La universidad espa?ola necesita 3.100 millones extra para no quedarse atr¨¢s en la competici¨®n internacional

¡°Es tremendo. Hay universidades de primera, segunda y tercera¡±. El comentario, muy compartido, fue pronunciado este septiembre por un rector al t¨¦rmino de la primera jornada del curso sobre la financiaci¨®n de los campus organizado por su conferencia (CRUE) y el Ministerio de Universidades. Este rector acababa de escuchar en la Universidad Men¨¦ndez Pelayo, en Santander, c¨®mo Francia va a invertir 77.000 millones de euros en 15 a?os en hacer m¨¢s competitivos sus campus ¨Dvan por la cuarta fase¨Do c¨®mo el Gobierno vasco planea invertir en innovaci¨®n y desarrollo el 3% del Producto Interior Bruto (PIB) en 2030, frente al 1,41% del PIB del conjunto del pa¨ªs. Algunas autonom¨ªas espa?olas, sin concierto econ¨®mico propio, son casi tan ricas como el Pa¨ªs Vasco, pero en ellas no ha permeado la idea de que el futuro pasa por cuidar la Universidad. La Ley Org¨¢nica del Sistema Universitario (LOSU), aprobada el pasado marzo, estipula que para ¡°recuperar niveles de financiaci¨®n adecuados¡± tras a?os de recortes es necesario que la partida p¨²blica en universidad alcance al menos un 1% del Producto Interior Bruto (PIB) en 2030. Lo que, seg¨²n un informe encargado por el ministerio, supone aumentar un 15% la dotaci¨®n anual, es decir, 3.100 millones extra.

Entre 2012 y 2018, el PIB espa?ol creci¨® un 12,8%, pero el gasto p¨²blico en educaci¨®n superior (incluye la FP Superior) apenas se increment¨® un 1%. Solo si se aumenta un 15% la financiaci¨®n de las arcas universitarias previsto en la LOSU, se argumenta en el pre¨¢mbulo de la norma, se podr¨¢ ¡°buscar alternativas frente al reto demogr¨¢fico o la emergencia clim¨¢tica¡±, mejorar la docencia, formar a lo largo de toda la vida a los ciudadanos, trabajar por la empleabilidad o ¡°generar m¨¢s y mejor investigaci¨®n desde una l¨®gica de transferencia e intercambio¡±. Ello se tendr¨ªa que traducir, por tanto, en pol¨ªticas para dignificar las plantillas (llenas de falsos profesores asociados), dotar de medios a los cient¨ªficos o atraer talento extranjero.

¡°En 2019, seg¨²n Eurostat, el gasto en educaci¨®n universitaria era un 32% m¨¢s bajo que la media de la Uni¨®n Europea¡±, record¨® Eva Alc¨®n, la presidenta de los rectores. ¡°Es necesario que nos creamos las universidades y les demos un trato preferente, porque sin suficiencia financiera nunca tendremos autonom¨ªa universitaria¡±. El ranking de Shangh¨¢i de agosto refleja c¨®mo, sin fondos suficientes, los campus p¨²blicos espa?oles son cada vez menos competitivos: 18 de 40 han bajado en el escalaf¨®n en el ¨²ltimo a?o.

En el Olimpo del listado de Shangh¨¢i ya no hay solo instituciones anglosajonas, sino de pa¨ªses de Asia, Ocean¨ªa y Europa que sustentan su progreso econ¨®mico en la ciencia; mientras que la Asociaci¨®n de Universidades Europeas (EUA) describe el sistema universitario espa?ol como ¡°en declive y bajo presi¨®n¡±. Seg¨²n datos de esta entidad, los fondos p¨²blicos disminuyeron un 20% en t¨¦rminos reales entre 2008 y 2020. ¡°No se puede competir internacionalmente sin financiaci¨®n y sin un marco normativo para implementar las medidas¡±, record¨® su presidente, el catal¨¢n Josep Maria Garrell.

El ministro Joan Subirats se suma a las cr¨ªticas de Alc¨®n, con la libertad que da que la mayor partida de inversi¨®n es auton¨®mica: ¡°Cada euro invertido en Universidad revierte cinco en impacto econ¨®mico, bienestar social, innovaci¨®n y equidad. El tiempo va a nuestro favor porque la formaci¨®n es clave en el crecimiento de los pa¨ªses. Hay que responder a las necesidades sociales que existen, no solo reclamar dinero¡±. El brit¨¢nico Sebastian Stride, fundador de la Fundaci¨®n SIRIS Academic ¨Dque asesora a universidades de medio mundo y tiene su sede en Barcelona¨D comparti¨® con los presentes la imagen m¨¢s gr¨¢fica del panorama espa?ol: ¡°No se puede ir con un Seat 600 a la F¨®rmula 1 de las universidades. ?Es una aut¨¦ntica locura! ?Es totalmente imposible!¡±.

