Llamar a las cosas por su nombre
¡®Salir de la noche¡¯, de Mario Calabresi, se ha convertido en referencia ¨¦tica para un pa¨ªs que a¨²n no hab¨ªa escuchado las voces de las v¨ªctimas de los a?os de plomo del terrorismo italiano
Es escritora y guionista. Trabaj¨® en RNE toda la d¨¦cada de los 80. Gan¨® el Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil por 'Los Trapos Sucios' y el Biblioteca Breve por 'Una palabra tuya'. Otras novelas suyas son: 'Lo que me queda por vivir' y 'A coraz¨®n abierto'. Su ¨²ltimo libro es 'En la boca del lobo'. Colabora en EL PA?S y la Cadena SER.
¡®Salir de la noche¡¯, de Mario Calabresi, se ha convertido en referencia ¨¦tica para un pa¨ªs que a¨²n no hab¨ªa escuchado las voces de las v¨ªctimas de los a?os de plomo del terrorismo italiano
El casamiento del alcalde de Madrid ocurre en un momento delicado para la ciudadan¨ªa en el que las exhibiciones de clase, poder e influencias sobran
Algunos dibujantes de c¨®mic han encontrado en las historias de sus abuelos un tesoro argumental y sus libros est¨¢n conquistando a lectores insospechados. No son panfletarios, ni partidistas, no est¨¢n haciendo campa?a sino justicia
Los objetos cotidianos tienen su propia voz, potente y honda para quien quiera o¨ªrla, y dan prueba material de c¨®mo era la vida de aquella generaci¨®n que est¨¢ a punto de desaparecer
Las especulaciones sobre la desaparici¨®n de la escena p¨²blica de Middleton son un paradigma de c¨®mo medios y redes se retroalimentan para esas teor¨ªas conspiranoicas de las que nos quejamos
Vania o Iv¨¢n, ruso o riojano, es un pobre hombre que no entiende el presente y que se siente estafado
La presidenta de la Comunidad de Madrid ha encontrado su estilo, un estilo desprejuiciado que se ha saltado las normas de lo que hasta ahora ejerc¨ªan los pol¨ªticos conservadores
La corrupci¨®n sist¨¦mica espa?ola que aliment¨® los episodios de Gald¨®s sigue ah¨ª, como un virus latente que aparece en cuanto encuentra una flaqueza en el sistema inmunol¨®gico
Resulta preocupante que hoy la izquierda, con tanta faena por hacer en un mundo cada d¨ªa m¨¢s amenazante, pierda tanto tiempo en reprimendas est¨²pidas afeando en las redes conductas a personas que, en muchos casos, se encuentran muy cerca de sus postulados
Cuando ¡®Fernandodelgado¡¯ y Manolito representaban su teatrillo en el estudio los compa?eros dejaban sus tareas. Era esa emoci¨®n en estado puro que solo se produce en la radio
Dentro de los mil debates est¨²pidos y encendidos que alimentan nuestro d¨ªa a d¨ªa y que al final lo ¨²nico que denotan es que la indignaci¨®n es parte de nuestro privilegio, debi¨¦ramos pararnos a pensar qu¨¦ papel cumplen los viejos
El peligro de que sea la obra de arte la que juzga a quien mira y no al contrario es que el p¨²blico se acaba sometiendo a lo que dicta su grupo y no arriesga una opini¨®n sino que repite consignas
El reto es mantener un discurso medioambientalista y hacerlo compatible con la justicia social y el optimismo econ¨®mico, pero es urgente de cara a un futuro que ya se ensa?a con la naturaleza en estos calurosos d¨ªas de invierno
Su ¨²ltima pel¨ªcula me provoc¨® muchas dudas morales: ?Es siempre un deseo aberrante una premonici¨®n de lo que puede ocurrir en la realidad o es posible mantener nuestras crueles pulsiones a raya gracias al disfrute de ¡°una ficci¨®n¡±?
