El ¡®baby red set¡¯: gu¨ªa para comprender, criticar o amar a la joven ¨¦lite gobernante chilena
34 a?os despu¨¦s su ic¨®nico reportaje de 1990 ¡®?Qu¨¦ es el red set?¡¯, sobre la nueva izquierda que comenzaba a gobernar Chile tras la dictadura, la periodista Ximena Torres Cautivo perfila a sus v¨¢stagos: la generaci¨®n Boric
¨CLas mujeres son todas feministas, militantes duras de esa religi¨®n. Los hombres estamos convencidos de que la igualdad de g¨¦nero es justa, pero hay una cuesti¨®n heterocultural at¨¢vica que nos puede traicionar en cualquier momento. Hay que estar pendiente y no tropezar, para que no te funen [te cancelen]. Todos somos sospechosos. Si te equivocas, viene la expulsi¨®n del para¨ªso: chao, quedas out. Dejas de ser parte de la ¨¦lite.
De la ¨¦lite del progresismo gobernante chilena, liderada por el presidente Gabriel Boric.
Del baby red set, que lleg¨® al poder desde la universidad, donde alborot¨® las aguas con la firme decisi¨®n de matar al padre. Con progenitores concertacionistas [la alianza de centroizquierda que gobern¨® Chile entre 1990 y 2010] o conservadores de derecha o emprendedores sin m¨¢s doctrina que la ambici¨®n. Porque esta joven ¨¦lite se form¨® en democracia y en prosperidad, aunque a ratos parece que desear¨ªan haber nacido pobres.
Eso y el feminismo son claves definitorias de esta tercera derivada de la izquierda chilena, que prefiere llamarse progresista.
La izquierda naci¨® popular, pero sus l¨ªderes han evolucionado con los cambios de ¨¦poca. En el Chile de los 60 y 70 surgi¨® la izquierda wiskera o whiskierda o parrillera, en la que los m¨¢s maliciosos incluyeron a Salvador Allende (¨ªcono nost¨¢lgico actual de quienes, curiosamente, nunca lo conocieron). En Francia emergi¨® la gauche caviar o gauche champagne, y en Estados Unidos la izquierda exquisita, radical chic, como la ment¨® Tom Wolfe. En ella destac¨® el maestro Leonard Bernstein, que recib¨ªa en su penthouse de Manhattan a ¡°los panteras negras¡±, lo que le generaba una disyuntiva ¨¦tica y est¨¦tica: ?de qu¨¦ color deb¨ªan ser los mozos?
A fines de los 80 y en los 90, los chilenos retornados del exilio de la dictadura de Pinochet¨Cizquierdistas puros y tambi¨¦n whiskeros o parrilleros o whatever¨C ven¨ªan de vuelta. Literalmente. Con menos pelo en la cabeza, pero m¨¢s pelo en los h¨¢bitos [m¨¢s nivel].
En Europa y Estados Unidos, los exiliados con m¨¢s suerte se sofisticaron. Abandonaron el antiguo af¨¢n mesi¨¢nico que los pon¨ªa al margen de los gustos terrenos y se reconoc¨ªan m¨¢s cosmopolitas. Sab¨ªan de vinos, amaban el queso al postre y viajar en primera. Le¨ªan en ingl¨¦s y franc¨¦s antes que en espa?ol, prefer¨ªan a los ex Mapu con dos nombres que a los tristes comunistas, y no les incomodaba integrar lo que por esos a?os llamamos el red set.
Nada hac¨ªa presagiar que, al cabo de tres d¨¦cadas, ser¨ªan sus v¨¢stagos quienes instalar¨ªan la tremebunda frase ¡°no son 30 pesos, son 30 a?os¡±, movilizando a las desalentadas huestes j¨®venes de la periferia, engrosadas por el lumpen y las barras bravas, a barrer con lo poco y nada (o lo poco y mucho, seg¨²n el cristal con que se mire) que hab¨ªa conseguido la Concertaci¨®n. Con esa divisa, alentaron el salto de todos los torniquetes del metro en octubre de 2019. Y entraron a La Moneda. Sus detractores los llaman ¡°octubristas¡±. Y aqu¨ª los tenemos: el baby red set. Presente y siempre sorprendente, pero poco perfilado.
