Robert Engle, Nobel de Econom¨ªa: ¡°Esta mini crisis financiera no acabar¨¢ en una gran crisis¡±
El economista estadounidense critica el desmantelamiento de parte de la regulaci¨®n bancaria en la ¡®era Trump¡¯ y avisa del riesgo de que la Reserva Federal y el BCE se pasen de frenada con las subidas de tipos
Robert F. Engle (Siracusa, Nueva York, 80 a?os) llega a Madrid para hablar de finanzas y clima, pero no elude ninguna pregunta sobre la actualidad econ¨®mica: de la abrupta subida de los tipos de inter¨¦s para tratar de enfriar el calent¨®n inflacionario ¡ªcon el consiguiente riesgo de asfixia del crecimiento, del que alerta¡ª al reciente conato de crisis financiera en Estados Unidos. El Nobel de Econom¨ªa en 2003 viaja invitado por la Universidad Pontifica Comillas, y lo hace con una agenda repleta, con actos en varios centros educativos y en el Banco de Espa?a. Recibe a EL PA?S poco despu¨¦s de una charla en ICADE, en la que desarrolla una idea tan provocadora como real: ¡°Putin es un activista clim¨¢tico: ha acelerado la descarbonizaci¨®n¡±.
Lo que sigue es una conversaci¨®n de 20 minutos en torno a un caf¨¦ en una tarde de mayo que, a juzgar por el calor, bien podr¨ªa ser de julio: la realidad meteorol¨®gica dej¨® hace mucho tiempo sin argumentos a los negacionistas.
Pregunta. La conferencia que acaba de pronunciar se titula ?Han olvidado los mercados financieros la sostenibilidad? ?Es as¨ª?
Respuesta. No, no lo creo. Ha ocurrido lo que esper¨¢bamos que ocurriera: hemos pedido a las compa?¨ªas energ¨¦ticas que sus negocios sean neutrales en carbono, y es exactamente lo que est¨¢n haciendo. Las petroleras est¨¢n reduciendo sus inversiones f¨®siles y, en consecuencia, los precios han subido. Es algo que vemos en Estados Unidos y, sobre todo, en Europa, al margen de Rusia.
P. Las petroleras han alertado del riesgo de que las inversiones en exploraci¨®n y producci¨®n no sean suficientes para garantizar el suministro. ?Puede ocurrir?
R. La raz¨®n por la que no est¨¢n invirtiendo es porque prev¨¦n que las renovables podr¨¢n suministrar buena parte de la energ¨ªa que consumiremos en el futuro. Si estas no logran llegar a tiempo, seguir¨¢n suministrando [petr¨®leo y gas], as¨ª que no creo que haya ning¨²n riesgo de quedarnos sin energ¨ªa por falta de inversi¨®n. La energ¨ªa solar y e¨®lica ser¨¢n cada vez m¨¢s baratas, y las energ¨ªas f¨®siles sencillamente no podr¨¢n competir. As¨ª que tendremos energ¨ªa adecuada [desde el punto de vista ambiental], y m¨¢s econ¨®mica. Ese es el escenario m¨¢s probable.
P. Para poder aprovechar toda esa energ¨ªa hay que electrificar muchos usos. Y hay que hacerlo a marchas forzadas.
R. S¨ª. Aun as¨ª, algunos ¨¢mbitos de la econom¨ªa puede que necesiten energ¨ªa f¨®sil. En esos casos, habr¨¢ que pensar en el hidr¨®geno o en la tecnolog¨ªa [limpia] que sea m¨¢s eficiente desde el punto de vista del coste. A¨²n hay un debate abierto.
P. Vivimos en la era del greenwashing [lavado de cara verde]: todas las empresas quieren presentarse como sostenibles, lo sean o no...
R. Hay un gran apetito por los productos y las acciones verdes. Y, a la vez, es muy dif¨ªcil que un consumidor o un inversor pueda saber con claridad qu¨¦ es verde y qu¨¦ no. No s¨¦ si hay m¨¢s greenwashing que hace unos a?os... ?Qu¨¦ es ser verde? Mientras no podamos definirlo de manera clara, siempre habr¨¢ greenwashing.
P. La mayor gestora de fondos del mundo, BlackRock, ha pasado de poner liderar la apuesta por la inversi¨®n verde a centrarse en la seguridad, en todas sus variantes. ?Es un caso aislado o puede convertirse en tendencia?
R. Creo que se debe a que, en este momento, los fondos m¨¢s sostenibles est¨¢ comport¨¢ndose peor que el mercado. As¨ª que, cuando dicen que van a ser pragm¨¢ticos en lugar de verdes probablemente lo que quieren decir es que no est¨¢n sacando toda la rentabilidad posible. Buena parte del rechazo a la sostenibilidad viene de gente que se est¨¢ dando cuenta de ese bajo rendimiento puntual. Ahora es f¨¢cil criticar a estos fondos, en un momento en el que no lo est¨¢n haciendo particularmente bien; antes [cuando su rendimiento s¨ª superaba al del mercado], no era tan emocionante criticarlos...
