H¨¦roes y tumbas
En el Pante¨®n de San Fernando las mujeres notables (notadas) brillan por su ausencia
En el Pante¨®n de San Fernando las mujeres notables (notadas) brillan por su ausencia
El pasado permanece mejor intacto en la memoria y su actualizaci¨®n debe ser casual o voluntaria
A veces se necesita una pesadilla para despertarse de un sue?o largo y aletargado.Trump ha sido esa pesadilla
El legado de Sanders es importante porque oblig¨® a Hillary a moverse hacia la izquierda en temas cruciales
Es claro que si quedan personas con visi¨®n de mundo para combatir el mal de siglo, son los libreros.
?Qu¨¦ pas¨® en la ciudad con la que so?amos? Que revent¨® la burbuja de la cultura de ¨¦lite y lleg¨® el terrorismo
El turismo ya es puro porno cultural: mucha luz, poco sexo
Es normal que los dem¨¢s se pregunten c¨®mo es que en nuestros pa¨ªses convive la peque?a ¡°alta¡± cultura con el enorme desastre pol¨ªtico y social
La perra sana, m¨¢s contenta que nunca, daba tumbos por la cocina como un cachorro descubriendo el mundo
El superterritorio del TLC est¨¢ unificado de facto tanto por el trasiego de drogas, armas y personas
Es urgente preguntarse qu¨¦ es lo que sigue garantizando al cadidato republicano una impunidad casi absoluta
El silencio se llena de noticias y opiniones, bombas y epidemias, de crisis hist¨®ricas y pron¨®sticos del clima
Tal vez el destino de los que migran es nunca llegar del todo
Otra vez cosquillea Harlem con el cambio pol¨ªtico. Pero no hay entusiasmo, tan solo preocupaci¨®n
No es conveniente tener trato directo con los personajes de Juan Rulfo
En esos ratos en que se quedan callados empieza a crecer el misterio que nos separa eventual y definitivamente de nuestros hijos
El escritor h¨²ngaro L¨¢szl¨® ?Krasznahorkai representa un dique contra la locura del mundo y una resignaci¨®n a ella
Solo mi estatus de ¡®alien¡¯ explica que recibiera los certificados fiscales del actor Richard Gere
Me desconcierta la resignaci¨®n con que acepto consecuencias que no debiera
Plat¨®n tuvo raz¨®n cuando, prof¨¦ticamente, defini¨® al hombre como b¨ªpedo implume
La mayor¨ªa de la gente adquiere una apariencia atroz en plena carcajada
Manejando por Arizona, visit¨¦ con mi familia el pueblo de Tombstone
?Te puedo preguntar por qu¨¦? La ¨²ltima vez fue la canasta. Hoy, el asiento. Te robar¨ªas los pedales, si pudieras
En el lago un labrador espera la se?al de su amo. De adentro del bote, el hombre toma una piedra lisa y redonda
Se cumple un a?o desde que Estados Unidos declarase la Crisis Migratoria
A la primera sesi¨®n me acompa?¨® mi madre. Me atormentaban los ataques de p¨¢nico
Convertidos todos en turistas permanentes, a nadie le da el m¨¢s m¨ªnimo pudor andar fotografiando todo, todo el tiempo
Son nuestras peque?as verg¨¹enzas: ya sea porque les hemos dedicado tiempo insuficiente o dinero en demas¨ªa
Hace poco m¨¢s de un siglo, el ensayista ingl¨¦s William Hazlitt se lamentaba de que deb¨ªa pasar las mejores horas de la ma?ana contestando las cartas que tra¨ªa el cartero
Extra?o la perspectiva de poder vivir de mi oficio. No podr¨ªa llevar la cuenta de la cantidad de correos que me llegan pidiendo colaborar gratis en alg¨²n sitio virtual
En el parque, una anciana le ense?a a su hijo c¨®mo llevar a su reci¨¦n nacido en un ¡®mei tai¡¯
La felicidad de los domingos por la noche consiste en apretar botones diminutos, hasta que algo pasa: el proyector se enciende.
Los domingos son el d¨ªa en que la informaci¨®n se particulariza a tal grado que es imposible echar mano de categor¨ªas universales
La decisi¨®n de Obama para los sin papeles no es una v¨ªa para conseguir la nacionalidad. No est¨¢ claro si ser¨¢ ¨²til
La palabra est¨¢ en boca de miles y tal vez millones de personas en muy distintos puntos del mundo. De ellos depende que M¨¦xico pueda volver a ser un lugar habitable.
Cuando frecuento una biblioteca, suelo escoger el mismo sitio para leer. Si un d¨ªa sucede que mi espacio est¨¢ tomado, regreso luego
En Nueva York, la obra no est¨¢ delante de nosotros, sino que nos rodea completamente, estamos parados en ella, y posiblemente vivamos en ella
"Segu¨ªan de largo sin subir la mirada. Quiz¨¢ era porque en su tono no hab¨ªa maldad, sino acaso un aire de s¨²plica"
Me pregunto si la prisa no nos obliga a vivir como si el mundo mismo fuera uno de esos mensajes de humo, ef¨ªmeros, triviales, que de tanto en tanto garabatean el cielo
M¨¢s que un viaje en el tiempo, era un viaje a un territorio ¨ªntimo, colmado de las historias de jefes apaches