Soy miedica
Discernir de d¨®nde viene el miedo y qui¨¦n lo provoca es una labor pol¨ªtica
Discernir de d¨®nde viene el miedo y qui¨¦n lo provoca es una labor pol¨ªtica
Nuestros descendientes se horrorizar¨¢n: en vez de hacernos cargo de una de las mayores tragedias de nuestra ¨¦poca, votamos a quienes alimentan el odio al diferente y la xenofobia
Lo que m¨¢s admiro en S¨¢nchez Ferlosio es su insumisi¨®n frente a la dominaci¨®n y el poder, ya sea del Estado, la iglesia, el ej¨¦rcito o las instituciones culturales
En 2018 ha habido 113 incidentes con armas de fuego en colegios de EE UU
La feminista estadounidense Charlotte Perkins Gilman imagin¨® en 1915 un mundo en el que la mujer se libera de su dependencia econ¨®mica y vital del hombre
Dignificar a la v¨ªctima, conseguir que la representaci¨®n de la violencia no sea un mero espect¨¢culo. Qu¨¦ dif¨ªcil es lograr todo esto
Por m¨¢s que quiera cerrar los ojos, no saber, no entender, ya veo, ya s¨¦, ya entiendo
El Proyecto 43-2 encara la herencia contaminada de la violencia y aporta nuevos lenguajes desde los que sentir y afrontar nuestra historia
Hay conocimiento, orgullo, vitalidad y una energ¨ªa maravillosa en quienes no emprendieron el ¨¦xodo
Se perpet¨²an los estereotipos que en muchos lugares de Espa?a se tiene del nacionalismo espa?ol y de Madrid como centro neur¨¢lgico del conservadurismo y del fascismo
Ainhoa se?al¨® como objetivo de ETA a su primo y su madre se encarg¨® de escribir las cartas para pedirle el ¡°impuesto revolucionario¡±. La obra 'Los otros Gondra' habla de olvido y memoria
La caridad es el recurso del poderoso: trata de normalizar el sufrimiento ajeno sin cambiar las estructuras de poder que lo ocasionan. La solidaridad es la adhesi¨®n a la causa del otro
Algunos de los cuentos de Pardo Baz¨¢n podr¨ªan haberse escrito hoy
En lo que fue la Direcci¨®n General de Seguridad durante el franquismo no hay se?al alguna de la tragedia ni de la historia
El arte s¨ª puede transformar nuestra percepci¨®n de la realidad
Con la memoria de los muertos, con los fantasmas que genera la violencia, tambi¨¦n se debe recomponer la sociedad, darles su lugar en el nuevo todo que nos conforme
A veces, por amor, ni queremos ni podemos superar el dolor por la p¨¦rdida de un ser querido
La concepci¨®n de la mujer como ser inferior no s¨®lo produce muertes, tambi¨¦n genera abusos, violaciones y agresiones diarias
La mujer es una v¨ªctima potencial por el hecho de ser mujer, pero si adem¨¢s es pobre, no blanca, de ambientes marginales, entonces vivir¨¢ una segunda muerte: la de la impunidad y el olvido
La ultraderecha es el chip corruptor que se insert¨® en ese nuevo producto que era la democracia espa?ola hace 40 a?os
La historia de la colonizaci¨®n de EE UU parte de violencias fundacionales como el genocidio ind¨ªgena que el se?or Borrell niega
Activistas de Femen pusieron el cuerpo literalmente para boicotear una manifestaci¨®n fascista en Madrid
En m¨¢s de un cementerio una v¨ªctima de ETA convive con alguno que hizo detonar una bomba o apret¨® el gatillo
Me aterra que algunos pol¨ªticos usen las instituciones democr¨¢ticas para dinamitarlas y que haya miles de personas dispuestas a permitirlo
La historia se repite dos veces, las dos como tragedia
Algunos de los cr¨ªmenes de ETA y otros terrorismos han prescrito o est¨¢n a punto de hacerlo. Aunque la ley nos obligue a renunciar a la justicia, ?debemos renunciar a la verdad?
En esta misiva, la autora se dirige a la codirectora del documental 'Mudar la piel', hija de Juan Guti¨¦rrez, mediador entre ETA y el Estado
?Qu¨¦ secretos esconde una hermandad en Navarra creada en 1939 por excombatientes requet¨¦s?
Brett Kavanaugh tiene un perfil tan exacto del 'frat boy' que parece casi una caricatura
Plantear diferencias entre las v¨ªctimas supone aceptar que el terrorismo de Estado estaba justificado
Hay ciertos lugares en el mundo en los que la realidad se come a la imaginaci¨®n
El trabajo bien hecho es una forma de dignidad
Las violencias vividas y heredadas no acabaron en 1939 ni en 1975 ni en 1978 ni en 2018
Aproximarse desde el arte al fen¨®meno terrorista no es empatizar ni justificar su acci¨®n