La contabilidad
No corro para medir o medirme. No corro para llegar m¨¢s lejos ni para hacerlo m¨¢s r¨¢pido. Corro, de hecho, para dejarme llevar, para perderme
Periodista argentina, su trabajo se publica en diversos medios de Am¨¦rica Latina y Europa. Es autora de los libros: 'Los suicidas del fin del mundo', 'Frutos extra?os', 'Una historia sencilla', 'Opus Gelber', 'Teor¨ªa de la gravedad' y 'La otra guerra', entre otros. Colabora en la Cadena SER. En EL PA?S escribe columnas, cr¨®nicas y perfiles.
No corro para medir o medirme. No corro para llegar m¨¢s lejos ni para hacerlo m¨¢s r¨¢pido. Corro, de hecho, para dejarme llevar, para perderme
Cada ma?ana, cuando sal¨ªa a correr, me segu¨ªa una border collie y me pregunt¨¦ c¨®mo ser¨ªa mi vida si yo fuera otra
No creo ser la ¨²nica que aprendi¨® de ¨¦l cosas importantes: c¨®mo mirar, c¨®mo acomodar palabras, c¨®mo lograr un estilo, c¨®mo encontrar historias
Fue un ni?o m¨¢s de un barrio humilde de Montevideo. No hab¨ªa un solo artista en la familia, pero ¨¦l quer¨ªa ser actor. Y no hab¨ªa plan B. Leila Guerriero conversa con la nueva estrella del cine y las pasarelas sobre su infancia, su pasi¨®n por la actuaci¨®n y el rodaje con Juan Antonio Bayona
Fragmentos recogidos a lo largo de los a?os hablan del amor y de la p¨¦rdida
A veces se va por el mundo con el alma hecha una tasca donde la pesadumbre y los sue?os retorcidos se turnan para acodarse en el mostrador y pedir otra ronda
Era un lugar para quedarse, como lo fueron otros: Ubud, las islas Similan. Sin embargo, como hacemos casi todos, regres¨¦ a mi ciudad. Segu¨ª acumulando fichas en el casillero de lo conocido: mi biblioteca, mis armarios
Nadie parece interesado en recordar la muerte, el encierro, la delaci¨®n del infectado por covid, pero yo pienso a menudo en todo eso
Adi¨®s a los mares y los peces, a los barcos y las ostras, a los brazos que embest¨ªan las olas, al sexo inflamado, a la cacer¨ªa de lo nuevo
Pas¨® en la Argentina, en el conurbano bonaerense, pero pod¨ªa haber sido en otra parte, en otro pa¨ªs
Que haya tantos argentinos en Espa?a es el s¨ªntoma de un ¨¦xodo penoso
Todos tendr¨ªamos que tener una voz as¨ª. Alguien que nos recuerde, cuando estamos lejos, que hay un camino para regresar a casa
No hace falta ser un fiel a Richard Ford para admirar la maestr¨ªa de su ¨²ltima novela
Hay algo inquietante en la cada vez m¨¢s cercana relaci¨®n entre las casas de apuestas y el deporte
?cida, feminista, ind¨®mita, extra?aremos a Sara Facio como a otros que leyeron su tiempo como si lo contemplaran desde el futuro
Nunca me plantean las cuestiones que podr¨ªan producir respuestas peligrosas como: soledad, miedo absoluto, poco, nunca o una sola vez, no tengo esperanzas de que vuelva a pasar
El r¨ªo junto al que paso brilla como una l¨¢mina de cobre. Lo que es obvio ¡ªnada necesita que yo exista para existir¡ª se vuelve evidente
Me atrae la posici¨®n de quienes demuestran con una f¨®rmula algo que muchas veces funciona en la teor¨ªa, pero no en aquello que llamamos realidad
Recuerdo cosas importantes, de mis abuelos sirios, mi mam¨¢, mi abuela alemana o mi abuelo italiano
Hoy las horas huelen a rastrojo de sombra. El d¨ªa destroza a tarascones lo que se ponga delante. Se acabaron los tiempos de so?ar
Tu esperanza reside en vivir como si todo lo que pas¨® no lo hubieras vivido. Sab¨¦s que vas a fallar
Permanec¨ª en esa cueva hasta que pude aniquilar la pregunta que me hab¨ªa llevado hasta all¨ª: c¨®mo hubiera sido esa otra vida
Vivo el tedio como algo pesaroso que gotea su brea ab¨²lica hecha de falta de entusiasmo e insatisfacci¨®n
Un d¨ªa, grab¨¦ unos poemas. Idea Vilari?o, Lorca. Adjunt¨¦ los audios a un correo y lo envi¨¦ a los participantes del taller de escritura. Hice eso durante mucho tiempo
Hay da?os que se producen a c¨¢mara lenta. Cuando finalmente quedan en evidencia, las reacciones para evitarlos resultan in¨²tiles. Es lo que est¨¢ ocurriendo en Argentina
Colombia busca prohibir las terapias que prometen eliminar la homosexualidad en un pa¨ªs donde la comunidad LGTBI corre riesgo de muerte
Los 61 a?os de vida del gran rockero argentino son un puzle de amor y sufrimiento. De ¨¦pocas bajas y remontadas, con ¨¦xitos como sus 12 Premios Grammy. Nunca faltaron las musas. Fito P¨¢ez se abre en canal para hablar de la muerte, del amor y de la m¨²sica. ¡°Los que hacemos esto lo hacemos por desesperaci¨®n¡±
Argentina sufre una epidemia de dengue: 210.000 casos este a?o y 160 fallecidos. La vacuna cuesta 130 euros; el sueldo medio son 190
En los grandes libros se percibe, m¨¢s all¨¢ de la trama, una huella invisible, un espesor constituido por el pasado de quien escribe, por lo pensado y lo vivido
Envuelta en la frialdad del que sabe que ya hizo lo que hizo y que lo volver¨ªa a hacer, no dije nada. Mi padre sonri¨® y me palme¨® la rodilla
Gestos nada inocentes alimentan una hoguera de desprecios que ya ni siquiera se preocupa por disimular sus llamas
Est¨¢s leyendo esto que no te habla a vos ni de vos. Que habla de que todos llevamos, a veces, el mismo nombre sin apellido, hu¨¦rfanos ancestrales
La contenci¨®n de la pel¨ªcula de Jonathan Glazer es inversamente proporcional a su potencia
El presidente de El Salvador fue reelegido con, parece, el 85% de los votos. La f¨®rmula ¡°apoyo masivo/sed de revancha¡± posiblemente arrastre a Am¨¦rica Latina a su hora m¨¢s oscura
Vi el otro lado, y ese otro lado era monstruoso y formaba parte de m¨ª: era yo
La idea de que la violencia machista es un ¡°invento ideol¨®gico¡± crece, y cada vez m¨¢s j¨®venes creen que la masacre es un cuento
La muerte puede acechar en la puerta de casa, en una cama, a la ma?ana siguiente de una noche feliz
Somos una especie jibarizada que vive dentro de un tel¨¦fono, copulando consigo misma en una piscina de ¡®bytes¡¯ cada vez m¨¢s grande y m¨¢s ¨¢spera
Diversos grupos de Madres Buscadoras recorren el pa¨ªs, siguiendo pistas y removiendo la tierra para encontrar los restos de sus familiares. Muchas fueron asesinadas, otras reciben amenazas
La prosa incandescente de Rodrigo Fres¨¢n se desplegaba en mi ordenador y yo iba ascendiendo en una espiral de santificaci¨®n lectora de la mano de su personaje protag¨®nico