Nadie dijo que los avances sociales no conlleven retrocesos y movimientos reaccionarios, pero hoy sabemos que dividir a la sociedad entre esas dos cestas, la de los deplorables y la de los justos, no impulsa el progreso sino que se convierte en un potente generador de odio
Sospecho que el uso de las expresiones en boga se antepone a la dolorosa realidad debido a la absurda importancia que se concede a usar la jerga de tus pares, entendida como un salvoconducto
Cre¨ªamos que la novela rom¨¢ntica hab¨ªa entrado en una imparable decadencia tras la muerte de Cor¨ªn Tellado y Barbara Cartland, pero una nueva generaci¨®n de autoras ha venido a renovar el estilo
Trato de descifrar cu¨¢l era el secreto para que tanta gente venerara la ayuda de la psicoanalista Mariela Michelena, y creo no desacertar si afirmo que no borraba su humanidad cuando te escuchaba
La actriz representaba el paradigma de la mujer al servicio de los deseos masculinos m¨¢s rijosos, que cuando los presenciamos hoy tan exactamente narrados en el cine del destape nos provocan sonrojo
La consecuencia del porno popular ahora entre algunos adolescentes varones no son unas saludables pajillas sino la emulaci¨®n de una ¡°haza?a¡± sexual que contiene la excitaci¨®n de reunir a colegas con los que perpetrarla
En Espa?a hay tal abundancia del g¨¦nero folcl¨®rico-necrol¨®gico que se muere alguien a destiempo como Ryan O¡¯Neal y se queda sin nadie que le escriba. Actor milagroso, en tres o cuatro pel¨ªculas dej¨® la imagen ic¨®nica del p¨ªcaro al que todo se le perdona
Pas¨¢bamos el rato imagin¨¢ndonos en el barrio al escritor y pensador alem¨¢n, pero el caso es que no era una f¨¢bula de mi padre: hab¨ªa venido a Madrid a saber c¨®mo era eso del 15-M
Lucas, un menor neoyorquino con indumentaria de rapero, ya tiene la certeza de que puedes ser castigado con una crueldad implacable a pesar de ser inocente
El tiempo que se pierde en debates est¨¦riles que en el futuro avergonzar¨¢n a Europa se traduce en p¨¦rdida de vidas humanas, en ni?os que quedan hu¨¦rfanos y traumatizados de por vida
La legislatura ser¨¢ dif¨ªcil, pero el temor principal es que el enconamiento pol¨ªtico lo invada todo, hasta el punto de que tal vez se cuele en nuestra convivencia y la ensucie
La educaci¨®n innata que tanto admiramos de sus ciudadanos nos ha hecho crearnos toda una mitolog¨ªa en torno a la cultura lusa a la que ellos contribuyen
La lecci¨®n que nos ha dado Thunberg es que sus protestas no eran el resultado de una indignaci¨®n fugaz, porque ah¨ª sigue, pragm¨¢tica y sincera
Aunque no hayamos sido nativos digitales, los adultos tambi¨¦n vamos perdiendo habilidades lectoras, y los ni?os empiezan por no adquirirlas
Cuando ahora algunos apoyan a un Gobierno racista e invasor, cuando echan mano hasta del Holocausto para contribuir a esta escalada de violencia, sus palabras ensucian todo lo que la portentosa cultura jud¨ªa nos cedi¨®
Pens¨¢bamos que la ¨²ltima palabra estaba en manos de una madre naturaleza que hab¨ªa acelerado su respuesta a tanto abuso y resulta que queremos ganar la partida destruy¨¦ndonos los unos a los otros
En tiempos en los que tanta v¨ªctima real necesitar¨ªa ser escuchada o que se les prestara un tiempo de ayuda terap¨¦utica, los hay que abaratan la palabra ¡°trauma¡± y llaman as¨ª a cualquier inconveniente de la vida
Me sumerjo en la prensa y es como si me enfrentara a dos pa¨ªses diferentes, el de los que se toman un tiempo irritante en deshojar la margarita y el de aquellos a los que, por sufrir una situaci¨®n vital angustiosa, el tiempo se les hace eterno
La sabidur¨ªa que dan los a?os deber¨ªa servir para percatarse de cu¨¢ndo se est¨¢ malbaratando el cr¨¦dito prestado
Lo que hemos hecho las mujeres ha sido imitar los par¨¢metros del ¨¦xito de los hombres, no con aspiraciones colectivas sino desacomplejadamente individuales
A las chicas de la radio nos sorprend¨ªa aquella mujer arrebatada que hab¨ªa roto con su vida anterior y que mostraba tan abiertamente una ambici¨®n por llegar a lo que ella cre¨ªa lo m¨¢s alto
En este momento en que la lucha por la igualdad de las mujeres, una vez m¨¢s, ha mostrado que el tufo retestinado proviene de un problema sist¨¦mico, hay hombres que toman el bander¨ªn de enganche
Ahora mismo sufrimos la esperada reacci¨®n a lo que han sido tiempos de avance, reacci¨®n que, por cierto, de momento han frenado las urnas
Me gusta pensar que puedo tener amigos conservadores que sean sensatos, que no cambian la realidad a su antojo seg¨²n les va la feria en las urnas
Hay una Espa?a para la cual la vehemencia no es sin¨®nimo de injuria. La clase pol¨ªtica deber¨ªa andarse con cuidado y no apelar a lo bajuno ni a la ira para obtener r¨¦ditos
Esta campa?a nos ha dado numerosas muestras de cu¨¢nto molesta la irrupci¨®n de las mujeres en la vida p¨²blica, ojo, cuando est¨¢n en el bando contrario