La nueva ordenanza de circulaci¨®n proh¨ªbe que vayan dos personas subidas a estos veh¨ªculos de movilidad personal, as¨ª como el acto de carga y descarga en los carriles bici
Aunque no pierdo el gusto por caminar en Bogot¨¢, por explorar sus rincones, tambi¨¦n debo admitir que en la capital reina el individualismo. Ante la ausencia de un proyecto com¨²n, cada quien interpreta, se apropia y vive el espacio p¨²blico como puede o quiere
El razonado hilo de un vecino sobre un coche aparcado en una plaza para personas de movilidad reducida genera miles de reacciones y un mill¨®n y medio de visualizaciones en X
Durante casi tres d¨¦cadas, m¨¢s que a la consolidaci¨®n de la transformaci¨®n que plante¨® Mockus en los noventa, somos testigos de la desconfiguraci¨®n de lo p¨²blico, de la desigualdad, y de la nostalgia por un cambio cultural que no se concret¨®
Ocupan las calles, crean conflicto y afean el paisaje, pero no es sencillo legislar sobre ellas y gran parte de la hosteler¨ªa las necesita. Mientras las calles de varias ciudades de Espa?a se llenan de grupos ruidosos disfrazados con mal gusto, surge una t¨ªmida alternativa en forma de ¡°despedida light¡±
Los lectores escriben sobre la muerte de Paul Auster, los ataques de la derecha a Pedro S¨¢nchez, la parte de regeneraci¨®n democr¨¢tica que corresponde al Gobierno, las redes sociales y la falta de civismo en el transporte p¨²blico
El primer ministro Attal trata de restaurar la autoridad ¡°en la familia, la escuela y las calles¡± tras el asesinato de un adolescente cerca de Par¨ªs
No se puede levantar una democracia sobre sociedades ba?adas en un magma de rencores cruzados donde a unos les importa un carajo la suerte de los otros
La epidemi¨®loga, coautora de varios estudios que cuantifican la exposici¨®n al tabaco en estos lugares, defiende que ¡°cuando se proh¨ªbe fumar en un espacio, sea cual sea, la normativa se acepta y se desnormaliza el consumo¡±
El centro l¨²dico infantil y juvenil denuncia que la Guardia Urbana actu¨® con brutalidad y el Ayuntamiento sostiene que intervino para garantizar la seguridad
Los lectores escriben sobre la falta de civismo de algunos due?os de perros, la salud mental de los j¨®venes, el fallecimiento de Carlos Saura, y sobre las reacciones pol¨ªticas a la manifestaci¨®n en defensa de la sanidad p¨²blica del pasado domingo en Madrid
Los lectores opinan sobre la imposici¨®n social de tener un m¨®vil intelgente, el civismo como principio de la convivencia, el cambio de hora y los ataques de ecologistas a obras de arte
Los lectores opinan sobre la urgencia de actuar frente al cambio clim¨¢tico, la crispaci¨®n pol¨ªtica, el civismo en los trenes y el incierto futuro que espera a las j¨®venes generaciones
Cuando se permite la reducci¨®n de los servicios p¨²blicos o las libertades, una sociedad democr¨¢tica puede acabar considerando normal la miseria extrema o la violencia y convivir con ello, como en Estados Unidos
La brutalidad de los comportamientos que vamos viendo nos hacen cada vez m¨¢s conscientes de la ausencia de cualquier formaci¨®n seria entre los espa?oles menores de 40
El continente asi¨¢tico vive una segunda ola de coronavirus m¨¢s ben¨¦vola que la de Europa. La explicaci¨®n, sostiene el fil¨®sofo Byung-Chul Han, est¨¢ en la responsabilidad ciudadana
Colegios e institutos han reorganizado sus espacios para evitar la concentraci¨®n de estudiantes, lo que ha puesto a prueba la capacidad para poder convertirlos en improvisadas aulas, como comedores o vest¨ªbulos
A los poderes p¨²blicos ya solo les queda amenazar con nuevos confinamientos. La consecuci¨®n del fin, el combate a la pandemia, ahora depende de nosotros. Y los resultados ya vemos que no son buenos