Gritos en la era de la convulsi¨®n
?Cine? ?O televisi¨®n? La experiencia audiovisual extrema del retorno de 'Twin Peaks' ejemplifica todo un cambio de paradigma
Determinar si el grito aterrador que cerraba la tercera temporada de Twin Peaks sal¨ªa de la garganta de Laura Palmer o de la de Carrie Page puede ser una tarea ardua y quiz¨¢ condenada al fracaso. No menos arduo resulta decidir si el ¨²ltimo trabajo de David Lynch ha sido un triunfo de la televisi¨®n o del cine. De lo que cabe poca duda es de que el retorno de Twin Peaks ha sido una de las experiencias audiovisuales m¨¢s desafiantes y extremas de un a?o sembrado de contradictorios s¨ªntomas de un cambio de paradigma, desde el affaire Netflix en pleno Festival de Cannes hasta la t¨¢cita petici¨®n de asilo pol¨ªtico en esa misma plataforma por parte de un cineasta como David Fincher. Para a?adir m¨¢s le?a al fuego, Twin Peaks encabeza el listado del mejor cine del a?o de una publicaci¨®n tan influyente como Cahiers du Cin¨¦ma, mientras que ocupa el segundo puesto en el de la no menos relevante Sight & Sound. ?Qu¨¦ est¨¢ pasando? ?Al final ten¨ªan raz¨®n aquellos que dec¨ªan alegremente que el mejor cine estaba en televisi¨®n cuando, por aquel entonces, bastante ten¨ªa la pantalla dom¨¦stica con aspirar a tener buena televisi¨®n en sus contenidos? ?O acaso esto ha sido en realidad una macropel¨ªcula de 18 horas, suministrada en dosis, como un viejo serial de Feuillade, para anticipar las posibilidades de toda futura narraci¨®n en im¨¢genes? Lo cierto es que la narrativa laber¨ªntica, el juego de ritmos y tonos e incluso los puntuales flirteos con la imagen abstracta de la tercera temporada de Twin Peaks poco se parecen a lo que suele entenderse por Nueva Ficci¨®n Televisiva. O sea que, de momento, aceptemos pulpo como animal de compa?¨ªa o Twin Peaks como la mejor pel¨ªcula ¡ªy, al mismo tiempo, la mejor serie¡ª del a?o.
En un a?o donde cierto esencialismo ha obtenido resultados gloriosos, pocos filmes han tenido la voluntad totalizadora de 'Sieranevada' de Puiu
El otro detalle llamativo en las listas de Cahiers y Sight and Sound ¡ª?esta vez tambi¨¦n compartido por la lista de Mark Kermode en The Guardian¡ª es la presencia de una ¨®pera prima de terror como D¨¦jame salir, de Jordan Peele, elecci¨®n que cierta cinefilia ortodoxa, jer¨¢rquica y excluyente s¨®lo ha sabido entender como gesto de provocaci¨®n. La pel¨ªcula de Peele, pese a esa adscripci¨®n gen¨¦rica que tantas veces ha condicionado el acceso de obras excelentes al reconocimiento cr¨ªtico, es tan relevante por el modo en que discute y altera los c¨®digos vigentes en el cine de horror como por lo que tiene que decir de un presente en el que la cuesti¨®n racial est¨¢ m¨¢s viva que nunca, aunque muchas voces progresistas se consideren libres de pecado. D¨¦jame salir busca las cosquillas precisamente ah¨ª: en la mirada del espectador que jam¨¢s se considerar¨ªa racista¡ aunque un afroamericano pudiese tener una opini¨®n muy distinta al respecto. La de Peele no ha sido la ¨²nica pel¨ªcula sobresaliente del a?o que ha canibalizado los registros del cine de terror para reflejar el malestar de unos tiempos sin centro moral: la historia de iniciaci¨®n can¨ªbal de Crudo, de Ducournau; la exploraci¨®n en el lado ext¨¢tico, autodestructivo y oscuro del deseo en La regi¨®n salvaje, de Amat Escalante; el cuestionamiento de los l¨ªmites de la monstruosidad de Pieles, de Eduardo Casanova, o el tour de force estil¨ªstico-hist¨¦rico de Mother!, de Darren Aronofsky ¡ªpel¨ªcu?la en la que un hogar no es invadido por un o unos psic¨®patas, sino por una desbordada alegor¨ªa b¨ªblica¡ª, parecen reivindicar el terror como ¨²til herramienta de diagn¨®stico para la era de la convulsi¨®n.
En una cosecha cinematogr¨¢fica donde cierto esencialismo expresivo ha obtenido resultados gloriosos ¡ª?Estiu 1993, de Carla Sim¨®n; La vida y nada m¨¢s, de M¨¦ndez Esparza; El tercer asesinato, de Koreeda; los dos trabajos de Hong Sang-soo, o Silencio, de Martin Scorsese¡ª y la experimentaci¨®n ha volado alto ¡ªEn realidad, nunca estuviste aqu¨ª, de Lynne Ramsay¡ª, pocas pel¨ªculas han tenido la voluntad totalizadora de Sieranevada, del rumano Cristi Puiu, en la que el recibidor de un angosto hogar de clase media se eleva a met¨¢fora de un mundo dividido, d¨ªas despu¨¦s del atentado a Charlie Hebdo, entre la versi¨®n oficial de los hechos y la conspiranoia. No menos aguda ha sido la sueca The Square, de Ruben ?stlund, con su incisiva mirada al mundo del arte contempor¨¢neo como gran ¡ªy extrapolable¡ª territorio del autoenga?o. En nuestro pa¨ªs, pel¨ªculas como Fe de etarras, de Borja Cobeaga; Los del t¨²nel, de Pep¨®n Montero, o Abracadabra, de Pablo Berger, han aportado estimulantes variaciones sobre la tradici¨®n costumbrista se?alando hilarantes fragilidades en situaciones y arquetipos de estricta contemporaneidad.
Entretanto, en televisi¨®n, algunos cineastas ¡ªPaolo Sorrentino con The Young Pope, David Fincher con Mindhunter o Woody Allen con Crisis in Six Scenes¡ª han logrado acomodar su voz propia al nuevo territorio, mientras otros trabajos como The Handmaid¡¯s Tale, Better Things o Big Little Lies se han convertido en combativo frente por la visibilidad femenina.
Las pel¨ªculas y series imprescindibles
- 1. Twin Peaks (3). David Lynch
- 2. En realidad, nunca estuviste aqu¨ª. Lynne Ramsay
- 3. The Square. Ruben ?stlund
- 4. Pieles. E. Casanova
- 5. Estiu 1993. Carla Sim¨®n
- 6. La tortuga roja. M. Dudok de Wit
- 7. Better Things. P. Adlon, L. C.K.
- 8. El fin de la comedia (2). Ignatius Farray, Miguel Esteban y Ra¨²l Navarro
- 9. D¨¦jame salir. Jordan Peele
- 10. El tercer asesinato. Hirokazu Koreeda
- 11. Mother! Darren Aronofsky
- 12. Sieranevada. Cristi Puiu
- 13. Silencio. Martin Scorsese
- 14. Mindhunter. Joe Penhall
- 15. Los del t¨²nel. Pep¨®n Montero
- 16. Fe de etarras. Borja Cobeaga
- 17. Abracadabra. Pablo Berger
- 18. The Handmaid's Tale. Bruce Miller
- 19. The Deuce. D. Simon y G. Pelecanos
- 20. Mimosas. Oliver Laxe
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