Madrid y Barcelona avanzan contra la contaminaci¨®n pese a las trabas judiciales
Las dos grandes ciudades asumen el veto a los coches m¨¢s contaminantes como una de las principales medidas para tratar de reducir las emisiones como exige la Uni¨®n Europea
Madrid y Barcelona avanzan contra la contaminaci¨®n. Las dos ciudades crearon zonas de bajas emisiones (ZBE) en 2018 y 2020, respectivamente. Ambas medidas han sufrido reveses judiciales, pero a falta de sentencias firmes, siguen vigentes. Mientras, los dos gobiernos municipales no solo no han frenado en la lucha contra la poluci¨®n, sino que avanzan para vetar a los coches m¨¢s contaminantes para ganar espacio para uso vecinal a costa de asfalto y tr¨¢fico.
La convicci¨®n pol¨ªtica puede ser mayor (en Barcelona, gobernada por los comunes de Ada Colau) o menor (en Madrid, en manos del popular Jos¨¦ Luis Mart¨ªnez Almeida). Pero la legislaci¨®n aprieta. La Comisi¨®n Europea amenaza con multas millonarias a las dos ciudades si siguen superando los niveles legales (40 migrocramos por metro c¨²bico de di¨®xido de nitr¨®geno). Y la Ley del Cambio Clim¨¢tico obliga a los municipios de m¨¢s de 50.000 habitantes a crear zonas de bajas emisiones. Todo esto cuando la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS) ha rebajado los niveles que considera peligrosos y Europa revisar¨¢ los m¨¢ximos actuales.
Barcelona ha visto esta semana c¨®mo el Tribunal Superior de Justicia de Catalu?a (TSJC) anulaba su Zona de Bajas Emisiones (ZBE). Un veto a los veh¨ªculos m¨¢s contaminantes en un ¨¢rea de 100 kil¨®metros cuadrados en la que no pueden entrar veh¨ªculos sin etiqueta ambiental de la DGT de lunes a viernes de 7.00 a 20.00 horas. La sentencia es un rev¨¦s para uno de los proyectos estrella de Colau, aprobado con el apoyo del 80% de los concejales del pleno. En dos a?os ha reducido en 600.000 los desplazamientos diarios realizados por veh¨ªculos sin etiqueta y ha reducido un 11% la contaminaci¨®n (en 2020 y 2021 se redujo la movilidad por la pandemia).
En respuesta a la sentencia, Colau ha advertido de que no dar¨¢ ¡°pasos atr¨¢s¡±. ¡°El derecho a contaminar no puede estar por encima del colectivo a la salud¡±, defiende y mantiene que la lucha contra la contaminaci¨®n no tiene marcha atr¨¢s. Para ello unir¨¢ las dos redes de tranv¨ªas por una arteria vital para el tr¨¢fico como es la Diagonal, convertir¨¢ cuatro calles del distrito del Eixample en ejes verdes sin tr¨¢fico, y est¨¢ pacificando entornos escolares con peatonalizaciones o reducci¨®n de carriles. Adem¨¢s, aunque no hay fecha, quiere apretar la ZBE vetando a los coches con etiqueta amarilla (B). Por una cuesti¨®n de salud (la contaminaci¨®n mata a mil personas al a?o en la capital catalana), defiende, y por la presi¨®n de la Comisi¨®n Europea por superar los l¨ªmites legales.
Recurso en Madrid
Tambi¨¦n Madrid rebasa esos l¨ªmites, y tambi¨¦n Madrid vio c¨®mo el Tribunal Supremo dej¨® en mayo del a?o pasado en el aire Madrid Central, uno de los principales legados de Manuela Carmena: 4,7 kil¨®metros cuadrados del centro donde vetados a coches sin distintivo ambiental, mientras que los coches con etiqueta B o C solo pueden acceder para llegar a un aparcamiento de uso p¨²blico. Si en Barcelona recurrieron asociaciones y patronales del transporte, en Madrid la denuncia la present¨® el grupo municipal del PP, por cuestiones formales.
