El PSOE intenta sortear una ola de adversidad
El partido encara su congreso con la pretensi¨®n de responder al rearme ideol¨®gico derechista y de reivindicarse como excepci¨®n al retroceso de la socialdemocracia
Cuando Abd¨®n Mateos habla del PSOE, sabe de lo que habla. Catedr¨¢tico de Historia Contempor¨¢nea de la UNED y autor de Historia del PSOE en transici¨®n (1970-1988) e Historia de la ¨¦poca socialista (1982-1986), su perspectiva abarca m¨¢s de medio siglo. Y desde ah¨ª observa que el congreso que el PSOE celebra entre el viernes y el domingo pr¨®ximos en Sevilla re¨²ne dos elementos que suelen caracterizar a los c¨®nclaves ¡°tranquilos¡±. El primero, que se celebra desde el Gobierno. El segundo, que el liderazgo est¨¢ claro. Pero hasta ah¨ª, y ni un mil¨ªmetro m¨¢s lejos, llega la tranquilidad. Porque el 41? congreso del PSOE viene marcado por un contexto nacional e internacional de extrema dificultad para la socialdemocracia. ¡°Lo mires por donde lo mires, las circunstancias no nos favorecen¡±, resume una fuente de Ferraz que conoce los preparativos del congreso.
Desde Suresnes, en 1974, los c¨®nclaves del PSOE han visto de todo: la apuesta por la ¡°ruptura democr¨¢tica¡± en 1976; la rebaja del marxismo a ¡°instrumento te¨®rico¡± en 1979; el apogeo de Felipe Gonz¨¢lez en los 80; los vaivenes sobre la OTAN hasta el s¨ª definitivo de 1984; las primeras cuotas femeninas (25%) en el partido en 1988; las tribulaciones ideol¨®gicas de los 90 tras el colapso comunista; la apuesta de Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero por el matrimonio gay, los derechos LGTBI y la nueva la ley del aborto en los congresos de los 2000; el ¡°somos la izquierda¡± de Pedro S¨¢nchez en 2017 para marcar territorio ante la amenaza de Podemos. Y as¨ª hasta 2021, ya de vuelta a La Moncloa, cuando el partido intent¨® escenificar coherencia hist¨®rica con el abrazo de Gonz¨¢lez y Zapatero a S¨¢nchez.
La cr¨®nica de estas cinco d¨¦cadas ha dado para mucho uso y abuso del adjetivo ¡°hist¨®rico¡±. Pero ahora, incluso emple¨¢ndolo con m¨¢xima prudencia, cabe afirmar que nunca en la historia del PSOE en democracia un congreso hab¨ªa tenido lugar en un momento de tanto auge de la extrema derecha como el que toca en Sevilla. Los ultras tienen m¨¢s fuerza que nunca en la UE, gobernando pa¨ªses como Italia o Hungr¨ªa, al acecho del El¨ªseo y en un ascenso generalizado que en febrero ¡ªseg¨²n apuntan las encuestas y las ¨²ltimas elecciones regionales¡ª refrendar¨¢n en Alemania. La victoria de Donald Trump les otorga adem¨¢s, especialmente a los Patriotas por Europa de Marine Le Pen, Viktor Orb¨¢n y Santiago Abascal, una relaci¨®n privilegiada con el futuro morador de la Casa Blanca.
El auge ultraderechista no est¨¢ consolidando a la izquierda como alternativa. Si los tres grupos europeos en los que se dividen los extremistas se integraran en uno solo, ser¨ªan el segundo de la Euroc¨¢mara. Pero el primero ser¨ªan los conservadores hist¨®ricos del Partido Popular Europeo al que pertenece el PP. Los socialdem¨®cratas est¨¢n en retroceso. No solo perdieron peso en las ¨²ltimas elecciones europeas. A escala nacional, Alemania, Espa?a, Ruman¨ªa, Dinamarca y Malta, con gobiernos de esa familia, son excepciones a la regla. Y las encuestas son tan malas para el canciller Olaf Scholz de cara a las elecciones de febrero que su partido debate si sustituirlo. ¡°El hist¨®rico referente socialdem¨®crata n¨®rdico est¨¢ casi desaparecido¡±, se?ala Abd¨®n Mateos.
Aunque sin negar la ¡°obviedad¡± del ¡°mal momento¡± de esta familia pol¨ªtica, Jorge Tamames, profesor de Econom¨ªa Pol¨ªtica en la Universidad Carlos III, se resiste a hablar de ¡°crisis de la socialdemocracia¡±, en parte porque ¡°ya es un clich¨¦¡±, en parte porque estos partidos ¡°han demostrado antes su capacidad de recuperaci¨®n¡±. Lo que s¨ª hay a juicio de Tamames ¡ªy es igual de preocupante para el PSOE¡ª es un ¡°ciclo destituyente¡± alimentado primero por la covid-19 y ahora por la inflaci¨®n. ¡°Hasta ahora, S¨¢nchez ha logrado esquivarlo. Pero no sabemos cu¨¢nto aguantar¨¢¡±, a?ade.
