La Axarqu¨ªa: la comarca de M¨¢laga con m¨¢s restricciones de agua es el para¨ªso de las piscinas
La zona, golpeada especialmente por la sequ¨ªa, acumula 13 de los 15 municipios de la provincia con m¨¢s infraestructuras de este tipo por habitante debido al turismo residencial
La carretera que asciende desde la autov¨ªa A-7 hasta el municipio de Arenas, al este de M¨¢laga, es pura curva. No hay rectas en los 11 kil¨®metros de un trayecto no apto para est¨®magos sensibles. El paisaje es una sucesi¨®n de j¨®venes aguacates y viejos vi?edos salpicados por cientos de viviendas diseminadas. A ras de suelo apenas se atisban de ellas sus nombres pintados en rocas: Casa Giralda, Villa Serena, Las Palmeras... Desde el aire la imagen cambia. Junto a cada construcci¨®n se observa un rect¨¢ngulo celeste, como se comprueba echando un vistazo a Google Maps. En esta localidad de 1.156 habitantes hay, seg¨²n el catastro, 470. Son piscinas y salen a solo 2,4 residentes por cada una. Es la norma en una comarca, la Axarqu¨ªa, que acoge 13 de los 15 pueblos malague?os con m¨¢s infraestructuras de este tipo por persona. Es justo la zona que m¨¢s restricciones sufre por la persistente sequ¨ªa que ha dejado en m¨ªnimos hist¨®ricos el pantano de La Vi?uela, casi seco, exprimido por los cultivos subtropicales y el turismo.
La Axarqu¨ªa fue una de las ¨¢reas malague?as donde el ladrillo encontr¨® mejores cimientos a finales del siglo pasado y principios del este. Los ayuntamientos lo tomaron como su principal fuente de financiaci¨®n y pusieron alfombra roja a la construcci¨®n. Muchas de estas viviendas estaban fuera de planeamiento y algunos alcaldes acabaron respondiendo ante los tribunales, pero las casas nunca se derribaron. En ocasiones, ni sus propietarios sab¨ªan que levantaban algo ilegal. En septiembre de 2019, la Junta de Andaluc¨ªa aprob¨® un decreto para legalizar la inmensa mayor¨ªa, que son parte de las m¨¢s de 60.000 viviendas irregulares de M¨¢laga y las 327.000 de toda la comunidad. ¡°Pero hay bastantes que siguen en el limbo porque la norma recog¨ªa ciertos costes y limitaciones, por lo que muchos no han iniciado los tr¨¢mites y, los que s¨ª, dependen de ayuntamientos sin apenas personal¡±, subraya Rafael Yus, portavoz de Ecologistas en Acci¨®n, que destaca que la inmensa mayor¨ªa de esos inmuebles tienen piscina, s¨ªmbolo de estatus y que ya se puede disfrutar durante buena parte del a?o debido al cambio clim¨¢tico y el aumento de las temperaturas, como se est¨¢ comprobando este octubre.
La situaci¨®n contrasta con los cascos urbanos. En el de Arenas, por ejemplo, solo hay una piscina. Las dem¨¢s est¨¢n en el campo. ¡°Antes del problema de los subtropicales estaba el de las casas diseminadas¡±, recuerda Yus, que en un estudio publicado hace una d¨¦cada contabilizaba m¨¢s de 22.000 de estos inmuebles en el territorio ax¨¢rquico. ¡°Es parad¨®jico que los pueblos de este ¨¢rea se est¨¦n despoblando y, sin embargo, tengan tantas piscinas. Queda claro que son segundas residencias y viviendas tur¨ªsticas¡±, insiste el ecologista. Estas albercas se llenan con agua procedente de la red de suministro de cada localidad, como explica Jes¨²s Vargas, doctor en Geograf¨ªa, profesor de la Universidad de M¨¢laga y miembro del Observatorio Ciudadano de la Sequ¨ªa. ¡°Es la misma que para consumo humano¡±, asegura quien cree que la crisis actual por la sequ¨ªa no se debe achacar solo a estas infraestructuras, tambi¨¦n al modelo urban¨ªstico sin planificaci¨®n, los cultivos subtropicales y la presi¨®n tur¨ªstica, sobre todo en la costa. ¡°Es una mezcla de todo¡±, asegura.