¡®FOMO¡¯ y ¡®OnlyFans¡¯
¡°El ethos frenteamplista soy yo¡±, afirma, previo compromiso de anonimato, un periodista formado en la Universidad de Chile. Tiene 38, igual que el presidente Gabriel Boric. En t¨¦rminos etarios, el baby red set est¨¢ constituido por gente de entre 32 y 42 a?os. ¡°Las mujeres son de temer. Los hombres, a la primera desubicada del tipo Morand¨¦ con Compa?¨ªa [un programa de televisi¨®n chileno], saben que viene cancelaci¨®n segura. Eso los asusta y los vuelve suaves¡±.
Lo confirma un intelectual boomer que tampoco revela su identidad, pero es cercano al grupo. ¡°A veces me invitan a sus reuniones; s¨¦ que me encuentran eterno¡±. Y ratifica: ¡°Los hombres se han vuelto mucho m¨¢s femeninos. En s¨ªntesis: ellos son m¨¢s suaves y ellas, m¨¢s masculinas. Se han acercado los modos, las maneras¡±.
Un columnista mayor conoce al baby red set de cerca: la hija de su ex pareja es ex pareja de un l¨ªder del grupo.
Por WhatsApp nos mand¨® dos listados: el de sus virtudes y el de sus defectos. Ac¨¢, lo bueno:
¡¤ Creen en un ¡°fluido¡±, donde los apetitos pueden manifestarse libremente. Qu¨¦ envidia.
¡¤ Son generosos con su tiempo y sus saberes.
¡¤ Los viejos podemos usarlos de lazarillos en el ¨¢spero mundo de las tecnolog¨ªas.
¡¤ Aperran como locos [emprenden tareas dif¨ªciles]; son padres testimoniales. Y no reciben cr¨ªtica alguna en ese espacio.
¡¤ Todo lo que tenga relaci¨®n con moverse, con avanzar, los emociona. Desde el tren r¨¢pido a Talca hasta los zapatos marca Bestia (se compran en el Drugstore, en la comuna de Providencia).
¡¤ ?Cocinan! Y varios de ellos lo hacen fant¨¢stico.
¡¤ Su fantas¨ªa m¨¢xima es que desaparezca toda diferencia de g¨¦nero.
¡¤ Viven un estado de enso?aci¨®n donde los trenes son vitales.
¡¤ No son consumistas como lo fuimos nosotros.
Lo malo:
¡¤ Padecen FOMO (fear of missing out). El miedo a perderse algo es una obsesi¨®n muy enquistada y una fuente de ansiedad. As¨ª, viven pendientes de las redes sociales y meten la pata en ellas.
¡¤ Son integristas y pontificadores, muy poco liberales. Si no concuerdas con ellos, te castigan.
¡¤ Vienen revolcados de la peor de sus derrotas: el lenguaje inclusivo, que se desinfl¨® post fracaso del primer intento constitucional en 2022.
¡¤ Son malos perdedores, pero se rinden haciendo propios los argumentos del adversario.
¡¤ Creen que la autocr¨ªtica borra los pecados. La usan con una hipocres¨ªa irritante.
¡¤ Muchos han desarrollado una soberbia centrada en el buenismo.
¡¤ Son hijos de una cultura de la visualidad que ha cambiado hasta las ra¨ªces t¨¢ctiles de la sexualidad. OnlyFans aparece como una opci¨®n leg¨ªtima para muchos de ellos.
¡¤ ¡°?Qu¨¦ dijiste?¡±. Alguien los convenci¨® de que hab¨ªa un manual de correcci¨®n y que ellos lo controlan.
¡¤ Pero, enfrentados a una provocaci¨®n como ¡°Allende fue un sujeto narcisista y desastroso¡±, retroceden sin problemas.
¡¤ Son s¨²per picados [rabiosos al perder]. Como siempre les ha ido bien, cuando algo sale mal, sufren¡ y se pican.