Esta ¡°derechizaci¨®n del poder¡± viene propiciada y al mismo tiempo propicia una ¡°derechizaci¨®n de la agenda¡±, explica Ruth Ferrero, profesora de Ciencia Pol¨ªtica adscrita al Instituto Complutense de Estudios Internacionales. ¡°Los temas que acaparan el debate, desde la inmigraci¨®n a la seguridad, favorecen a la derecha, y las fuerzas progresistas no logran frenar el discurso del miedo¡±, afirma Ferrero. As¨ª lo ve tambi¨¦n Jorge Tamames: ¡°Toda la conversaci¨®n gira sobre cuestiones en las que la derecha est¨¢ m¨¢s c¨®moda¡±. Y el problema no es solo el contenido. Parte del continente tambi¨¦n est¨¢ trucado, con el ejemplo emblem¨¢tico de X, la red social de Elon Musk.
Los nubarrones son tambi¨¦n nacionales. El Gobierno vive una legislatura de infarto. Sus principales socios se dividen en tres parejas de miembros enfrentados entre s¨ª: Sumar contra Podemos, ERC contra Junts, PNV contra Bildu. Aunque el acuerdo fiscal de esta semana ha inoculado optimismo en el Ejecutivo, los presupuestos de 2025 no est¨¢n garantizados. Los nacionalistas, especialmente los catalanes, ligan sus apoyos a exigencias que tienen un coste para el PSOE en el resto del pa¨ªs, la ¨²ltima de ellas una ¡°financiaci¨®n singular¡± que aflora tensiones en el propio partido. Las encuestas pronostican que la izquierda alternativa, clave para mantener al PSOE en el poder, vive un retroceso que lastra las opciones de reeditar gobierno. A todo ello se suma la incertidumbre que generan los casos judiciales sobre Bego?a G¨®mez y el exministro Jos¨¦ Luis ?balos. Todo ello confluye en graves dificultades del Gobierno para marcar la agenda, que el PSOE intenta sin ¨¦xito centrar en los resultados macroecon¨®micos y en el mercado laboral de sus pol¨ªticas. ¡°Y a todo eso s¨²male el auge de la antipol¨ªtica, que para nosotros es muy da?ino¡±, apunta la fuente de Ferraz.
A la ofensiva y hacia fuera
En medio de esta adversidad, llega el congreso. No lo precede gran expectaci¨®n. Ni siquiera el 50? aniversario de Suresnes, casi inadvertido, ha servido para ponerle foco. No obstante, nadie prev¨¦ que el PSOE busque un c¨®nclave de perfil bajo. ¡°Por la necesidad de recuperar iniciativa, no pueden conformarse con reforzar a S¨¢nchez y reivindicar gen¨¦ricamente postulados progresistas¡±, se?ala Ferrero, para quien se impone un ¡°rearme ideol¨®gico¡±, trabajo que ¡ªafirma¡ª la extrema derecha ya ha realizado, arrastrando en parte a la derecha tradicional.
Manuel Escudero, presidente de la Fundaci¨®n Avanza, el centro de estudios con el que el PSOE pretende precisamente rearmarse contra la ¡°cruzada ultra¡±, pone el congreso en perspectiva: ¡°Estamos en una nueva ¨¦poca, el fin del periodo abierto con el New Deal y el consenso socialdem¨®crata europeo, al que se opone una corriente populista libertaria postdemocr¨¢tica. Ante eso, no podemos caer en el error de limitarnos a ser gestores m¨¢s inteligentes del neoliberalismo, como Gerhard Schr?der o Tony Blair. Tenemos que ir a la ofensiva, sabiendo adem¨¢s que ahora el PSOE es un referente socialdem¨®crata tambi¨¦n fuera de Espa?a. No va a ser un congreso de madera, de blablabl¨¢¡±.
Coincide Diego L¨®pez Garrido, vicepresidente de la Fundaci¨®n Alternativas: ¡°Estamos entrando en una nueva era en la que la democracia, el Estado de derecho y el Estado del bienestar est¨¢n bajo amenaza. No cabe un congreso mirando hacia dentro¡±. ¡°Nueva ¨¦poca¡±, dec¨ªa Escudero. ¡°Nueva era¡±, dice L¨®pez Garrido, de larga trayectoria socialista. Y los dos coinciden en que la tarea es presentarse como baluarte progresista m¨¢s all¨¢ de Espa?a, m¨¢s a¨²n ante la posible ca¨ªda de Scholz, que dejar¨ªa a Espa?a como el pa¨ªs m¨¢s poblado con jefe de gobierno socialdem¨®crata. Lo dice la propia ponencia: del PSOE ¡°depender¨¢ el porvenir de la izquierda, no solo de Espa?a, sino de toda Europa¡±.