Restricciones y cubas de agua
A pocos alcaldes les gusta hablar del tema. De los consultados, solo uno ha respondido a EL PA?S. ¡°En nuestro caso, m¨¢s del 90% de las piscinas utilizan agua de riego¡±, afirma Alejandro Herrero, alcalde de Frigiliana, donde hay 3.009 habitantes y 1.040 piscinas, casi una por cada tres vecinos. Aqu¨ª la principal raz¨®n de ser de estos diseminados es el turismo. Seg¨²n datos de la Junta de Andaluc¨ªa, esta localidad tiene 369 casas rurales, 191 viviendas con fines tur¨ªsticos, dos apartamentos tur¨ªsticos y otros 166 alojamientos rurales. En total, 734 con casi 4.000 plazas para los visitantes. ¡°Es algo fundamental a nivel econ¨®mico. Y, por supuesto, todas est¨¢n dadas de alta porque de otra manera no podr¨ªan aparecer en los registros¡±, destaca el regidor, que cree que su municipio es afortunado porque dispone de sus propios acu¨ªferos y han salvado el verano sin problemas tanto para consumo humano como para los aguacates cultivados en su territorio. ¡°Pero seguimos mirando al cielo: la lluvia es muy necesaria¡±, advierte mientras la zona espera la construcci¨®n de una desaladora tras el reciente acuerdo entre la Junta de Andaluc¨ªa y el Gobierno central para impulsarla.
Otras localidades s¨ª que mantienen las restricciones y cortes de agua nocturnos que arrancaron en verano. Son las que se surten del pantano de La Vi?uela, ya por debajo del 8% de su capacidad. Es su m¨ªnimo hist¨®rico desde que se llen¨® hace cuatro d¨¦cadas y cada semana marca un nuevo r¨¦cord ante la falta de precipitaciones. Los primeros pueblos en tomar medidas fueron, a principios de julio, El Borge, Alm¨¢char, Iznate, Benamargosa y V¨¦lez-M¨¢laga, que re¨²nen a 90.000 vecinos. A su alrededor se ubican los que m¨¢s piscinas tienen por habitante, como Alcauc¨ªn, ?rchez, Canillas de Albaida o C¨®mpeta, todos con una por cada tres o cuatro habitantes. Para rellenarlas, la solicitud de cubas se dispar¨® este verano. ¡°Ha sido imposible surtir toda la demanda de comunidades o viviendas diseminadas. Y eso que ten¨ªamos 23 cisternas funcionando a diario¡±, relata Jes¨²s Arranz, responsable de la empresa Aquatrans 2000, quien explica que el agua no va tratada y procede de recursos que, de otra manera, acabar¨ªan en el mar para cumplir el ciclo. Hoy sigue reponiendo piscinas, sobre todo en la zona de Rinc¨®n de la Victoria, donde contin¨²an las restricciones, pero ya solo con cuatro camiones.
La situaci¨®n se repite en la Costa del Sol occidental. Destaca Benahav¨ªs, el municipio m¨¢s rico de toda la provincia de M¨¢laga, que tiene 2.107 piscinas ¡ª49 cubiertas¡ª y 8.085 habitantes; pero sobre todo lo hace Marbella: tiene 10.850 piscinas para sus 143.386 residentes. Es la tercera ciudad con mayor cifra detr¨¢s de Madrid y C¨®rdoba. ¡°Es una barbaridad teniendo en cuenta la escasez de recursos h¨ªdricos en la zona y los 27 kil¨®metros de playas del municipio¡±, recuerda Javier de Luis, portavoz de Ecologistas Malaka, que se?ala que las lluvias recargan cada vez menos el embalse de La Concepci¨®n y que los acu¨ªferos del subsuelo, como el de Sierra Blanca, se encuentran en peores condiciones por el gran consumo tur¨ªstico. ¡°El agua es un bien finito y el problema es el derroche: hacen falta m¨¢s controles¡±, concluye el ecologista. La Diputaci¨®n de M¨¢laga ha realizado un estudio para detectar fugas en los suministros de las 74 localidades malague?as con menos de 20.000 habitantes. Su resultado es que cada a?o se pierden 7,5 hect¨®metros c¨²bicos ¡ª 7.500 millones de litros¡ª de las tuber¨ªas municipales. Es lo que gastar¨ªan m¨¢s de 100.000 personas en un a?o.
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