De La terraza a La isla
Sin entrar en el enjambre de agrupaciones, subgrupos, infragrupos pol¨ªtico-estudiantiles donde esta ¨¦lite se fragu¨®, los actuales liderazgos tienen dos vertientes principales. Por un lado, los movimientos autonomistas surgidos en Derecho de la Universidad de Chile, de donde proviene Boric. Y los que se generan a partir de la creaci¨®n de Nueva Acci¨®n Universitaria (NAU) en la Cat¨®lica, encarnados en Giorgio Jackson, el ¨¢ngel ca¨ªdo, de pelo ¨ªdem y aspecto cada vez m¨¢s similar a Walter White. Tambi¨¦n son parte de esta facci¨®n Miguel Crispi y Joaqu¨ªn Walker. Ac¨¢ hay m¨¢s diversidad de carreras y saberes. Y paso por instituciones como Techo (¡°Tetcho¡±, le dicen), que los vincul¨® a los desamparados y vulnerables, a esos que quieren redimir.
¡°En general, todos provienen de la ¨¦lite econ¨®mica y social. Por eso, en los tiempos universitarios, ten¨ªan una clara inclinaci¨®n al abajismo. A nadie le gustaba que se supiera d¨®nde viv¨ªa, qu¨¦ hac¨ªan sus pap¨¢s, d¨®nde veraneaba. Todos trataban de pasar por pobres. Hoy ya todos han cachado [entendido] que son ¨¦lite. Ganan en promedio cinco palos al mes [unos 5.300 d¨®lares] y muchos harto m¨¢s que eso, as¨ª es que no se pueden seguir enga?ando: no, no son del mundo popular¡±, dice uno que sabe (36).
Un representante claro del asunto es el actual ministro de Econom¨ªa, Nicol¨¢s Grau (40), ingeniero comercial de la Universidad de Chile, doctor en Econom¨ªa de la Universidad de Pennsylvania. Hijo de la ex ministra de Michelle Bachelet, Paulina Veloso. En 2018, ten¨ªa 35. Ya se dec¨ªa que era ¡°el cerebro econ¨®mico del frenteamplismo¡±. Desde entonces, Jos¨¦ Antonio Kast le recuerda cada vez que puede c¨®mo, para el centenario de la Federaci¨®n de Estudiantes de la Universidad de Chile, FECH, y siendo su presidente, se ech¨® [gast¨®] 120 millones de pesos [unos 130.000 d¨®lares] en la organizaci¨®n de un recital universitario, con Charly Garc¨ªa y Vicentico, por un mal c¨¢lculo. Fracaso econ¨®mico rotundo.
Como profesor en la Facultad de Econom¨ªa de la Chile, nos dijo por esos a?os: ¡°Mi sueldo de profesor es un exceso y me da verg¨¹enza el monto [poco m¨¢s de tres millones o 3.200 d¨®lares]. ?Por qu¨¦ un profesor universitario gana tanto m¨¢s que alguien que le cambia los pa?ales a un adulto mayor?¡±. Y detall¨® sus haberes de entonces y mucho de su estilo de siempre, uno que es com¨²n a la ¨¦lite gobernante:
¡°Mi lujo es mi casa, que estoy pagando a 25 a?os. Queda en Manuel Montt con Irarr¨¢zaval, barrio de clase media, que por la gentrificaci¨®n de ?u?oa, ya no es tan barato. No podr¨ªa vivir en el sector oriente [la zona de Santiago donde vive la clase acomodada]. Me vengo en micro cuando est¨¢ el clima bueno; en invierno, uso mi auto, un sed¨¢n Swift, muy normal, porque paso a dejar a mi hija al jard¨ªn. No tomo whisky¡±.
Volviendo al tema de las clases sociales, un joven soci¨®logo clasifica: ¡°Est¨¢n los cuicos [pijos], mal que les pese, que se han instalado en ?u?oa, Parque Forestal, algunos sectores de Providencia, La Reina; los ?u?o¨ªnos aut¨¦nticos, de esos soy yo, nos reconocemos igual que los perros: moviendo la cola; y los populares que sirven a la causa. Antes se dec¨ªa que los ?u?o¨ªnos no ¨¦ramos cuicos, pero lo somos. Una ¨¦lite social de una rama distinta: segunda generaci¨®n universitaria de la familia, nada que ver con la aristocracia tradicional ni los empresarios. Los cuicos abajistas son los Grau, los Ib¨¢?ez, los Crispi, los Winter Etcheberry, los Vela Grau, los Vodanovic, los Jackson¡ Es cosa de fijarse en los apellidos. Al presidente Boric lo salva su condici¨®n de provinciano. Eso lo hace como m¨¢s genuino¡±.