Un primer diagn¨®stico

Subirats ha encargado al Instituto Valenciano de Investigaciones Econ¨®micas (IVIE) un primer diagn¨®stico de la situaci¨®n presupuestaria y habr¨¢ que acordar qui¨¦n paga qu¨¦. Al menos ya hay una cifra clara: 3.100 millones m¨¢s anuales. En torno a un 20% de los ingresos de las universidades provienen de las familias (tasas, t¨ªtulos propios, congresos...) y un 67% de transferencias de fondos auton¨®micos (en La Rioja, Pa¨ªs Vasco y Canarias el porcentaje es superior). Los campus p¨²blicos reciben tambi¨¦n fondos del Estado y de organismos internacionales (en especial europeos) destinados en su mayor parte a investigaci¨®n.

¡°Los conocimientos se consideran clave para el avance de la productividad y nuestra brecha con la media de los pa¨ªses europeos, en particular con los m¨¢s avanzados, es muy grande y tiende a ampliarse¡±, alert¨® Francisco P¨¦rez, director de investigaci¨®n del IVIE. Por eso, el coordinador del informe pedido por el ministerio, cree que hay que ¡°tejer alianzas¡± con la sociedad y las instituciones. ¡°Necesitamos fijar objetivos, contar con recursos y equipar con instrumentos pertinentes. Ah¨ª entra la programaci¨®n plurianual [parte de las universidades desconocen con cu¨¢nto dinero contar¨¢n el curso siguiente] y los modelos de financiaci¨®n¡±.

P¨¦rez reconoce que la autonom¨ªa universitaria est¨¢ ¡°muy acotada¡± por la cuant¨ªa de los ingresos y aboga por que haya ¡°incentivos duraderos para alcanzar metas¡± con el fin de transformar el pa¨ªs. Para ello cree que tiene que haber ¡°una mejora de la equidad en la asignaci¨®n de los recursos, de la eficacia y la eficiencia¡±.

Aunque los pol¨ªticos espa?oles de todo signo no paran de resaltar la importancia de apostar por la ciencia ¨Dse demostr¨® durante la pandemia¨D para no ser un pa¨ªs dependiente del sol y el ladrillo, lo suelen olvidar al elaborar los presupuestos. ¡°En el reparto del fondo covid [400 millones concedidos por Bruselas para mejorar las medidas de prevenci¨®n en las universidades], m¨¢s que hermana pobre, en alguna comunidad aut¨®noma nos vemos como si no fu¨¦semos de la familia¡±, denunci¨® en 2020 en este peri¨®dico Jos¨¦ Carlos G¨®mez Villamandos; por entonces presidente de los rectores y hoy consejero andaluz. Las autonom¨ªas no lograron desviar la partida a otras consejer¨ªas, pero sirve de ejemplo de la irrelevancia de la universidad a ojos de las administraciones.

La pol¨ªtica est¨¢ detr¨¢s de todo. ¡°La ausencia de un modelo estatal de financiaci¨®n universitaria conduce a importantes diferencias entre las comunidades y no afecta solo a la cuant¨ªa que reciben las universidades, sino a las f¨®rmulas que se emplean para su financiaci¨®n¡±, afirm¨® Amaya Mendikoetxea, rectora de la Aut¨®noma de Madrid y vocal de CRUE. ¡°Estas diferencias no se justifican en cuanto a distintas actividades de docencia, investigaci¨®n y transferencia, sino que dependen de las pol¨ªticas de cada comunidad¡±, agreg¨®.

A nadie se le escapa que las universidades p¨²blicas de Madrid (primera en PIB per c¨¢pita) est¨¢n al borde del colapso. Entre 2009 y 2019, seg¨²n datos de la Fundaci¨®n Conocimiento y Desarrollo, estas perdieron el 15% de las transferencias corrientes y de capital; mientras que junto a Catalu?a, es la comunidad en la que las familias pagan m¨¢s por los estudios, aunque en ambas las matr¨ªculas han bajado. Probablemente, ello explique que el sistema universitario de Madrid no logre competir en el Ranking CYD con los de Catalu?a ¨Dtambi¨¦n mal financiada¨D, el Pa¨ªs Vasco, Navarra ¨Da la cabeza en inversi¨®n¨D y Comunidad Valenciana, que hace un gran esfuerzo porque es una autonom¨ªa infrafinanciada en su conjunto.

La Universidad p¨²blica est¨¢ infrafinanciada, pero tiene deberes por hacer. Jos¨¦ Mar¨ªa Casado, director de Evaluaci¨®n del gasto p¨²blico de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef) ¨Dque ha elaborado informes financieros de la situaci¨®n en Arag¨®n y Andaluc¨ªa y ultima el de Castilla y Le¨®n¨D, remarc¨® en el curso que no siempre las instituciones, dentro de su autonom¨ªa de gesti¨®n, aportan informaci¨®n plena para que las comunidades sepan qu¨¦ tienen que financiar. ¡°Es asim¨¦trica¡±, dijo. En otras palabras, insuficiente.

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