Espa?a gasta al a?o 82.000 millones de euros menos en intereses que en 2008
Las pol¨ªticas del BCE han beneficiado a familias, empresas y administraciones, que pese a seguir muy endeudados, al menos han visto caer el coste de los cr¨¦ditos
¡°El BCE est¨¢ listo para hacer todo lo que sea necesario para preservar el euro. Y cr¨¦anme, ser¨¢ suficiente¡±, declar¨® el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, en julio de 2012. Nunca unas palabras hab¨ªan inyectado tanto dinero en los bolsillos de hogares, empresas y Estados. En Espa?a, pagaron en intereses un total de 67.480 millones de euros en 2018, lo que implica un recorte de 82.535 millones respecto a los 150.015 millones que se abonaban hace una d¨¦cada. Gastan menos de la mitad. El ahorro supera los 65.000 millones que llegaron a perder los sueldos de los asalariados con la crisis. Por dar una idea, dar¨ªa para sufragar dos tercios de las pensiones. Y eso a pesar de que la deuda agregada se encuentra en cotas similares a las de 2008.
M¨¢s all¨¢ de lo que haga la cotizaci¨®n del petr¨®leo, la inflaci¨®n no repunta. Da igual lo que se haga para reanimarla. En Europa, el Banco Central Europeo ha imprimido billetes a ritmos de 80.000 millones de euros al mes. Y aun as¨ª, los precios no terminan de arrancar. En una econom¨ªa muy endeudada, con una poblaci¨®n que envejece, inmersa en una competencia global y a expensas de una revoluci¨®n tecnol¨®gica, los precios no suben. Se inflan las valoraciones de los activos financieros e inmobiliarios. Pero no los precios del consumo. Y eso ha permitido al BCE aplicar una pol¨ªtica que est¨¢ beneficiando sobremanera a Espa?a, cuyas familias adem¨¢s tienen en su mayor¨ªa las hipotecas a tipos variables, referenciadas a un eur¨ªbor en negativo desde febrero de 2016.
EL COSTE DE LOS INTERESES DE LA DEUDA
En miles de millones de euros
?C¨®mo se lleg¨® a la anomal¨ªa de unos tipos negativos, al mundo al rev¨¦s de cobrar por tomar prestado? En primer lugar, el BCE baj¨® tipos e inyect¨® dinero a mansalva en los bancos. Pero con eso no bastaba. Muy da?adas por la crisis, las entidades no trasladaban la rebaja. Enfrentado con la futilidad de la pol¨ªtica monetaria convencional, el eurobanco tuvo que dar una nueva vuelta de tuerca. Impuso una penalizaci¨®n del 0,4% a las entidades que depositen su exceso de liquidez en el BCE. A continuaci¨®n, sac¨® la manguera y los inund¨® con m¨¢s fondos.
El dinero es hoy una cosa electr¨®nica. Y cuando no se usa, en la zona euro se guarda en el BCE. De lo contrario hay que sacar el billete y guardarlo en una caja fuerte. Pero almacenarlo tiene costes por el local, la log¨ªstica y la seguridad. As¨ª que las entidades prefieren prestarse entre ellas a tipos negativos siempre y cuando puedan evitar el pago del 0,4%. Tambi¨¦n compran bonos de m¨¢xima calidad. Pero de estos no hay tanta oferta. Y el BCE los ha comprado en tales magnitudes que en muchos plazos brindan rentabilidades negativas.
Cuando adem¨¢s aprieta la incertidumbre y los inversores abandonan los productos de riesgo, hay m¨¢s demanda de activos seguros y se profundiza todav¨ªa m¨¢s en los tipos negativos, como ha sucedido recientemente al calor de la ralentizaci¨®n global. De este modo, el mundo al rev¨¦s de los tipos negativos ha arraigado. Y el mercado ha retrasado las alzas de tipos del BCE a finales de 2020.
Seg¨²n datos del Instituto Nacional de Estad¨ªstica y del Banco de Espa?a, las familias espa?olas pagaron en 2018 un total de 15.410 millones de euros en intereses frente a los 54.561 millones que abonaban en 2008. Al llegar la crisis, los hogares intentaron amortizar la hipoteca ante el miedo a no poder pagarla. Y en unos 10 a?os han reducido su endeudamiento un 22%. Pero su factura de intereses ha ca¨ªdo mucho m¨¢s: un 72%. El tipo que soportan se ha desplomado del 5,95% al 2,16%. Nunca hab¨ªan pagado tan poco. Al estar las hipotecas a tipos variables, la pol¨ªtica del BCE se ha trasladado muy r¨¢pido. En un contexto de mejores perspectivas econ¨®micas, explica que los hogares hayan dejado de ahorrar para adelantar el pago de la hipoteca. M¨¢xime cuando adem¨¢s muchos siguen aprovech¨¢ndose de la desgravaci¨®n en el IRPF.
En 2008, las empresas espa?olas hac¨ªan frente a una factura de 77.690 millones en intereses. En cambio, en 2018 solo desembolsaron 21.067 millones. Han recortado sus pasivos un 21%, en muchos casos simplemente porque quebraban. Pero el pago de intereses les ha ca¨ªdo el triple: un 73%. Adem¨¢s, las grandes compa?¨ªas han podido abandonar el cr¨¦dito bancario para financiarse directamente en el mercado, benefici¨¢ndose de las compras de deuda del BCE. En parte porque el eurobanco compraba t¨ªtulos corporativos. Pero sobre todo porque con sus adquisiciones ha desplazado a un buen n¨²mero de inversores hacia los bonos de empresas.
Adem¨¢s, al abandonar las grandes los pr¨¦stamos bancarios, las entidades han podido destinar esos recursos a empresas m¨¢s peque?as a intereses m¨¢s bajos. En consecuencia, los tipos que afrontan las sociedades espa?olas se han hundido del 5,46% al 1,87%. La financiaci¨®n y su coste han dejado de ser un problema como sucedi¨® durante la recesi¨®n. El agujero lo sufre la banca espa?ola, que ingresa por este concepto 24.354 millones menos que en 2008.
Mientras el sector privado se desendeudaba a marchas forzadas, el Estado tuvo que compensar el desplome de los ingresos, mantener los costes al alza de pensiones y prestaciones de paro, afrontar el rescate bancario y abonar la subida de intereses. La deuda se dispar¨® un 166%. Pero gracias a la pol¨ªtica del BCE la carga de intereses solo subi¨® un 74%. Y el tipo de inter¨¦s se recort¨® del 4,03% de 2008 al 2,64% de 2018. Solo por su principal programa de compras de deuda p¨²blica el BCE mantiene 260.820 millones que, de momento, seguir¨¢ reinvirtiendo conforme venzan. Draghi acaba mandato en octubre. A la luz de estos datos, no parece una cuesti¨®n balad¨ª qui¨¦n le sustituya.?
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