Rafael Gumucio (54), escritor y periodista, aludi¨® en parte a esto: ¡°Boric y Winter son pol¨ªticos cl¨¢sicos. En 1990, habr¨ªan sido PPD; en 1970, del MAPU; dem¨®cratacristianos en 1965; y radicales en 1920¡å. O sea, la ¨¦lite de siempre.
Esta ¨¦lite comparte gustos y est¨¦ticas, m¨¢s generacionales que sociales, como la preferencia por ?u?oa [barrio tradicional del sector oriente de Santiago con el que se bromea por lo hipster] y barrios asociados a la clase media, que ellos gentrifican, encareci¨¦ndolos estratosf¨¦ricamente. Hoy cualquiera sabe que el metro cuadrado en sectores de ?u?oa es m¨¢s caro que el de edificios y condominios de La Dehesa.
¡°Nada que quede en La Dehesa o Vitacura sirve para que ellos vivan, porque esos son los barrios del poder. Aunque muchos se hayan criado ah¨ª, se sienten nu?o¨ªnos por esencia. En el barrio Yungay no vive ni uno. Salvo uno, claro¡± [en alusi¨®n al Boric].
Un periodista (37), amigo del presidente, menciona sus lugares de encuentro:
-Antes de ser Gobierno iban a La Terraza, a una cuadra de la Plaza Italia, por Vicu?a Mackenna, una t¨ªpica fuente soda. Hoy puedes encontrar un variopinto enjambre frenteamplista en La isla, que est¨¢ al lado del Passapoga, ah¨ª en las Torres de Tajamar. El due?o es de uno de los editores de Planeta y en las tardes puedes ver a gente como Miguel Crispi.
Otros son La Factor¨ªa en el barrio Franklin; locales cl¨¢sicos ?u?o¨ªnos, como Las Lanzas, y del barrio Italia, donde destaca uno que semeja una fuente de soda de barrio popular, estilo que les chifla.
El pap¨¢ historiador (82) de un miembro de la ¨¦lite, confidencia: ¡°Son cabros [muchachos] aclanados, amigos de sus amigos, buenos para celebrar en sus casas, en torno a la parrilla, escuchando ritmos medio tropicales. Son de gustos re-sencillos¡±.
Lo woke
?Qu¨¦ leen, cu¨¢les son sus fil¨®sofos, sus gur¨²s, sus referentes intelectuales?
El entrevistado boomer, pero amigo, afirma: ¡°Son re-poco le¨ªdos. Eso es as¨ª. Se han formado en otras ¨®rbitas: videojuegos, series, la web. Giorgio, por ejemplo, jam¨¢s ha sido ajedrecista de tablero. Dice que juega ajedrez, pero lo hace en la pantalla. Boric se sale del molde de la falta de lectura generalizada, porque de verdad le interesa la poes¨ªa¡±.
-?No sufre una suerte de arribismo intelectual?
-No. Es inmaduro, pero honesto. Es curioso, no denso. Bondadoso tambi¨¦n. Se acerca a la ingenuidad. M¨¢s que arribista intelectual, es un tipo ansioso por saber m¨¢s de lo que sabe, porque lo que s¨ª sabe es que sabe re poco.
-?C¨®mo se explica la admiraci¨®n por Allende?
-Eso es enredado. Aunque es de gran relevancia para ellos, tienen poco conocimiento profundo de ¨¦l. Hay muchos m¨¢s allendistas genuinos en la generaci¨®n concertacionista que en ¨¦sta. Boric desprecia a los reg¨ªmenes de Venezuela y a Nicaragua. Y si no pela a Cuba [habla mal de Cuba], es para no pelearse con el PC.
