa la energ¨ªa, no tanto en los modos de trabajo, que tambi¨¦n, sino en c¨®mo nos hemos convertido en una materia prima que explotar desde la ma?ana hasta la noche. Con los animales no humanos que nos comemos se ve mucho m¨¢s claro: la optimizaci¨®n salvaje ha hecho que sean esa prote¨ªna social desde antes de nacer, en los procesos de fertilizaci¨®n, hasta que mueren.
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