Nueve cosas que hemos aprendido estas fiestas (y deber¨ªamos recordar para las siguientes)
De una Navidad a otra pasa tanto tiempo que podemos volver a caer en cosas que prometimos no repetir: aprovechamos que las tenemos recientes para decir alto y claro ¡°nunca m¨¢s¡±
Estamos en ese punto de las fiestas navide?as en el que a¨²n tenemos canelones o pavo en el congelador y una punzada de resaca -y tambi¨¦n un v¨ªdeo en el grupo de Whatsapp ¡®Fiestaca 2024¡ä- nos recuerda la conga a ritmo de Georgie Dann de la madrugada de A?o Nuevo. A medio camino entre acto de contrici¨®n gastron¨®mico y buenos prop¨®sitos para el futuro, es el momento de recopilar algunas cosas que hemos vivido durante estos d¨ªas en la cocina, la mesa y la jarana, aprender de ellas y aplicarlas para que las Navidades que vienen sean -todav¨ªa- mejores. Evitar las indigestiones previsibles, no beber si no quieres, repartir el trabajo y recordar que no es necesario dejarse ni el presupuesto ni 12 horas de trabajo en una comida son algunas de ellas (y a¨²n est¨¢s a tiempo de aplicarlas en la comida de Reyes).
Por comer ¡°un poquito m¨¢s que est¨¢ muy bueno, solo un poco que no pasa nada¡±, a veces s¨ª pasa algo
Todo el mundo tiene un l¨ªmite con la comida: lo habitual es que conozcamos el nuestro, pero no es raro que en estas fechas de tragaldabismo y platos especiales te animen con toda la buena voluntad a que lo traspases; y lo hayas hecho, con la misma buena voluntad, el consiguiente empacho y noche toledana asegurados. Hay una alternativa bastante buena que deja clar¨ªsimo que el problema no es que ese pavo, cabrito, pularda, flan, lo que sea no est¨¦ buen¨ªsimo, sino que no puedes m¨¢s: la pr¨®xima vez, diles que te llevar¨¢s la raci¨®n que te ofrecen a casa en un t¨¢per y la disfrutar¨¢s con todo el amor que ese manjar merece, pero en otro momento. Si le mandas un mensaje de agradecimiento a la persona que lo ha cocinado cuando te lo vayas a zampar, bonus extra (si no quieres llevarte el t¨¢per bueno de tu t¨ªa, coge un par de los de comida china para llevar que debes tener en alg¨²n armario de la cocina).
Celebrar la Navidad no es necesariamente comer desde el 24 de diciembre hasta el seis de enero como si vini¨¦ramos de una hambruna y fu¨¦ramos de cabeza hacia el apocalipsis
Mi compa?ero Carlos Doncel empieza a sospechar que su familia tiene pensado venderlo al peso antes de Reyes. ¡°Cada a?o, si un 27 de diciembre a las dos de la tarde no me como un bisonte empanado entero, mi padre y mi madre me preguntan ¡®?Qu¨¦ te pasa, que no quieres comer?¡¯ Y s¨ª quiero, pero lo que no me apetece es un bisonte empanado entero. Esa necesidad de hartarse constantemente todo el rato hace que cada a?o, por lo menos un d¨ªa algo me siente mal y acabe devolviendo m¨¢s que Hacienda en mayo¡±. Comidas especiales, bien, comer hasta reventar durante dos semanas todos los d¨ªas, no tan bien. ¡°Adem¨¢s soy una persona que cede bastante a la presi¨®n social, y me acabo comiendo el bisonte empanado entero¡±. Prop¨®sito de Carlos para el a?o que viene: aprender a decir que no al bisonte del 27.
A veces hay que escoger entre aperitivos y principales
Los alimentos como langostinos o gambas, jam¨®n y otros embutidos, quesos o salm¨®n ahumado -con los que se suelen reventar las mesas navide?as antes del plato principal- ya forman parte de nuestra comida del d¨ªa a d¨ªa en todo tipo de recetas, mientras el cardo con almendras, el pollo rustido con frutos secos, el cordero asado, el cochinillo o la escudella normalmente solo se preparan una vez al a?o. ?No merecen que nos los comamos con hambre, ganas y hasta una chispita de gula? Si, por el contrario, nos gusta mucho el picoteo y esos d¨ªas compramos los mejores ib¨¦ricos, todo tipo de ahumados de calidad, kilos de marisco de primera y una tabla de quesos del tama?o un campo de f¨²tbol, ?para qu¨¦ invertir tiempo, dinero y energ¨ªa en cocinar los segundos? La pr¨®xima vez, prepararemos un fest¨ªn de aperitivos con buen producto y pasaremos por la cocina solo para coger platos, cubiertos, copas y poner el lavavajillas.
Si no quieres beber alcohol, no tienes por qu¨¦ hacerlo
Este a?o Mikel L¨®pez Iturriaga, director comidista y abstemio a tiempo parcial, se ha dado cuenta de dos cosas, una mala y una buena. ¡°La mala es la importante presi¨®n social que sufren las personas que deciden no beber alcohol en estas fechas, en las que parece que si no pimplas, no celebras¡±. La buena es que se puede resistir a esa presi¨®n practicando una especie de NO es NO combativo cuando se produce. ¡°Es decir, si alguien te da la turra para que ¡®te animes¡¯ y bebas, no quedarte callado y apechugar, sino explicarle claramente lo que est¨¢ haciendo -violentar y tratar de forzar a alguien a hacer algo contra su voluntad- y exigirle que pare inmediatamente¡±. ¡°Y si te pregunta qu¨¦ te pasa, recuerda: a las personas que beben alcohol nadie les pide explicaciones de por qu¨¦ lo hacen, as¨ª que t¨² tampoco tienes que darlas si no bebes¡±. M¨¢s claro, el agua (que no, no es lo ¨²nico que puedes beber cuando no quieres to?arte).