El periodista frenteamplista sostiene que el af¨¢n de Boric de parecerse a Allende ¨Clos anteojos de grueso marco oscuro, los abrigos de pa?o, los brazos tras la espalda, el caminar r¨ªgido con el pecho levantado¨C es puro cosplay. ¡°Disfraz, juego, cultura pop¡±. Pantomima esc¨¦nica, como la foto sentado en el suelo de una librer¨ªa madrile?a.
Entre los referentes te¨®ricos se mencionan a la fil¨®sofa belga Chantal Mouffe (80) y a su pareja y coautor de Hegemon¨ªa y Estrategia Socialista, el argentino Ernesto Laclau (78). Ambos son los padres del posmarxismo y est¨¢n detr¨¢s de movimientos populistas de izquierda, como el Podemos espa?ol del que nuestro baby red set se siente af¨ªn, o La France Insoumise. Por el lado econ¨®mico, la gran luz es la italiana-estadounidense Mariana Mazzucato (55). Es directora del Instituto para Innovaci¨®n y Prop¨®sito P¨²blico en el University College London (UCL), donde algunos han hecho posgrados, como el economista Rodrigo Echecopar, ex presidente del partido Revoluci¨®n Democr¨¢tica, que hoy trabaja en La Moneda.
En franca declinaci¨®n est¨¢ el influjo que tuvieron el soci¨®logo Carlos Ruiz (59), organizador de referentes como la SurDA, la Izquierda Aut¨®noma y el mismo Frente Amplio. Y el abogado y acad¨¦mico Fernando Atria (55). Al primero termin¨® de perderlo el episodio de violencia de g¨¦nero en que se vio envuelto el a?o pasado. Aunque la agredida se desisti¨® de las acciones legales, a la ¨¦lite no le qued¨® otra que fletarlo del para¨ªso [echarlo a volar]. A Atria lo liquid¨® el fracaso constitucional.
Todas estas inspiraciones, pasadas o actuales, se entroncan con la irrupci¨®n de lo woke en los campus universitarios del mundo.
Eso anduvo explicando la gringa Susan Neiman hace un par de semanas en Santiago. Red set pura, es autora de La izquierda no es woke, un ensayo que describe certeramente por d¨®nde podr¨ªa estar haciendo agua el baby red set. La intelectual hace un esfuerzo por conservar los muebles del socialismo bien inspirado, el que cree en el bien com¨²n, en los valores universales, y no en una tracalada de causas, que van desde el animalismo al LGBTB+todaslasletrasquequierasagregar.
?Los errores principales y m¨¢s evidentes?
Convertir a las v¨ªctimas en h¨¦roes y el tribalismo. As¨ª lo explica en su libro: ¡°La Biblia nos advierte una y otra vez de lo que ocurre cuando la gente se une en torno a identidades tribales: las envidias, los conflictos y la guerra suelen ser las consecuencias m¨¢s habituales. El tribalismo describe la ruptura civil que se produce cuando las personas, de cualquier tipo, pensamos que la diferencia humana fundamental es la que existe entre nuestro tipo y el de todos los dem¨¢s. El tribalismo resulta todav¨ªa m¨¢s parad¨®jico hoy, dado que sabemos que la idea de raza fue creada por los racistas¡±.
Boquitas pintadas
Una ex ministra de Bachelet se entusiasma interpretando el indeleble sello de las boquitas pintadas de destacadas figuras del r¨¦gimen. Bocas delineadas con el rojo pasi¨®n de un rouge [pintalabios] de larga duraci¨®n que no sabemos d¨®nde compran y por qu¨¦ usan con tanta fruici¨®n.
Le parece un detalle lleno de simbolismo. ¡°Las Camilas, las Karol, nos est¨¢n diciendo: me pinto por m¨ª misma, no para seducirte a ti, y ando as¨ª de la ma?ana a la noche, de las 8.00 a las 24.00 horas. Soy due?a de mi boca, de mis dichos. Me creo la muerte, soy pesadita y qu¨¦¡±.
Un escritor cercano al lote tambi¨¦n disfruta al comentar el uso: ¡°Sin duda, no es Pamela Grant, el producto. Es rouge como de otro planeta¡±. Agrega: ¡°Es muy interesante entre mujeres de esa ¨¦lite el triunfo de los tratamientos est¨¦ticos con b¨®tox. Desde muy chicas, se vienen haciendo retoques menores muy efectivos y no intentan ocultarlos¡±. Una observadora millennial suma: ¡°Hay mucho skin care en ellas. No s¨¦ a qu¨¦ hora se cuidan tanto la piel¡±.