Y aunque el actual alcalde, Jos¨¦ Luis Mart¨ªnez-Almeida, se present¨® a las elecciones con la promesa de retirar Madrid Central ¡ªllen¨® las marquesinas de los autobuses de carteles con su rostro y el lema ¡°#ConAlmeida, Madrid Central se acaba¡±¡ª la zona de bajas emisiones de Madrid sigue vigente. A la manera de Almeida: con nuevo nombre impronunciable, ZBE-DEP Distrito Centro, y la entrada permitida a los comerciantes, sea cual sea su veh¨ªculo. El resultado es que 45.000 veh¨ªculos antes vetados ahora s¨ª pueden entrar. El cambio se plasm¨® en una nueva ordenanza de movilidad sostenible aprobada en septiembre pasado. No es la ¨²nica novedad: hace un a?o otra norma, calidad del aire de la capital, acab¨® con las calderas de carb¨®n.
Y la lucha contra la contaminaci¨®n no acaba aqu¨ª. La capital cuenta ahora con una estrategia que Almeida ha denominado Madrid 360. M¨¢s all¨¢ del centro, la Ordenanza de Movilidad Sostenible prev¨¦ aumentar las restricciones, como si fueran los aros de una cebolla, a?o tras a?o hasta 2025. Madrid 360 tiene el mismo objetivo final que el Plan A de la anterior alcaldesa, Manuela Carmena: limitar la circulaci¨®n de los veh¨ªculos m¨¢s contaminantes en 2025 en un ¨¢rea de 604 kil¨®metros cuadrados que abarca casi toda la ciudad, donde no podr¨¢n acceder los veh¨ªculos que no tengan etiqueta ambiental. Sin embargo, Madrid 360 adelanta la medida a 2024 para los no residentes, que suponen la mitad del tr¨¢fico. En 2025, la restricci¨®n ya afectar¨¢ a los madrile?os: no podr¨¢n circular con veh¨ªculos sin etiqueta.
La primera fase de este despliegue afecta desde este a?o a la zona m¨¢s contaminada de la capital, el entorno de la plaza El¨ªptica, donde hay una estaci¨®n municipal de medici¨®n. ¡°Permitir¨¢ reducir el tr¨¢fico de la zona un 18,6%, el equivalente a un descenso de 37.000 veh¨ªculos por kil¨®metro diarios, 1.500 veh¨ªculos en hora punta¡±, asegura el Consistorio.
Reticencias de la oposici¨®n
En Barcelona, las reticencias de la oposici¨®n, de comerciantes que temen perder negocio y de transportistas que aseguran que no pueden renovar sus veh¨ªculos, son feroces. En Madrid las ha habido, aunque menores, como tambi¨¦n son m¨¢s peque?as las ¨¢reas de restricci¨®n. Pero tambi¨¦n en las dos urbes hay a quienes las restricciones les parecen t¨ªmidas y piden m¨¢s.
En Madrid, el anterior Defensor del Pueblo consider¨® que la estrategia de Almeida es insuficiente, sobre todo el nuevo Madrid Central. ¡°Es un retroceso medioambiental¡±, escribi¨® en 2021 Francisco Fern¨¢ndez Marug¨¢n, que instaba al Ayuntamiento de la capital a modificar la nueva ordenanza de movilidad. En Ecologistas en acci¨®n tambi¨¦n se muestran cr¨ªticos: ¡°La pandemia era el momento perfecto para seguir avanzando en las restricciones¡±, opina por tel¨¦fono Miguel ?ngel Ceballos, su portavoz. ¡°Era una buena palanca para seguir haciendo cosas. Pese a todo, no han conseguido cargarse lo que hab¨ªa¡±, a?ade.
En Barcelona, entidades vecinales y ecologistas han emplazado al Ayuntamiento y a la Generalitat (las dos instituciones recurrir¨¢n la sentencia que anula la ZBE), no solo a mantener la restricci¨®n, sino a ir m¨¢s all¨¢ e instaurar un peaje urbano para disuadir la entrada de coches, una medida que permitir¨¢ la ley de movilidad sostenible.
El investigador del CSIC Xavier Querol, afincado en Barcelona, pero que hab¨ªa asesorado al consistorio madrile?o, defiende Airuse, una estrategia que lider¨® y que gan¨® el premio The Best of the Best Green Cities Project. El proyecto propone seis recetas para mejorar la calidad del aire. Una, crear carriles de acceso ¨²nicamente para autobuses. Dos, mejorar el transporte p¨²blico metropolitano. Tres, peajes de acceso. Cuatro, reducir los coches m¨¢s contaminantes y favorecer los m¨¢s limpios con zonas de bajas emisiones. Cinco, utilizar veh¨ªculos el¨¦ctricos o h¨ªbridos para la distribuci¨®n de mercanc¨ªas. Y seis, un redise?o urbano para ganar espacio a los veh¨ªculos.
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