El historiador Abd¨®n Mateos ve en el ¨¦nfasis del Gobierno por diferenciarse de las pol¨ªticas restrictivas que dominan la UE en inmigraci¨®n una voluntad de subrayar su car¨¢cter de excepci¨®n socialdem¨®crata en un mar conservador. Para Ruth Ferrero, esa voluntad de trascendencia internacional est¨¢ clara. ¡°De lo que tengo dudas es de que vayan a conseguir animarlos [a los partidos de esta familia], porque los factores en contra son fuertes y el PSOE no ha tenido tiempo de desarrollar una propuesta global que articule econom¨ªa y transici¨®n verde. Y mucho menos, una propuesta propia de pol¨ªtica exterior¡±, a?ade Ferrero, que s¨ª cree que el partido tiene algo a favor: el deslizamiento de sectores de la derecha tradicional hacia el extremismo le deja espacio para hacer compatible el crecimiento hacia su izquierda ¡ªfavorecido por la crisis del espacio de Sumar y Podemos¡ª con la recogida de apoyos centristas.
Ferrero abre un importante mel¨®n: ?mirar hacia el centro o hacia la izquierda? En el PSOE existe un ¡°debate¡± sobre si el contexto pide una reivindicaci¨®n de la mejor capacidad de gesti¨®n para captar moderados descontentos o un perfil m¨¢s aguerrido, se?ala la fuente de Ferraz. ¡°Las dos cosas a la vez son dif¨ªciles¡±, a?ade. A su juicio, el rechazo a S¨¢nchez entre sectores que se autoperciben como centristas dificulta la pesca electoral en aguas templadas. ¡°Creo que la apuesta debe ser por las pol¨ªticas de izquierdas en temas tangibles: pensiones, salario m¨ªnimo, vivienda, igualdad, cambio clim¨¢tico. Y reforzarlo con una defensa de la democracia frente a la ultraderecha¡±, se?ala.
Los l¨ªmites del ¡®que vienen los ultras¡¯
Pero, ?hasta qu¨¦ punto est¨¢ gastado el argumento del freno a la ultraderecha, con Trump rumbo a la Casa Blanca y los socialistas europeos avalando a los candidatos a comisario de Giorgia Meloni y Viktor Orb¨¢n? L¨®pez Garrido admite un ¡°cierto debilitamiento¡±, aunque m¨¢s por Trump que por lo que ve una maniobra del Partido Popular Europeo para utilizar a los socialistas en su blanqueamiento de la extrema derecha. Para Tamames, el recurso al miedo a la ultraderecha ¡°cada vez funciona peor¡±. En las generales de 2023 funcion¨®, dice, pero sobre todo por la ¡°torpeza¡± del PP con sus pactos auton¨®micos con Vox. ¡°Pero esa idea de que los pa¨ªses como Espa?a y Portugal tenemos m¨¢s anticuerpos contra la extrema derecha por haber sufrido dictaduras de derechas est¨¢ ya desmentida¡±, a?ade. Ferrero cree que el que vienen los ultras nunca fue un ¡°argumento ganador¡±, pero menos a¨²n ahora, cuando es evidente la incapacidad de ¡°aislar¡± a la extrema derecha, como ha quedado patente en la reciente negociaci¨®n europea.
Referente de la corriente Izquierda Socialista hasta su salida del PSOE en 2018, el catedr¨¢tico de Filosof¨ªa en la Universidad de Granada Jos¨¦ Antonio P¨¦rez Tapias cree que los mayores problemas del PSOE no vienen del contexto ¡ª¡°aunque es enormemente complicado¡±¡ª, ni de la p¨¦rdida de miedo a la ultraderecha, sino de una cr¨®nica indefinici¨®n ideol¨®gica. ¡°En cuanto al modelo territorial, todo son cesiones improvisadas, sin estrategia. Y ese es un tema que chirr¨ªa en los congresos, como veremos ahora. En cuanto a pol¨ªtica exterior, ?qu¨¦ decir? No hay propuesta. Ni siquiera se ha explicado el giro sobre el S¨¢hara. Y en econom¨ªa, hay una cr¨ªtica insistente al neoliberalismo, pero, ?y la alternativa? Falta una propuesta cre¨ªble sobre vivienda, sobre redistribuci¨®n, sobre c¨®mo conseguir que las grandes cifras lleguen a la econom¨ªa micro¡±, concluye.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.