Nos dicen que el rouge lo compran en tiendas de maquillaje coreano en Providencia. Y llaman a sus usuarias ¡°comunistas glam¡±: la ge¨®grafa Camila Vallejo (35), la guaripola del grupo, la portavoza. Su amiga, la diputada Karol Cariola (36), matrona de profesi¨®n; y la longil¨ªnea abogada que fue ex constituyente de la primera convenci¨®n, B¨¢rbara Sep¨²lveda (38). Tambi¨¦n lo intenta con dudosos resultados la alcaldesa de Santiago, Irac¨ª Hassler. Ah¨ª lo que falla es la voz.
Lo de las bocas pintadas tiene que ver en lo profundo con ¡°que esta es una generaci¨®n distinta a la que la antecede¡±. Son pop y no reniegan de la vanidad. ¡°Les gusta verse bonitas, vestirse bien, no tienen l¨ªmites ni contradicciones. Esa lesera de descalificar a un comunista con IPhone, present¨¢ndolo como contradictorio, es una antigualla. Ellas consumen far¨¢ndula, tienen todo el aparataje Mac (el Apple watch es esencial), Alexa es su copiloto. Bailan salsa. Compran en Zara, pero valoran el dise?o chileno. Los zapatos artesanales, los dise?os de Lupe Gajardo, los de Palosanto, m¨¢s accesibles. No tienen l¨ªmites¡±, dice un periodista frenteamplista.
Atercio-peladas
Camila Antonia Amaranta Vallejo Dowling es la l¨ªder m¨¢s representativa del progresismo que nos gobierna. La m¨¢s verdadera, porque ¡°es de La Florida [una zona del sur de Santiago], de colegio floridano subvencionado, el Raimapu, con padres de clase media, ni tan pr¨®speros. Una cabra preciosa que carreteaba [sal¨ªa de fiesta] en La Florida, con otros m¨¢s pobres que ella. Ella es la m¨¢s s¨®lida para mi gusto¡±.
Otro sugiere que maneja todas esas virtudes con una muy estudiada estrategia de comunicaci¨®n pol¨ªtica. Lo popular, lo linda, lo glam. Lo cercana al presidente. Nada de eso es casual.
Al final, son las chicas las que se las traen. Fuertes y estrat¨¦gicas.
Varias de ellas, no solo las comunistas glam, han sido seducidas por la ¨²nica revista de papel couch¨¦ que perdura en Chile: Velvet, de la ingeniera en turismo que ha incursionado en pol¨ªtica con apoyo de Ev¨®poli, Katherine Echaiz. La Kat, como la conocen todos.
En sus p¨¢ginas se han desplegado las cuitas de la abogada, fundadora del Frente Amplio y de Convergencia Social ¨Cel partido de Boric¨C y convencional constituyente, Constanza Sch?nhaut (35), la ex de Giorgio Jackson. La de Antonia C¨®smica Orellana Guarello (34), m¨¢s conocida como la Toti, periodista, feminista, fundadora de Convergencia Social y actual ministra de la Mujer y la Equidad de G¨¦nero. La de Maite Orsini (36), actriz, abogada, militante de Revoluci¨®n Democr¨¢tica, actual diputada y polola [novia] del futbolista ex seleccionado nacional Mago Valdivia.
En todos los casos, el contenido se centra en las dificultades propias de ser mujer en un mundo patriarcal, heteronormado, machista, clasista, prejuicioso...
Constanza dice que su apellido llama a confusi¨®n, que estudi¨® con beca y que ninguna persona en su familia tiene casa propia. Antonia, que su capital pol¨ªtico radica en ser ¡°una militante chasquilla¡± [improvisada] y vuelve a contar su experiencia de aborto que ya hab¨ªa narrado. Afirma que ese evento la hizo tener un giro pol¨ªtico: pas¨® de ser m¨¢s anarquista a no despreciar el trabajo pol¨ªtico. Maite Orsini habla del esc¨¢ndalo de los convenios que tiene en estado ag¨®nico a su partido, como si le hubieran hecho da?o a su hijo. Hijo que no tiene ni cree que tendr¨¢, porque ¡°Revoluci¨®n Democr¨¢tica es la relaci¨®n m¨¢s estable y duradera que he tenido¡±.