P. Entonces, ese renovado af¨¢n de ¡°pragmatismo¡±, ?carece de sentido?
R. Son cr¨ªticas que llegan, especialmente, desde ¨¢mbitos muy dependientes de la energ¨ªa f¨®sil. Creo que la actual subida de precios [de los combustibles] es temporal: son los estertores de una ¨¦poca, as¨ª que, en este punto, no creo que tenga mucho sentido ser tan ¡°pragm¨¢tico¡± por usar sus palabras.
P. Le dieron el Nobel por sus estudios sobre la volatilidad. Si algo tiene la econom¨ªa de nuestros d¨ªas es precisamente eso... Los tres ¨²ltimos a?os han sido salvajes: una pandemia, una guerra, la mayor crisis energ¨¦tica en Europa desde que hay registros. ?Dir¨ªa que estamos atravesando uno de los periodos m¨¢s vol¨¢tiles de la historia econ¨®mica moderna?
R. No lo creo. En los mercados, la volatilidad fue mayor durante la crisis financiera. Tambi¨¦n a finales de los noventa, con el hundimiento del sector tecnol¨®gico [la crisis de las puntocom]. Y, a¨²n m¨¢s atr¨¢s, la Gran Depresi¨®n fue un periodo extremadamente vol¨¢til. Lo que gu¨ªa la volatilidad es el cambio r¨¢pido en las expectativas de la gente: lo que leen en las noticias y c¨®mo eso afecta a su visi¨®n de los mercados.
P. Los ¨²ltimos datos de inflaci¨®n en EE UU son algo mejores de lo esperado. ?Hay riesgo de que los bancos centrales vayan demasiado lejos con las subidas de tipos y acaben ahogando la econom¨ªa?
R. S¨ª. Es un riesgo que est¨¢ ah¨ª desde el mismo momento en el que empezaron a elevar los tipos. Despu¨¦s de la ¨²ltima subida, la Reserva Federal dej¨® caer que ser¨ªa la ¨²ltima por un tiempo y que adoptar¨ªa una postura de ¡°esperar y ver¡±. Creo que es algo positivo; mucho mejor que seguir subiendo tipos. Gran parte de la inflaci¨®n se debe al encarecimiento de la energ¨ªa, al colapso de las cadenas de suministro y a un elemento geopol¨ªtico: la tensi¨®n [de EE UU] con China. De esos tres factores, solo el tercero no ha mejorado.
P. ?Habr¨¢ recesi¨®n?
R. No lo creo. Por una raz¨®n, sobre todo: la desglobalizaci¨®n supone el regreso de las cadenas de suministro a sus lugares de origen y eso har¨¢ que los mercados laborales [occidentales] sigan ajust¨¢ndose. No est¨¢ habiendo tanta inmigraci¨®n, un factor que ayudar¨ªa a aflojar esos mercados de trabajo, y hay razones para pensar que los salarios seguir¨¢n subiendo. Y un escenario en el que los sueldos suben y los precios empiezan a moderarse es el ideal para que se produzca una mejora relativa en el bienestar de la mayor¨ªa de trabajadores. Es una posibilidad real.
P. Los problemas en parte de la banca estadounidense preocupan en medio mundo.
R. Lo que hemos vivido es una mini crisis financiera que no ha afectado a los grandes bancos y que, por tanto, creo que no desembocar¨¢ en una gran crisis financiera.
P. ?Da por zanjado este episodio, entonces?
R. Hay muchos bancos [estadounidenses] en una situaci¨®n de riesgo elevado. Han invertido en activos que los reguladores consideraban perfectamente seguros, como los bonos a largo plazo, pero que en la realidad no lo son en un entorno de tipos de inter¨¦s al alza. Eso hace que tengan un gran volumen de p¨¦rdidas de capital que todav¨ªa no han aflorado, pero que los inversores s¨ª reconocen. Adem¨¢s, el resultado de la era de bajos tipos de inter¨¦s es un gran volumen de dep¨®sitos no asegurados, y eso tambi¨¦n es un gran riesgo para los inversores. Sin embargo, la presi¨®n de los tipos ya se est¨¢ frenando y las p¨¦rdidas en los mercados de bonos tambi¨¦n se han calmado. Creo que ser¨¢n capaces de aguantar.
P. ?Hemos aprendido alguna lecci¨®n de la crisis financiera global, hace 15 a?os?
R. En un primer momento se estrech¨® todo el aparato regulatorio, pero en la d¨¦cada siguiente se deshizo una parte de aquello. Sobre todo durante la Administraci¨®n Trump, que relaj¨® la regulaci¨®n sobre el sector financiero. Lo que aprendimos, lo olvidamos despu¨¦s.
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