No pasa nada si no te gusta todo
Entre ser quisquilloso con la comida y que te guste absolutamente todo hay un mundo, y cuando est¨¢s de celebraci¨®n s¨ª hay un verdadero motivo para comer solo lo que te hace bailar las papilas gustativas: los 360 d¨ªas restantes ya te daremos la matraca con la verdura y las legumbres. Si no te chifla el sabor del cordero, prefieres comer estropajo que pavo asado o la idea de meterte un trozo de turr¨®n o mazap¨¢n en la boca te horroriza, cuando te lo ofrezcan -aunque sea de manera insistente- la pr¨®xima vez simplemente di ¡°gracias, pero prefiero (inserte aqu¨ª otra comida de las 18 que haya disponibles)¡± con una sonrisa, y tal d¨ªa har¨¢ un a?o.
El trabajo en la cocina, mejor compartido
?Significa eso que la Nochebuena que viene tienes que meterte a la fuerza entre tu prima -a la que le gusta cocinar solita- y su ceviche y arrancarle las limas de las manos al grito de ¡°deja, deja, que yo te ayudo¡±? Por el bien de todo el mundo, mejor no, pero puedes hacer much¨ªsimas otras cosas como poner o recoger la mesa, fregar los platos, encargarte de la decoraci¨®n -con unas velas, unas nueces y unas manzanas se pueden hacer cosas bien bonitas- preparar una lista de canciones para que suenen durante la comida, encargarte de las bebidas o comprar los aperitivos. Nuestra italian¨ªsima comidista Anna Mayer reflexiona: ¡°Conocer tus l¨ªmites ayuda: quiz¨¢s no sea viable hacer el consom¨¦, tortellini hechos en casa, pularda rellena y croquembouche. Simplifica, tira de platos ya preparados, reparte encargos entre los asistentes o c¨¦ntrate en un plato solo, y el resto que acompa?e; al fin y al cabo se trata de estar juntos a gusto, no es una competici¨®n¡±. Si eres t¨² quien se ha hecho un Bree Van de Kamp y se ha ocupado absolutamente de todo, recu¨¦rdalo tambi¨¦n para futuras ocasiones.
M¨¢s caro no significa mejor (aunque sea Navidad)
¡°Cada vez tengo m¨¢s claro que no hay que gastar mucho para tener una buena Nochebuena o Navidad, o mejor dicho no es necesario recurrir a esos productos cl¨¢sicos como besugo, almejas, langostinos o solomillo¡±, apunta sabiamente Anna Mayer. ¡°Los precios se van y no tiene sentido, y hemos disfrutado mucho de unos (buenos) mejillones caseros bien escabechados, que para m¨ª son un aperitivo de lujo: al fin y al cabo se trata de hacer algo fuera de lo normal, que no sueles comer todos los d¨ªas¡±. Suscribo completamente; en casa hace a?os que decidimos que en Nochebuena se cocinan tres cosas que nos encantan pero preparamos pocas veces porque no solemos fre¨ªr: libritos de lomo -de berenjena para los vegetarianos- con diferentes rellenos, patatas y huevos fritos. Hemos sido felic¨ªsimos con nuestra dosis anual de rebozado en familia.
M¨¢s elaborado, tampoco
Levantarse a las siete de la ma?ana despu¨¦s de Nochebuena para tener a punto un men¨² que r¨ªete t¨² de Noma y llegar a la comida de Navidad como si te hubiera atropellado un cami¨®n: un cl¨¢sico que, si te ha sucedido, no querr¨¢s volver a repetir. Anna Mayer recuerda que lo m¨¢s importante en las fiestas es estar a gusto con tu familia -de sangre o elegida-, y parte de ese gusto sale de minimizar el estr¨¦s. ¡°No estresarse no quiere decir pedir una pizza; pero entre eso y ponerse a rellenar guisantes con tartar de ciervo hay un t¨¦rmino medio, cada uno sabr¨¢ cu¨¢l es el suyo¡±. Si llevas lo de complicarte la vida en la sangre y se te olvidan las consecuencias de un a?o a otro, siempre puedes optar por guisos, estofados u otros platos que ganen con el reposo y el recalentado. Las recetas que pueden adelantarse tambi¨¦n son buenas aliadas. ¡°Por ejemplo, la lasa?a: es un trabajazo, pero se puede hacer por partes los d¨ªas antes, se ensambla por la ma?ana y se deja a punto para el horno¡±, apunta Mayer. Adem¨¢s es tan opulenta y completa que con dos aperitivos sencillos y una ensalada de invierno, tienes el men¨² hecho.
Un cambio de sitio a tiempo es una victoria
Por suerte esto no me ha pasado con la familia, pero sucede inevitablemente en alguna de las 76.098 reuniones sociales que hay durante estos d¨ªas: mientras comes, se te apalanca al lado esa persona ¡°muy sincera¡±; traducido, si ning¨²n filtro ni educaci¨®n, ¡°pol¨ªticamente incorrecta¡± -siempre hacia el mismo lado, qu¨¦ casualidad- o a la que simplemente le encanta o¨ªr su voz durante horas hablando de sus temas favoritos sin intenci¨®n de escuchar a cambio a nadie. Si quieres volver a disfrutar de lo que tienes en el plato y en la copa, simplemente huye: hay un abanico inmenso de posibilidades entre una excusa tipo ¡°perdona, pero tengo que ir al ba?o un momento¡± y una declaraci¨®n de intenciones como ¡°mira, prefiero meterme a monja de clausura/lama tibetano/eremita que seguir aguantando la tabarra que me est¨¢s dando¡±. ?salo sabiamente, y que siga la fiesta.
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