Aqu¨ª se aprecia eso del abajismo del que hablan nuestros informantes. De exponer una vida nada f¨¢cil, sufrida, dura.
Las fotos y las conversaciones de Velvet no son en los espacios privados. Todas son en las oficinas. No suelen abrir sus domicilios.
Pero Camila s¨ª mostr¨® su casa. Y la descripci¨®n que hace la periodista Carolina Urrejola (49) refleja la est¨¦tica y el estilo de vida del grupo.
¡°Queda en las inmediaciones de la Villa Frei. Es c¨¢lida, acogedora y bien hippie, seg¨²n su due?a, que se declara feliz en este lugar de la ciudad. Hay plantas en todos los rincones del espacio abierto que habita con Abel, su marido; Adela, su hija de nueve a?os; Tanga, un gran gato, y la m¨¢s reciente incorporaci¨®n familiar: Sakura, una gatita reci¨¦n esterilizada. Hay mantas, recuerdos de viajes, teteras de colores, afiches revolucionarios, libros sobre feminismo, juegos de mesa y una numerosa colecci¨®n de imanes en el refrigerador con cl¨¢sicos referentes de la cultura de izquierda en Chile y Latinoam¨¦rica¡±.
No menciona el piso de parqu¨¦, elemento esencial, y las paredes llenas de afiches t¨ªpicos de la UP, que son el desde [un indispensable] para un hogar baby red set.
El dialecto ¡®karaman¨¦s¡¯
¨C?Se casan los miembros del baby red set?
¨CEl progresismo se casa o contrae el acuerdo de uni¨®n civil con separaci¨®n de bienes -responde el periodista Nicol¨¢s Copano (37).
Y es voz autorizada: ¨¦l mismo se cas¨® el pasado 6 de abril con su pareja desde 2006, la podcaster, periodista y escritora Mar¨ªa Jos¨¦ Castro (37), m¨¢s conocida como Lady Ganga. El enlace tuvo juez de paz, padres y padrinos haciendo discursos, carro de flores, m¨²sica en vivo, comida, baile en el Espacio Diana, cerrado para la ocasi¨®n. Como el progresismo es de tiro largo [se retira tarde], hubo disponibles buses para llevar a los m¨¢s entusiastas a seguir la fiesta en la discoteca Blondie.
Camila Vallejo se cas¨® este a?o, con mucha m¨¢s discreci¨®n, con Abel Zicavo (38), m¨²sico e integrante por 12 a?os de la banda La Moral Distra¨ªda y hoy l¨ªder del grupo Plumas. Es hijo de un matrimonio chileno-uruguayo. Vivi¨® en Suecia, Cuba, Uruguay y ahora ac¨¢. Antes, ella estuvo emparejada con el m¨¦dico cubano Julio Sarmiento Machado (41), quien es el padre de Adela, su hija.
Giorgio Jackson, antes de partir al exilio, como brome¨® el presidente Boric, firm¨® acuerdo de uni¨®n civil con la escritora Camila Guti¨¦rrez (38). Y en marzo partieron a vivir a Barcelona. La nueva pareja de Giorgio Kenneth se hizo conocida por relatar su propia experiencia como joven bisexual en una familia evang¨¦lica conservadora de la comuna de Pe?alol¨¦n. Todo qued¨® en el blog Joven y Alocada, que se convertir¨ªa primero en libro y luego en la pel¨ªcula que dirigi¨® Marialy Rivas (47).
¡°Me considero hetero curioso. Me mueve m¨¢s que el deseo, el juego. Muchas veces, me he besado con hombres, por experimentaci¨®n, pero con su carga bien er¨®tica¡±, reconoce un frenteamplista humanista. Y recuerda el apodo que sali¨® a relucir en el anuario del British School cuando se gradu¨® el hoy presidente. ¡°Le dec¨ªan Gaybriel, por algunas situaciones de experimentaci¨®n similares. As¨ª lo explic¨® ¨¦l mismo en una entrevista al Roka Valbuena¡±.
Eso tiene que ver con lo fluidos que se declaran en materia sexual. Con lo nada heteronormados, palabra que ha salido bastante a colaci¨®n y es recurrente en el lenguaje de la ex no-primera dama, la soci¨®loga Irina Karamanos (34), que tambi¨¦n concedi¨® una entrevista a Velvet. Aunque entr¨® a La Moneda sin firmar un documento, como cantaba Cecilia ¨Cno hubo ni matrimonio ni acuerdo de uni¨®n civil¨C y sali¨® de la misma manera, impuso una inexpugnable jerga feminista que algunos bautizaron dialecto karaman¨¦s.
La oscuridad en la expresi¨®n es una marca de f¨¢brica del movimiento woke. Y en eso Irina es qu¨ªmicamente pura: ¡°La primera dama no puede dar la idea de que tiene un cuerpo sexual. El arquetipo es muy maternal y ah¨ª ya no importa la verdad, porque en pol¨ªtica muchas veces pesa m¨¢s la narrativa, lo perform¨¢tico y la imagen. El presidente debe seducir a todo Chile, mientras la primera dama debe maternar¡±.
As¨ª, en palabras sencillas, explic¨® Irina el rol que no quiso jugar, pero que igual cambi¨® radicalmente en su breve paso por palacio.
¡°Me carga la expresi¨®n mapadre, me da un poquito cringe, pero creo que ya est¨¢ en baja. Tampoco uso saludos del tipo: ¡®Hola chicas, chicos, chiques¡¯, que es una manera muy obvia de manifestar el progresismo. Es cierto que hay mucha palabra-invento, como eso de maternar¡±, dice una publicista de Revoluci¨®n Democr¨¢tica.
Mucho sustantivo trocado en verbo; mucha met¨¢fora como ¡°habitar el cargo¡±; mucho discurso uniformado, donde sustantivos calificativos como ¡°robusto¡±, ¡°pertinente¡±, ¡°territorial¡± sobran y sustantivos como ¡°actor¨ªas¡±, ¡°sororo¡±, ¡°inclusivo¡±, se escuchan en boca de ¡°los cuadros¡± t¨¦cnicos.
El intelectual boomer cercano al lote, dice: ¡°Ese hablar particular se dio mucho en la primera Convenci¨®n Constituyente. ?Si Jaime Bassa dec¨ªa nosotras y hablaba todo en femenino! Pero el lenguaje inclusivo ha sufrido un fuerte empell¨®n; ya no corre¡±.
La referencia al Wallmapu tambi¨¦n se desdibuj¨®. Se le podr¨ªa poner fecha y rostro al cu¨¢ndo: Izkia Siches apretando [saliendo a toda velocidad] desde Temucuicui.
Sali¨® de escena de manera muy distinta a Giorgio, que despu¨¦s de debutar como Ministro Secretario General de la Presidencia tuvo una segunda oportunidad en Desarrollo Social, pero no logr¨® superar el esc¨¢ndalo Convenios, lo mal parado de su Revoluci¨®n Democr¨¢tica y la falta de empat¨ªa que algunos atribuyen a que ¡°es Asperger¡± y otros a simple soberbia. La amistad, la complicidad, la afinidad social y pol¨ªtica con su amigo el presidente lo mantuvo en pie mucho m¨¢s que a la apasionada y popular Izkia.
Salidas de los cargos, como ¨¦sas, anticipan que vendr¨¢n otras, porque todo tiene sus ciclos y sus c¨ªrculos. La ca¨ªda de Comunes y la extinci¨®n de Revoluci¨®n Democr¨¢tica, para fusionarse con Convergencia Social en el ¨²nico partido Frente Amplio, dan cuenta de lo mismo. El desgastante ¡°otra cosa es con guitarra¡±, el paso inexorable del tiempo, la calvicie que avanza en la testa presidencial y la proximidad de los 40, anticipan que el baby red set lleg¨® y todav¨ªa est¨¢, pero no para quedarse.
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